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viernes, 24 de noviembre de 2017

EL CURIOSO CASO DE BENJAMIN BUTTON de F. Scott Fitzgerald.


Editorial: DeBolsillo.
Fecha publicación: octubre, 2012.
Precio: --
Género: Relato.
Nª Páginas:272
Edición: Tapa blanda.
ISBN: 9788499080475

Autor
FRANCIS SCOTT FITZGERALD (1896-1940) es uno de los representantes más destacados de la Generación Perdida, y uno de los grandes autores de la literatura en inglés del siglo XX. Su figura se ha convertido en un icono tanto por su atribulada vida como por su excelente legado literario. 

Sinopsis

Este libro constituye la quintaesencia del mundo narrativo de Fitzgerald. En estos relatos se abordan sus obsesiones recurrentes: la melancolía por el final de una época, los claroscuros de la pareja, el fracaso o la fascinación por el lujo y la riqueza. En el cuento del título, un hombre nace viejo y rejuvenece a medida que pasan los años, adquiriendo una perspectiva del mundo insólita e inquietante. Otras historias hablan de personas que recuerdan sin tregua el momento en que perdieron su oportunidad, como en el extraordinario Regreso a Babilonia. Cada pieza es un vislumbre del seductor e imperecedero mundo narrativo de Scott Fitzgerald.

[Biografía y sinopsis tomadas directamente del ejemplar]

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La primera vez que oí hablar de esta historia fue a través de la película, dirigida por David Fincher y estrenada en 2008. El trailer de aquel largometraje no me tentó para nada y quizá por eso tenía reticencias a la hora de acercarme a esta historia. Sin embargo, solo puedo decir que estaba tremendamente equivocada. La historia en sí no es solo una delicia sino que además, es fascinante la forma en la que está narrada.

Aunque este volumen se compone de ocho relatos, yo solamente me he centrado en el que da título al libro, El curioso caso de Benjamín Button aunque, dado mi gusto por los relatos, no descarto zambullirme en los restantes.

Los Button son una familia acomodada y con buena posición social de Baltimore. Roger Button es el presidente de Roger Button & Company, un mayorista de ferretería, cuyos nervios, pues está a punto de ser padre, dan inicio al relato. El padre primerizo acude a la Clínica Maryland para Damas y Caballeros (atención al nombre) donde su hijo acaba de nacer. Impaciente corre a conocerlo pero se topa con algo que no esperaba. La reacción de los médicos y las enfermeras es totalmente desconcertante. Todos están indignados y se lamentan de que un caso como este puede echar por tierra la reputación del centro hospitalario y prácticamente «invitan» al matrimonio a abandonar el hospital con su extraño retoño. ¿Qué ocurre?, se preguntará sorprendido Roger. Pues que su hijo «es un recién nacido de setenta años, un recién nacido al que las piernas se le salían de la cuna en la que descansaba». La situación es inaudita.  «¿Qué va a decir la gente? ¿Qué voy a hacer?», se lamenta el padre. No hay más solución que coger a su hijo y llevárselo a casa. La vida continúa pero las leyes de la naturaleza se han invertido. Mientras el resto del mundo envejece, sus padres e incluso Hildegarde -la mujer de la que se enamorará-, Benjamín despierta cada día un poco más joven y ya no os cuento más.  

El relato, aparecido en primer lugar la revista Callier, el 21 de mayo de 1922, hace un recorrido vital desde el nacimiento de Benjamin hasta su fallecimiento, aunque casi me atrevo a decir mejor desaparición, una vida que se inicia en 1860 y finaliza pasado el año 1920, primera y última referencia temporal de las muchas que se mencionan en el relato. Se cuenta en el preámbulo el origen de esta historia:

«Me inspiró el cuento un comentario de Mark Twain: era una lástima que el mejor tramo de nuestra vida estuviera al principio y el peor al final. He intentado demostrar su tesis, haciendo un experimento con un hombre inserto en un ambiente absolutamente normal. Semanas después de terminar el relato, descubrí un argumento casi identico en los cuadernos de Samuel Butler».

