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miércoles, 13 de marzo de 2024

SOLO (DRAMA - 2018)

Año: 2018

Nacionalidad: España

Director: Hugo Stuven

Reparto: Alain Hernández, Aura Garrido, Ben Temple,

Género: Drama

Sinopsis: Fuerteventura. Septiembre de 2014. En busca de la ola perfecta, el joven surfista Álvaro Vizcaíno se precipita por un acantilado en la zona más inaccesible de la isla. Lo que iba a ser una increíble jornada deportiva se transforma en 48 horas de agonía extrema. Con el cuerpo malherido y la cadera rota, deberá vencer a una naturaleza implacable y hacer frente a sus propios miedos para intentar sobrevivir... Basada en hechos reales.

[Fuente: Filmaffinity]


Siempre me gustó ver películas basadas en hechos reales, especialmente si tratan sobre experiencias que ponen al hombre en situaciones límites de supervivencia. La capacidad de superación del ser humano es prodigiosa. Cuando las fuerzas parecen abandonarnos, el espíritu de lucha puede mantenernos con vida lo suficiente como para salvar el pellejo. Por eso he querido ver Solo, porque este largometraje narra las 48 horas más angustiosas que pasó al surfista Álvaro Vizcaíno en 2014, cuando estando de vacaciones en Fuerteventura, resbaló por una ladera y cayó al mar. Cuatro años más tarde publicó un libro titulado igualmente Solo, en el que contaba su historia. El cineasta Hugo Stuven la ha adaptado a la gran pantalla. Os cuento qué me ha parecido la película.

Solo comienza en una playa. Álvaro (Alain Hernández) contempla cómo Ona sale del mar con su tabla de surf. La pareja está pasando el día junto al mar y conversan. Ella le pregunta por qué él la ha llevado a ese lugar. Él quiere contarle una historia, lo que le ocurrió cuando quedó a la deriva aquel 14 de septiembre de 2014. De este modo, el presente -lo que nosotros pensamos que es el presente- se alterna con el pasado.

Y en ese pasado nos retrotraeremos a la noche previa en la que todo ocurrió. Álvaro estaba de fiesta. Ona bailaba con otro hombre. Y Nelo, el amigo surfista de Álvaro anuncia que lo deja todo para formar una familia. Son un grupo homogéneo, gente que ama la naturaleza, el mar, que ha roto con las ataduras de la ciudad y que solo viven realmente cuando hacen surf. A la mañana siguiente, Álvaro pone rumbo a una zona de dunas. Quiere bajar a una cala desierta, adentrarse en el mar, y coger algunas olas, pero su pie resbala por una ladera y queda colgando de un precipicio. No hay nadie alrededor. Si trata de coger su móvil de la mochila que lleva a la espalda, terminará por caer al mar. Así que opta por tirarse él, cuando cree que es el momento más apropiado para no golpearse contra las rocas. A partir de ese momento, Solo narra las múltiples calamidades que le ocurrirán durante las 48 horas siguientes, hasta ser rescatado. 

Qué me ha gustado de la película

Lo primero que llama la atención son los paisajes y la fotografía. Playas volcánicas, acantilados, y el mar de un azul intenso conformarán la parte más bella de la película. Hay momentos en los que veremos a los jóvenes surfear las olas, en una comunión perfecta entre el hombre y el mar. Las imágenes son muy bellas.

Con respecto a la trama, me gusta la parte en la que Álvaro batalla contra el mar, tratando de ponerse a flote y salvarse. Aunque hay algunos actos que no entiendo, lo vamos a ver tratando de sortear rocas y llegar hasta una cala.  Imagino que el rodaje de la película habrá sido complicado y eso hay que reconocerlo. Las imágenes nos muestran a un hombre colgando literalmente de un acantilado. La cámara se aleja. Está completamente solo. Y aunque sabemos que no excesivamente lejos debe haber un equipo de rodaje, y que él está debidamente asegurado, no deja de ser impactante verlo aferrado a la pared rocosa. 

Por aportar algo más señalaría la lección de vida que aprende Álvaro. Su experiencia lo conduce a una examen de conciencia, a examinar cómo ha sido su vida hasta ese momento, entendiendo cuáles han sido esos errores que debe enmendar.

