miércoles, 31 de marzo de 2021

SOUL (ANIMACIÓN - 2020)


Año: 2020

Nacionalidad: EE.UU

Director: Pete Docter, Kemp Powers

Reparto: --

Género: Animación

Sinopsis: ¿Alguna vez te has preguntado de dónde provienen tu pasión, tus sueños y tus intereses? ¿Qué es lo que te hace ser... tú? Pixar te lleva en un viaje desde las calles de Nueva York a los reinos cósmicos para descubrir las respuestas a las preguntas más importantes de la vida.


[Fuente: Filmaffinity]


Acercarse al tándem Disney + Pixar siempre es un placer. Nos tienen acostumbrados a historias llenas de magia y color, que esconden importantes mensajes, unido a una animación detallista, cuidada, precisa. Ansiaba la llegada de Soul pero, tras el estreno, empezaron a llegarme opiniones no muy positivas.  Me extrañó. ¿Qué era eso de espectadores que no salen maravillados con una película de la fábrica de los sueños? Dejé pasar su estreno, y del mismo modo fueron pasando las semanas. Pero me dio por mirar las películas nominadas a los Oscar y vi que Soul es candidata a Mejor Película Animada y Mejor Música Original. Y aprovechando que los peques están de vacaciones, aquí vengo a hablaros de esta película que, sí, a mí tampoco me ha encandilado.

Joe Gadner es profesor de música en un instituto. Ama la música. Ama el jazz, «la mayor contribución negra a la cultura americana». Lo descubrió de adolescente, cuando su padre, otro músico como él, lo llevo a un club y escuchó tocar e improvisar por primera vez a un pianista. Pero en el instituto, sus alumnos no muestran la misma pasión que su profesor. Los jóvenes están hastiados, y Joe intenta inculcarles que, con la música, hay que dejarse llevar porque la música es solo una excusa para sacar tu yo interior.

Cuando le llega la oportunidad de ocupar la plaza como profesor fijo en el instituto, lo que implica estabilidad laboral y futuro, a Joe no parece hacerle mucha ilusión. Eso implicaría dedicarse exclusivamente a la enseñanza y no es lo que siempre ha querido. Su sueño es tocar en un club de jazz, formar parte de una banda, y dar un concierto cada noche. Por suerte, le llega una última oportunidad. La gran saxofonista Dorothea Williams busca un pianista para su banda. Joe se presenta en la prueba y lo eligen. La felicidad le inunda, no cabe en sí de gozo. Sabe que su madre va a desaprobar esa pasión que tiene de ser músico errante, a la espera de que le salga un bolo allí y otro allá, pero él está tan contento que no se da cuenta de que la calle está llena de peligros y ¡pum! Cae. Joe muere en un accidente y su espíritu pasa a un segundo plano. Ahí lo dejo.

¿Qué pretende mostrar esta película? La sinopsis nos habla de la pasión, de los sueños, de todo aquello que nos hace únicos y nos conforma. ¿De dónde procede todo eso? Para responder a esa pregunta tenemos que asomarnos a ese segundo plano del que os hablaba en el párrafo anterior, un lugar donde habitan las almas nuevas a las que hay que ir otorgando cualidades para poder viajar a la tierra, para poder nacer. Y también es un espacio de almas errantes,... y de personajes extraños que cuentan los cientos de almas que llegan a ese lugar cada día. Joe Gadner tiene que una misión que cumplir en ese más allá, conseguir la chispa para el alma 22, esa razón de ser que nos convierte en únicos. Para ello explorarán ese espacio, vivirán aventuras, conocerán a otros muchos personajes y, al final, ayudándose uno a otro, cada uno descubrirá algo importante.

¿Y por qué digo que esta película no me ha encandilado? El problema que le veo a Soul es que me parece muy adulta, demasiado compleja para los más pequeños. Ahonda en un montón de cuestiones y quiere transmitir tanto que no estoy segura de que los niños sean capaces de entender esta historia. La introducción es perfectamente asequible pero, una vez que Joe fallece, nos adentramos en un mundo tan estrambótico que hasta a mí me ha costado entender. Y vale que las últimas películas de animación que nos ofrece este equipo van dirigidas tanto a público adulto como infantil, pero no podemos olvidar que esto es animación, que el público más inmediato son los niños y que, aunque la película ofrezca varios planos de lectura, a los pequeños les tiene que llegar el mensaje, tienen que entenderla y disfrutarla. No creo que sea así. Los que son muy pequeñitos verán colores, personajes que entran y salen, alguna situación cómica -pocas-, y con eso les bastará. Sin embargo, a los que tienen una edad se les va a hacer muy cuesta arriba. La gran dificultad está en ese mundo cósmico en el que hay personajes un tanto cubistas, muy «picassianos», donde ocurren cosas de difícil comprensión para los niños. Por ejemplo, la explicación de las almas errantes, el porqué están en ese mundo no me resulta que esté al alcance del entendimiento de los niños.

No estamos ante Del revés, aquel otro largometraje en el que también se exploraban las emociones. En aquella cinta todo está más al alcance de la mano, por decirlo de algún modo, era todo más ameno. Con Soul debo admitir que me ha aburrido a ratos, y prueba inequívoca es que no hacía más que mirar la hora en el móvil. Todo ese mundo cósmico, a mis 51 años, también se me ha hecho muy cuesta arriba, y he disfrutado mucho más de la parte que transcurre en la tierra. Además, aunque tiene toques de humor, me ha parecido menos divertida que otras películas de género. Soul es a mi juicio más transcendental, más filosófica, más seria. 

Por otro lado, teniendo en cuenta que el protagonista es un músico y que se habla mucho de la pasión por la música, la banda sonora me ha parecido escasa. Me esperaba mucha más ambientación musical y ese apartado se me ha quedado escasísimo. Es que ni siquiera hay un tema central, de esos pegadizos y llenos de bonitos mensajes, que sea el alma de la película.  

En definitiva, he patinado con SoulMe gustó Onward, Coco, Del revés,... pero esta es demasiado enrevesada. Conquista por esa técnica de animación y por el mensaje final, que tampoco es que sea nada del otro mundo -hago aquí un guiño a la trama-, pero el fondo del asunto, la forma de exponerlo, el desarrollo de la historia es complejo y un tanto tediosa. 

He leído por ahí que si esta película no fuera de Pixar, otro gallo cantaría. Y creo que es verdad. Toca esperar la próxima película, a ver si con esa consiguen resarcirme.

La tenéis en Disney+


Tráiler:





martes, 30 de marzo de 2021

KARINA SAINZ BORGO: ❝El Tercer País es una novela que se asienta en la compasión❞

Tras muchos artículos, varios libros de periodismo y algún relato, Karina Sainz Borgo publicó La hija de la española en 2019. Fue su primera novela, que causó un gran revuelo en el panorama literario, y de los lectores enfatizaron el sentimiento de dolor, pérdida, y soledad, el realismo desbordante, o su sensibilidad narrativa, sumergiendo en una espiral de reflexiones a todo aquel que se acercara a la obra. En la misma línea, la autora venezolana publica ahora El Tercer País, novela protagonizada por dos mujeres: Angustias Romero y Visitación Salazar. La una emprende camino con el cuerpo inerte de sus dos hijos sietemesinos metidos en una caja de zapatos. En un viaje de huida, busca un lugar donde enterrarlos y darles descanso eterno. La otra es una mujer brava, de carácter arrasador que regenta un cementerio clandestino, un lugar fronterizo al que ha llamado El Tercer País. Ambas unirán sus vidas bajo el manto de una amistad inquebrantable.