Habrá que acudir a dichos cuadernos porque ya me ha dejado con la curiosidad. En cualquier caso, la idea no deja ser original y brillante, un planteamiento del que algún que otro publicista se hizo eco para anunciar un vehículo de alta gama.

Si os preguntáis si se da algún tipo de justificación médica, científica o divina, obviamente producto de la inventiva, sobre el motivo por el que esto ha ocurrido os diré que no. Fitzgerald pasa por alto tal asunto porque en realidad el porqué no importa. Lo único que el escritor norteamericano pretende explorar son las consecuencias que se producen cuando uno, en vez de envejecer, rejuvenece, cuando uno aparenta 50 años cuando en realidad tiene 18. ¿Cómo encaja esto en la sociedad? El protagonista, según en qué situación, sentirá rechazo y aceptación ¿Cómo repercute todo esto al protagonista?  Las ventajas se volverán inconvenientes con el paso del tiempo y viceversa. Y el amor, ¿también se verá afectado? ¡También!

Y de igual modo, el autor también corre un tupido velo sobre el personaje de la madre a la que jamás oiremos hablar y tendrá casi nula presencia, a pesar de que su importante papel en todo este asunto. Fitzgerald elude abordar la cuestión del alumbramiento. ¿Cómo es posible que una mujer haya dado a luz a un hombre? Volvemos a lo de antes. No importa, no interesa. Échale imaginación porque lo realmente interesante viene después.
Estamos ante un relato divertido a pesar del drama que supone para el protagonista todo esto. Al pobre lo veremos entrar en pánico - «Se estremeció. Su destino le pareció horrible, increíble»-, máxime cuando todo el mundo lo culpa de la situación, cómo si en su mano estuviera la solución. En cualquier caso, habrá escenas muy divertidas que te arrancarán un sonrisa y otras algo más tiernas como ese final que prácticamente es como la llama de una vela que se extingue.

La forma de narrar de Fitzgerald es fabulosa. Me encanta la sutileza que utiliza y su toque de humor. El deseo de tener hijos queda descrito por el autor como una «antigua y encantadora costumbre». Por otra parte, uno de los mejores fragmentos es el primer diálogo que se establece entre su futura esposa y el protagonista. Es divertido para el lector que ve cómo Benjamín calla por puro interés.

Después de haber leído este relato, breve pero sumamente interesante y con un final que te deja con el pensamiento colgado de la luna, después de haber disfrutado de su lectura, no descarto acercarme a la versión cinematográfica. A ver si lo hago este fin de semana.

Por cierto, indagando sobre el relato me he topado con una curiosa y desagradable sorpresa. Existe una enfermedad llamada progenia que provoca un envejecimiento prematuro hasta el punto de que hay bebés que nacen con aspecto de ancianos. No os recomiendo que busquéis fotos por Internet porque es sumamente triste. 


[Algunas imágenes e ilustraciones tomadas de Google]


Retos:

- Autores de la A a la Z
- 100 libros




Puedes adquirirlo aquí:

 

lunes, 2 de mayo de 2016

LA FRACTURA DEL RELOJ DE ARENA de Clara Peñalver.


 Editorial: Debolsillo.
Fecha publicación: abril, 2016.
Nº Páginas: 488
Precio: 12,95 €
Género: Narrativa.
Edición: Tapa blanda.
ISBN: 9788466329767
[Disponible en ebook;
empieza a leer aquí]


Autora

Clara Peñalver nació en Sevilla el 23 de abril de 1983 y se considera muy afortunada por celebrar su cumpleaños el día del Libro. Es licenciada en biología por la Universidad de Granada, ciudad en la que vive y de la que se declara fervientemente enamorada. Es autora de Sangre (Premio Mejor Escritora Novel en el Festival Imaginamálaga 2010) y de los libros que forman la serie de Ada Levy (Cómo matar una ninfaEl juego de los cementerios y La fractura del reloj de arena). También ha escrito «La venganza de Ada», un relato corto protagonizado por esta intrépida detective, publicado en la edición digital de las dos primeras entregas de la serie. Además, con la editorial Beascoa, Clara publica una línea de libros muy diferente: la colección «Hoy estoy...», formada por títulos infantiles centrados en la creatividad y la inteligencia emocional. Asimismo, Clara Peñalver es la presentadora del programa sobre arte de RTVE La mitad invisible.


