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miércoles, 6 de marzo de 2024

TODOS LOS NOMBRES DE DIOS (THRILLER - 2023)

Año: 2023

Nacionalidad: España

Director: Daniel Calparsoro

Reparto: Luis Tosar, Inma Cuesta, Patricia Vico, Lucas Nabor, Nourdin Batan, Fernando Cayo, Roberto Enríquez,

Género: Tras un atentado, Santi es tomado como rehén por Hamza, el único terrorista superviviente. Un giro inesperado intercambia los papeles y Santi se convierte en una bomba humana caminando por la Gran Vía de Madrid con un chaleco cargado con explosivos. Los servicios de inteligencia, emergencia e incluso los medios de comunicación, unirán fuerzas para salvarle la vida en un impresionante despliegue de medios con consecuencias inesperadas.


[Fuente: Filmaffinity]

Tenía muchas ganas de ver esta película. Lo he comentado muchas veces, que Luis Tosar es de mis actores favoritos y no me pierdo ninguna de sus películas. Aunque, si os digo la verdad, me ha dado por repasar su filmografía y he comprobado que todavía me quedan unos cuantos trabajos suyos por ver (me ha dado un alegrón). Pero lo cierto es que, tras ver Todos los nombres de Dios, me he quedado algo fría. No es que la película no me haya gustado. Es muy entretenida y tiene mucha acción. Lo que ocurre es que esperaba bastante más y tengo la sensación de haberla visto ya. Quiero decir que películas de acción en la que un simple ciudadano de a pie, que además arrastra lastre emocional, se ve envuelto, sin quererlo ni beberlo, en una situación de extrema gravedad, en la que puede incluso perder la vida, es una historia que ya nos han contado muchas veces. Así que, cuando te topas con un largometraje que te cuenta una historia similar, pues vale, está bien, pero ya no sorprende. Precisamente eso es lo que me ha pasado con Todos los nombres de Dios, que ya no me sorprende. Os cuento.

Santi (Luis Tosar) es un taxista que no pasa por buen momento. Trabaja muchas horas, rastreando las calles de Madrid, en busca de clientes potenciales. Lo vemos taciturno, triste, apocado. Como cansando de vivir. Está casado con Laura (Patricia Vico). El matrimonio tiene un hijo adolescente. Las primeras imágenes nos hacen intuir que la pareja se mantiene a flote como buenamente puede.

Cuando Santi acude al aeropuerto de Madrid para prestar el último servicio antes de regresar a casa, en el interior del edificio se produce una explosión de enormes dimensiones. El estallido coge a Santi en el interior de su taxi, a las puertas del aeropuerto. Inmediatamente una nube negra lo invade todo. Solo se escuchan gritos, voces, peticiones de auxilio. El caos. Aturdido, Santi sale del vehículo para socorrer a los heridos. Ve a un chico joven con la cara ensangrentada y evidentes signos de estar gravemente herido. Inmediatamente se dirige a él, y lo conduce hacia el taxi. Su intención es llevar al joven al hospital. Sin embargo, cuando los dos están dentro del vehículo y Santi se dispone a iniciar la marcha, el joven -que está sentado en el asiento de atrás-, saca un arma y amenaza al taxista. «¡Sácame de aquí!», le grita el joven, mientras los coches de la policía y las ambulancias se acercan al aeropuerto. Así se inicia una de las peores pesadillas de Santi. Su pasajero no es un usuario común del aeropuerto. Hamza, que así se llama, es uno de los tres terroristas que han atentado en Barajas. Los otros dos se han inmolado. Hamza se ha arrepentido en el último momento, y no ha hecho explosionar su chaleco-bomba.

A partir de este punto, Santi tendrá que seguir las indicaciones del joven, sin saber muy bien qué hacer. Al mismo tiempo, seremos testigos de otras situaciones. Por un lado, Laura y su hijo tratarán de localizar a Santi tras la explosión. Una madre y una hija marroquí vivirán angustiadas las noticias sobre el atentado. Otro personaje más del que no desvelo nada seguirá de cerca todo lo que está sucediendo en Madrid, con motivo del atentado.  Y todo ello, mientras la guardia civil monta el operativo pertinente en estos casos, con un despliegue muy americano. ¿Cuántas bombas han explotado en el aeropuerto? ¿Qué tiene que ver un taxista desaparecido con lo que ha ocurrido? ¿Quién está detrás del atentado?