[Fuente: web editorial]

Marisa G.- Se han dicho muchas cosas sobre usted. La crítica internacional la ha comparado con Borges o con Coetzee. Ha recibido premios, nominaciones. Traducida a veintiséis países. Se han adquirido los derechos para una película. Se ha dicho que es usted la persona más creativa según la revista Forbes. ¿No le da mucho vértigo todo esto? ¿O no le ha dado mucho vértigo para escribir la segunda novela?

Karina S.B.- No, no es algo que me impida ese momento de entender una historia, de ejecutarla y de escribirla. En realidad es al contrario. Generalmente suele generar un proceso de crecimiento, y de aprendizaje.

M.G.- En La hija de la española predominaba la presencia femenina y en esta novela también encontramos a dos mujeres muy potentes. ¿Hay alguna intencionalidad a la hora de elegir personajes femeninos?

K.S.B.- No, es un interés natural, personal y literario. Mi interés no procede de una reivindicación beligerante del feminismo, sino que es más bien una inclinación natural por este tipo de personajes, por la fuerza y potencia que tienen. Simplemente ha coincidido que sean protagonistas femeninos, y creo que las de esta novela funcionan muy bien.

M.G.- Se pueden detectar similitudes entre ambas novelas. No solamente por estos personajes femeninos que mencionamos, sino también porque en los escenarios impera la violencia, y se convierten en lugares de los que huir.

K.S.B.- Exacto, hay patrones comunes como el entorno violento y exagerado, por lo general mucho más feroz que los propios protagonistas. Eso propone una serie de retos para los personajes porque tienen que sobreponerse a la adversidad y a lo difícil que puede ser un contexto desordenado. Esta novela es una historia de amistad y piedad.

M.G.- Esta novela narra la historia de una mujer que quiere dar sepultura a sus dos hijos, a dos gemelos sietemesinos. Los quiere enterar en Mezquite, en un cementerio ilegal. 

K.S.B.- Los quiere enterrar donde pueda. Ella viaja y va caminando durante seiscientos kilómetros. Le han dicho que hay una mujer que tiene un cementerio, independientemente de que sea ilegal o no, donde puede dar sepultura a sus hijos. Lo que esta mujer ansía es poder llegar a ese lugar porque lo que quiere es dar paz a sus dos hijos. Es una cuestión más de desesperación que de voluntad.

M.G.- Pero, ¿por qué es un cementerio ilegal?

K.S.B.- Porque es un cementerio ocupado. Está en una frontera y no se puede ocupar. Visitación Salazar lo ha invadido.

M.G.- Le he escuchado decir que esta historia surge a raíz de alguna noticia que usted escuchó o de algo que vivió. ¿Qué desencadena la historia?

K.S.B.- Es una historia que llega a mis oídos. Decidí trasladarme para verificar y conocer a las personas que guardan relación con la práctica de enterrar difuntos, los muertos de aquellos que están económicamente comprometidos, y no tienen cómo hacerlo.

M.G.- Las dos protagonistas, estas dos mujeres tan potentes de las que hablamos, se llaman Angustias Romero y Visitación Salazar. Fíjese que estos dos nombres me han dicho mucho sobre los personajes. ¿Están elegidos al azar?

K.S.B.- No, no, no están elegidos al azar. La mayoría de los nombres son de vírgenes. Son nombres que nos transportan a otro tiempo, porque no suenan a nombres contemporáneos y, de este modo, se marca distancia con la historia.

M.G.- Son mujeres muy diferentes. Cada una tiene una forma de encarar la vida y especialmente, la muerte.

K.S.B.- En algunos casos, no sé si son realmente personajes opuestos. Tienen unas características muy pronunciadas. Entre ellas, la resiliencia, el silencio, el temperamento espartano como es el caso de Angustias. Mientras que Visitación tiene un temperamento expansivo, hiperbólico, muy dado a la gula, al sexo, pero, al mismo tiempo, tiene una capacidad tremenda de comprender la importancia de los procesos del entierro y de la muerte, y eso las hace complementarias. Esto genera entre ambos personajes una energía y una vitalidad que redunda en favor de la historia.

M.G.- Y por eso se construye entre ellas una relación de amistad y de lealtad muy estrecha.

K.S.B.- Sí, una amistad que exige mucho esfuerzo. Ninguna se lo pone fácil a la otra, pero es una relación de compartir y, sobre todo, de solidaridad. Ese es el elemento clave, la solidaridad y la cooperación, que en un entorno como ese es decisivo para que ellas puedan, de alguna manera, avanzar.

M.G.- Estamos hablando en todo momento de las mujeres pero en esta historia también hay hombres, como por ejemplo el esposo de Angustias, el novio de Visitación, hay un alcalde,... ¿Qué papel juegan los hombres en esta historia?

K.S.B.- Un papel instrumental, básicamente técnico. Son personajes que tienen una impronta muy definida. Su masculinidad no es un valor estudiado. Por contraste, ellas terminan siendo mucho más poderosas que ellos.

M.G.- Detectamos en la novela una chispa de realismo mágico. De hecho, usted misma ha afirmado que este libro es un homenaje al Pedro Páramo de Juan Rulfo.

K.S.B.- Sí, el inicio de la novela está planteado como un homenaje a Rulfo. Es un autor fundamental de la literatura latinoamericana.

M.G.- Le confieso que la lectura de Pedro Páramo me gustó mucho pero por el desasosiego que me produjo su lectura. ¿Qué emociones espera despertar en el lector de El Tercer País?

K.S.B.- Me gustaría emocionarlo, conmoverlo porque es una novela que está planteando una historia de compasión, de solidaridad, de relación con el prójimo. Estas dos mujeres buscan mover esos resortes dentro del lector. El Tercer País es una novela que se asienta en la compasión. Me parece importante que el lector asimile esta cuestión y experimente esa emoción como propia.

M.G.- La historia es dura porque las protagonistas pasan por situaciones complicadas. Me llama la atención que los capítulos sean tan cortitos, poco más de página y media. ¿Se pretende dar algo de respiro al lector?

K.S.B.- Sí, en efecto. La estructura, tanto de su ejecución como de su creación, es una arquitectura que obedece a lo mínimo, a lo fugaz, a lo pequeño, para conseguir justamente un ritmo de lectura pertinente y positivo. De este modo, el lector puede ir asimilando la historia. 

M.G.- Si leemos la sinopsis de la novela, encontramos la palabra western. ¿Por qué?

K.S.B.- Es algo que se percibe cuando el lector llega al final de la lectura. Tiene que ver con el elemento del viaje constante y del ese paisaje tan avasallante. 

M.G.- En la novela vemos ese movimiento de personas, de un lugar a otro, y también hay enfermedad. Inmigración y pandemia, dos cuestiones de plena actualidad. 

K.S.B.- Sí, la novela muestra las preocupaciones del tiempo en el que ha sido escrita. Muy pocas obras literarias permanecen intocadas a la realidad. Vivimos un tiempo de mucha convulsión, donde los motivos el emigrante y la persona que huye están más normalizados de lo que pensamos. También somos muy dados a la desmemoria, y a no recordar, algo muy implantado en la sociedad en la que vivimos.

