No conocía a Pilar González, a pesar de ser escritora residente en Sevilla. Cuando me llegó su novela Solo la lluvia (Espasa) no esperaba encontrarme con alguien que ha había publicado con anterioridad. Siempre es un placer conocer a nuevos autores. En este caso, Pilar González nos presenta una historia negra, un thriller, que tiene como protagonista a Candeloria Navarro, una medium que colaborará con la policía en la resolución de un asesinato, que todavía no se ha cometido.
Os dejo con la entrevista.
M. González.- Pilar, un placer conocerte. Eres de aquí, nacida aquí.
P. González.- Soy sevillana, sí.
M.G.- Y no te conocía. Esta ciudad no es muy grande, aunque sí hay bastantes escritores. A ti no te conocía pero me alegra hacerlo ahora. Y esta no es tu primera novela, así que, para empezar, me gustaría que me contaras sobre tu trayectoria literaria.
P.G.- Pues, si no recuerdo mal, empecé a publicar en el 2004. Lo que ocurre es que, en aquella época, lo que escribía eran libros de autoayuda y de desarrollo personal, relacionados con mi profesión. Me pareció que era una buena forma de dar a conocer a más gente qué tipo de técnicas trabajaba. Así que, publiqué un primer libro, de nombre El despertar de... Era un poco novelado pero iba sobre el crecimiento personal o el crecimiento interior. Luego, tuve un parón bastante grande pero en 2015 volví a publicar sobre ese tema. Publiqué varios libros y, desde entonces, no he dejado de hacerlo.
Conocí la autopublicación a través de Amazon y eso me llevó a publicar también ficción, que es lo que realmente me gusta escribir. Me fue bastante bien, así que, he seguido publicando prácticamente una vez al año.
M.G.- Pues sí que tienes trayectoria. Y esta novela la dedicas a la Hermandad de Escritores. Cuéntame qué es eso.
P.G.- Pues es un grupo de escritores. Al principio, casi todos éramos autopublicados. Éramos como los hombres o las mujeres orquesta porque había que hacer de todo, aparte de escribir, maquetar, diseñar la portada, las correcciones,... Todo el trabajo. A veces, se nos hacía un poco cuesta arriba y era algo muy solitario. Así que fuimos empezando a conectar a través de las redes y formamos un grupito de apoyo que ha sido fundamental para la mayoría. Luego nos hemos ido conociendo en persona, hemos tenido encuentros y hemos formado una hermandad maravillosa para mí. Algunos de ellos ya están publicando con editorial como, por ejemplo, Lara Beli que el año pasado escribió un libro maravilloso que se llama Libre es mi corazón, sobre Rosalía de Castro. No sé si las conoces.
M.G.- No, no.
P.G.- Tuvo muchísimo éxito. Bueno, pues en la hermandad nos hemos ido apoyando, al principio, a nivel literario, nos hemos leído, nos hemos hecho sugerencias editing unos con otros,... Por eso se lo dedico a ellos.
M.G.- Un gesto muy bonito. Pues en Solo la lluvia, vamos a conocer a Candeloria Navarro, una mujer muy especial, de la que después vamos a hablar. Ella empieza a colaborar con la policía para resolver varias investigaciones criminales. Se dice de esta novela que es un drama psicológico, un thriller sensorial y con toque de realismo mágico. Todo eso, ¿cómo se combina?
P.G.- Cuando empecé a escribir ficción, de lo que me di cuenta es de que me gusta mezclar géneros. No sé por qué pero me sale así. Y, en esta novela, efectivamente hay un poco de suspense, un poco de misterio y también un poco de ficción histórica. Es como un cóctel molotov que parece que ha quedado bastante bien, según las opiniones que empiezo a recibir. Está gustando bastante. Siempre mezclo géneros. Y luego está el tema sobrenatural, la magia o lo paranormal, como quieras llamarlo. Es una constante en mis novelas, a excepción de una.
M.G.- Te interesa el tema.
P.G.- Sí, es un tema que me atrae y que me sale casi de manera inconsciente.
M.G.- Pilar, tengo una curiosidad tonta. ¿Por qué Candeloria y no Candelaria?