Qué no me ha gustado

Y si decía antes que lo que más me ha gustado de la película son los momentos de supervivencia, las escenas en las que vemos a Álvaro batallando contra el mar, tratando de salvarse, lo que menos me ha gustado es todo el resto, que es bastante. Es decir, los momentos en los que el surfista y la chica hablan del pasado, de la relación que tienen en ese momento, de lo que le gustaría a uno y a otro, me ha parecido como de cartón piedra. Diálogos tontorrones, insustanciales, que no aportan nada. Tampoco me parece creíble la amistad entre Álvaro y Nelo, la reacción del primero cuando el segundo le cuenta que ha pensado en cambiar de vida, que lo de surfear de aquí para allá está bien pero que, llegados a una edad, necesitas otras cosas. Es todo muy artificial.

Por momentos se hace lenta. Las escenas de lo que pensamos que es el presente rompen por completo la poquita tensión que se genera en las situaciones más complejas, con lo que el ritmo es irregular.

Personajes e interpretación

Del pasado de Álvaro sabremos bien poco. El guion va dejando caer datos aquí y allá sin orden ni concierto. Al parecer tiene poca relación con la familia y menos aún con su padre. ¿Por qué? No sabemos. En eso no se profundiza. Y con respecto a Ona, también parece que estuvieron un tiempo juntos pero algo pasó entre ellos y terminaron la relación. Sin embargo, Álvaro sigue enganchado con ella. Es decir, el personaje no está bien perfilado. Así que, cuando cae por el precipicio, lo conocemos tan poco que lo que le ocurre te importa lo justo. Es como si te enteras del accidente que ha tenido un conocido tuyo al que no ves hace diez años. La historia te impacta durante unos segundos y, al momento, sigues con tu vida.  

A partir del momento en el que tiene el accidente, Álvaro lo va a pasar realmente mal. Heridas, cortes y huesos rotos le impedirán moverse en el agua y nadar hacia una parte menos rocosa, hacia la playa. La sed, el hambre, las gaviotas, el frío de la noche y el calor del día serán sus mayores enemigos. Tuvo que haber sufrido mucho y, sin embargo, Alain Hernández no me ha transmitido todo ese sufrimiento. El actor no me convence ni en los momentos más complicados. Se le nota mucho que está actuando y no resulta creíble. Lo veremos desesperado, hundido, con miedo, pero esas emociones no nos llegan, no traspasan la pantalla, con lo que me enfrenté a este drama con bastante frialdad. Es más, hay un momento en el que personaje madura y llora, pero nada, que no conmueve. 

En definitiva, la historia real de Álvaro Vizcaíno (puedes leer una entrevista aquí) es para conocerla (yo no la conocía) y en ese sentido me parece muy encomiable que se opte por contar estos hechos a través del cine, para conocimiento del mundo, pero a esta película le falta emoción, profundidad, tensión, y todo lo que se supone que tiene que tener una película que nos habla de cómo un hombre supo sobreponerse a una situación extrema y consiguió salvarse.

La tenéis en Netflix




Tráiler:





miércoles, 8 de abril de 2020

EL SILENCIO DE LA CIUDAD BLANCA (THRILLER - 2019)


Año: 2019

Nacionalidad: España

Director: Daniel Carpalsoro

Reparto: Belén Rueda, Javier Rey, Aura Garrido, Manolo Solo, Àlex Brendemühl, Sergio Donado, Ramón Barea, Itziar Ituño, Pedro Casablanc, Rubén Ochandiano, Richard Sahagún, Ramón Agirre, Josean Bengoetxea, Itziar Aizpuru, Joseba Apaolaza

Género: Thriller

Sinopsis: Vitoria, 2016. Los cadáveres de un chico y una chica de veinte años aparecen desnudos en la cripta de la Catedral Vieja. Unai López de Ayala, un inspector experto en perfiles criminales, debe cazar al asesino ritual que lleva aterrorizando a la ciudad desde hace dos décadas. La sucesión imparable de crímenes y una investigación policial contaminada por las redes sociales llevarán al límite a Unai, enfrentándolo a un asesino camaleónico y despiadado que podría estar más cerca de lo que creía.