Las cosas se irán complicando cada vez más, hasta incluso dar un giro de 180 grados. Y así llegaremos a un desenlace que supondrá una carrera contra el reloj. 

Qué me ha gustado de la película

La acción no va a faltar en esta película. Desde el minuto uno, el espectador se monta en el vehículo de Santi y empiezan a ocurrir cosas. Como película de acción, Todos los nombres de Dios cumple con lo que se espera. Habrá huidas, persecuciones, enfrentamientos, y la tensión irá en aumento hasta llegar a ese final en el que, aun a sabiendas de cómo va a acabar la historia, sufres con el personaje. Eso es mérito de Luis Tosar. 

Las escenas del estallido de la bomba, así como las que transcurren en la Gran Vía (de esto no os digo nada) están muy bien rodadas. En el aeropuerto, tras la explosión, el caos se apodera de lugar y vamos a ver a muchos figurantes de aquí para allá, heridos, ensangrentados, mientras la nube de polvo se dispersa hasta terminar de asentarse. En cuanto a la Gran Vía, ya veréis el operativo que han tenido que montar el equipo de rodaje para grabar esas escenas. Eso sí que es un operativo y no el de la guardia civil.

La película aborda el terrorismo islámico pero lo hace desde una óptica distinta. Hamza es un joven que ha sido captado por células yihadistas. Ha recibido formación pero, a la hora de la verdad, se echa para atrás. ¿Por qué? ¿Qué piensa de estos actos de violencia masiva? ¿Y qué repercusión le traerá no haber cumplido con su labor? Me parece un punto de vista interesante, en el que nunca me había parado a pensar. Son jóvenes que no terminan de ver tan claro que lo que están haciendo sea lo que su religión espera de ellos.

La banda sonora también aporta su grano de arena. Intensa y dramática en las escenas de más acción, se torna melódica y dulce cuando se pretende emocionar al espectador.

Qué no me ha gustado

Debo ser muy tiquismiquis, pero no lo puedo evitar. Cuando veo una película o leo una novela, me gusta que todo tenga lógica y sentido. En Todos los nombres de Dios hay cosas que no me cuadran. Y perdonar si hago algo de spoilers porque, por ejemplo, si tratas con alguien que tiene evidentes rastros de sangre en su cara, ¿ni te inmutas? ¿No le preguntas qué le ha pasado? ¿No te escama la cosa? A mí me parece algo rarísimo.

Otro ejemplo, si alguien tiene acceso al GPS de otra persona a la que está buscando, ¿no es lo primero que mira? ¿Es normal que se dedique a dar vueltas por aquí y por allá, y al final caiga en la cuenta de que puede mirar su localización en su móvil? Negativo. Normal, no es.

Más cosas, ¿qué posibilidades hay de que un dispositivo de seguimiento, que acaba en el fondo de una presa, siga dando señal? Por muy buena que sea la tecnología empleada, no lo veo. Que no se trata de que se moje un poquito. Es que está en el fondo de un embalse, rodeado de una cantidad ingente de agua. Que lo mismo esto existe, ¿eh? Y en tal caso, retiro lo dicho, pero que San Google me ha dicho como que no.

¿Y por último? ¿Cómo es posible que una persona en estado de inconsciencia termine en el baño de un edificio público, del modo en el que esa persona llega y de la forma que llega? Si has visto la película, entenderás lo que te digo porque a mí es que no me entra en la cabeza. Y esto último es lo que más rabia me da. ¿Es que los guionistas no piensan que los espectadores nos podemos cuestionar la viabilidad de algunas situaciones? Es que no todo vale. Es que no me puedes poner a un señor en un baño público, ataviado como va y sin que me lo expliques. Que no, que no. 

Así que, entre que la película es más de lo mismo, y estas cuestiones, mis impresiones sobre la película no la dejan en buen lugar. Lo único realmente meritorio es, cómo no, don Luis Tosar.

Personajes e interpretaciones

Santi vive una situación terrible. Su vida se limita al trabajo y a la familia pero no es un hombre feliz. Y no lo es porque la vida le ha dado un revés. De los gordos. De esos de los que es muy difícil salir a flote. La vida le ha colocado sobre los hombros una losa que no lo deja levantar cabeza. Por eso lo vemos así, alicaído, triste, sin ganas de nada. Y tanta tristeza hace pensar a su familia que Santi ha desaparecido de manera voluntaria. Que ha preferido dejarlo todo atrás porque no puede seguir viviendo en el mismo hogar. Sin embargo, a Santi le espera todavía una dura prueba, una experiencia que le hará replantearse su vida, la actitud que ha tomado hasta ese momento. Así que, será un personaje que evolucione.