Sinopsis

El nuevo caso de Ada Levy llega en el peor momento. Acaba de terminar la relación con el hombre que creía el amor de su vida, y, por si fuera poco, una de sus mejores amigas sufre de cáncer cerebral. Ada se siente obligada a pedir ayuda a la última persona a la que desearía ver: su padre, reconocido oncólogo y el hombre que la maltrató en su niñez.

Ante esta desalentadora situación, la detective casi no tiene fuerzas para investigar la desaparición del cadáver del prestigioso abogado Fernando Castellano. Sus hijos ilegítimos, apremiados por realizar las pruebas de ADN que confirmen la paternidad, quieren cerrar el asunto cuanto antes. Sin embargo, un paquete de remitente anónimo se convertirá en la clave para desentrañar un escabroso entresijo de intrigas familiares que llevará a Ada más allá de sus límites.

[Biografía y sinopsis tomadas directamente del ejemplar]


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Hace unos días os traía la entrevista a Clara Peñalver (puedes leerla aquí), que pasó por Sevilla para presentarnos su cuarta novela, o la tercera entrega de las aventuras de su protagonista Ada Levy, esa joven detective privado que junto a su jefe Enrico, resuelve todo caso de misterio que se le presente. 

Me aficioné a los casos de Ada Levy con la novela anterior, El juego de los cementerios, -aún me queda por leer la entrega inaugural, Cómo matar a una ninfa-, cuya reseña puedes leer aquí y que me pareció una lectura bastante entretenida, con una combinación de elementos lo suficientemente atractiva como para suponer una recomendación aceptable. 

En la misma línea, aunque con matices, se estructura y se desarrolla La fractura del reloj de arena, en la que se narra un nuevo caso de esta joven detective que, como viene siendo habitual, se relata en primera persona a modo de diario, como si todo se lo estuviera contando a su terapeuta, una sombra que siempre nos ha acompañado en las novelas de esta saga y que, en realidad, no es más que un reflejo del propio lector.   

En primer lugar la novela se inicia con una pequeña investigación relacionada con una joven con síndrome de Asperger, un pequeño caso que simplemente tiene un carácter introductorio y que sirve para dejar constancia de la labor propia de un investigador privado. Desde el inicio, el suspense flota en el ambiente y a decir verdad, el hecho de que esta investigación sea simplemente una antesala al verdadero caso me dio hasta rabia porque la situación se presentaba tan interesante que su breve andadura y su pronta resolución me dejó con la miel en los labios. No obstante, aún había mucho más misterio por delante. 

El problema al que Ada tiene que enfrentarse tiene que ver con la desaparición de un cadáver de la sala de tanatopraxia del cementerio de San José en Granada. Esto que, en un principio, puede parecer descabellado, ocurre con más frecuencia de lo que pensamos y así nos los explicó la autora en la entrevista antes mencionada. El cuerpo desaparecido pertenece a Fernando Castellano, un importante abogado al que no se le pudo dar sepultura pues hace tres meses su cadáver desapareció sin que hasta la fecha se haya encontrado una pista. 

A priori todo apunta a una cuestión de herencia pues existen dos hijos nacidos fuera del matrimonio que reclamaban una prueba de ADN antes del fallecimiento del abogado, pero la investigación destapará un asunto mucho más turbio, un embrollo en el que los secretos familiares ocultarán un pasado que viene a ajustar cuentas y en el que entran en juego una caja y una pequeña llave, antigüedades que en sí poseen mucha historia. 