[Fuente: Filmaffinity]


A Eva García Sáenz de Urturi la conocimos cuando publicó La saga de los longevos (bilogía) y Pasaje a Tahití. Poco después quiso rendir homenaje a su ciudad natal y publicó una trilogía cuyos acontecimientos ocurrían en Vitoria. La saga, compuesta por El silencio de la ciudad blanca (2016), Los ritos del agua (2017) y Los señores del tiempo (2018), tuvo muy buena acogida entre los lectores, consiguiendo que fueran muchos los que se engancharan a las investigaciones de Kraken, un ertzaintza marcado por una desgracia familiar. Admito que las buenísimas opiniones de esta trilogía me tentaron poderosamente pero, muchos sabéis que rehúyo de las series. Aún así me lo planteé. Sin embargo, al descubrir que iban a llevar el primer título a la pantalla grande, me frené en seco. Prefería ver la película en primer lugar, y aquí estoy, con más pena que gloria porque, me temo que Daniel Carpalsoro, director de esta cinta y que tiene, bajo mi punto de vista, un único peliculón a sus espaldas -Cien años de perdón-, le ha hecho chico favor a la autora vitoriana.

Extrañada por lo que la película me ofrecía y lo que yo había leído sobre la novela, me puse a indagar en Internet, y encontré estas declaraciones del director y de la autora:

"La película es una interpretación de la novela", explica Calparsoro. "La novela son 500 páginas y esto es una hora y media de película y hay que elegir, no puedes meter absolutamente todo. Y luego el lenguaje cinematográfico es distinto al literario. Podríamos decir, como comenta muchas veces Eva [García Sáenz de Urturi], que la película forma parte del universo de la trilogía de El silencio de la ciudad blanca, pero no es una traducción de la novela". [Fuente: Tráveler

Vale, no es una adaptación propiamente pero aún así, me ha parecido una película muy mediocre, cuando tenía unos buenos mimbres. Os cuento.

El silencio de la ciudad blanca comienza en créditos con el repaso a una serie de crímenes que sucedieron en Vitoria por el año 1999. En los lugares más emblemáticos y llenos de historia de la ciudad, se fueron cometiendo asesinatos que seguían un patrón muy concreto. El asesino, al que apodaron el asesino de los durmientes, elegía a una pareja de niños -un niño y una niña-, que no se conocían. Después de arrebatarles la vida, los colocaba en un lugar significativo, dispuestos en una posición exacta, desnudos y con un eguzkilore, es decir, una flor del sol, colocado sobre sus genitales. En el primer asesinato los niños tenían cinco años, en el segundo tenían diez, en el tercero tenían quince años. Por aquellos crímenes inculparon al joven Tasio, un joven vitoriano de buena familia, y conductor de un programa de la televisión local llamado Telúrico, en el que se analizaban las leyendas más antiguas de Vitoria. Tasio lleva desde entonces en la cárcel, desde donde ha escrito varios libros. Sin embargo, veinte años después de aquellos crímenes, vuelven a cometerse una serie de asesinatos en la ciudad, justo cuando se están celebrando las fiestas de la patrona, la Virgen Blanca. De nuevo, en el interior de la Catedral Vieja, aparece una pareja sin vida, un joven y una joven de veinte años, desnudos, con un eguzkilore sobre sus genitales, y de cuyas bocas salen abejas vivas. Este parece el modus operandi del asesino, narcotizarlos primero y luego, cuando están totalmente conscientes, introducirles abejas en los pulmones, lo que les provocará una muerte muy dolorosa.

Los encargados de investigar los nuevos crímenes son el inspector Unai (Javier Rey), al que llaman Kraken en su círculo más íntimo, junto a su compañera Estíbaliz (Aura Garrido). Ambos tendrán que rendir cuentas a la subinspectora Alba (Belén Rueda), recién llegada de Francia. Los tres tendrán que averiguar quién es el asesino, si Tasio fue condenado siendo inocente, o si se trata de un imitador. Al mismo tiempo, a Unai le irán enviando fotos en las que aparece él, en distintos momentos de la investigación.

En cuanto al asesino, a mitad de película sabremos quién es. Esto no supone ningún problema, más bien al contrario, alienta la curiosidad del espectador porque, de lo que se trata de es averiguar por qué comete esos asesinatos, cuál es su móvil, y por qué emplea tal ritual. 