Luis Tosar es el encargado de dar vida a Santi. Como siempre, su trabajo es inconmensurableGracias a su interpretación, el espectador sentirá pánico, miedo, incertidumbre, desazón, angustia,... Todo lo que uno, en sus circunstancias, puede sentir. Si no fuera por su participación, esta película decaería unos cuantos puntos más.

Otro personaje importante será Pilar (Inma Cuesta), la comandante de la Guardia Civil, que se hace cargo del dispositivo. Será la única mujer del Cuerpo que vemos en la película, y encima ocupando un alto cargo. Ahí vamos con la presencia femenina en determinadas esferas y la cuota de paridad que, en este caso, no se cumple. Pero bueno, tampoco está mal que sea una mujer de carácter la que ostente esa posición. Lo que ocurre es que las relaciones con sus compañeros parecen un poco forzadas, como muy impostadas.

Poco puedo decir de Inma Cuesta en esta película. No es una actriz que me disguste, pero tampoco aquí está sobresaliente. Hace su papel y punto.


Poco más os puedo contar de este largometraje de Daniel Calparsoro. Vuelve a ponernos a nuestro alcance una película de mucha acción donde los buenos hombres terminan viviendo una situación terrible, pero que les sirve para enderezar su vida. Todos los nombres de Dios (que hace referencia a las distintas maneras que los musulmanes llaman a Alá), tendrá su momento confidencias, que nos permite ahondar en las motivaciones de sus personajes, y también su momento emotivo, de esos de lágrima fácil, aunque admito que esa escena resulta creíble. En definitiva, es entretenida y con eso, a veces, nos basta y nos sobra. 

La tenéis en Prime Video.


Tráiler:





miércoles, 9 de enero de 2019

TODOS LO SABEN (THRILLER - 2018)

Año: 2018

Nacionalidad: Española

Director: Asghar Farhadi.

Reparto: Penélope Cruz, Javier Bardem, Ricardo Darín, Eduard Fernández, Bárbara Lennie, Elvira Mínguez, Ramón Barea, Inma Cuesta. 

Género: Thriller. Drama.

Sinopsis: Laura viaja con su familia desde Buenos Aires a su pueblo natal, en España, para asistir a la boda de su hermana. Lo que iba a ser una breve visita familiar se verá trastocada por unos acontecimientos imprevistos, que sacudirán las vidas de los implicados.

[Fuente: Filmaffinity]


Los Goya se celebra este año el próximo 2 de febrero en Sevilla y entre las películas que optan a llegarse el galardón como Mejor Película figura la nueva apuesta del director iraní Asghar Farhadi, Todos lo saben. El largometraje entra en competición directa con la comedia Campeones, protagonizada por Javier Gutiérrez que me resultó muy divertida, con El reino interpretada por Antonio de la Torre, Carmen y Lola con un argumento original y Entre dos aguas. Estas dos últimas centradas en la etnia gitana.

El punto fuerte de Todos lo saben es su elenco, un reparto cuajado de nombres conocidos y grandes actores que, sin duda suponen un importante reclamo. Penélope Cruz, Javier Bardem y el resto dan vida a un drama familiar con tintes de thriller en el que se cuecen diversos elementos muy vinculados con las relaciones familiares, los secretos del pasado, los dilemas morales y la ambición.

Laura (Penélope Cruz) regresa a su pueblo natal para asistir a la boda de su hermana Ana. Le acompañan sus hijos, el pequeño Diego y la adolescente Irene, mientras que su marido Alejandro queda en Buenos Aires, lugar en el que residen desde hace más de una década, por motivos de trabajo. El reencuentro con los suyos es una fiesta de besos y abrazos en el que la dicha alcanza a un padre vencido por la vejez y el abatimiento, a una hermana que intenta subsistir regentado un pequeño hostal junto a su marido, a una sobrina que pasa por la separación de su marido, y a un antiguo amor, Paco (Javier Bardem) casado con Bea (Barbara Lennie). La felicidad y la dicha se prolongarán al día siguiente con la celebración de la boda hasta el momento en el que, tras un corte de luz, Laura descubre que su hija Irene ha desaparecido y sobre su cama descansan unos antiguos recortes de periódico en el que se recoge la noticia del secuestro de otra niña. A partir de ese momento, se inicia un proceso de búsqueda sin poder recurrir a la guardia civil y en el que Paco se verá intensamente involucrado.