Lo bueno de esta saga de Clara Peñalver es que las tramas no solo se centran en la investigación policial sino que también cuenta con una importante ramificación hacia lo personal, algo que nos permite conocer a su protagonista, no ya desde un ángulo profesional, sino desde una parcela más íntima. Esta doble vertiente del personaje ya la aprecié en su novela anterior y en cuanto a La fractura del reloj de arena he detectado que la carga personal tiene un importante peso hasta prácticamente la mitad de la novela. La ruptura con Hugo a la que ya asistimos en El juego de los cementerios, supuso para ella un importante mazazo cuyas consecuencias seguirá arrastrando en esta nueva entrada. Además, se da la circunstancia de que tiene que enfrentarse a la grave enfermedad de una de sus mejores amigas, un hecho que la desestabiliza aún más, aportando un fuerte dosis de carga dramática, superior a la existente en la anterior aventura. Por si esto fuera poco, aparecerá su padre con el que jamás ha tenido una relación fluida ni fácil. Pero no todo es negativo, por suerte seguirá contando con la ayuda de su amiga Andrea, la inspectora de policía que ha conseguido poner algo más de color en la vida gris que llevaba gracias a la presencia de Marga, una joven con la que inicia una relación. No obstante, los problemas parecen duplicarse o triplicarse e incluso Ada verá tambalear su amistad con Andrea.

Y al margen del terreno personal o profesional, Clara Peñalver tocará cuestiones de índole social como los desahucios, la crisis o el maltrato. Y como contrapeso, elementos que suelen aparecer en sus novelas, por un lado el sexo -aunque habrá menos contenido y escenas sexuales que en la anterior novela- y la música, tan importante para Ada y que desaparece de su vida en esos momentos en los que lo personal está por encima de lo profesional, para regresar después con más fuerza. Recalco mucho ese lado personal de la protagonista porque realmente Ada es muy humana y como tal, todo lo que le rodea le afecta y repercute en su trabajo. En la reseña de la novela anterior ya comenté cómo era esta joven, qué particularidades tenía su carácter y su personalidad, una mujer alocada, inestable y vulnerable. Sigue siendo así, y son cualidades que se acentúan en esta novela. 

Pero en La fractura del reloj de arena hay un protagonista más, la ciudad de Granada. Aunque Clara Peñalver nació en Sevilla se ha criado en la ciudad de la Alhambra a la que profesa un amor infinito. Esto es algo que se torna muy patente en la novela, a la hora de describir sus calles, sus barrios, sus monumentos y sus gentes. Sin duda, Granada ocupa una importante papel en la novela y los que viváis en esta ciudad podréis ir reconociendo los lugares por los que transita la protagonista.

jueves, 28 de abril de 2016

ENTREVISTA a CLARA PEÑALVER (La fractura del reloj de arena).


Autora
Clara Peñalver nació en Sevilla el 23 de abril de 1983 y se considera muy afortunada por celebrar su cumpleaños el día del Libro. Es licenciada en biología por la Universidad de Granada, ciudad en la que vive y de la que se declara fervientemente enamorada. Es autora de Sangre (Premio Mejor Escritora Novel en el Festival Imaginamálaga 2010) y de los libros que forman la serie de Ada Levy (Cómo matar una ninfa, El juego de los cementerios y La fractura del reloj de arena). También ha escrito «La venganza de Ada», un relato corto protagonizado por esta intrépida detective, publicado en la edición digital de las dos primeras entregas de la serie. Además, con la editorial Beascoa, Clara publica una línea de libros muy diferente: la colección «Hoy estoy...», formada por títulos infantiles centrados en la creatividad y la inteligencia emocional. Asimismo, Clara Peñalver es la presentadora del programa sobre arte de RTVE La mitad invisible.

Sinopsis
El nuevo caso de Ada Levy llega en el peor momento. Acaba de terminar la relación con el hombre que creía el amor de su vida, y, por si fuera poco, una de sus mejores amigas sufre de cáncer cerebral. Ada se siente obligada a pedir ayuda a la última persona a la que desearía ver: su padre, reconocido oncólogo y el hombre que la maltrató en su niñez.

