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lunes, 12 de febrero de 2024

MIRAFIORI de Manuel Jabois

Editorial: Alfaguara
Fecha publicación: octubre, 2023
Precio: 18,90 €
Género: narrativa
Nº Páginas: 208
Encuadernación: Tapa blanda con solapas
ISBN:  9788420461434
[Disponible en eBook y Audiolibro;
puedes empezar a leer aquí]

Autor

Manuel Jabois nació en Sanxenxo (Pontevedra) en 1978 y empezó su carrera como periodista en Diario de Pontevedra. Tras pasar por El Mundo, desde 2015 escribe en El País. También tiene un espacio diario en el programa Hora 25 de la Cadena SER. Como escritor, ha publicado la novela A estación violenta (2008), las recopilaciones de artículos Irse a Madrid (2011) y Hay más cuernos en un buenas noches (2022); Grupo Salvaje (2012) -unas breves memorias sentimentales sobre el Real Madrid-, Manu (2013) y un largo trabajo sobre el 11-M titulado Nos vemos en esta vida o en la otra (2016). En 2019 publicó con gran éxito de crítica su primera novela en Alfaguara, Malaherba. La segunda, Miss Marte (2021), terminó de consagrarlo como uno de los escritores en español más populares de su generación. Mirafiori es su tercera novela.

Sinopsis

¿Qué harías si la mujer de la que estás enamorado te confía que ve fantasmas? Valentina Barreiro y el narrador de esta historia se conocieron en la adolescencia y han compartido un secreto toda su vida. Cumplidos los cuarenta, Valentina es una actriz de éxito y él un hombre despechado y sin fortuna. Un hombre que ya sólo la ama como puede. Sólo entonces, cuando sea tarde, llegarán a conocerse de verdad. Esta es una historia sobre la belleza de todo aquello que no tiene explicación. Una novela sobre la dificultad y la emoción de no poder comprender todo lo que nos ocurre.

[Información tomada de la web de la editorial]

Manuel Jabois saltó literariamente a mi vida cuando en 2019 pude conversar con él sobre Malaherba. Me encantó aquella novela (puedes leer la reseña aquí), describiendo ese momento crucial en que un niño se convierte en adulto, a través de un personaje que va calando en el lector. Luego, llegaría Miss Marte, y mis buenas sensaciones con la narrativa de Jabois se mantuvieron inalterables. La reseña de aquella novela, que puedes leer aquí, finalizaba diciendo que quedaba a la espera de su próximo libro. Es decir, tenía más ganas de Jabois. Y ese momento llegó en el último trimestre de 2023. En octubre del año pasado vio la luz Mirafiori, una lectura a la que me enfrenté los primeros días de este nuevo año. Os cuento.

La acción se inicia cuando el narrador se dirige en tren a la ciudad de Málaga. Mientras viaja, se imagina cómo será su llegada a la ciudad, donde supuestamente una mujer lo espera.


«No me esperará dentro de la estación sino en la calle, apoyada en la puerta de un Fiat 131 Mirafiori con un Ducados en la boca para encenderlo con una cerilla en cuanto me vea, como si su director le hubiese dicho "¡acción!"». [pág. 13]


Ella, la mujer que esperará fuera de la estación, es Valentina Barreiros, una famosa actriz, con la que el narrador mantuvo una relación durante veintidós años, aunque hace un lustro que se separaron. El inminente reencuentro en Málaga abre las puertas del recuerdo, y el narrador se retrotrae en el tiempo para contarnos el pasado en común. De este modo, en  capítulos sucesivos y alternos, mientras el tren avanza, el lector conocerá cómo se conocieron en Pontevedra y empezaron a salir juntos. No eran más que unos adolescentes que se metían por primera vez en las cuitas del amor -la primera relación, el primer beso y todo lo demás-, circunstancia que coincide con un hecho trágico en la vida de Valentina, la muerte de su madre.

El recorrido por la vida común de la pareja nos llevará hasta Madrid, donde residieron a los veinticinco años y donde coincidieron con Ruth García Currás, la chica más guapa del instituto, que buscará destino como actriz en la capital, y curiosamente también será personaje que aparezca en el tren destino a Málaga. En ese viaje al pasado, también surgirán otros nombres, como el de Elba e Isolina, amigas de la madre de Valen, mujeres muy particulares (y lo dejo ahí), «señoras religiosas y de dinero»y el de César, nieto de Isolina, que desapareció sin que se haya vuelto a saber de él, personaje que permite al autor describir el pantanoso mundo de las drogas. 

Hasta aquí, todo normal. Podríamos pensar que Mirafiori es la historia de amor de una pareja que, después de unos años, se reencuentra. Y realmente casi es así. Pero no queda ahí la cosa. La relación de Valentina y el narrador viene marcada por otro hecho adicional. Y es que la joven ve fantasmas. Quiero decir, Valentina ve muertos desde que tenía ocho años, algo que le viene de familia.


«Mi madre los veía, mi abuela los veía, y ellas conocen a más gente que también».  [pág. 90]

 

Aunque a Valentina no le hace ni chispa de gracia tener ese don.


«Se negaba a ver lo que tenía delante, fingía cada vez mejor que no ocurría, lo achacaba a un trastorno de la percepción de la realidad, hasta que un día me pidió, por favor, que fuese con ella a ver a un psiquiatra». [pág. 88]

 

Bueno, pues irán pasando cosas. Algunas relacionadas con la relación de pareja. Otras con el don de Valentina, Y otras tantas más de las que nos voy a contar nada. Y todo ello para llegar a un desenlace que me dejó muy noqueada. No me lo esperaba. Me vais a perdonar que sea tan clara pero justo en el momento en el que Jabois suelta la bomba, grité «¡no me jodas!», y me sonreí.

Qué me ha gustado de esta novela y qué no me ha convencido

Veréis, enfrentarme a esta novela me ha resultado una lectura muy desigual. Voy a empezar por lo negativo. Confieso que estuve a punto de abandonar la lectura en la página cincuenta. Me estaba costando muchísimo entrar en la historia. No era porque el relato no me interesara, sino porque sentía que no sabía hacia dónde me dirigía la historia. No conseguía conectar con la forma de disponer los hechos. Pero soy terca y no tiro la toalla. Continué con la lectura y me exigí paciencia. Y poco a poco, llevándome mi tiempo, fui recopilando las piezas del puzle que Jabois me proponía, las fui colocando unas junto a otras, y armé la historia. Sí, pero me costó lo mío.

Hay que reconocer que, más allá de ese obstáculo inicial que me acompañó durante un buen trecho del camino, la narrativa de Jabois es muy bonita. En esos pasajes, en los que se invita a reflexionar al lector sobre el amor, uno puede encontrar líneas memorables. El autor nos permite vagar desde el amor más luminoso hasta ese otro en el que, como reconoce el propio narrador, se traspasa la linde de la obsesión. 

Las desiguales sensaciones que experimenté durante la lectura quedaron barridas por ese desenlace que os comento. No lo vi venir. Pero si lo pienso ahora, ¿me recuerda este final a la trama de alguna película que todavía retumba en la cabeza de los espectadores? No voy a dar más detalles, pero si habéis leído esta novela, contadme. Así que, por resumir, Mirafiori es una novela con un discurrir que para mí no ha sido nada llano, hasta ese final que pone todas las piezas en su sitio. ¿Merece la pena? Pues, depende de la paciencia que tengas. A mí, sí me la mereció, pero reconozco que me ha gustado lo justo.