Todos lo saben no es la típica película de un secuestro en el que todos los miembros familiares podrían tener un motivo para llevar a cabo semejante acto. En este largometraje, hay pocos sospechosos. De hecho el espectador ni siquiera intentará hacer sus cábalas sino que se deja llevar a la espera de un desenlace que ponga cada cosa en su sitio. Y así ocurre. Llegamos a un final en el que resulta casi imposible haber pensado. No es una sorpresa que deje al espectador con la boca abierta pero creo que tampoco está sacado de la manga como si de un mago se tratara. No se explican las motivaciones aunque se sobreentienden. No sorprende en exceso ni nos sentimos manipulados aunque tampoco supone un fiasco. Pero eso sí, la escena final deja en manos de la imaginación del espectador lo que ocurrirá después. Quizá la resolución del caso debería haberse gestado de otro modo, más explícita, más contundente, más dramática porque en realidad, todos los personajes vuelven a sus vidas después de unos días de incertidumbre salvo uno de ellos, al que le corroe la duda pero a partir de ahí, nada más sabremos.

El director se toma su tiempo para asentar las bases familiares, para situar a cada personaje en la trama y hacer las presentaciones. En esos primeros compases, el espectador ya intuye por donde pueden ir los tiros al comprobar cómo la cámara sigue el devenir de Irene, una joven con muchas ganas de vivir y de la que está enamorado Felipe, sobrino de Paco. En el momento de la desaparición, el espectador está entregado a una trama llena de suspense que se desinflará un poco a medida que vaya avanzando el metraje. Y es que hacia la mitad, podemos sentir que la película se vuelve algo lenta y termina por convertirse en una sucesión de escenas que muestran el dolor, la angustia, la duda, las confesiones y los dilemas morales, sin que avancemos en la historia.

En el plano interpretativo el foco de atención se sitúa principalmente sobre Penélope Cruz. Su interpretación de una mujer rota por el dolor tras la desaparición de su hija no deja fisuras. Para mi gusto, y eso que ella no es precisamente una actriz que me encandile, creo que lo hace bastante bien. Es creíble, actúa con lógica y se mueve con verosimilitud. 

Casi al mismo nivel encontramos a un Javier Bardem que, a mi juicio, se mueve entre dos extremos. La conversación inicial que su personaje mantiene con Laura en un primer contacto suena artificial y hasta ridícula. También me resulta algo impostado en sus asombros y en sus alegrías aunque para ser justos, tengo que reconocer que no siempre es así. En el momento más tenso de la trama, cuando su personaje sufre una noticia impactante, la interpretación gana en solidez. 

El resto del reparto baila un poco alrededor de la pareja principal pero no hay nada que objetar con respecto a Darín, Fernández, Lennie ni Mínguez, salvo que sus papeles se me quedan cortos en un drama en el que hubiera gustado verlos más participativos. Creo que Darín está un poco aprovechado.

Con un título que hace referencia a esas noticias que circulan por los pueblos -o los vecindarios-, a la rumorología popular que tanto gusta en este país, la película muestra el ambiente que se vive en los pequeños núcleos en cuyos mentideros siempre corren chismes y cotilleos. Lo que todos saben en este largometraje no es tan importante como lo que todos sabrán en su desenlace porque al final, por mucho que intentes ocultarlo, la verdad sale a la luz. Pero, más allá de eso, se retrata también las típicas rencillas entre los miembros de la comunidad derivadas del reparto de tierras, de las lindes, de la compra-venta de terrenos,... que siempre dejan un poso de rencor e incluso de muerte. No es extraño levantarse con la noticia de un vecino que mata a otro por cuestiones de tierra. Y por si esto fuera poco, el argumento también se desliza por el tema de la inmigración, esos temporeros sobre los que suele flotar la sospecha constante.

Asomarse a Todos lo saben y conocer que su director es un iraní no deja de ser sorprendente precisamente por todo lo que menciono en el párrafo anterior. Me ha parecido que la visión de este cineasta no puede ser más certera y realista. Casi se podría pensar que Farhadi ha pasado los veranos de su infancia correteando por las calles de esos pequeños municipios de la España más profunda. Me ha sorprendido tanto que pretendo acercarme a sus trabajo anteriores. 

En definitiva, creo que Todos lo saben es un largometraje interesante cuya mejor baza es las interpretaciones de sus protagonistas más que el guión en sí, así como el retrato social que se hace de un entorno rural. La lentitud en el ecuador y el desenlace que deja el aire algunas cuestiones le han restado algún que otro punto pero, en cualquier caso, es una apuesta interesante. Ya veremos que tal sale parada en los Goya, con ocho nominaciones.