M.G.- Ya para finalizar, ese cementerio ilegal que regenta Visitación está en Mezquite, una localidad ficticia, ¿verdad?

K.S.B.- Exacto. Mezquite es una síntesis, un híbrido de la mayoría de los territorios de frontera, ya sea en Europa o el Norte de África. 

M.G.- Karina, gracias por todo.

K.S.B.- A usted. Buen día.

Sinopsis: Llegué a Mezquite buscando a Visitación Salazar, la mujer que sepultó a mis hijos y me enseñó a enterrar a los de otros. Caminé hasta el fin del mundo, o donde yo creí que el mío había acabado.

Todo ocurre en una frontera, la que separa la sierra oriental de la occidental. Angustias Romero huye de la peste con su marido y sus dos hijos atados a la espalda. Los gemelos, sietemesinos, mueren en el trayecto, y, tras guardarlos en sendas cajas de zapatos, el matrimonio se dirige a enterrarlos en El Tercer País, el cementerio ilegal regentado por la mítica Visitación Salazar. Abandonada por su marido, Angustias luchará junto a la sepulturera contra un entorno hostil donde la única ley la dictan quienes van armados, donde el tiempo lo marcan los peces, las fiestas y los misteriosos juguetes que alguien deja sobre las tumbas de los dos niños, mientras el peligro y la violencia crecen hasta el último minuto borrando los límites entre la vida y la muerte.

La hija de la española fue la revelación de la literatura en castellano, traducida a veintiséis idiomas y comparada por la crítica con Borges y Coetzee. Con El Tercer País, Karina Sainz Borgo confirma su talento, y su pertenencia a una nueva literatura latinoamericana que que está conquistando a lectores de todo el mundo y funde el thriller, el western, la tragedia clásica y la herencia de los maestros del boom.


lunes, 29 de marzo de 2021

JUNTOS. CUENTOS PARA CONTAR ENTRE DOS de Eloy Moreno

Editorial: Nube de Tinta
Fecha publicación: marzo, 2021
Precio: 15,95 €
Género: cuento infantil
Nº Páginas: 48
Encuadernación: Tapa dura
ISBN: 9788417605667
[Disponible en eBook y Audiolibro;
puedes leer aquí]

Autores

Eloy Moreno se dio a conocer a partir de la autoedición de su primer libro, El bolígrafo de gel verde (2011), un éxito de ventas con más de 200.000 ejemplares vendidos hasta el momento. Sus siguientes obras, Lo que encontré bajo el sofá (2013), El Regalo (2015), Tierra (2019) y la colección de tres volúmenes Cuentos para entender el mundo han vuelto a conectar con decenas de miles de lectores, recibiendo nuevamente un gran reconocimiento tanto en ventas como en crítica.

Pablo Zerda es un artista que trabaja para medios gráficos y también para proyectos audiovisuales en tv nacionales e internacionales, como Disney y Cartoon Network. Actualmente trabaja para la empresa de videojuegos The other guys de Gameloft. Ha ilustrado portadas de distintas revistas de tirada nacional como Muy Interesante, Rolling Stone, Diario La Nación, y trabaja además para proyectos editoriales. Es el ilustrador del bestseller de Eloy Moreno Cuentos para entender el mundo. Ambos llevan trabajando más de 8 años juntos. 

Sinopsis

Ha llegado el verano y Ben está deseando estrenar la nueva piscina del pueblo. De camino, se encontrará con muchas sorpresas que convertirán el viaje en una aventura. Un libro que nos enseña que en la vida todo es mejor si se hace en compañía.

Eloy Moreno, de la mano del ilustrador Pablo Zerda, nos sorprende otra vez con un original álbum a todo color que se lee de una forma distinta. Que se vive entre dos.

[Información tomada directamente del ejemplar]



Semana Santa, lo que implica pequeños en casa sin jornadas escolares. Dado que no hay cofradías, y las restricciones de movilidad nos impiden viajar, al menos, por estos lares, resulta un momento idóneo para fomentar la lectura entre los pequeños, y poner a su alcance libros como el que acaba de publicar Eloy Moreno, Juntos. Cuentos para contar entre dos. Se trata del primer álbum ilustrado del escritor levantino, al que ya hemos conocido por novelas para adultos y jóvenes, como El bolígrafo de gel verde, Tierra o Invisible. Un total de ocho publicaciones lo han colocado en el punto de mira literario, a través de historias emotivas, cargadas de importantes reflexiones y mensajes.

Juntos. Cuentos para contar entre dos narra la historia de Ben, un niño de seis o siete años, que vive una aventura mágica, a lo largo de la cual hará nuevas amistades

Con la llegada del verano y la finalización del curso escolar, la piscina municipal está a punto de abrir sus puertas. Ben está muy contento porque está deseando darse un buen chapuzón y tirarse de bomba a la piscina. Con la ayuda de su madre, prepara una mochila con todo lo necesario para pasar una jornada «piscinera» y, una vez que lo tiene todo listo, se monta en su bicicleta roja, y emprende camino. Durante el trayecto, atravesando un bosque, se irá encontrando diferentes personajes, de los que mejor no desvelo nada, y tendrá que ir solventando diversas situaciones. Y, por fin llegan a la piscina, pero... Ahí lo dejo. 

Según nos cuenta la editorial Nube de Tinta, este cuento pretende ensalzar «el valor del camino y la importancia de la amistad». Y es que los cuentos ya no se limitan a contar una simple historia. Más allá de la moraleja final, también se pretende sacar el máximo partido a un relato lleno de color, a lo largo de la cual, el niño tendrá que exprimir su capacidad de observación e ir sacando sus propias conclusiones.

Dirigido a niños a partir de 4 años, Juntos es un cuento para que padres e hijos compartan un momento de lectura en compañía. Por eso, el álbum se abre con una serie de instrucciones para los adultos:


«Con estos cuentos hemos intentado crear historias cuyo objeto no sea simplemente el de entretener, queremos también que el niño o niña aprenda, que pregunte, que se sienta partícipe... y, sobre todo, que viva un momento especial contigo.

Durante la lectura los niños se encontrarán con situaciones inesperadas, personajes extraños, objetos aparentemente sin sentido... Todo forma parte de la didáctica de la historia»



Algunas páginas traen preguntas en la parte inferior, que los pequeños deberán responder. Para ello, tendrán que fijarse con detalle en la ilustración correspondiente y hacer uso de su imaginación. Si os digo la verdad, en algún momento me ha costado responder correctamente a la pregunta en cuestión. Por ejemplo, en algún momento dado se nos pide que digamos qué animal se esconde tras una sombra o una silueta, y no siempre he acertado. Pero es que no se trata de que el niño acierte en todo momento, sino de que ejercite su imaginación, fabule, invente,... 


[Fuente: web editorial]


De igual modo, al final del libro hay un cuestionario sobre algunos pasajes del cuento. Con estas preguntas se intenta comprobar la capacidad retentiva del niño, y cuántas cosas es capaz de recordar de todo lo que ha leído y ha visto. Además, se nos propone una serie de actividades, para lo cual el pequeño tendrá que volver atrás, repasar las ilustraciones, y buscar una serie de objetos que se nos pide. Eso sí, si alguien tiene el libro en casa que me diga dónde están los dos dinosaurios que deben estar escondidos en la última ilustración. ¡No los encuentro!