P.G.- Porque la novela está ubicada en Galicia, en A Coruña. Buscaba un nombre que significara luz, llama, como una guía. Lo primero que se me ocurre es Candela pero quería un nombre que fuera más gallego. Y existe Candelaria pero luego encontré que Candeloria es un nombre más antiguo y que se ha castellanizado como Candelaria. Así que, aunque Candeloria está ya en bastante desuso, aún se emplea y es más gallego que Candelaria. Por eso lo elegí.
M.G.- Y es muy original, sí. Bueno, pues hemos dicho que Candeloria es una mujer muy especial porque tiene un don. ¿Qué don es ese?
P.G.- Ella tiene un don que vive como si fuera una condena. Tiene la capacidad psíquica o extrasensorial de conectar con personas que han fallecido. O, más bien al contrario, son las personas fallecidas las que contactan con ella. Ella no hace nada para que eso ocurra. Y lo vive como si fuera un castigo, una condena o una maldición. Es algo que la tiene aterrada desde pequeñita y, de alguna manera, la ha aislado. Siente que la rechazan por eso, que su madre ha querido que siempre fuera un secreto.
M.G.- E incluso los médicos no le dan ningún tipo de credibilidad. No lo ha tenido nada fácil.
P.G.- Claro, los médicos piensan que tiene esquizofrenia, epilepsia,... Lo que se suele decir cuando se tiene algo que no típico ni normal. A eso se le añade también que no es una persona muy agraciada. Siempre ha tenido tendencia a engordar un poquito. No es que fuera obesa pero tú sabes, los niños se metían con ella, se reían de ella, la apodaban albóndiga,... Bueno, todo eso va conformando su carácter y ella se ha sentido acomplejada, aislada, como un bicho raro.
M.G.- Generalmente, las personas que tienen este don les viene de herencia. No sé si es el caso de Candeloria.
P.G.- No. En este caso no hay ningún antecedente.
M.G.- Y la relación que tiene con sus padres es un poco...
P.G.- Sí, sobre todo con el padre, que la rechaza. La madre, aunque no lo lleva bien, sí que la sobreprotege, en alguna medida.
M.G.- Pilar, algo que me llama mucho la atención y me gustaría que me explicaras. En la novela se cuenta que este tipo de don también se puede entrenar, que no es necesario nacer con él.
P.G.- Sí, sí, sí.
M.G.- Y eso, ¿cómo se hace?
P.G.- Hay una asociación.
M.G.- ¿La UME?
P.G.- Sí, la Unión de Mediums y Espiritistas, aunque esta es inventada. Hay otros muchos grupos que existen desde hace muchísimo tiempo. Creo que uno de los primeros fue el Club Fantasma, del que hablo en el libro, que se fundó en 1800 aproximadamente. En este tipo de asociaciones se reúne para hablar sobre temas sobrenaturales, sobre espiritismo y cosas así. Y ellos mantienen que ciertas capacidades se pueden desarrollar a base de entrenamiento.
M.G.- Y digamos que hay un elemento natural que tranquiliza a Candeloria y que da título a la novela.
P.G.- Sí, el libro se llama Solo la lluvia porque, de alguna manera, es el elemento que a ella la calma. La lluvia hace que el miedo desaparezca. Es como un bálsamo para ella. La frase "solo la lluvia" aparece en el texto en bastantes ocasiones. Me pareció un título ideal.
Fíjate que yo empecé el libro con la idea de otro título y acabé cambiándolo porque me di cuenta de el título tenía que ser Solo la lluvia. Y no sólo porque es un elemento importante para la protagonista, sino también porque era más acorde al tono de la novela, con el clima del escenario principal. Me pareció un título bonito y evocador.
M.G.- Hemos dicho que ella ayuda a la policía a resolver ciertas investigaciones criminales. De hecho, lo que ella pretende, al tener una premonición, es tratar de evitar que se cometa un asesinato. ¿Ese podría ser el núcleo de la trama?
P.G.- Sí. Hasta ese momento lo que haya ha experimentado son visiones de seres que se le aparecían, que habían fallecido. Pero ahora, por primera vez, tiene una visión de algo que todavía no ha ocurrido, que ocurrirá en el futuro. A partir de ahí ella se plantea si hay posibilidad de poder evitar una muerte. Es una cuestión que está muy relacionada con el tema del destino, un tema que planea por toda la novela.