Personajes

Toda la trama de Mirafiori gira alrededor de dos personajes principalmente. El narrador es un escritor de obituarios a tiempo completo, es decir, él se dedica a dejar «escritas las necrológicas de gente que ha tenido una vida que merece ser contada cuando muere». Y las escribe cuando el sujeto en cuestión está aún vivo. Por eso viaja a Málaga, para escribir el obituario de María Jesús García Campuzano, conocida como La Nazarena, leyenda del cante jondo. Quiere hablar con la artista para que le cuente su vida y así poder usar esa información y escribir el obituario. Y aprovechando este viaje de trabajo, quiere ver a Valentina porque sabe que la actriz está rodando en Málaga.

En un momento dado llegué a pensar que este narrador me caía mal. Por lo que había hecho, por su percepción de la realidad, lo veía poco empático y bastante antisocial. Me parecía un tipo raro, que no ha sido capaz de superar la ruptura de un antiguo amor, y empieza a hacer cosas extrañas. Hasta él mismo lo reconoce.


«Sé que daba miedo. Sé que cualquiera , viendo mi historial web y entrando en mi cabeza para saber quién la ocupaba las veinticuatro horas del día, podría haber pensado que iba a matarla y suicidarme después para acabar con eso, porque me ajustaba al perfil de un asesino de mujeres». [pág. 157]

 

Sin embargo, llegó un momento en el que mis impresiones iniciales cambiaron. Dejé de ver al narrador como un tipo obsesivo y empecé a entender que hay amores que se meten tan adentro que ya no te puedes librar de ellos.

En cuanto a Valentina, no quiero profundizar en este personaje. Me parece que solo habrá un momento en el que la conozcamos de verdad. Pero para eso, tendrás que leer la novela.

Estructura y estilo

Escrita en primera persona, si hay algo que caracteriza a Jabois es la suma elegancia con la que escribe. Sus descripciones, no ya paisajistas o físicas, sino emocionales, son de una belleza extrema. No es raro toparte con una reflexión que te deje en el limbo. 

Mirafiori se estructura en dieciséis capítulos en los que los diálogos compensan una narración que, si bella, también es ardua. Y cuenta con un epílogo final en el que la voz narrativa cambia. El escritor de obituarios le cede el testigo a la propia Valentina. Ese capítulo final es que el que da sentido a todo lo anterior. Y me están entrando una ganas enormes de dejaros a aquí alguna frase bomba pero, obviamente, no lo voy a hacer.


Poco más os voy a contar de Mirafiori, una novela que habla de amor y de desamor, pero también de fantasmas, que depara una enorme sorpresa final pero que, a la vez, deja un regusto nostálgico y triste. A mí, a pesar de las impresiones iniciales, me gustó, aunque no tanto como las dos anteriores.

[Fuente: Imagen de la cubierta tomada de la web de la editorial]

Puedes adquirirlo aquí (tapa blanda), aquí (Kindle) y aquí (audilibro)


lunes, 11 de diciembre de 2023

LA BABILONIA, 1580 de Susana Martín Gijón

Editorial: Alfaguara
Fecha publicación: agosto, 2023
Precio: 21,90 €
Género: novela negra
Nº Páginas: 464
Encuadernación: Tapa blanda con solapas
ISBN: 9788420470443
[Disponible en eBook y Audiolibro;
puedes empezar a leer aquí]


Autora

Susana Martín Gijón (Sevilla, 1981) es autora de la exitosa saga de novela negra protagonizada por la inspectora Camino Vargas y compuesta por Progenie (Alfaguara, 2020) —cuyos derechos han sido adquiridos para su producción audiovisual—, Especie (2021) y Planeta (2022). Ha sido galardonada por su trayectoria literaria con el Premio Avuelapluma de las Letras, así como con el Premio Cordoblack por su contribución a la renovación del género negro, el Premio Cubelles Noir a mejor novela publicada en castellano y el Premio Granada Noir. Algunas de sus obras más conocidas son Más que cuerpos (2013), Desde la eternidad (2014), Náufragos (2015), finalista del certamen de novela Felipe Trigo, o Vino y pólvora (2016). Licenciada en Derecho y especializada en Cooperación Internacional, fue directora del Instituto de la Juventud de Extremadura y presidenta del Comité contra el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia, así como presidenta de la Asociación de Escritores de Extremadura. En 2022 fue becada por el Ministerio de Cultura por su proyecto para incentivar la conciencia ecológica a través de la expresión creativa en la residencia literaria de Holbox, en México.

La Babilonia, 1580 (Alfaguara, 2023) es su primera novela negra histórica.

Sinopsis

Año del Señor de 1580. Sevilla vive su momento de máximo esplendor como capital del comercio entre el Nuevo y el Viejo Mundo.

La Flota de Indias de Su Majestad está a punto de zarpar cuando la piel arrancada del rostro de una mujer y su cabellera pelirroja aparecen ajustadas como un disfraz macabro al mascarón de proa de la Soberbia, el buque de guerra que abre el convoy. Próxima al barrio portuario del Arenal, en una zona cercada por altos muros, se encuentra La Babilonia, el prostíbulo más cotizado de la Mancebía y donde ejerce Damiana. A pocos metros de allí está el convento de las carmelitas descalzas, donde vive en clausura sor Catalina. Ambas fueron amigas en la infancia y se verán unidas de nuevo a fin de averiguar quién cometió tan brutal asesinato y por qué. Para hacerlo pondrán en peligro sus propias vidas, pero también el secreto mejor guardado de la Corona.

[Información tomada de la web de la editorial]

A estas alturas del año, hay muchos lectores-blogueros que ya están preparando ese ranking de mejores lecturas de 2023. Si yo hiciera un post de este tipo, sin duda, tendría que incluir la novela de la que vengo a hablaros hoy. La Babilonia, 1580 de Susana Martín Gijón supuso para mí un viaje apasionante a la Sevilla del siglo XVI, para conocer la ciudad en su momento de mayor esplendor, cuando era Puerto de Indias, a cuyas orillas del río Betis (Guadalquivir) llegaban los barcos cargados de tesoros, y regresaban llenos de hombres que querían prosperar en el Nuevo Mundo. En ese contexto histórico, la autora sevillana desarrolla una trama en la que el lector se sumergirá en los bajos fondos, para conocer un elenco de personajes dispares pero bien trazados, una novela llena de elementos que llamará la atención de cualquier lector. Os cuento con más detalle.

Susana Martín Gijón, tal y como nos contó en la entrevista (puedes leerla aquí) homenajea en esta novela a la tradición del manuscrito encontrado. En la nota que antecede al cuerpo de la historia, la autora nos explica que La Babilonia, 1580 surge del hallazgo de un manuscrito, un legajo rubricado por una mujer, hallado en el Colegio de Gramáticos de Cuerva, «—edificio abandonado al que mi curiosidad temeraria me había llevado a introducirme en aras de comprobar el estado ruinoso que arrastró a la Lista Roja del Patrimonio el lugar donde ya se impartían clases de gramática hace cuatrocientos años». En ese edificio, sito en la provincia de Toledo, Susana encuentra supuestamente un manuscrito, fechado en el siglo XVIII«más el transcriptor aseguraba haber realizado una copia fiel de un manuscrito del siglo XVI». Ni corta ni perezosa, se mete ese puñado de hojas en la mochila y sale zumbando del edificio. ¿Qué historia contiene ese legajo? Pues, ni más ni menos, que la historia que vamos a leer en esta novela. A pesar de que el texto está fechado en tiempos en los que el lenguaje era muy distinto al de hoy, Susana aclara que, lo que vamos a leer, es una versión actualizada de esa historia, con un lenguaje más comprensible, pero sin haber modificado ni el contenido de los hechos ni la esencia del relato.