Por último, «otro de los principales objetivos de estos cuentos es que los niños sepan identificar las distintas emociones que tienen los personajes a lo largo de la historia». Deben interpretarlas, ponerse en la piel del personaje para generar empatía, una cualidad importantísima y que no todo el mundo practica. Para ello, iremos encontrando algunas palabras marcadas con colores, relacionadas a alguna emoción, como la sorpresa, el miedo, la angustia, la tristeza, la ilusión o la fortaleza.  Será el momento perfecto para preguntar al pequeño cómo cree que se siente el personaje, si está triste, angustiado, ilusionado,... y aprovechar para preguntarle si alguna vez se ha sentido así.  Para todo ello, contamos con un listado de emociones en las últimas páginas del volumen. 

Y como material adicional, en la web de Eloy Moreno podéis descargaros la guía didáctica de este libro (aquí), que me ha parecido un complemento perfecto a la lectura. Incluye nuevas y variadas actividades con las que sacarle un partido aún mayor a este libro. Lo que me parece raro es que no se mencione nada de esta guía en el propio libro. Así mismo, si adquirís el libro en la propia web del autor, os lo podéis llevar firmado y dedicado.

Con la colaboración de Balma Moreno, -que imagino será la hija de Eloy-, las ilustraciones a cuatro tintas corren a cargo de Pablo Zerda, y no pueden ser más bonitas. Están llenas de detalles en las que recrearse un poco y fijarse con detenimiento en todos los objetos. Por ejemplo, ya en la primera ilustración encontramos unos cuantos guiños a la obra de Eloy Moreno, que me ha parecido un detalle precioso. Además de para responder a las preguntas que nos plantea el libro, las ilustraciones también sirven para animar a los niños a fijarse bien en todo lo que tiene ante sus ojos, y conversar sobre todo lo que podemos ver en los dibujos.

Con predominio de la ilustración sobre el texto, Juntos. Cuentos para contar entre dos es un precioso álbum, con algún toque de suspense, que nos regala mensajes muy optimistas y nos invita a ver el lado positivo de las cosas. En la vida, no todo sale siempre como queremos pero, a cualquier circunstancia, se le pude sacar partido, y eso es una lección importantísima que transmitir a los más pequeños. 

Así que, si tienes pequeños en casa, o en tu entorno personal, este libro es una lectura perfecta que va a encadilar a todos. Además, desde la editorial se anuncia que el segundo volumen se publicará en las próximas navidades, pero mientras llega ese momento y no, no dejes escapar este volumen, porque es una auténtica preciosidad.

[Fuente: Imagen de la cubierta tomada de la web de la editorial]

Puedes adquirirlo aquí:




viernes, 26 de marzo de 2021

¿FUE ÉL? de Stefan Zweig

Editorial: Acantilado
Fecha publicación: enero, 2010
Precio: 10,00 €
Género: narrativa breve
Nº Páginas: 80
Encuadernación: Rústica cosida
ISBN: 9788492649310
[Puedes leer aquí]

Autor

Stefan Zweig (Viena, 1881 - Petrópolis, Brasil, 1942) fue un escritor enormemente popular, tanto en su faceta de ensayista y biógrafo como en la de novelista. Su capacidad narrativa, la peripecia y la delicadeza en la descripción de los sentimientos y la elegancia de su estilo lo convierten en un narrador fascinante, capaz de seducirnos desde las primeras líneas. Acantilado ha publicado la mayor parte de su obra narrativa y ensayística.

Sinopsis

En esta breve novela, Zweig nos habla de los celos con su habitual maestría: elusivo, con la virtud de la intriga irresuelta, ahonda en el dolor y el desamparo que produce el sentirnos sustituidos en los afectos de nuestras personas queridas por un tercero que, cuanto menos, tiene los mismos derechos que nosotros. La rabia y la violencia pueden conducir a una venganza que agravará, si cabe aún más, nuestra orfandad.

[Información tomada directamente del ejemplar]



La extraordinaria capacidad que tiene Stefan Zweig para condensar una buena historia en un puñado de páginas es algo que he visto en muy pocas ocasiones y por supuesto, no con tanta maestría. Zweig es para mí el autor de las emociones vívidas, esas que todos hemos sentido alguna vez pero que, al verlas plasmadas en el papel, volvemos a revivir con absoluta nitidez. Me gustan sus personajes femeninos, también aquellos que son capaces de vivir en su propio mundo, ajeno al devenir de lo que acontece más allá de su yo interior. Adoro cuando sus protagonistas se pierden en un mar de reflexiones sobre los sentimientos más mundanos. Descubrí al autor austriaco con Carta a una desconocida, a la que siguió Mendel, el de los libros, Veinticuatro horas en la vida de una mujer, El amor de Erika Ewald, Miedo y Las hermanas. Me gustaron todas tanto, que sigo descubriendo las novelas del autor, adquiriendo de vez en cuando alguna más suya. De este modo, hoy vengo a hablaros de ¿Fue él?

Me llamó la atención el título, tan breve e interrogativo. ¿Quién es él? ¿Y qué es lo que hizo ese él para que, desde la cubierta, se interpele al lector? Y luego está esa fotografía, media cara de un perro, con toda la pinta de ser imponente, fiero, desafiante, un bulldog de cuya raza todos tenemos una idea preconcebida. Y si lees la sinopsis, encuentras la palabra «celos». No es una emoción nueva entre las novelas de Zweig pero, lo peculiar que tiene esta historia, es que el origen de esos celos y quién los padece.

Con un inicio que parece sacado de la mejor novela negra, Betsy, la narradora de esta historia rememora los acontecimientos ocurridos hace seis años.




A modo de flashback, el lector retrocede en el tiempo, para ubicarse en un entorno bucólico. Betsy y su marido, tras la jubilación de este, deciden retirarse a Bath. Los niños ya son mayores y ellos buscan un lugar tranquilo en el que pasar esos años dorados. Así que deciden comprarse un terreno «en el lugar en el que la colina de Bahtampton se hunde agradablemente formando una hermosa y exuberante pradera». Al principio, el matrimonio disfruta de una relajante soledad. No hay vecinos cerca hasta que, en un terreno próximo, se instalan los Limpley. John Charleston Limpley es un banquero que trabaja en Bristol. Casado con Ellen, «una mujer delgada, bonita, de mirada inteligente, cordial, de apenas veintiocho o veintinueve años», la muchacha agrada a Betsy desde el primer momento. El joven matrimonio ha perdido la ilusión por la llegada de los hijos. Llevan años intentando ser padres pero la cuestión se les resiste. Para compensar esa ausencia, Betsy y su marido regalan a la joven un cachorro de bulldog, para que le haga compañía, mientras el marido está en el trabajo. Sin embargo, quien se vuelca realmente en el animal es el propio John, y ahí empiezan los problemas. Porque algo inesperado sucede, y el orden natural de las cosas se trastorna tanto que esta historia, aparentemente amable y sencilla, se torna en algo oscuro y peligroso, en un relato muy distinto a todo lo que he leído de Zweig, y en la que la tragedia acecha como una espada de Damocles.