La película parte de una buena premisa. Los crímenes rituales, relacionados con viejas leyendas o la mitología, suelen ser bastante interesantes. Sin embargo, el gran problema de esta película es el guion. Desconozco la trama de la novela. Ya os he comentado antes que no la he leído, pero me parece que se ha obviado lo esencial de la historia creada por García Sáenz de Urturi. Da la impresión de que han tomado de aquí y de allá lo que les ha parecido, sin importar la coherencia, la lógica, la verosimilitud. De ahí que se sucedan escenas y situaciones que no tienen fundamento ni se sostienen, que no se terminan de explicar. Por poner unos cuantos ejemplos que no os van a destripar la historia. En esta película hay mucha gente que huye en cuanto ven aparecer a la policía. Eso nos hace pensar que están implicados en los asesinatos pero luego, no hay una explicación a tales huidas, ni siquiera se puede achacar al temor que una persona puede sentir frente a la autoridad, sin haber cometido un delito.

Luego, Unai tiene una hermana que padece una enfermedad. Poco se dice al respecto, de hecho se menciona de pasada. Para mí, todo detalle en una película o un libro debe tener una justificación. ¿No era Chéjov el que decía que si en un cuento hay un clavo en una pared, el protagonista tiene que acabar colgándose de él? Pues eso. Nada debe quedar al azar o aparecer por capricho. Sin embargo, en esta película, la enfermedad de Martina, la hermana de Unai, no aporta absolutamente nada a la trama.

Otra incongruencia más. Hay un personaje que hizo desaparecer unos informes policiales, un detalle que a mí como espectadora me dejó fuera de combate. Y es que resulta que ese personaje fue policía en su día, pero este detalle te lo dicen al final de la película.

A todo esto, la gente entra y sale de los monumentos y museos de la ciudad, en plena noche, como Pedro por su casa. Hasta donde yo entiendo, los monumentos, iglesias, museos, tienen un horario de apertura y cierre, y siempre hay algún tipo de vigilancia. En esta película, no. 

Y esto sí que me da rabia. ¿Es necesario introducir siempre un rollete amoroso para darle jugo a una trama? Las relaciones amorosas, clandestinas o no, deben aportar tensión al argumento o, al menos, tensión entre los personajes. Aquí es un aderezo más que se podía haber eliminado y el sustento del thriller no se hubiera visto afectado.

Por último, el abuelo de Unai, apicultor, hace una serie de rituales con manzanas que me dejaron perpleja. ¿Qué finalidad tienen? Es que no se explica absolutamente nada. Vale que el espectador se lo puede imaginar, y ojo que soy de las que opinan que no nos lo tienen que dar todo hecho, pero hombre, un poquito de seriedad. 

En fin, ya veis que la película me ha dejado bastante decepcionada. Lo mejor, sin duda, las escenas de la persecución sobre las cubiertas de la Catedral Nueva, un proceso que se explica en el enlace que os he dejado más arriba.

En cuanto a las interpretaciones, Belén Rueda, en el papel de la subcomisaria Alba, no está a la altura de otros trabajos. Juan Rey y Aura Garrido, me dicen poco. El único que brilla algo más es Manolo Solo pero, como el guion es un despropósito tras otro, enturbia muchísimo el trabajo de este actor. 

En definitiva, me esperaba otra cosa de esta película. Está entretenida y poco más, especialmente si haces la vista gorda a ciertas cuestiones que se tendrían que haber tratado con más cuidado y profesionalidad. Mira que defiendo el cine español pero en este caso no lo tengo nada claro.






Tráiler:   

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miércoles, 3 de julio de 2019

EL AVISO (THRILLER - 2018)


Año: 2018

Nacionalidad: Española. 

Director: Daniel Calparsoro.

Reparto: Raúl Arévalo, Aura Garrido, Hugo Arbués, Belén Cuesta, Antonio Dechent, Aitor Luna, Luis Callejo, Sergio Mur, Julieta Serrano, Juan López-Tagle, Antonio Durán, Alfredo Villa, Patricia Vico, Javier Perdiguero, Jorge Usón, Álvaro Villaespesa, Jon Bermúdez, Mateo Jalón, Ignacio Herráez, Victor Castillo. 

Género: Thriller.