Situémonos. Imaginemos que estamos en Sevilla, en el año 1580. La ciudad despierta un día de agosto con una terrible noticia. Una mujer ha sido hallada muerta en la Soberbia, una de las naves de la flota de Indias. En realidad, no se trata de un cuerpo en sí, sino del rostro de la víctima que alguien ha superpuesto sobre el mascarón de proa.


«...sobre la faz esculpida del león, alguien ha superpuesto el rostro arrancado de una mujer. La piel desollada y una cabellera roja le otorgan al guardián de la embarcación un aspecto sobrecogedor». [pág. 37]

 

Se trata de Violante, la curandera del prostíbulo La Babilonia, una prostituta que se encargaba de cuidar a las jóvenes, con sus hierbas y remedios caseros«una bruja buena que salva a muchas de la peor de las suertes, incluida la de la temida preñez». El hallazgo cubre de una espesa sombra negra la nave y la empresa que tienen entre manos. Cuando llevaban meses preparando la partida hacia las Indias, reclutando a la tripulación, llenando las bodegas del barco con la mercancía con la que se pretende negociar en el Nuevo Mundo, y consiguiendo las autorizaciones pertinentes, este trágico suceso lo cambia todo. El barco está maldito y muchos hombres desisten de embarcarse. La empresa peligra. Sin hombres, la flota no puede echarse a la mar y, por ende, las mercancías que esperan en las tripas del barco pueden echarse a perder. 

Los responsables del navío tratan de quitar hierro al asunto. Animan a los hombres a no dejarse llevar por supercherías, pero una nueva muerte tendrá lugar. Esta vez, el cuerpo de otra prostituta aparece en otra nave. ¿Alguien está intentando sabotear la partida de la flota?

Al margen de estos sucesos, conoceremos a Damiana. Es una joven exótica de dieciocho años y rasgos singulares. Tiene «ojos almendrados, pómulos prominentes, unos labios muy gruesos y una nariz aguileña que le da aire de ave rapaz». No es muy guapa pero está muy cotizada en la mancebía donde trabaja. Allí, en La Babilonia, la joven ofrece sus servicios. Es el único hogar que conoce. Y sus compañeras, su única familia. A Damiana, la muerte de Violante la dejará muy marcada. 

En otro punto de la ciudad, se alza el Convento de las Carmelitas Descalzas, fundado por Santa Teresa de Jesús, y regido por María de San José, la abadesa a la que llaman la monja letrera. Allí reside sor Catalina, una joven sin familia, que consigue tomar los hábitos, gracias a la dote que le dejó en herencia una viuda. La vida de sor Catalina transcurre lejos de lo que se cuece fuera de los muros del convento. Entregada a Dios, tiene techo y comida, y el apoyo de un  cura que la visita ocasionalmente, y le hace llegar lecturas que no todo el mundo aprobaría. 

Damiana y Catalina (Carlina para la joven manceba) fueron amigas en su día Para saber cómo se conocieron, la acción se retrotrae a febrero de 1571. Por entonces, eran dos chiquillas que no tenían donde caerse muertas y trataban de ganarse la vida como podían, sisando aquí y allá algún mendrugo de pan. Más que amigas eran como hermanas, pues solo se tenían la una a la otra. Pero algo pasó entre ellas que las distanció. Carlina tomó una decisión y Damiana, por motivos personales, no se lo ha perdonado. Sin embargo, ha pasado mucho tiempo desde entonces y Damiana necesita la ayuda de Carlina. Ella sabe que su amiga no la dejará de lado. La otra entiende que debe ayudarla. ¿Qué necesita Damiana? La joven busca un objeto que estaba en posesión de Violante, un talismán que no debe caer en manos equivocadas porque en su interior alberga un secreto. Ahora, con la trágica muerte de la prostituta, no sabe dónde está ese objeto, el único que ha conservado de su infancia, «lo único que aún la ata a su familia y que prometió conservar».

Pero el interés de la joven no solo recae en la búsqueda de esa reliquia. También quiere averiguar quién ha matado a Violante. Le debe mucho a esa mujer y siente que está en deuda con ella.


«Violante me curó y me escondió durante semanas. Cuando estuve repuesta, ella y el resto de las mujeres me prestaron ropas, me dieron afeites, y me llevaron ante el padre que regenta la casa». [pág. 61]


Y, en medio de todo esto, de Damiana y Catalina, del convento y de la mancebía, la figura de un religioso, el cura Pedro de León, un hombre al que, tanto una joven como otra, verán de forma distinta, y al que iremos descubriendo verdaderamente a medida que avancemos en la lectura. 

Lo que os he contado hasta ahora conforma lo que sería el presente de la novela. No obstante, La Babilonia, 1580 se sustenta sobre dos hilos argumentales, ubicándose el segundo en el año 1216, en Tierra de Do a orillas del río Sankarani, frontera de Guinea, Costa de Marfil y Mali, del que no os voy a contar nada.

Qué me ha gustado de esta novela

Para empezar, debo confesar que la historia con la que se abre esta novela, la del hallazgo de un manuscrito, me la creí totalmente. Esas primeras páginas del relato dispararon mi imaginación y, a través de mi mente, vi la imagen de Susana Martín Gijón, a modo de una Indiana Jones sevillana, merodeando en las estancias de un edificio abandonado, y encontrando un puñado de hojas amarillentas, en las que alguien, a pluma y con caligrafía puntiaguda, contaba la historia de una vida. Me lo creí. De hecho, quiero creerme que todo ocurrió tal y como os estoy contando. Dejadme que fantasee de este modo.

Entrando en la trama en sí, ¿qué puedo decir? La Babilonia, 1580 me ha parecido muy entretenida y muy edificante, también. No me ha costado nada ver los hechos que transcurren en la novela; pasear por las calles de la mancebía, ver entrar a unos y a otros en el lupanar; reírme con el descaro de las prostitutas; santiguarme al traspasar el umbral del convento, donde Catalina está envuelta en sus lecturas. También me ha gustado mucho moverme por el puerto; acudir a orillas del río para ver las naves imponentes, esperando su partida; observar el trasiego de los hombres, porteando mercancías de un lado a otro; y sentarme un rato en las escaleras que bordean la catedral, para saber de qué se habla en los mentideros.

De esta novela, podría destacar muchas cuestiones que han despertado mi interés. Entre ellas, el retrato que se hace de la mujer. En esos tiempos, todos sabemos qué caminos le esperaba a una niña que se hacía mujer. No le quedaban más que dos opciones. El matrimonio, con un hombre o con Dios, y la prostitución. Si optabas por la primera de las alternativas, tu vida se reducía a parir y criar hijos, siempre atada a un hombre que, en el mejor de los casos, podía ser un buen compañero de vida. O vivir encerrada entre los fríos muros de un edificio dedicado a Dios, con el ora et labora como lema. Ahora bien, si te decidías por la prostitución, ¿qué te esperaba? Pues esas dos formas de vida, la pecaminosa y la piadosa son las que veremos en esta novela, a través de los personajes de Damiana y Carlina. ¿Cuál de las dos tenía mejor vida? ¿Cuál era más libre?