Y digo que me ha parecido muy distinto a todo lo que llevo leído de Zweig hasta la fecha porque, si a priori la historia está teñida de un cierto tono intimista, lo cierto es que tiene toques cómicos que derivan en casi un relato de terror. Me viene a la mente una novela de un archiconocido autor de género, del que no quiero dar ni título ni nombre, para que no atéis cabo. No es que tengan muchas similitudes pero hay algún protagonista en común. En cualquier caso, no temáis aquellos que no os guste el género de terror. No puedo decir que ¿Fue él? lo sea, tal y como entendemos el género hoy día, más bien tiene un cierto aire de suspense psicológico bastante logrado. Pero basta con echar un vistazo a la cita inicial para que entendáis que, en esta historia, hay un asesinato y, por ende, debe haber un culpable y una motivación. Zweig indaga en esa parte de la naturaleza de un ser vivo, tan profunda y lúgubre, en esa zona interior en la que se esconde esa otra parte de nuestra personalidad

No puedo ser más explícita. De la trama, quizá podría comentar que la personalidad de John Charleston Limpley es determinante en el desarrollo de los hechos, que, si en vez de ser del modo en el que Zweig nos lo presenta, hubiera sido de otra muy distinta, nada de lo que ocurre en esta historia hubiera tenido lugar. Y también resulta interesante el retrato que hace de las relaciones hombre-perro, de esas relaciones de poder que no siempre son como cabría esperar. ¿No os habéis parado a pensar alguna vez qué papel juega cada cual en la relación que se establece entre ambos? Ahí lo dejo. 

Con descripciones románticas de los parajes, un profundo análisis de los personajes, una tensión que va en aumento, acelerando el ritmo final, ¿Fue él? me parece una novela de Zweig bastante desconocida, en favor de esas otras que todos, o casi todos hemos leído. Pero esta pequeña joya consigue, en tan solo ochenta páginas, engullir al lector en una historia que irá sorprendiéndolo página a página. Se lee en un suspiro pero deja huella. Para ser sincera, da hasta rabia que el desenlace llegue tan pronto. No os la perdáis.

Por cierto, si queréis saber más sobre los últimos años de Stefan Zweig, no dejéis de echarle un ojo a esta película.
 
[Fuente: Imagen de la cubierta tomada de la web de la editorial]

Puedes adquirirlo aquí:


miércoles, 24 de marzo de 2021

ANE (DRAMA - 2020)

Año: 2020 

Nacionalidad: España

Director: David P. Sañudo

Reparto: Patricia López Arnaiz, Jone Laspiur, Mikel Losada, Aia Kruse, Luis Callejo, Nagore Aranburu, Mariana Cordero, Gorka Aguinagalde, Fernando Albizu, David Blanka, Iñaki Ardanaz, Miren Gaztañaga, Lander Otaola, Karmele Larrinaga, Ane Pikaza, Amaia Lizarralde, Eric Probanza, Gaizka Ugarte, Lorea Ibarra, Karlos Aurrekoetxea

Género: Drama

Sinopsis: Vitoria, año 2009. Después de los altercados en su barrio debido a la inminente expropiación de algunas viviendas, Lide, madre joven que trabaja como vigilante de seguridad en las obras del tren de alta velocidad, descubre que su hija adolescente, Ane, no ha ido a dormir a casa. Lide, junto a su ex-marido Fernando, comenzará no solo a investigar el paradero de su hija, sino a adentrarse en el mundo de Ane y a darse cuenta de que ha convivido junto a una desconocida.

[Fuente: Filmaffinity]


Tenía muchas ganas de ver Ane. Me habían llegado rumores muy positivos de este largometraje. También por redes, había visto algún elogio. Y leo en la crítica cosas como «Gran revelación del cine español»«ópera prima con oficio» o «pequeña joya». Pero ahora vengo yo a poner la nota discordante. No sé qué me pasa últimamente, que no coincidido con el criterio mayoritario. Donde unos ven una obra maestra, yo encuentro una historia algo tediosa que me aporta poco. Sí, todo es muy subjetivo. Ahí va mi opinión. 

Ane sitúa la acción en Euskal Herria, durante el año 2009. Lide (Patricia López Arnaiz) trabaja como vigilante nocturno en las obras del tren de alta velocidad, para las que el Estado ha tenido que expropiar terrenos en los que se erigían edificios de viviendas. Durante uno de sus turnos, estando en el interior de la caseta prefabricada, se produce una explosión en el exterior. No es algo inusual. A veces, la población se topa con contenedores de basura que arden. Son las acciones de un grupo de jóvenes radicales que muestran de este modo su rechazo a las obras, al AVE, a la expropiación. En definitiva, a todo aquello que provenga de un país del que no se sienten parte. Entre esos jóvenes se encuentra Ane (Jone Laspiur), la hija de Lide y de Fernando, un matrimonio separado. La joven se mueve en los círculos que promueven el vandalismo, lleva varios días sin aparecer por casa y los padres comienzan a inquietarse. Sin acudir a la Ertzaintza, Lide y Fernando investigan en el entorno de su hija. Preguntan a amigos, a profesores, a todo aquel que pueda tener alguna pista sobre el paradero de su hija, y descubren que Ane no es lo que ellos creían. 

La película ahonda en las complicadas relaciones familiares, en esos nexos, a veces ásperos y lacerantes, que existen entre padres e hijos. Además, estamos hablando de una adolescente, que pasa por ese momento vital en el que todo se mira con los ojos de la rebeldía. A todo ello hay que añadir asuntos de política. Ane es una joven que siente tener al enemigo en casa, esa madre que trabaja en una obra estatal, para la que varias familias vascas han sido expropiadas. Para la joven, su madre es una mercenaria del Estado. Pero obvia, porque no le interesa, que el Estado ha ofrecido una compensación por esa expropiación. 

Así mismo, la palabra gaztexte sobrevuela buena parte del metraje. ¿Qué significa ese término vasco? Lo he buscado al finalizar el visionado porque, en ningún momento he podido deducirlo del contexto. Gaztexte es un centro juvenil. Parece ser que la sede, donde los jóvenes se reúnen, va a ser derruida también. Creo que ese punto de la historia no queda bien explicado y hubiera estado bien porque hubiera ganado fuerza la motivación de las acciones juveniles. Algo de todo eso se explica en el cortometraje homónimo que el director rodó en 2018, y que supone el germen de esta película. Os dejo el Making off del corto.




Pero decía antes que soy la voz discordante porque no he encontrado en este largometraje ese enganche que esperaba. Para empezar, su guion no me resulta original. Obviemos que estamos en el País Vasco, obviemos toda la cuestión nacionalista que, a la postre, no deja de ser un telón de fondo, y ahora decidme, ¿cuántas películas habéis visto en las que se aborden las complicadas relaciones entre padres e hijos? ¿Películas en las que los padres se llevan una gran sorpresa al descubrir los secretos que ocultan sus hijos? Lo mismo da que las familias sean del País Vasco, de Cuenca, o de Málaga. Padres con hijos rebeldes, que atentan contra la estabilidad familiar por los motivos que sean, los hay en todas partes. Y lo mismo no queman contenedores de basura, ni enarbolan banderas, pero sí le pegan patadas a las papeleras, rajan neumáticos de vehículos sin ton ni son, abandonan las clases, o hacen pintadas en los centros educativos. Formas de rebeldía hay muchas.  

Me ha faltado potencia en el conflicto, que verdaderamente el contexto geográfico y temporal tenga más sentido porque, aunque la sombra de la serpiente enroscada en el hacha está presente, la palabra ETA no se menciona en ningún momento. Y es que, a mi juicio, los actos vandálicos tienen connotaciones más sociales que políticas.