Ante esta desalentadora situación, la detective casi no tiene fuerzas para investigar la desaparición del cadáver del prestigioso abogado Fernando Castellano. Sus hijos ilegítimos, apremiados por realizar las pruebas de ADN que confirmen la paternidad, quieren cerrar el asunto cuanto antes. Sin embargo, un paquete de remitente anónimo se convertirá en la clave para desentrañar un escabroso entresijo de intrigas familiares que llevará a Ada más allá de sus límites.


[Biografía y sinopsis tomadas directamente del ejemplar]


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Ada Levy es una joven investigadora a la que ya hemos conocido tiempo atrás. Su creadora, Clara Peñalver pasó por Sevilla la semana pasada para presentarnos la tercera entrega de esta saga, La fractura del reloj, un tipo de novela policíaca que con un añadido que la hacen diferente. 

De la saga, solo he leído las dos últimas y he decir que me han parecido muy entretenidas pero de mis impresiones ya os hablaré más adelante. De momento os dejo con la entrevista que le hicimos a Clara. Esto es lo que nos contó.


Marisa G.- Clara nos vimos en Septiembre del 2014 con la novela anterior, ¿cómo te ha tratado la vida hasta ahora?

Clara P.- Pues me ha tratado muy bien. Estoy mucho más cansada que en aquella época pero muy contenta. Desde esa fecha, aparte de seguir trabajando en esta novela, he tenido varias publicaciones infantiles para trabajar el campo de la inteligencia emocional y además en abril del 2015 empecé a trabajar en televisión, con lo cual, al final, ha habido un cambio bastante importante a nivel cualitativo y cuantitativo.

M.G.- Y este programa de televisión que se llama La mitad invisible, ¿esto cómo surge?

C.P.- Pues surge de una forma totalmente sorprendente. De repente un día recibo un correo electrónico de Blanca Flaquer, la directora del programa. Ese correo lo entendí como que estaban preparando un programa sobre un tema determinado y querían contar con mi opinión. De entrada me resultó extraño porque se trataba de un programa sobre arte, de esos sesudos de La 2, pero bueno, yo les facilité mi teléfono y cuando me llamaron me explicaron que buscaban presentadora. Por lo visto habían encontrado vídeos míos en Internet, alguna entrevista en televisión y les había gustado lo suficiente como para llamarme. Estuvimos seis u ocho personas en el proceso de selección y al final me cogieron a mí. Fue una cosa súper sorprendente. Nunca me había imaginado trabajando de forma seria en televisión. La experiencia está siendo muy bonita porque es un tema de cultura en el que se la trata de una manera muy especial, no solo desde el punto de vista sesudo y catedrático sino también con un toque de humor y perspectivas distintas. Es un formato muy especial y muy bonito dentro del campo del arte.




M.G.- Yo he estado viendo algunos programas. Se tratan temas muy diferentes, desde la Dama de Elche hasta el jazz, género musical al que llegaste gracias a Ada, la protagonista de tus novelas.

C.P.- Efectivamente. Y sí, se toca desde arquitectura, pintura, escultura, cine,... Cualquier cosa que se pueda llamar cultura. Me han dado la oportunidad de meterme en la cabeza de un montón de mentes creativas que saben mucho de lo que hablan y eso para mí es fascinante. 

M.G.- Habrás aprendido un montón, imagino.

C.P.- Estoy aprendiendo un montón. Es indescriptible. No podría explicarte bien lo que me aporta el mundo de la tele ahora mismo, tanto a nivel personal como laboral.

M.G.- Pues vamos a hablar del libro. En la anterior entrevista, ya al final, me comentaste que estabas escribiendo una nueva novela pero que estabas en un escollo porque no sabías qué hacer con un muerto. Aquello me hizo mucha gracia pero ahora veo que has superado el escollo con creces.