«Si las mujeres prostituidas carecían de derechos y no contaban para el resto de la sociedad, menos aún lo hacían las monjas de clausura, aisladas como ellas, pero también anuladas hasta el extremo de tener que cambiar su nombre. Hasta su identidad desaparecía». [pág. 284]


La Babilonia, 1580 está llena de mujeres con carácter. Tienen que sobrevivir de algún modo, y no tendrán más remedio que tomar decisiones y elegir un camino que, a buen seguro, no les gusta en absoluto. Pero son mujeres con redaños, que se cuestionarán el papel que el mundo les ha reservado. Por eso, nos toparemos con mujeres que lanzan reflexiones, que tratan de hacer lo que más les gusta, aun a riesgo de ser descubiertas. Son mujeres que no se resignan, que no quieren ser excluidas del conocimiento, aunque algunas vistan hábitos. De ahí que a Sor María de San José se la llame la monja letrera. Y de ahí también que Catalina sienta interés por diversas lecturas que, en principio, no eran aptas para mujeres. Todo esto lo veremos en la novela.

Por otra parte, tengo que admitir que ese segundo hilo narrativo del que os hablaba antes y que nos sitúa en 1216 me desconcertó bastante. Cuando ya estaba totalmente sumergida en la historia y paseaba por las calles de la Sevilla del siglo XVI, me fui topando con una serie de capítulos, en semi alternancia, que me sacaron un tanto de lo que es el relato principal. Esos capítulos contenían una historia en la que se nos habla de pueblos y culturas lejanas que luchan entres síhechos envueltos en una áurea de leyenda, de magia. Viendo que, en mi caso concreto, me interrumpían el fluir de los sucesos en Sevilla, tomé la decisión de leerlos de forma independiente. Es decir, seguí con la lectura del presente de la novela, y al final, volví hacia atrás y leí de una vez esos capítulos que me trasladaban a otro lugar y a otro tiempo. ¿Lo hice bien? Pues no lo sé. Imagino que Susana los va intercalando con la intención de que se lean en la forma en la que ella los dispuso pero yo preferí hacerlo de otro modo. Y creo no haberme perdido nada pues, al final, entendí la intención de la autora y de qué modo esta parte del relato cuadraba con todo lo relativo a Damiana y a Carlina. 

Y así llegué a un desenlace que me ha parecido un buen cierre, con unos sucesos previos que nos mantendrán pegado a las páginas de la novela. No sé si andaré equivocada, pero tengo la impresión de que a estos personajes que vamos a ver en las escenas finales, aun les queda mucha vida literaria. Al menos, a mí me gustaría saber qué pasa después. 

Personajes principales

Estamos ante una novela muy coral, en la que los personajes tienen tanto protagonismo como los hechos. Los nombres principales serán los de Damiana y Carlina, de las que os he hablado un poco. No obstante, la galería de personajes es amplia. Aparecerán o desaparecerán según el momento de la trama. Por mencionar a algunos, tenemos a:

Gaspar, hijo de una esclava negra, un joven que sueña con embarcarse camino de las Indias. Ejerce también de recadero de un caballero 24 y sucumbirá al amor.

* Eugenio de Ron es el hombre más admirado de toda Sevilla, piloto mayor, encargado del rumbo de los navíos. Su protagonismo se mantendrán a lo largo del todo el relato.

* Fermín, un joven calafate que acude a la mancebía con frecuencia. Supersticioso, ni querrá acercarse a un barco, tras el hallazgo de las mujeres muertes. 

* Don Pedro de León, confesor externo de sor Catalina, al que veremos algo obsesionado con las mujeres de la mancebía.

* Lucinda, una joven prostituta, compañera de penalidades de Violante y Damiana. Su papel no será nimio.

Otros muchos aparecerán entre estas páginas, personajes con mucha profundidad psicológica, bien perfilados, con un lado interior complejo, muy distinto al que muestran porque pare sobrevivir uno debe sacar las garras y enseñar los dientes. 

Sevilla y su tiempo

Me ocurre siempre con las novelas de Susana Martín Gijón, que aprendo muchísimo sobre mi ciudad y su historia. A través de sus novelas, he descubierto lugares por los que habré pasado mil veces, sin prestarles ningún tipo de atención. La autora, a través de sus narraciones, me va contando por qué esta calle se llama así o asá, qué son esos restos de piedra que a veces encontramos en un rincón olvidado, o dónde estaban esos lugares que fueron tan significativos en Sevilla. Y lo mismo ha hecho en La Babilonia, 1570, con el agravante de que ha tenido que retroceder mucho en el tiempo y emprender una labor de documentación, cuyos frutos ha volcado convenientemente y de forma certera en esta novela. Así, el lector vuelve la vista atrás, a esa Sevilla que, como dije antes, vive su momento de esplendor. Las riquezas que traían los barcos atraían a muchos raterillos, truhanes y maleantes; la ciudad se llenaba de prohombres que querían hacer negocio en las Indias; y otros pobres diablos soñaban con embarcarse en una de las naves de la flota y probar fortuna en el Nuevo Mundo. Por las plazas y calles de Sevilla veremos transitar a los diversos personajes. Asistiremos a los autos de fe en la plaza de San Francisco; sabremos de la existencia de las diversas mancebías; veremos a los personajes acudir a los mercadillos, como el Malbaratillo, «un mercado heterogéneo de objetos robados, ropa de segunda mano, mercancías procedentes de lugares remotos y cualquier tipo de producto imaginable»; o recorreremos esas gradas de la Catedral, escalinatas en las que corrían todo tipo de rumores.

Era una ciudad en la que cohabitan múltiples identidades. Incluso había mucha población negra, esclavos liberados, tantos que algunos comparan la ciudad de Sevilla con un tablero de ajedrez. Y donde había mucha gente, también había muchas formas de pensar, muchos prejuicios, muchas supersticiones. Estas últimas condicionarán mucho a ciertos personajes de la novela. Y es que, para emprender peligrosas aventuras y cruzar océanos, nada mejor que huir de aquello que traía mal fario, un asunto del que los navegantes sabían mucho. Por eso, encomendaban su alma a la protección del mascarón de proa. Por eso, no les inspiraba nada bueno ni los asesinatos en un barco, ni los cabellos del color del fuego -como el de Violante-, ni tampoco los años bisiestos.

Ladrones, caballeros 24, marineros, y putas. ¿Cómo se ejercía la prostitución en Sevilla? Para regular el ejercicio de la profesión más antigua del mundo estaban las ordenanzas del puterío. Susana Martín pone ante nosotros una serie de normas y requisitos que tenían que cumplir las mujeres para ejercer la prostitución. Me ha resultado curiosísimo todo lo que cuenta como, por ejemplo, no podían ser de Sevilla ni tener familia. Hacía falta que la joven cumpliera una determinada edad para empezar a prostituirse -algo que me dejó muy sorprendida-. También, tenían que vestir de un modo concreto si salían de los límites de la mancebía. Se menciona también a qué hora podían salir del recinto y se relata que había putas ilegales o casas de arrepentidas, «lugares de tránsito donde comenzar una nueva vida». No obstante, había tantas mujeres y tan pocos recursos que difícilmente se les podía ofrecer una comida al día, así que, desesperadas, volvían al oficio. Putas y pecadoras pero con algo que llevarse a la boca.



Ubicación estimada de la Mancebía de Sevilla, en el plano actual de la ciudad. 


Lo más paradójico... ¿quiénes eran los propietarios de estos lupanares? Agárrate que vienen curvas. Cuando lo leas te quedarás ojiplático.