Por otra parte, me ha costado mucho conectar con Lide, con esa madre que descubre, con pavor, en lo que se ha convertido su hija. El trabajo de Patricia López Arnáiz le ha valido varios premios, entre ellos el Goya a Mejor Actriz. Sin embargo, a mí me ha faltado fuerza en la interpretación de una mujer con carácter, corajuda, que lleva sola el mantenimiento familiar, y se enfrenta a la ausencia de la hija. No me he sentido interpelada por ella, no he sufrido con su sufrimiento. ¿Por qué? Después de darle muchas vueltas descubro que el error ha estado en las constantes desconexiones que he sufrido por culpa de los diálogos. Era como si me costara trabajo seguir el hilo discursivo. Veía a los actores mover los labios pero las palabras no me llegaban. Había como una desincronización que me escupía de la película en todo momento. Y es que Ane está rodada en euskera y traducida al castellano. Y se nota. Mucho, además. He leído por ahí la opinión de otros espectadores que se quejan de lo mismo y recomiendan verla con subtítulos. A mí el tema subtítulo también me parece un obstáculo para conectar con la historia. Pero que cada uno elija. Lo que sí tengo claro es que el doblaje no es bueno. Emborrona la película. 

Y con respecto a la hija, el personaje me ha provocado lo mismo que me provoca la actitud de todos esos adolescentes, que solo piensan en sí mismos y van a su bola, pensando que el resto del mundo tiene que perdonárselo todo. Todos hemos sido adolescentes y hemos pasado por ello. Ane es un modelo a seguir en su entorno, para esos amigos revolucionarios que quieren hacer Historia. La joven se involucra en la lucha, recoge firmas, organiza encuentros, pero también oculta algo, un asunto de dinero, un novio, una ausencia y muchas mentiras. No es más que una joven rebelde, con sus motivaciones e ideales. 

Interpretada por Jone Laspiur, premiada con el Goya como Mejor Actriz Revelación, no sabría decir mucho de su trabajo. Tampoco me he sentido especialmente atraída por su personaje. No sé. No puedo aportar mucho, la verdad.  

La película está estructurada de manera cíclica. La misma escena inicia y cierra la película, rodada bajo un mutismo absoluto, interrumpido únicamente por el movimiento de Lide, que se mueve por la casa. Ese silencio frente a la ausencia de otro comensal es una metáfora del problema que anida dentro de esa casa, la falta de comunicación. Eso me ha parecido un punto positivo de la dirección, a cargo de David P. Sañudo, que debuta en largometraje. No obstante, casi todo el metraje transita con excesiva calma para mi gusto y debo admitir que, a ratos, he caído en cierto sopor. Tan solo, faltando diez minutos para el final, he atisbado unas secuencias más interesantes, pero mi entusiasmo se desinfló pronto.

Poco más os puedo decir. Si tenéis interés en esta película, mi opinión no os va a gustar mucho. He visionado Ane con muy poco entusiasmo e interés porque, ni la trama ni los personajes me han provocado ni una cosa ni la otra. Pero buscad otras opiniones, leed en otros foros, indagad en revistas especializadas. Lo mío no es más que una opinión gris entre un mar de otras tantas muy azules. 

La tenéis en Filmin y en Movistar+.



Tráiler:




martes, 23 de marzo de 2021

NAJAT EL HACHMI: ❝Creo que la literatura tiene un enorme poder de transformación❞

[Fuente: Pasaporte 92]
La Fundación Tres Culturas recibió la visita de Najat El Hachmi el pasado 4 de marzo, para presentar Los lunes nos querrán (Ediciones Destino), novela con la que ha ganado el Premio Nadal. La sede de la fundación ocupa el edificio que fue antiguo Pabellón de Marruecos, durante la Expo'92, una bellísima construcción que refleja la cultura arquitectónica del país norteafricano. Bajo un techo móvil, que forma una cúpula a la que se denomina el "Kouba" y un patio octogonal con una fuente con fondo de vidrio, que permite ver la planta inferior, me senté junto a la autora galardonada para conversar sobre esta novela que tanto me ha zarandeado por dentro.

Los lunes nos querrán cuenta la historia de unas jóvenes musulmanas residentes es un barrio periférico de Barcelona. La vida de estas chicas está llena de normas e imposiciones, sometidas a una estrecha vigilancia, cuando lo único que desean es ser ellas mismas. Ser libres.

Hablamos con Najat El Hachmi.

Marisa G.- Un placer conocerte, Najat. Empecemos esta charla hablando del Premio Nadal. A pesar de que has recibido diversos galardones, imagino que este nuevo premio habrá supuesto una alegría inmensa.

Najat H.- Por supuesto, supone formar parte de un premio que tiene un recorrido muy largo y una historia detrás que, personalmente, siempre me ha interpelado, incluso desde aquella primera edición en la que ganó Carmen Laforet. Fue casi un acto revolucionario en aquella época, con esa novela, y en esos tiempos tan grises.

M.G.- Después de varias novelas y ensayos, llegas con Los lunes nos querrán. En ella nos hablas de la mujer musulmana. Al revisar el resto de tus escritos, observo que la mujer es epicentro. Parece que existe un fuerte compromiso con respecto a la mujer.

N.H.- Escribo sobre lo que no puedo entender, lo que no puedo digerir, lo que me provoca un gran malestar, primero como mujer, pero también como hija de la inmigración. La necesidad de escribir nace de esas circunstancias. Siempre ando inmersa en esos paisajes, en los que sitúo mis  historias, con la idea de tratar de entender. Porque es difícil de comprender, incluso habiendo nacido en ese contexto. Se necesita mucha reflexión. La escritura es un proceso de reflexión que a mí me ha resultado muy útil.

M.G.- Cuentas cosas terribles en esta novela. Tengo que admitirte que es la primera vez que una lectura me provoca al mismo tiempo tanta rabia, tristeza y desolación. ¿Eran esas las emociones que pretendías despertar en el lector?

N.H.- Lo que quería era transmitir lo que supone estar en la situación de las dos mujeres protagonistas de esta novela. Ambas afrontan una lucha titánica para poder conquistar parcelas de libertad que, para otras personas, están ya conquistadísimas. Mi ambición literaria es intentar transmitir esa sensación, qué es lo que supone vivir ahí, qué es lo que supone vivir dentro de ese cuerpo, la angustia existencial que comporta vivir en esas condiciones.

M.G.- Naíma es la narradora de esta historia. Es curioso que únicamente vamos a saber su nombre cuando llegamos a las páginas finales del libro.

N.H.- Sí, y se pronuncia una sola vez.

M.G.- Exacto. ¿Quizá en un intento de eliminar la individualidad, y erigirla como la representante de todas esas mujeres que están en su misma situación?

N.H.- Es algo que se repite en varias de mis novelas. Por un lado, es una forma de mantener la complicidad directa con el lector. Por otro, es también una forma de mantener la sensación de protección, como si la narradora estuviera contando esta historia de forma secreta. Como si de algún modo estuviera diciéndole a la hoja en blanco lo que no puede decir en voz alta. Del mismo modo que me pasó a mí, cuando era muy jovencita y empezaba a escribir. Siempre intento volver a reproducir esa sensación de intimidad a través de la escritura. 

M.G.- Esta chica es muy aficionada a la lectura. Los libros son un refugio para ella. La literatura sirve para denunciar y colocar ante los ojos del mundo situaciones injustas. Pero, ¿consciencia a la población? ¿Surte efecto?