Sinopsis: Nico, un niño de diez años, recibe una carta con una amenaza de muerte, pero nadie en su entorno parece creerle. Jon, un joven obsesionado con los números, investiga una serie de muertes ocurridas a lo largo de los años en el mismo lugar y que parecen tener un patrón en común. Descifrar esta secuencia quizá sea lo único que podrá salvar a Nico.


[Fuente: Filmaffinity]


Calparsoro lleva a la gran pantalla una de las novelas del autor Paul Pen, El aviso, y recurre a nombres del palmarés cinematográfico español como Raúl Arévalo, actor y director, Belén Cuesta y Aura Garrido

Independientemente de la calidad literaria de la novela, en la que no puedo entrar porque no la he leído, la película narra la obsesión, fundamentada o no, de un joven matemático. Jon Zarate es un genio de los números que sufre esquizofrenia. Controla su enfermedad con la medicación pertinente que toma a golpe de reloj. Sabremos que está de baja médica y tiene una vida tranquila hasta que su mejor amigo David es herido en un fuego cruzado. David y Jon acuden a una gasolinera, la 24 horas, para comprar hielo y allí se produce un tiroteo que acaba con David en coma. El hermano de David es policía e inmediatamente se inicia una investigación pero Jon también hará sus propias averiguaciones y descubrirá que en ese lugar se han cometido diversos asesinatos a lo largo del tiempo, todos en la misma fecha, el 12 de abril, y en todos ellos han estado implicados el mismo número de personas, con las mismas edades. Se produce así una ecuación matemática que Jon debe resolver.

Diez años después de este luctuoso hecho conoceremos a un niño de diez años que sufre acoso escolar. Nico es el típico niño del que abusan los mayores del centro escolar. Vive con su madre Lucía quien intenta enseñar al pequeño que debe hacer frente a sus propios fantasmas pero el niño vivirá un infierno doble, al que le someten sus compañeros de aula y el que le produce una nota intimidatoria que encuentra en su mochila y que parece proceder de un adulto. 

Las dos líneas temporales irán avanzando de forma paralela. Solo en las primeras escenas de Nico se nos advertirá que hemos dado un salto hacia delante en el tiempo pero el espectador sabrá que Jon, David y Andrea, la novia de la víctima, forman parte del pasado, mientras que Nico y Lucía constituyen el presente. Aún así, reconozco que a veces me despistaba y mezclaba hilos temporales que, dicho sea de paso, se sustentan en las Cuatro Torres de Madrid pues si bien en el pasado aparecen en construcción, ya en el presente están en pleno funcionamiento. 

El punto de partida de la película es bueno, diría que incluso bastante bueno pero ocasionalmente el guion carece de sustento. Inicialmente desconocemos la relación que existe entre Jon y David. Más adelante sabremos que son simplemente buenos amigos pero también se da a entender que Jon y Andrea tuvieron un pasado que se quebró tras un ingreso prolongado de Jon en una unidad psiquiátrica. Un dato al que, de haberlo entendido bien, se le podría haber sacado más sustancia. Luego, existen ciertas cuestiones que quedan muy en el aire, y que deberían de haber quedado más apuntaladas sin necesidad de entrar en demasiada profundidad.  A eso hay que añadirle que ciertos detalles carecen de credibilidad. Pongo un ejemplo, ¿qué madre se queda impasible cuando ven que golpean a su hijo? ¿Qué madre no se come al director del centro educativo nada más ver que a su hijo lo están golpeando? Lucía se lo piensa. En lugar de exponer una queja en dirección intenta aleccionar a su hijo e infundirle valor para que devuelva con golpes los golpes que recibe. Y sigo, las consecuencias de algunos hechos de vital importancia se circunscriben únicamente a Madrid y más concretamente a un hospital madrileño, como si solo hubiera uno. No puedo dar más detalles pero si veis la película, advertiréis que es un dato que choca.

Desconozco si todo esto se produce tal cual en la novela. En cualquier caso, tengo que reconocer que la cinta mejora levemente a medida que nos vamos acercando al final, que se produce algún giro interesante que levanta algo el ánimo del espectador pero no lo suficiente como para salvar la película en su totalidad. Creo que, si bien las interpretaciones no son muy significativas -he visto a Raúl Arévalo toreando en mejores plazas- la peor baza se la lleva el guion que es flojo y con lagunas. ¿De dónde procede esa ecuación de la que os hablaba antes? De todos modos, los personajes tampoco están muy bien definidos. Me ha faltado algo más de curriculum en el caso de Jon, así como en la relación que él mantiene con David o con Andrea. 