Estructura y estilo

Dedicada a todas las mujeres que no hicieron historia, La Babilonia, 1580 se estructura en cuatro partes, a lo largo de las cuales se distribuyen 127 capítulos de corta extensión, algunos acabando en cliffhanger, por lo que, espoleados por la intriga y el misterio que sobrevuela la trama, la lectura de la novela volará entre las manos. Cierra el volumen un epílogo y una nota final, en el que la autora nos aclara que esta novela ha sido, hasta la fecha, su proyecto más ambicioso. En estas páginas finales, Susana se centrará en hablarnos algo más de algunos de los personajes que asoman en la historia. Principalmente pone el foco de atención en Sor María de San José, la monja letrera, desvelándonos cómo transcurrirán sus últimos días. También tendrá palabras para los personajes del hilo narrativo que transcurre en Mali, donde aclara que se inspira en «la tradición oral de los griots, que ha llegado hasta nuestros días».

Incluye también el volumen una serie de grabados antiguos, como un mapa de Sevilla, que nos ayudará a situar los escenarios principales de la historia; o un dibujo sobre el que se detallan las partes más importantes de un galeón, que también resultará de gran ayuda.

La ambientación es sobresaliente. Diría que la narración tiene un toque visual. La partida de la flota de Indias desde Sevilla está muy bien descrita, así como todo lo relativo a la gestión de un barco, lo tedioso de los días de navegación, la vida a bordo, las dificultades y contratiempos que se pueden sufrir en un galeón, la toma de tierra y los días de asueto en las escalas que hace el barco durante su travesía.

A su vez, el lenguaje está muy cuidado. Estamos en el siglo XVI y obviamente la forma de hablar no es la misma que la de hoy día. Martín Gijón ni peca de exceso ni de defecto. El lector del siglo XXI entenderá perfectamente lo que ocurre en la novela y eso que, supuestamente son hechos tomados de un manuscrito antiguo pero, en esa ficción literaria que ella crea, ya aclaró que ha adaptado el texto a nuestros tiempos. Aun así, encontraremos términos que nos resulten ajenos y que yo he querido buscar en el diccionario por simple curiosidad. 


Llegados a este punto, no puedo más que reconocer que me ha gustado muchísimo La Babilonia, 1580. Y no es solamente porque la acción transcurra en mi ciudad, sino porque considero que es una novela muy completa, un engranaje que ofrece muchos focos de atención, con una galería de personajes interesantes, que retratan lo mejor y lo peor de la época y del lugar. La Babilonia, 1580 es historia, es suspense, es amor, es sororidad, es intriga, es aventura, es conspiración,.... un entramado que nos guarda más de una sorpresa. Dicho lo cual, me gustaría recomendarte esta novela negra de corte histórica, llena de traiciones, venganzas, y objetos misteriosos, por los que algunos de sus personajes pueden acabar sus días quemados en una hoguera por el Santo Oficio.

[Fuente: Imagen de la cubierta tomada de la web de la editorial]

Puedes adquirirlo aquí:


viernes, 13 de octubre de 2023

EL PROBLEMA FINAL de Arturo Pérez-Reverte

Editorial:Alfaguara
Fecha publicación: septiembre, 2023
Precio: 21,90 €
Género: novela negra
Nº Páginas: 328
Encuadernación: Tapa dura con sobrecubiertas
ISBN: 9788420476360
[Disponible en eBook y audiolibro;
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Autor

Arturo Pérez-Reverte nació en Cartagena, España, en 1951. Fue reportero de guerra durante veintiún años y cubrió dieciocho conflictos armados para los diarios y la televisión. Con más de veinte millones de lectores en el mundo, traducido a cuarenta idiomas, muchas de sus obras han sido llevadas al cine y la televisión. Hoy comparte su vida entre la literatura, el mar y la navegación. Es miembro de la Real Academia Española y de la Asociación de Escritores de Marina de Francia.

Sinopsis

Junio de 1960. Un temporal mantiene aisladas en la idílica isla de Utakos, frente a Corfú, a nueve personas alojadas en el pequeño hotel local. Nada hace presagiar lo que está a punto de ocurrir: Edith Mander, una discreta turista inglesa, aparece muerta en el pabellón de la playa. Lo que parece un suicidio revela indicios imperceptibles para cualquiera salvo para Hopalong Basil, un actor en decadencia que en otro tiempo encarnó en la pantalla al más célebre detective de todos los tiempos. Nadie como él, acostumbrado a aplicar en el cine las habilidades deductivas de Sherlock Holmes, puede desentrañar lo que de verdad esconde ese enigma clásico de habitación cerrada. En una isla de la que nadie puede salir y a la que nadie puede llegar, inevitablemente todos se acabarán convirtiendo en sospechosos en una fascinante novela-problema donde la literatura policial se mezcla de modo asombroso con la vida.

[Información tomada de la web de la editorial]


Lo comenté por redes cuando empecé a leer este libro. El problema final, la nueva novela de Arturo Pérez-Reverte, me estaba gustando mucho. Por entonces, tenía avanzada la lectura unas cien páginas. Y en líneas generales, tras haberla leído en su totalidad, sigo manteniendo la misma impresión. No obstante, sí debo confesar que hay algún punto que me crispó una mijilla. 

No se le puede negar a Arturo Pérez-Reverte un toque de originalidad e ingenio en esta novela. Rara es la vez que leo una sinopsis antes de iniciar lectura. Me gusta la aventura, dejarme sorprender y comenzar a leer sin tener la menor idea de lo que me voy a encontrar. Por eso, si tengo intención de abordar un libro y me topo con una reseña, la leo en diagonal. Así que, cuando comencé esta lectura, fui de sorpresa en sorpresa. Os cuento.

La acción arranca en Génova, en el mes de junio del año 1960. El protagonista de esta historia, Ormond Basil,  pasea tranquilamente por las calles de la ciudad. Con sesenta y cinco años de edad, es actor de profesión pero ya hace tiempo que ningún director se acuerda de él para ninguna película. No parece excesivamente preocupado pero sabe que el dinero se agota con el tiempo. Inesperadamente, se tropieza con un viejo amigo. Pietro Malerba es productor de cine y va acompañado de Najat Farjallah, una célebre soprano cuya «belleza está a punto de marchitarse». Pietro puede tener algún trabajo para Ormond y para discutir los detalles, el productor lo invita a pasar unos días navegando en su yate Bluetta. Embarcados los tres, ponen rumbo a Corfú. No obstante, un desconsiderado temporal los obliga a recalar en la isla de Utakos. Allí, Basil, Malerba y Farjallah tendrán que alojarse en el único hotel de la isla, el Auslander. De hecho, la única edificación de toda la roca. 


«Incluso en tales circunstancias, Utakos era bellísima: un minúsculo paraíso de olivos, cedros, cipreses y buganvillas, con el embarcadero en forma de espigón bajo las ruinas de un antiguo fuerte veneciano, una colina espesamente arbolada que conservaba arriba los restos de un tempo griego, y en una concavidad de ésta, protegido de casi todos los vientos, el hotel Auslander: una villa del siglo XIX con espléndidas vistas a la costa de Albania y al relieve montañoso de Corfú,...» [pág. 16]


En la misma, además de ellos tres y del personal de servicio, se alojan seis huéspedes más. Lo que parecen unos días de tranquilidad, mientras el temporal amaina, se tornará en jornadas llenas de misterio y suspense. Todas las alarmas saltan cuando el cadáver de una joven aparece en el pabellón de la playa, «una cabaña de madera» que los huéspedes utilizan como vestuario. No será el único. Irremediablemente se irán sucediendo más muertes, lo que irá estrechando el círculo, pues cada vez van quedando menos habitantes en la isla. En Utakos, convertida ahora en la isla de los diez negritos, hay un asesino. ¿Está alojado en el hotel? ¿Es alguien que se esconde en algún rincón de la roca? Estas preguntas y otras tantas irán surgiendo entre los huéspedes y para encontrar respuestas, todos ellos dirigirán sus miradas hacia Ormond Basil, la única persona que, por su experiencia profesional, puede dar con el asesino. Con la ayuda de un escritor de novela negra español, llamado Paco Foxá, tratará de averiguar quién es el que ha cometido tales crímenes y con qué motivo.