N.H.- Eso es muy difícil de medir. De todos modos, sí sé que lo que no se escribe es como si no existiera. Qué menos que escribir y, al menos, intentar concienciar, ¿no? De todos modos, y te hablo como lectora, creo que la literatura tiene un enorme poder de transformación, porque cambia nuestra visión del mundo, cambia nuestro imaginario, nuestra perspectiva sobre cosas que tenemos muy normalizadas, o que damos por sentada, sobre las que no hay nada que hacer. En cualquier caso, para que la literatura te transforme también tienes que estar dispuesto a ello. A veces encontramos mucha resistencia a los cambios. Yo quiero mostrar esa parte de la realidad que tanto se echa en falta, sobre la que no se publica o se escribe a día de hoy. Estas historias no figuran en ningún lado, y tienen tanta razón de ser como cualquier otra. 

M.G.- Me fijo en el perfil psicológico de Naíma. Es una mujer sometida a muchas imposiciones y normas, la mayoría muy absurdas. Sin embargo, ella misma también se impone otras y yo le decía: Pero, con todo lo que tienes encima, ¿cómo te echas más carga tú misma?

N.H.- Naíma es una mujer muy perfeccionista y parte de una idea que, más tarde, veremos que es totalmente errónea. Ella cree que, si no está siendo tratada como le gustaría, si no está siendo querida o aceptada, es porque algo está mal en ella. Ella asume que el problema está en su interior, que es ella la que tiene que adaptarse, la que tiene que asumir. En esas circunstancias, en las que está siendo discriminada como mujer dentro de su familia, o como hija de inmigrante dentro de la sociedad, terminas por construir una especie de mecanismo de auto-defensa, con el que darte el derecho a existir. Acabas por interiorizar todas esas normas, pero también te conviertes en tu propia dictadora, que se va a auto-imponiendo las suyas propias.

En realidad, esto nos ha pasado a todas las mujeres. Siempre hemos tenido que demostrar mucho más que los hombres y todo nos ha costado mucho más esfuerzo que a los hombres. Sabemos que tenemos que hacer mucho más de lo que se nos pide. Si hay que estar delgada, pues más delgada todavía. Si hay que ser organizada, pues más organizada todavía. Ese redoble de tambores lo llevamos incorporado muchísimas mujeres, independientemente del contexto cultura o religioso del que venimos. Somos muy conscientes de que si fallamos, nos van a decir que es porque somos mujeres, o en el caso de las protagonistas porque son mujeres inmigrantes. A día de hoy, todavía se nos cuestiona mucho, y tenemos que demostrar más que el hombre.

M.G.- Es inevitable leer la novela, en mi caso, con los ojos de una mujer europea, española. Hay situaciones que me han parecido totalmente el mundo al revés. Es decir, una niña musulmana tiene mucha más libertad que una mujer musulmana. El paso de la niñez a la edad adulta es muy contraproducente para ellas.

N.H.- Sí. Y debería ser al revés, claro. Pero es que, el hecho de convertirse en mujeres a nivel biológico las transforma en personas peligrosas. Ellas, como mujeres, pueden conseguir atraer a los hombres y lograr que se comporten de una forma determinada. A nosotras se nos hace responsables del comportamiento de los hombres. A su vez está toda la cuestión del honor. El deber de preservar el honor de la familia recae siempre en el cuerpo de la mujer, y jamás en el del  hombre. Ellas deben llegar vírgenes al matrimonio. Todo esto se produce cuando tus características físicas cambian y te haces mujer. Algo que, ya de por sí, es traumático porque, aunque biológicamente pasas a otra etapa, una niña de doce o trece años, por muy desarrollada que esté, sigue siendo una niña. 

M.G.- Es verdad, así es. Y luego, la acción de la novela se sitúa a finales de los noventa, en un barrio muy periférico de Barcelona. Ese barrio es casi como una cárcel, hay un ambiente muy claustrofóbico, entre las normas de la comunidad, esos vecinos que actúan como policías, los rumores que corren,... Asfixia vivir en ese lugar.

N.H.- Son barrios que están apartados de todo y que, en sí mismos, suponen una estructura de racismo y clasismo. El hecho de que, a lo largo de nuestra geografía, existan unos barrios en los que las condiciones son peores que en otros, es una discriminación por razón de clase. En el caso que nos ocupa también existe racismo porque todos los que viven en ese barrio tienen la misma procedencia. Todo eso termina por convertirse en una estructura que atenaza las vidas de las mujeres. En esos espacios, se vuelven a producir los mismos mecanismos de control social que regían en sus sociedades de origen. En un ambiente así es muy difícil crecer y desarrollarte libremente porque, aunque haya familias con una visión más abierta, el contexto social determina muchísimo.

M.G.- Si a finales de los noventa la vida era así, como vemos en la novela, ¿sigue siendo igual? ¿Han avanzado algo?

N.H.- Hay mucha diversidad de situaciones. Si en la novela lo he articulado de este modo era porque quería que se viera lo que significa vivir dentro de un barrio como ese. Sin embargo, te puedes encontrar de todo. Lo que sí sabemos es que esa segregación va en contra de la libertad de las mujeres.

M.G.- Najat dejaste Marruecos muy pequeña y te mudaste a Barcelona. Es inevitable preguntarte si la historia tiene trazas autobiográficas.

N.H.- Utilizo el material que tengo a mi alcance. Y si hay algo con lo que me siento totalmente identificada es como la lucha por la libertad que emprenden las protagonistas. Eso sí lo comparto con ellas, como también lo comparto con otras miles de mujeres que me han contado historias similares a las que se narran en la novela. 

M.G.- Y por último, ¿qué ejercicio interior tiene que hacer una persona que ha tenido una infancia y una adolescencia como la narradora para convertirse en una mujer adulta y libre?

N.H.- Tiene que trabajarse mucho y deseducarse de todas esas cargas patriarcales. Debe quitarse de encima muchas ideas que le han ido inculcando desde pequeña, para poder ser lo que es sin tener que recortarse, modificarse, o adaptarse. Pero es un proceso muy largo. Y si tuviéramos más apoyo a nivel de salud mental, sería mucho más fácil. Sin embargo, a falta de ese apoyo terapéutico, hay que buscar lecturas en las que veamos a otras mujeres pasar por ese proceso, saber cómo lo han vivido. Eso también resulta muy útil. 

M.G.- Gracias Najat por esta conversación. Gracias por esta novela que tan impactada me ha dejado.

N.H.- Gracias a ti. 


Sinopsis: El lunes nos querrán cuenta la historia de una joven de diecisiete años que desea encontrar la libertad para descubrir qué es lo que la hará feliz. Pero las condiciones de las que parte son complicadas.

Vive en un entorno opresivo del que no le será fácil salir sin tener que pagar un precio demasiado alto.

Todo empieza el día en que conoce a una chica cuyos padres viven su condición cultural sin las ataduras del resto de su comunidad, y que encarna lo que ella ansía. Su nueva amiga afronta los primeros retos que como mujer le presenta la vida con una vitalidad, ilusión y empeño que la fascinarán y la impulsarán a seguir sus pasos.

