Editorial: Plaza y Janés.
Fecha publicación: 1997.
Nº Páginas: 360.
Precio: -- €
ISBN: 978-84-012-5010-1
Autora
Fort Worth, (1921-1995). Patricia Highsmith fue en vida una trabajadora infatigable y minuciosa, no en vano no publicó obra alguna sin que hubiera sido revisada en múltiples ocasiones. Jamás se plegó a las normas del mercado y las modas. Sus libros narran las historias de hombres y mujeres en situaciones comunes que se tornan peligrosas y los obligan a defenderse con una moral egoísta y tramposa. Highsmith fue una exploradora del sentimiento de culpabilidad y de los efectos psicológicos del crimen sobre los personajes asesinos de sus creaciones.
Sinopsis
Robert abandona Nueva York porque ya no puede soportar las disputas con su mujer. Se refugia en un lugar de Pennsylvania para trabajar y encuentra sosiego contemplando a través de las ventanas de su casita a una muchacha desconocida. Pero Robert se verá envuelto en un caso de asesinato.
[Información facilitada por Casa del Libro]
Robert Forester es un ingeniero industrial que trabaja para Langley Aeronautics diseñando accesorios para avionetas y helicópteros. Tras una depresión motivada por su reciente separación, se trasladó a vivir a una pequeña ciudad, en medio de la campiña de Pennsylvania. De naturaleza solitaria y taciturno, invierte su tiempo libre paseando por los alrededores, sumergido en sus cavilaciones. Un día llega hasta una zona apartada de la ciudad, a una casa en la que contempla a través de las ventanas como una joven, Jennifer Thierof, una muchacha de unos 23 años se afana en sus labores. La chica tiene algo especial. Desprende calma, alegría, serenidad, algo que reconforta la inquietud que Robert padece en su interior y a partir de entonces adquiere la costumbre de visitar a la joven con frencuencia, aunque siempre desde la penumbra. Robert no es un fisgón. En su ánimo no está la idea de acosar a la chica ni hacerle daño, sino simplemente desea contemplarla, pasar un rato en su vida e impregnarse del mimo y el cuidado que ella pone en todas las tareas que hace.
La actitud de Robert supondrá el inicio de una serie de problemas que podrán la vida del ingeniero patas arriba, porque Jennifer no está sola. Su novio Gregory Wyncoop y ella misma comienzan a sospechar que alguien merodea por la casa y efectivamente Jenn sorprende a Robert en una de sus visitas furtivas. Lejos de una reacción adversa, ambos se hacen amigos, una amistad que se fundamenta en los episodios tristes que cada uno acarrea en sus vidas. Parecerá que todo queda aclarado pero nada más lejos de la realidad.
La actitud de Robert supondrá el inicio de una serie de problemas que podrán la vida del ingeniero patas arriba, porque Jennifer no está sola. Su novio Gregory Wyncoop y ella misma comienzan a sospechar que alguien merodea por la casa y efectivamente Jenn sorprende a Robert en una de sus visitas furtivas. Lejos de una reacción adversa, ambos se hacen amigos, una amistad que se fundamenta en los episodios tristes que cada uno acarrea en sus vidas. Parecerá que todo queda aclarado pero nada más lejos de la realidad.
El infierno de Robert no ha hecho más que empezar. Por un lado una ex esposa excéntrica y paranoica que lo tilda de loco a la menor oportunidad posible. Por otro, él se convierte en el confidente de Jenn quién comienza a sentir dudas sobre su futuro enlace con Greg y a mirar a Robert con un interés desmedido que él no consigue controlar. Y para colmo, el novio de la joven verá a Robert como un competidor que hace tambalear su futura vida.
La bola de nieve comienza a hacerse más y más grande. Robert se siente en un callejón sin salida del que no sabrá cómo salir, los celos de Greg aumentan y Jenn se desespera, hasta que los acontecimientos se van sucediendo y adquiriendo cada vez un cariz más grave. Algún hecho luctuoso, sospechas, malentendidos, engaños, y mentiras son los elementos que encontramos en esta trama que va de menos a más sin que haya conseguido engancharme.
¿Qué no me ha gustado del argumento? Principalmente la reacción de Jennifer al pillar a Robert merodeando por la casa. Lo lógico hubiera sido que ella lo denunciara a la policía y, sin embargo, entabla con él una relación de amistad que se solidifica en breve espacio de tiempo.
Los personajes tampoco me han parecido muy convincentes. Tanto Robert como Jennifer parecen inestables emocionalmente y por eso se comportan de manera un tanto difusa, algo que como lectora me ha hecho sentir incómoda, especialmente con Robert que, sabiendo lo que quiere y lo que no, deja que las cosas caminen en una dirección que no le beneficia. En cambio Greg se perfila con mayor precisión, mostrándose obsesivo, desquiciado, celoso y actuando de tal modo. Este último me ha parecido un personaje mucho más definido que los dos anteriores.