En definitiva, El aviso tenía buenos mimbres -suspense, acción, intriga y algo sobrenatural o fantasía- y sin embargo el filme se balancea como un barco en plena tormenta por los fallos de guion, por unas interpretaciones que no terminan de cuajar y por una dirección que luce poco. Como mero entretenimiento está bien pero no deja poso ninguno, ni mueve ni conmueve. 





Tráiler:

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miércoles, 21 de febrero de 2018

LA NIEBLA Y LA DONCELLA (THRILLER - 2017)

Año: 2017

Nacionalidad: Española.

Director: Andrés M. Koppel.

Reparto: Quim Gutiérrez, Verónica Echegui, Aura Garrido, Roberto Álamo, Marian  Álvarez, Paola Bontempi, Sanny van Heteren, Isak Férriz, Cristóbal Pinto, Santi López, Quique Medina, Beneharo Hernández, Jorge Kent, Elena Di Felice Benito, Fernando Navas, Adrián Galván.

Género: Thriller. Suspense.

Sinopsis: No siempre las cosas son como parecen y a menudo, lo obvio resulta ser lo real. Al sargento Bevilaqua, de la Guardia Civil, le encomiendan la tarea de investigar la muerte de un joven en la isla canaria de La Gomera. Todo apuntaba a Juan Luis Gómez Padilla, político de renombre en la isla, al que un tribunal popular absolvió a pesar de la aparente evidencia de las primeras pesquisas. El sargento y su inseparable cabo Chamorro intentarán esclarecer este embrollado caso, con presiones políticas y con la dificultad añadida de intentar no levantar suspicacias al reabrir un caso que sus compañeros daban por cerrado.

[Fuente: Filmaffinity]


Comienzo esta reseña con una petición al respetable. Por favor, que alguien que haya leído el libro me explique quién mató a quién y por qué. Tenía tantas ganas de ver esta película que cuando por fin lo hice, fui incapaz de seguir el hilo del argumento. Me pasé la hora y media de metraje intentando captar alguna pista que me aclarara tantas y tantas cosas que para mí se quedan flotando en el limbo. ¿Era un problema mío? ¿Estaba baja de neuronas? Con alivio comprobé que no. Hablé con varios amigos que habían visto este largometraje y también leí numerosas opiniones. A grandes rasgos la mayoría de los espectadores coinciden. El guion no está bien hilvanado y adolece de lagunas sustanciales.

La niebla y la doncella adapta la novela homónima de Lorenzo Silva, la tercera de la serie policiaca Bevilaqua y Chamorro que se compone de un total de diez entregas hasta la fecha. No sé hasta qué punto el autor madrileño estuvo implicado en esta adaptación. Quiero entender que nada en absoluto porque de otro modo no comprendo el resultado final. Creo que, independientemente de la calidad de la novela, esta película no le hace justicia.

La historia comienza en diciembre de 2013. En la isla de La Gomera, una persecución por las carreteras serpenteantes de la isla y el hallazgo de un coche de alta gama abandonado en mitad de un descampado dan la voz de alarma. El vehículo pertenece a un consejero del Cabildo y tiene manchas de sangre en su interior. Inmediatamente se inicia una investigación que da como resultado el hallazgo del cadáver de un joven isleño. Pero parece que el caso entra en un callejón sin salida y no se consigue averiguar quién es el asesino. Tres años más tarde se reabre la investigación y las altas esferas de la Guardia Civil deciden poner al frente de la misma al sargento Bevilaqua y a la cabo Chamorro. Contarán también con la colaboración de la cabo Anglada, una joven guardia civil que ya estuvo implicada en la investigación del caso tres años atrás. Chantajes, drogas, asesinatos, sexo,... estos serán los elementos que sostengan la investigación.