Qué me ha gustado de esta novela

Hay muchas cosas que me han gustado de esta novela. Para empezar, me parece una genialidad hacer protagonista de una novela negra a un supuesto actor que interpretó a Sherlock Holmes en casi una veintena de películas. Ormond Basil no existió realmente pero, si les echas un vistazo a los actores (más de setenta) que dieron vida al detective creado por sir Arthur Conan Doyle, y por similitud en el nombre, podemos pensar que el personaje de Reverte está inspirado en Basil Rathbone. Por si no sabes quién es, te dejo aquí su foto.




Confieso que, al principio, pensé que Ormond Basil había existido realmente. Me sonaba el nombre pero claro, lo que realmente me sonaba era el Basil, de Basil Rathbone. Real o ficticio, a mí me sigue pareciendo una genialidad.

Luego, es una novela muy metaliteraria, en la que, por un lado, he encontrado mucha crítica al género negro y, por otra, se permite al lector visitar la trastienda de lo que debe ser una buena novela de misterio. Arturo Pérez-Reverte pone sus miras en lo que siempre se ha llamado como la novela-problema, novelas que planteaban un enigma inteligente ( respondiendo a las preguntas quién, cómo y por qué cometió el crimen) y que únicamente los lectores inteligentes podrían llegar a resolver. Aunque, «cuando una novela está bien construida, según las reglas del género, es casi imposible que el lector descubra al culpable antes que el detective». Frente a eso, «el thriller ha matado el escalofrío intelectual» y hoy día, las novelas están llenas de «detectives privados turbios, policías corruptos y rubias peligrosas», fruto de la «moda impuesta por el cine americano», y un gusto por una novela negra más insustancial porque «el público prefiere temblar a pensar».

A lo largo de toda la narración vamos a ir desvelando los elementos y requisitos que necesita una buena novela negra para ser una «novela seria». Se hace alusión al dominio de la técnica narrativa, al perjuicio que ocasiona la profundidad psicológica frente a lo verdaderamente importante, que no es más que «estimular la inteligencia o la emoción del lector». También se hace hincapié en la contribución de Agatha Christie al género  y de la que se dice que «inventó prácticamente todas las situaciones imaginables», por lo que a los autores actuales solo les queda copiar lo que ya hicieron otros. 

En fin, que todas esas reflexiones sobre el género negro me han parecido interesantísimas. Y es que, no sé vosotros, pero a mí me suele suceder que, en ocasiones, siento como si estuviera leyendo siempre la misma novela, con los mismos recursos, los mismos artificios, los mismos personajes. Hoy día, es muy difícil que una novela negra sorprenda.

Y tres cuartos de lo mismo ocurre con el cine, otro de los grandes temas de este libro. El hecho de que Ormond Basil sea un actor permite al autor adentrarse entre bambalinas, colocarse detrás de la cámara, y analizar qué cine se hacía antes, en esos años 50 y 60, haciendo a la vez un repaso a los actores más importantes del momento, grandes intérpretes que, al igual que los autores más brillantes, vieron cómo otros llegaron para desbancarlos de su lugar. Habrá lugar para recordar películas como La máscara de hierro, Dos caballeros y una rubia, La ventana indiscreta, en la que James Stewart «se vuelve detective sin pretenderlo», sin dejar atrás la maravillosa El crepúsculo de los dioses. Y siendo Ormond la encarnación de Sherlock Holmes, no puede faltar la mención a títulos como El perro de los Baskerville. Largometrajes que apetece volver a ver, o descubrir por primera vez, a la par que te invitan a reflexionar sobre el cine que se hace en la actualidad. Yo, que soy fan del cine clásico, de ese otro al que tampoco le hacía falta el color, me he preguntado muchas veces si el cine de antaño no es mucho mejor que el de ahora. A aquel le faltaban recursos y técnica pero era inteligente. Hoy día, muchas películas tienen un gran presupuesto pero cuentan con un guion muy empobrecido. 

En el otro extremo del tema, los actores y las actrices. Por estas páginas también pasean los nombres de Roger Moore, Rita Hayworth, Tyrone Power, Ava Gadner y, especialmente, Errol Flynn y David Niven. El lector encontrará muchas anécdotas tales como esta:


«—No, de las otras. La patrulla del desierto, una de la Legión Extranjera, con Ray Milland y Rita Hayworth... ¿La vio?

—Me parece que no, lo siento.

—No importa. No se perdió gran cosa, excepto la danza de Rita en un cabaret moruno —bebí otro sorbo—. Eso sí valía la pena.

Se apoyaba Gérard en el mostrador, cortésmente interesado.

—¿Ya había hecho Gilda?

—No, pero prometía —señalé las botellas en los estantes—. Hasta que dejó de prometer».   [pág. 111] 

    

Me preguntaba, ¿será cierto lo que dice de tal o cual actor? La respuesta es sí. El mismo Arturo Pérez-Reverte lo admite en muchas de las entrevistas que ha concedido estos días, a raíz de la publicación de esta novela. 

Me ha gustado también asomarme a una novela negra de corte clásico, a una novela-problema. El número de personajes te hace pensar en Diez negritos de Agatha Christie. El hecho de que supuestamente Ormond Basil haya sido el actor que más veces ha encarnado a Sherlock Holmes te pone en la mente de manera constante a Arthur Conan Doyle. Y luego está el modus operandi de los crímenes, siempre perpetrados, como podríamos decir, a puerta cerrada, aludiendo a esos asesinatos cometidos sin que, a priori, se pueda saber cómo ha entrado o salido el asesino, pues el cadáver es hallado en una habitación cuyas puertas y ventanas están cerradas por dentro. Durante toda la narración hice mis propias cábalas. ¿Quién era el asesino? ¿La dueña del hotel? ¿El camarero atractivo? Ya os adelanto que no acerté ni de lejos. 

Qué es lo que no me ha convencido totalmente

Solo hay una cuestión que, en algún momento, enturbió mi lectura. El problema final se sustenta casi continuamente en el diálogo. ¿En qué afecta la predominancia del diálogo frente a la narración? Pues que la novela se lee en un suspiro. Sin embargo, cuando ya había traspasado la mitad de la historia, tanto diálogo comenzó a incomodarme, con lo cual, surtió el efecto contrario. En vez de avanzar muy deprisa, empecé a estancarme, especialmente en las conversaciones entre Ormond y su Watson particular, Paco Foxá, del que hablaré seguidamente. Pero bueno, eso es una apreciación muy personal y probablemente, a otros lectores no le ocurra como a mí. 