Tráiler:



miércoles, 8 de febrero de 2017

JULIETA (DRAMA - 2016).



Año: 2016.

Nacionalidad: Española.

Director: Pedro Almodóvar.

Reparto: Emma Suárez, Adriana Ugarte, Daniel Grao, Inma Cuesta, Dario Grandinetti, Rossy de Palma, Michelle Jenner, Pilar Castro, Susi Sánchez, Joaquín Notario, Ramón Agirre, Nathalie Poza, Mariam Bachir, Blanca Parés, Priscilla Delgado, Sara Jiménez, Tomás del Estal, Agustín Almodóvar, Bimba Bosé.

Género: Drama.

Sinopsis: Cuando Julieta está a punto de abandonar Madrid para irse a vivir a Portugal, se encuentra por casualidad con Bea, una antigua amiga de su hija Antía, a la que no ve ni sabe nada desde hace años. Bea le cuenta que vio a Antía en el lago Como, en Italia, y que tiene 3 hijos. Aturdida por la noticia, Julieta cancela su viaje a Portugal y decide escribir sobre su hija, desde el día en que conoció a su padre durante un viaje en tren... Adaptación de los relatos Destino, Pronto y Silencio de la Premio Nobel de literatura canadiense Alice Munro. Una historia de mujeres sobre el dolor, la culpa y la pérdida.

[Información facilitada por Filmaffinity]



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El pasado sábado se celebró la gala de los Goya, una ceremonia que me pareció más insulsa y aburrida que años anteriores y en la que me sentí incómoda como espectadora. Para empezar, el escenario se veía un tanto claustrofóbico, encorsetado por una enorme orquesta que amenizaba la velada musicalmente y unas escaleras que hacían temblar los altos tacones de las actrices. A su vez el atril no daba respiro a los ganadores. Con el cabezón en el cuadril, porque no había forma humana de dejarlo reposar en ningún sitio, los ganadores intentaron agradecer el premio mientras la estatuilla se resbalaba entre sus manos. Dani Rovira volvió a gastar otra broma a Penélope Cruz, como cada año, y sus chascarrillos ya no me causaron tanta gracia. Y cuando llegó el emotivo In memoriam, la realización optó por un plano demasiado general para mi gusto y que restaba protagonismo a todos los hombres y mujeres vinculados con el cine, que habían fallecido durante los últimos doce meses.

En cuanto a los galardones, Un monstruo viene a verme se llevó buena parte de los premios, especialmente en el plano técnico, algo que ya se esperaba pero no consiguió arrebatarle el Goya como Mejor Película a Tarde para la ira. Me alegré mucho por Raúl Arévalo, que además se llevó el premio al Mejor Director Novel. No obstante, a Antonio de la Torre se le escaparon los galardones, ¡cachis!

Pues bien, Julieta formaba parte del quinteto de largometrajes que se disputaba el premio a la Mejor Película. Partía con siete nominaciones y solo consiguió el premio a la Mejor Actriz Protagonista por Emma Suárez, algo que no me sorprendió. Me gustó mucho esta actriz en esta película. Creo que, prácticamente, es lo único que me gustó. Y es que, con Almodóvar, no termino de encajar.


El argumento queda bastante bien recogido en la sinopsis que aporta Filmaffinity. Bastaría con añadir que, en la vida de Julieta hay un hombre, Lorenzo (Dario Grandinetti), un escritor con el que ella es feliz en los inicios, una vez que ha metido en el cajón los recuerdos y sentimientos que le hacen daño. Pero esa felicidad se ve desintegrada cuando vuelve a tener noticias de su hija Antía, a la que no ve desde hace doce años. El porqué madre e hija rompieron todo tipo de relación será el argumento de la película. Para ello, habrá que retrotraerse en el tiempo y, a modo de diario, Julieta contará cómo conoció a Xoan, padre de Antía y que ocurrió entre ellos. 

La historia se construye pues en dos hilos temporales. El pasado, cuando a la joven Julieta da vida Adriana Ugarte, será una época de felicidad y amor, un tiempo de estabilidad en el que no hay cabida para pensar en malos augurios. No obstante, tendrá lugar  un suceso trágico que romperá a Julieta en dos. El presente, siendo Emma Suárez la que interpreta a la Julieta adulta, nos muestra un personaje que intenta sobrevivir a la pena que la acompaña día y noche. Pasado y presente se fundirán en una única escena bien pensada y bien rodada, como metáfora del paso del tiempo.