M.G.- Si se puede cambiar el destino.
P.G.- Exacto. Empieza a dudar sobre si el destino se puede cambiar. Su intención es evitar que ocurra lo que todavía no ha ocurrido.
M.G.- ¿Te consta que la policía recurra a este tipo de personas para resolver casos? Es algo que vemos mucho en las películas.
P.G.- Sí, me consta. Me estuve documentando para ver si precisamente es así. A nivel internacional, hay más casos. En España también pero parece que aquí hay como un poquito de...
M.G.- ...reticencia.
P.G.- Sí. Pero hay casos en los que se recurre, como fue en el caso de Marta del Castillo.
M.G.- Me suena que en el caso Madelaine, también.
P.G.- En el caso de Marta del Castillo no fue concluyente, no fue resolutivo, pero se hace.
M.G.- Y esa colaboración de Candeloria con la policía va a traer ciertas repercusiones a nivel personal. No sé si podemos contar mucho sobre esto.
P.G.- Sí, porque la sinopsis ya habla de un amor imposible. Candeloria va a vivir un amor idealizado, un amor utópico, que, de alguna manera, y aunque ella sepa que no es correspondida, le va a dar cierto sustento, cierta esperanza.
M.G.- Le crea ilusión.
P.G.- Sí. Hay una tensión emocional que se irá manteniendo a lo largo de toda la novela.
M.G.- Hay un personaje real del que yo desconocía su existencia, un mago, de nombre Dai Vernon. ¿Qué tiene que ver este personaje con la historia?
P.G.- Eso se preguntan muchos lectores. Sobre todo, hasta casi la mitad de la novela. Es que hay dos tramas que, en apariencia, parecen independientes. Sin embargo, hay un momento en el que ambas van a converger. Me pareció interesante ir alternando ambas tramas y hablar de un personaje real, alguien que tuviera que ver con el mundo del ilusionismo y dotarlo, como licencia literaria, un poquito más allá en el tema de la magia. Es lo que te puedo contar.
M.G.- ¿Pero cómo llegas a este personaje?
P.G.- Llego a este personaje cuando me surge la idea de incluir a alguien que fuera real. Me gusta incluir en mis novelas algo de ficción histórica. Fui buscando y, al principio, pensé en Houdini, pero era demasiado conocido. Hay muchos libros y películas sobre él. Quería a alguien que fuera famoso en su mundo pero no demasiado fuera de él. Y encontré a Dai Vernon. Me pareció que podía encajar muy bien. Pero he tenido bastante dificultad con su biografía. Hay muchos manuales sobre sus trucos, sin embargo, sobre su vida hay muy poquita documentación. He tenido que ficcionar algunas lagunas que había. Y dentro de lo que he encontrado, he tratado de ser lo más fiel posible.
M.G.- Se dice que Vernon llegó a engañar a Houdini. ¿Cómo fue eso?
P.G.- Precisamente, en la novela, hay un capítulo en el que explico cómo fue. Houdini era un poquito soberbio. Él decía que si veía un truco tres veces podría descubrirlo. Vernon le hizo un truco que Houdini vio no sé cuántas veces y no fue capaz de descubrirlo. Vernon aprovechó eso como reclamo publicitario en su tarjeta de visita.
M.G.- Y no nos podemos olvidar del inspector de policía con el que va a colaborar Candeloria. Víctor Garrido es un hombre que también arrastra lo suyo.
P.G.- Sí. Víctor es andaluz, sevillano. Fue destinado a A Coruña como inspector de policía. Es un hombre muy profesional, muy amable, que respeta mucho a Candeloria. Ella se siente respetada y eso hace que le atraiga. Aparte de que lo ve guapo y todo eso. Lo que pasa es que él pasa por un proceso trágico, que va a conmocionar su vida. A raíz de ese hecho para a entrar en una situación muy depresiva y Candeloria le va a servir de apoyo.