Paco Foxá

De todos los personajes, a mí me intrigaba mucho que Reverte hubiera elegido a un escritor de novela negra llamado Paco Foxá, para ayudar a Ormond en la investigación de los crímenes. A medida que lo vamos conociendo, me atrevo a pensar que es un personaje que podría venir a representar al tipo de escritor que más abunda hoy día. Dice Foxá que se gana la vida con el género que está de moda (todos sabemos que el thriller, la novela negra y policíaca se llevan gran parte del pastel literario), novelas que requieren «más músculos que cerebro», pero que satisfacen a lectores porque estos ya son menos exigentes que los de antes. Y continúa diciendo, que de la treintena de novelas que lleva publicadas, «ni media docena pasaría un filtro de calidad. Las despacho en un mes». ¿Soy yo o aquí el autor está lanzando dagas a diestro y siniestro? Que lo mismo son cosas mías pero en estas afirmaciones y en este personaje, yo he visto el panorama literario actual: infinidad de nuevos escritores que surgen como champiñones; autores que son capaces de despacharse una novela cada seis meses; lista interminable de novelas negras, cuyas tramas, en muchas ocasiones, parecen muy repetitivas,... Y ojo, que no digo que tales autores y sus novelas no deban existir porque gustos literarios hay de todo tipo. A unos les gusta leer algo ligero que lo entretenga sin más complicaciones. Y otros prefieren otro tipo de lectura, que le plantee preguntas y lo empujen a reflexionar. 

Estructura y estilo

El problema final cuenta con nueve capítulos de media extensión, funcionando el último a modo de epílogo, donde se desvelará la verdadera identidad del criminal y sus motivaciones. Escrita en primera persona, en la voz de Ormond Basil, el personaje cuenta esta historia desde el presente y retrocediendo en el tiempo, eso le confiere cierta perspectiva y capacidad de análisis.

Como dije antes, la carga de diálogo es brutal, factor que suele jugar a favor de una lectura fluida pero, en mi caso particular, tanta conversación terminó por abrumarme un pelín.


En definitiva, El problema final es una novela que, bajo mi punto de vista, encierra más de lo que cuenta. Es un bonito homenaje a la novela policíaca de corte clásico que tanto éxito tuvo en su momento y que ha sido desbancada por otra forma de hacer misterio y suspense. Por suerte, autores y autoras como Agatha Christie se siguen leyendo porque aquellas novelas tenían algo especial, lo mismo que tenía el cine de la época dorada de Hollywood que nunca envejece. Así que, Pérez-Reverte mete en una coctelera a Conan Doyle, Agatha Christie, literatura, cine, escritores, actores y actrices, un buen puñado de reflexiones y nos sirve en una copa de cóctel, aderezada con una aceituna, una historia entretenida que a mí, particularmente, me ha gustado mucho leer. 

Cierro esta reseña con una frase que me parece magnífica:


«El duelo en una novela policíaca no es entre el asesino y el detective, sino entre el autor y el lector» [pág. 264]


[Fuente: Imagen de la cubierta tomada de la web de la editorial]

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viernes, 22 de septiembre de 2023

LA DESCONOCIDA de Rosa Montero y Olivier Truc

Editorial: Alfaguara
Fecha publicación: marzo, 2023
Precio: 17,90 €
Género: novela negra
Nº Páginas: 160
Encuadernación: Tapa blanda con solapas
ISBN: 9788420475837
[Disponible en eBook y Audiolibro;
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Autores

Rosa Montero nació en Madrid y estudió Periodismo y Psicología. Ha publicado las novelas Crónica del desamor (1979), La función Delta (1981), Te trataré como a una reina (1983), Amado Amo (1988), Temblor (1990), Bella y Oscura (1993), La hija del caníbal (1997, Premio Primavera de Novela), El corazón del Tártaro (2001), La loca de la casa (2003, premios Qué Leer, Grinzane Cavour y Roman Primeur), Historia del Rey Transparente (2005, premios Qué Leer y Mandarache), Instrucciones para salvar el mundo (2008, Premio de los Lectores del Festival de Literaturas Europeas de Cognac, Francia), Lágrimas en la lluvia (2011), Lágrimas en la lluvia. Cómic (2011, Premio al Mejor Cómic en el Salón Internacional del Cómic de Barcelona), La ridícula idea de no volver a verte (2013, Premio de la Crítica de Madrid), El peso del corazón (2015), La carne (2016), Los tiempos del odio (2018), La buena suerte (2020) y El peligro de estar cuerda (2022). También ha publicado el libro de relatos Amantes y enemigos (1998, Premio Círculo de Críticos de Chile), y dos ensayos biográficos: Historias de mujeres —reeditado en edición ilustrada, revisada y ampliada con el título de Nosotras. Historias de mujeres y algo más (2018)— y Pasiones (2000), así como cuentos para niños, recopilaciones de entrevistas y artículos, y Escribe con Rosa Montero (2017). Desde 1976 escribe en El País, en el que fue redactora jefa del suplemento dominical durante 1980-1981. Además de los mencionados, ha sido galardonada con el Premio Nacional de Periodismo (1981), el Premio Nacional de las Letras Españolas (2017), los premios Leyenda de la Asociación de Librerías de Madrid y Ciudad de Alcalá de las Artes y las Letras (2019), el Premio Cedro (2020) y la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes (2022). Es doctora honoris causa por la Universidad de Puerto Rico y su obra está traducida a más de veinte idiomas.

Olivier Truc nació en Dax (Francia) en 1964. Trabaja como periodista para Le Monde y fue corresponsal para los países bálticos y escandinavos, prestando especial interés a temas sociales y a las minorías. Ha producido documentales de televisión y ha publicado dos libros de reportajes. Es autor de obras como L’Imposteur y Le Cartographe des Indes boréales, y de la serie de novelas protagonizada por la policía especial de los renos formada por El último lapón (ganadora de los premios Quais du polar, Mystère de la critique y Michel-Lebrun 2013), El estrecho del lobo (2015), La Montagne rouge y Les Chiens de Pasvik. La desconocida, escrita junto a Rosa Montero, es su última novela.

Sinopsis

Es de noche y en el puerto de Barcelona un guardia hace su ronda cuando su pastora alemana se para en seco a olfatear desesperadamente un contenedor. Al llegar, los mossos hallan en su interior a una mujer inconsciente y deshidratada. Tiene una brecha en la sien, quemaduras en la cara y el cuerpo, y no recuerda quién es ni cuál es su lengua materna, pero está viva. Mientras se recupera en el Hospital Clínic, un hombre intenta asesinarla. La inspectora Anna Ripoll, experta en trata de mujeres, parece haber dado con su identidad y su dirección: Alicia Garone; 19, rue du Chariot, Lyon. En la ciudad francesa el inspector Erik Zapori busca el modo de librarse de la investigación a la que asuntos internos lo está sometiendo por delitos de corrupción y proxenetismo. Nada mejor que viajar a España a ayudar en la resolución de este caso, aunque pueda ser el más complejo de su vida.

Rosa Montero, una de las autoras más queridas y premiadas en lengua española, vuelve a la novela negra, esta vez acompañada por Olivier Truc, ganador del Premio Quais du Polar, el más prestigioso galardón francés del género policiaco.

[Información tomada de la web de la editorial]

He leído alguna novela de Rosa Montero. No todas de su extensa bibliografía. Admito que las que leí me gustaron. De hecho es una autora a la que no solo me gusta leer, sino también escuchar. En cuanto a Olivier Truc, no lo conocía. Tampoco lo he leído nunca. Hasta ahora.

Me acerqué a La desconocida cuando se iniciaban los días estivales, buscando esa lectura entretenida, amena y ágil, que no me friera aún más las neuronas, porque para eso ya teníamos la canícula sevillana. No me importaba que fuera una novela escrita a cuatro manos. Antaño, recelaba mucho de este tipo de producto literario pero, con el tiempo, y después de haber leído títulos no solo escritos a cuatro manos, sino a seis, ya nada me sorprende ni nada me echa para atrás. La desconocida ponía ante mis ojos una historia negra, con secuestros, muertes, persecuciones e investigaciones criminales. Justo lo que andaba buscando. No obstante, el resultado de la lectura no fue exactamente lo que esperaba. Os cuento.