La niebla y la doncella tiene un buen arranque. Un vehículo que circula a toda velocidad, una persecución nocturna y frenética, el hallazgo de un cadáver y un vídeo en el que se ven a dos jóvenes practicando sexo atraen al espectador y sin embargo, el desarrollo no funciona. A medida que vamos avanzando en la trama sentí que me perdía más y más. ¿Qué ocurre realmente con este largometraje? Bueno pues, para empezar, si quieres que el espectador entienda todo lo que ocurre debes de ofrecer un buen sonido, que no lo tiene, y un reparto que vocalice correctamente, que tampoco lo tiene, y en según qué momentos tienes que preguntarle al de al lado: '¿Qué ha dicho?' Luego, y aquí la cosa se agrava, hay cambios de escena sin explicación de por medio. Del hallazgo de un coche cuyos asientos están manchados de sangre pasamos a la mitad de un bosque, envuelto en niebla, donde localizan el cuerpo de un joven. Y digo yo, ¿cómo llegan ahí? Ni idea pero una es paciente y le da tiempo al guionista y director para que lo expliquen. La explicación no llega en ningún momento. Eso por no hablar de los diálogos, insulsos e impostados que restan credibilidad.

Por otra parte, hay un personaje muy secundario, tan secundario que solo conoceremos su apodo, y que es objeto de diversas conversaciones informales y personales entre Bevilaqua y Chamorro. ¿Quién es ese personaje y qué relación tiene con ellos? Bueno, a la larga entenderemos de quién se trata pero es un personaje tan intranscendente que no aporta nada. El único motivo por el que sería razonable que saliera a relucir sería por conformar la esfera íntima y personal de Chamorro, como si fuese algo que pudiera afectar seriamente a su trabajo, cosa que no ocurre y por lo tanto, si se hubiera suprimido tampoco hubiera afectado al argumento. Al revés, porque es solo paja. 

Con respecto al reparto, a mí me sorprendió que el sargento Bevilaqua y la cabo Chamorro estuvieran interpretados por actores tan jóvenes como Quim Gutiérrez y Aura Garrido. Bueno, Gutiérrez ya va camino de los 40, así que no es tan joven pero lo parece. Yo tenía en mente que estos dos personajes, tan seguidos por los lectores, eran algo más maduritos. En cualquier caso, y dado que yo no he leído la novela, parece ser por lo que he podido averiguar, que estos dos actores encajan bastante bien en el perfil de sus personajes literarios. Ya me diréis los que habéis leído el libro.

¿Y hacen una buena labor de interpretación los actores? Bajo mi punto de vista, La niebla y la doncella no va a sobresalir por las interpretaciones. Quim Gutiérrez no convence. A veces le llega la inspiración y consigue transmitir algo de sus dudas, de sus incertidumbres,... pero prácticamente todo el metraje es pura planicie. Y lo mismo ocurre con Verónica Echegui, que se mueve sinuosa entre sus mandos pero con una sensualidad carente de contenido. No hay química por mucho que se quiera forzar. Así que, de todos ellos, quisiera destacar a Aura Garrido que, a pesar de ser una actriz que tampoco me resulte especialmente brillante, tiene algo -no me preguntéis el qué-, que me gusta. Es como si le aportara a sus personajes un toque de misterio o de reserva. A su vez, Marian Álvarez está muy desaprovechada, por no hablar de Roberto Álamo que acostumbra a pisar con fuerza y aquí no se queda atrás.

Pero si tengo que hablar de los puntos fuertes de la película -lástima que el pésimo guion sea un gran agujero negro-, tendría que decir que la parte técnica consigue aprobar de manera muy aceptable. La Gomera aparece ante nuestros ojos sumergida frecuentemente bajo un banco de niebla que todo lo envuelve. La ambientación nebulosa consigue crear suspense y misterio y eso contribuye a fomentar la intriga en la trama. A todo ello, los paisajes de la isla, tan agrestes, dan pie a una bonita fotografía.

En definitiva, La niebla y la doncella es posible que te deje un regusto amargo. Vas a pensar que te has levantado aturdido porque en algún momento te dirás a ti mismo: 'Sé que está pasando algo importante y no me estoy enterando'. Tranquilo, no es culpa tuya ni de tu lucidez, es simplemente que el guion hace aguas, que falta información, que los investigadores van atando cabos pero lo hacen ellos en su cabeza porque al espectador no le explican nada. Una pena que el resultado haya sido tan nefasto cuando, probablemente, la novela es bastante buena.


  
Tráiler:



 






 

[Fuente imágenes: Filmaffinity ]
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