De los dos hilos temporales, sin duda me quedo con el presente. Es probable que mi elección tenga más que ver con la actriz protagonista que con la historia en sí. Como dije antes, me ha gustado mucho la interpretación de Emma Suárez. Me parece una actriz solvente, que sabe transmitir muchísimo con la mirada. Si pienso en ella, lo primero que viene a mi mente son sus ojos cálidos, nostálgicos, con un toque de melancolía que tanto aportan a personajes con lastre, que arrastran una pena. Emma Suárez consigue hacer palpable el sentimiento de culpa que aqueja al personaje de Julieta, una culpa que la atormenta desde joven cuando es testigo de un accidente ferroviario en el que, de un modo u otro, se siente responsable. Julieta no puede desprenderse de ese sentimiento pegajoso y viscoso, aunque conoce que hay ciertas circunstancias que escapan del control humano. Abatida y atormentada intentará rehacer su vida pero solo en cuestión de segundos sus sueños se evaporarán, haciendo despertar la esperanza, que yacía dormida durante todos los años pasados, porque esa es la otra emoción que timonea su andadura, la esperanza de volver a reencontrarse de nuevo con su hija Antía, a la que busca en el rostro de la gente con la que se cruza por la calle.

En cuanto a Adriana Ugarte, a pesar de ser una actriz que suele gustar bastante, yo no consigo conectar con ella. Me parece que sus papeles están excesivamente estudiados, no da pie a liberar sus emociones. La veo llorar, la veo reír pero no me transmite porque es demasiado perfecta y a veces, tanta perfección no es creíble. Es como si no quisiera salirse de las líneas del guion, consiguiendo que aparezca ante mis ojos con mucha artificialidad. Por cierto, un guion con algún punto algo inverosímil, una escena de un segundo reencuentro un tanto forzada y una serie de insinuaciones que no sé si serán cosa mía pero que no están lo suficientemente claras. Habría que recurrir a las fuentes originales que sustentan esta película, nada más y nada menos que tres relatos de Alice Munro, Destino, Pronto y Silencio para ver si lo que imagino es correcto. Ahora siento mucha curiosidad.

martes, 18 de diciembre de 2012

¿REALISTA?: INVASOR


Año: 2012.

Director: Daniel Calparsoro.

Reparto: Alberto Ammann, Antonio de la Torre, Karra Elejalde, Inma Cuesta,...

Género: Thriller. Bélico

Sinopsis: Pablo es un médico militar español enviado en misión de paz a Irak durante la guerra de 2003. En una salida rutinaria su convoy es atacado en el desierto. Él y su amigo Diego logran refugiarse en una casa deshabitada, pero se ven envueltos en un conflicto que pone sus vidas en peligro



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A pesar de ser una adicta al cine español (y lo digo con total convencimiento y sabiendo la opinión que nuestro cine despierta en muchos espectadores) no tenía especial predilección por ver esta película porque el género no es precisamente de los que me atraigan. Pero por otra parte, Alberto Ammann y particularmente Antonio de la Torre sí son dos actores que no me disgustan, con lo que, con la botella medio llena, me encaminé a una sala de cine. 

De Daniel Calparsoro, un director que demostró mucha inclinación por Nawja Ninri en sus primeras películas y con quien vivió un matrimonio fugaz, no tengo mucho conocimiento. De la decena de películas que ha dirigido tan solo he visto Asfalto y Ausentes, esta última con bastante agrado, al tratarse de un thriller psicológico interpretado por Ariadna Gil y Jordi Mollá.

En Invasor, basada en el libro de Fernando Marías,  el director nos mete de lleno y sin anestesia en medio de los conflictos que asolaban Irak por el año 2003 (¿en pasado?). Nos encontramos a dos médicos militares, Pablo (Amman) y Diego (de la Torre) auxiliando heridos y en misión humanitaria. De vuelta al destacamento su convoy es atacado, sin embargo los dos protagonistas consiguen salvarse al refugiarse en una casa, aparentemente deshabitada. Los acontecimientos posteriores desvelan una historia que navega entre la verdad y la mentira, en la que nuestros dos protagonistas serán víctimas no solo de un conflicto bélico internacional sino de otro conflicto mucho más cercano a casa, en el que el gobierno de nuestro país queda retratado desde su perfil más siniestro.

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