La desconocida arranca en el puerto de Barcelona. Mientras el vigilante nocturno hace su ronda junto a su inseparable compañera Julieta, un pastor alemán con un olfato entrenado por la policía que se detiene junto a un contenedor, descubre que el container ha entrado de manera ilegal en el puerto. El vigilante da el aviso. Lo que encuentran en su interior...


«...la gran caja está por completo vacía, salvo por una persona tumbada de costado y en postura fetal justo en el centro. Es una mujer de piel muy blanca con un vestido negro de tirantes. El pelo, corto, tupido y muy oscuro, deja ver un perfil afilado. Está descalza. Si no te fijas en la cinta adhesiva que le cubre la boca ni en las bridas que le sujetan muñecas y tobillos, se diría que está durmiendo plácidamente, una perla en su concha metálica a la luz aguada del amanecer». [pág. 8]


 
La chica está viva pero no recuerda su nombre. De hecho, no recuerda nada de sí misma pues, además de estar deshidratada y con magulladuras, sufre amnesia general transitoria. Por no mencionar que, en la revisión médica le han encontrado escopolamina en sangre, la famosa droga de la sumisión, y también cuenta con numerosas marcas de cigarrillo en su brazo. ¿Se las hizo ella o se las hicieron?

Al cargo de la investigación tendremos a Anna Ripoll, la inspectora judicial cuya primera indagación es averiguar a quién pertenece el contenedor donde apareció la joven. Todo apunta a una empresa de origen francés. DominoMer es una compañía con sede en Lyon, que únicamente se encarga de ofrecer contenedores en alquiler. A priori, parece una empresa limpia pero muy pronto sabremos que está en el punto de mira de la policía gala. 

Por otra parte, la joven -a la que han puesto como nombre provisional María- es interrogada mientras está en el hospital. Parece que domina varios idiomas, incluso el español, aunque tiene un acento peculiar. Estando bajo vigilancia médica en el centro hospitalario, ocurrirá algo que dará a entender que María no es una joven más, pues cuenta con ciertas cualidades no propias de cualquier persona y que despiertan la curiosidad de Anna. No será el único hecho que suceda. Parece que alguien quiere evitar a toda costa que María recupere la memoria, que hable y que desvele todo lo que sabe.  Pero, poco a poco, la luz se irá abriendo camino en su mente.

De este modo, tendremos dos tramas. Una, la que se desarrolla en España, con la investigadora Anna Ripoll y la víctima de nombre desconocido. La otra se iniciará en Francia y tendrá como protagonista al inspector Erik Zapori, que en la actualidad está siendo investigado por asuntos internos, su compañero el inspector Laurent Fachelle, y el comisario Votart. Dado que la empresa DominoMer es el nexo de unión de ambas investigaciones, los dos hilos narrativos confluirán en uno solo, y más aún cuando se descubra la verdadera identidad de María. Así que, España y Francia irán de la mano, aunque las formas de proceder de Anna y las de Erik son totalmente distintas.

La desconocida es una novela a la que no le faltará la acción. Poco a poco iremos adentrándonos en una historia en la que muchos no son lo que dicen ser y en la que descubriremos tapaderas, corrupción, y negocios turbios. Estamos ante un relato que nace del deseo de venganza, alimentado por esos impulsos más primarios del ser humano. Todo ello para llegar a un desenlace que responde a las incógnitas que han ido surgiendo a lo largo de la lectura. Y si dije al principio que la lectura de esta novela no había resultado ser lo que esperaba no es sino porque no me ha dejado especial poso. Me ha entretenido y poco más. 

Llegados al final del libro, descubrimos una nota editorial, en la que se nos informa de que La desconocida es el resultado de la colaboración entre Rosa Montero y Olivier Truc, idea que surgió en el festival Quais du Polar, a propuesta de la editorial Points.



«Se trata de un proyecto de escritura colaborativa de una novela policíaca original, en la que los dos protagonistas, no francés y otra española, se enfrentan a las diferencias culturales entre sus dos países con la idea de contribuir a un mejor entendimiento mutuo». [pág. 155]

 


A ver, original no es que me parezca, pero sí puedo decir que yo no he advertido diferencias en cuanto a una escritura a cuatro manos. Quiero decir que el estilo está equilibrado y eso que cada uno de los autores fue escribiendo un capitulo por turno. Seguro que se lo pasaron genial. 



Qué me ha gustado y qué no me ha convencido de esta novela

Lo que me ha gustado:

- la narración cuenta con suculentos giros de guion que animarán la lectura

- transcurre a buen ritmo, que se vuelve frenético al llegar al desenlace 

- personajes dispares; cada uno con su forma de ser y, lo más importante, con su forma de trabajar; a veces saltan chispas cuando Anna y Erik están juntos (lo amplio en el siguiente punto) 

- los autores van soltando detalles, datos aquí y allá que nos permiten ir sabiendo lo que ocurre; somos nosotros los que tenemos que ir componiendo el puzle de las relaciones personales entre los personajes. 

- lectura que cumple la misión de entretener al lector con una historia que, por su extensión, se lee en un suspiro 

 

Lo que no me convence:

- he leído ya muchas novelas que arrancan con un hecho truculento en el puerto de Barcelona y además con el mismo punto de partida, el hallazgo de una joven (o de varias) dentro de un contenedor.

- la trata de blanca, tema muy esquilmado en literatura; y es que tampoco me ha aportado un punto de vista diferente. 


Personajes

La acción gira alrededor de un puñadito de personajes. Nuestra atención recaerá principalmente en María, la joven hallada dentro del contenedor, que no recuerda su nombre ni nada de lo que le ocurrió pero que, obviamente, ha estado metida en problemas. María irá desvelando poco a poco su naturaleza. Desubicada y totalmente perdida en los primeros compases de la novela, se muestra siempre alerta, como si ese fuera su instinto natural. Lo que se esconde tras su personalidad se irá desvelando a medida que ella vaya recuperando la memoria.

Anna es una mujer que ya ha visto de todo y por eso desconfía hasta de su sombra. La experiencia le otorga las tablas suficientes como para manejarse bien en una situación como la que nos plantea la novela. Tiene todo bajo control y su olfato, como a un buen sabueso, le dice que nada es lo que parece.

Por la parte francesa, Erik Zapori es de esos personajes que aportan cierta dosis de humor a un relato negro. Veremos saltar chispas en los momentos en los que coincide con Anna porque, aunque son dos personas que reman en la misma dirección, lo cierto es que se llevan tremendamente mal y eso arranca alguna sonrisa al lector. 

Luego tendremos algún personaje más, bastante importante en la trama, pero ni siquiera voy a mencionar su nombre.



Con capítulos muy cortos y un estilo fluido y ágil, La desconocida apenas traspasa el umbral de las ciento cincuenta páginas que, unido a la abundancia de diálogos, consigue que te ventiles la lectura de esta novela en solo unas horas, un día máximo. Estamos ante una novela negra que, sin llegar a sobresalir sobre el resto de publicaciones del género, al menos sí te aportará la dosis de intriga necesaria para que la lectura te mantenga entretenido hasta su desenlace.


[Fuente: Imagen de la cubierta tomada de la web de la editorial]

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