Una historia emocionante y reveladora sobre la importancia de que las mujeres sean protagonistas de sus propias vidas aunque tengan que enfrentarse a condicionantes de género, clase social y origen. Este es el relato del arduo camino hacia la libertad.


lunes, 22 de marzo de 2021

LA GENTE NO EXISTE de Laura Ferrero

Editorial: Alfaguara
Fecha publicación: enero, 2021
Precio: 17,90 €
Género: relatos
Nº Páginas: 208
Encuadernación: Tapa blanda con solapas
ISBN: 978842045464108234562
[Disponible en eBook;
puedes leer aquí]

Autora

Laura Ferrero (Barcelona, 1984). Escritora, periodista y guionista, es autora del libro de relatos Piscinas vacías (Alfaguara, 2016), de la novela Qué vas a hacer el resto de tu vida (Alfaguara, 2017) y de El amor después del amor (2018), en colaboración con Marc Pallarès. Sus artículos y reseñas aparecen habitualmente en publicaciones como ABC Cultural, El País, La Vanguardia o El País Semanal.

Sinopsis

Una mujer se enamora de un vecino por cómo cuida las plantas de su terraza. Un hombre organiza una fiesta con todos sus seres queridos para celebrar el final de una larga enfermedad. Una niña acompaña a su madre a ver pisos que nunca podrán permitirse y un padre lleva a su hija adoptada a conocer a su madre biológica...

En estos relatos hay amor y desamor. Hay ausencia y culpa. Hay esperanza. Están los que celebran el hoy y lo que está por venir, y otros que prefieren vivir en las expectativas, donde se sienten protegidos. Los que pueden, olvidan. O no del todo. O no siempre. Algunos no creen saber qué es existir ni desear, ni qué hace que una vida sea una vida. Pero ¿alguien lo sabe?

Las historias de La gente no existe narran lo íntimo, aquello que solo somos capaces de contar en voz baja, lo que nos ocurre cada día. Y nos deslizamos por ellas comprobando que «el camino de la emoción sin impostura que ha transitado Ferrero es uno de los que lleva a la gran literatura».

[Información tomada directamente del ejemplar]



Laura Ferrero regresa a los relatos a través de La gente no existe, un volumen que contiene diecisiete piezas breves. Sabéis que es complicado reseñar un libro de relatos. ¿Os hablo de cada uno de ellos? En alguna ocasión lo he hecho pero, en este caso, creo que resultaría una entrada excesivamente larga. 

Por resumir un poco, los relatos que forman parte de este volumen tienen características en común. Si habláramos de la temática, creo que la palabra más central sería RELACIONES, de todo tipo. Relaciones entre hombre y mujer, entre hijos y padres, entre nietos y abuelos,... Pero, orbitando alrededor de esta mole temática, también podríamos encontrar la enfermedad y la muerte. Es curioso que, en un par de ellos, los hospitales sean escenarios principales. En cualquier caso, Ferrero construye personajes que arrastran lastre, como hijos que desean tener otras madres, madres que fingen un estatus económico diferente, mujeres que asumen un maltrato psicológico u hombres que temen enfrentarse a lo que les depara la vida, y buscan señales a las que aferrarse, para sentir alivio. En todos ellos hay como una nube gris que sobrevuela cada una de estas historias. Nos lo contaba la propia autora en la entrevista que pudimos hacerle (puedes leerla aquí).

Como suele ser lógico, no todos los textos me han gustado por igual. Algunos me han parecido más impactantes que otros, o más originales como, por ejemplo, Cómo borrar a tu expareja, redactado como si se tratara de unas instrucciones para montar un mueble de Ikea. Este relato viene a marcarnos el camino a seguir, paso a paso, para conseguir olvidar a aquel que fue tu pareja. Y de todos ellos, quisiera destacar un par de piezas. En primer lugar, Aquellos ojos verdes en el que se narra el fallecimiento de un abuelo. ¿Cómo se hace para asimilar que la persona a la que quieres se va apagando cada día? ¿Cómo asomarte a unos ojos que, con el paso de los días, se van volviendo cada vez más opacos?


He conectado muchísimo con este relato. Será porque narra algo que he vivido no hace tanto tiempo. Admito que duele, que escuece, pero quizá por eso me ha dejado tanta huella. Es muy fácil verse reflejado en ese intento de algún personaje por aferrarse a la esperanza, o asomarnos a unas emociones tan conocidas, cuando hay que enfrentarse a la pérdida de un ser querido. Lo dicho, me ha gustado mucho por cercano, emotivo e íntimo.

El otro que más me ha gustado es Una trenza, muy vinculado al anterior. En él se narra la muerte de una abuela. Es un relato de plena actualidad aunque todo queda dicho entrelíneas. No quiero contaros mucho por no romper la magia que encierra, pero me ha parecido absolutamente maravilloso, entrañable y conmovedor.

No deja de ser significativo que, los que más me han gustado resultan ser autobiográficos. Hasta no hablar con Laura, desconocía que lo fueran y ahora, tras saber ese detalle, me pregunto si no habrá un motivo concreto para ello. ¿No será que, por ser fruto de experiencias personales, están escritos con sangre y, por tanto, las emociones íntimas del autor terminan por traspasar la frontera del papel? No lo sé. Lo que sí sé es que a mí esos dos me han parecido extremadamente cercanos, como si fuera yo la que los estuviera protagonizando. 


Y aunque Aquellos ojos verdes y Una trenza son mis preferidos, también os podría hablar de Gangrena de la que escribo en mi bloc de notas: «¡Brutal! Al principio parece una historia simple, pero va ganando fuerza e intensidad. Llega un momento en el que te preguntas: ¿me está hablando de lo que creo que me está hablando? Y se hace la luz. Y todo cuadra cuando llegas al final, que resulta como una bofetada». O Principios de arqueología que parece un cuento exótico y que conduce al lector a tierras lejanas, acompañando a una niña que quiere conocer a su madre biológica. O Son preciosas que cuenta las vacaciones de una single en Brasil. Me ha gustado mucho el personaje protagonista de este relato porque creo que representa muy bien a ese tipo de persona a la que le cuesta decir «no» para no disgustar a los demás. Me ha parecido un relato muy bueno, con un final que, a pesar de ese tono de pesadumbre que caracteriza estas historias, tiene un toque divertido. O el último, La gente no existe, que da título al volumen. De este mejor no os digo absolutamente ni palabra. Bueno sí, que me ha parecido triste, doloroso y hermoso. Todo lo a la vez.

Escritos en primera, segunda o tercera persona, las piezas de este volumen ocurren en diferentes contextos temporales. Las referencias son las que nos van a ayudar a ubicar los hechos en el tiempo. Prácticamente todos ellos están protagonizados por mujeres. No hay un motivo especial. Pero, más allá de aquellos autobiográficos, en muchos de ellos he buscado y he encontrado a la autora. He visto a Laura Ferrero, como una niña de nueve años que acompaña a su madre a ver pisos y casas nuevas, para salir de «ese barrio», en el que ahora viven. Y también la he visto en Verano 2017, en una protagonista de treinta y tres años, los mismos que Ferrero tenía en esa fecha.

Con esa delicadeza y buen gusto que define la prosa de Ferrero, y referencias a películas como Verano 1993, a canciones como Peces de ciudad, o guiños a su propia novela -Qué vas a hacer con el resto de tu vida-, La gente no existe es un petite bouchée literario, al que aproximarse con calma y el alma serena.

[Fuente: Imagen de la cubierta tomada de la web de la editorial]

Puedes adquirirlo aquí:


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