M.G.- Antes has comentado que también has escrito un par de libros de desarrollo personal. En esta novela, también vamos a ver algo de eso, ¿no? Digamos que Candeloria va a evolucionar.
P.G.- Sí, es algo que me parecía importante.
M.G.- Ella busca como esa aceptación y esa paz interior que le ha faltado toda su vida.
P.G.- Claro. La necesidad de aceptación es un tema muy universal, con el que nos podemos identificar. ¿Quién no necesita ser aceptado? No es necesario tener grandes traumas. Creo que todos, de manera innata y natural, necesitamos ser aceptados. Y en el caso de Candeloria, mucho más por todos los complejos que tiene, por cómo la tratan, porque se ha sentido aislada y rechazada siempre. En la novela se plantea ese estigma social, cómo se actúa frente a lo diferente.
M.G.- A lo raro.
P.G.- Sí, a lo raro, también.
M.G.- Antes hablabas de la documentación. No sé si has tenido que hablar con mediums.
P.G.- Sí, sí.
M.G.- ¿Y qué te cuentan?
P.G.- Mi hermana tiene algo y conozco un poco del tema. Pero aparte me he documentado. Internet es una fuente de documentación impresionante, maravillosa. He leído libros, he visto documentales, vídeos,... pero también he preguntado a expertos. El tema de la documentación es muy amplio y, por suerte, hoy día es de fácil acceso.
M.G.- Hay diferentes tipos de mediums.
P.G.- Sí, sí,...
M.G.- ¿Y en qué se diferencian unos de otros?
P.G.- Bueno, lo explico también en un capítulo. Hay algunos que tienen clarividencia, es decir, que pueden ver a personas o a otro tipo de seres. Hay otros que tiene clariudencia, que no ven, pero escuchan a alguien que les habla. Por eso, muchas veces, estas personas son tachadas de tener alucinaciones. Hay otros que son psicomotólicos, los que pueden mover objetos. Hay muchos tipos, sí.
M.G.- Y la acción transcurre en Galicia, en A Coruña. ¿Por qué eliges esa ubicación exactamente?
P.G.- Me parecía que era interesante por el clima, con la lluvia, el viento, las nubes y todo gris. Quería darle ese tono a la novela. Estuve buscando posibles escenarios. Ya conocía A Coruña. Es una ciudad muy bonita y tenía otros lugares que me venían bien. Aparecen distintos municipios de A Coruña. El año pasado volví a visitar la ciudad para recorrer algunos lugares que salen en la novela.
M.G.- Pilar, no tengo más preguntas que hacerte. Te agradezco mucho que me hayas atendido y espero que tengas mucha suerte.
P.G.- Muchas gracias a ti.
Candeloria Navarro es médium. Desde niña, se le presentan seres del pasado que han convertido su vida en un pozo de soledad: durante mucho tiempo padece miedos que solo la lluvia calma. Además, siente complejo por su tendencia a engordar y se percibe diferente.
Su don, para ella una maldición, le permite mantener una colaboración exitosa en algunos casos de desaparecidos que investiga Víctor Garrido, inspector de la Policía Nacional en A Coruña. Así, en 2018, Candeloria tiene una premonición: está a punto de cometerse el asesinato de una mujer. A partir de este momento, se pregunta si el destino puede cambiarse y buscará a la posible víctima con la ayuda del inspector. La cuestión se complica cuando se enamora del policía, un amor imposible, y por la conexión de su presagio con Dai Vernon, un famoso ilusionista que vivió en el siglo xx al otro lado del Atlántico, en Magic Castle, precursor de la «magia de cerca» y que en 1970 construyó un reloj de bolsillo muy peculiar, la única pista que parece concluyente. ¿Logrará ella evitar el crimen?
Una novela apasionante, en la que la magia, el misterio y la recreación histórica se dan la mano para denunciar el estigma social al que se ven sometidas las personas que no siguen determinado canon y que te atrapará entre sus páginas.
Muchas gracias, Marisa, por tu magnífica entrevista y por este espacio en tu blog. Me encantó charlar contigo!!
ResponderEliminarPues tampoco conocía a esta autora así que gracias por esta interesante entrevista. Tiene buena pinta la novela.
ResponderEliminarBesotes!!!