C.P.- (Risas) Fíjate si llevo tiempo con el muerto metido en la cabeza. De hecho me ha dado más de un quebradero de cabeza, sobre todo a la hora de averiguar la manera de sacarlo del cementerio. ¿Cómo lo saco de la sala de tanatopraxia? ¿O del recinto? Eso fue un escollo bastante importante. Lo que pasa es que tuve la suerte de contar con José Antonio, el verdadero gerente del cementerio y, en este caso, también personaje de la novela, que me enseñó todos los recovecos del cementerio, me presentó a gente que conocía algunas zonas todavía mejor que él y poco a poco fui encontrando la forma de sacarlo y de llevármelo. 

M.G.- Porque esta historia, La fractura del reloj de arena, es una nueva aventura de tu personaje, esa detective privado llamada Ada, que intenta averiguar qué se esconde detrás de la desaparición del cadáver de un abogado de reconocido prestigio. Pero la cosa se complica, ¿verdad?

C.P.- Sí, en realidad ella piensa que está buscando simplemente un cadáver con un tema de herencia detrás porque es lo que suele ocurrir en estos casos, siempre giran en torno a herencias y a temas de dinero, pero Ada al final termina metiéndose en una historia de familias, cargada de secretos oscuros que han marcado mucho a un personaje concreto. Es una bola de nieve que se generó en el pasado y en la actualidad está a punto de estallar. 

Me ha gustado meterme en el mundo del secreto familiar porque me ha dado mucho juego con Ada ya que me permitía también trabajar su pasado. El centro de esta novela es el pasado y especialmente el peso del pasado.

M.G.- En la novela mencionas que eso de que desparezcan cadáveres no es algo tan extraño. Citas unos cuantos ejemplos. 

http://www.20minutos.es/noticia/573643/0/desaparece/cadaver/herencia/
C.P.- Yo tampoco podía imaginarme que fuera algo tan relativamente común. Conocí el caso del empresario de Cee, que fue el que prácticamente me inspiró. Pensé que aquella historia daba para una novela. Pero no sabía que hubiera tantos casos. Tú escribes en Google "Cadáver desaparecido cementerio" y aparecen muchos casos y muchos muy famosos como por ejemplo el de Charles Chaplin. Aquello me dejó muy impresionada y más aún la reacción de su mujer al conocer la desaparición del cadáver de su marido. 

M.G.- Le dio totalmente igual. 

C.P.- Sí, sí. Hay muchas historias relacionadas con cadáveres desaparecidos que constatan que la realidad siempre supera a la ficción. 

M.G.- Como dices, esta novela te la inspira esa noticia que lees pero, ¿qué ocurre con las novelas anteriores? Sé que tienes contactos en la Policía y no sé si a través de tus amistades y alguna cosa que te puedan comentar encuentras la inspiración.

C.P.- No. Los temas nacen de forma fortuita. Por ejemplo, con El juego de los cementerios, la historia nace a raíz de mis visitas a los cementerios. Hago necroturismo porque me apasiona el impacto que tiene la muerte sobre la gente viva. El visitar cementerios me da muchísima información. Y lo que me ocurrió fue que, después de estar en multitud de cementerios en distintos puntos de España, me fijé en que había un tipo de lápida que se repetía mucho y me planteé inventarme a un asesino en serie con una relación extraña con unas lápidas repetidas. Realmente me surgen ideas de cosas que no tienen importancia ninguna pero basta con pasear con un filtro distinto en los ojos para captar la información de otra manera. 

M.G.- Muchos cementerios en la novela anterior, un único cementerio en esta nueva, el cementerio de Granada. ¿Has llegado a visitar el de Sevilla?

C.P.- He visitado el de pueblos cercanos a Sevilla pero no el de la capital.

M.G.- Hay obras escultóricas alucinantes.

C.P.- Sí, me queda pendiente el de Sevilla y el Huelva. Con el de Cádiz tuve la suerte de poder visitarlo, una vez desalojado y exhumados los cadáveres porque se trasladaban a Chiclana. Fue maravilloso. 

M.G.- Pues no te pierdas el de aquí porque si te gusta y eres capaz de verlo desde otro punto de vista te vas a llevar una sorpresa.

C.P.- Lo haré sin duda.

M.G.- Y en cuanto al cementerio de Granada, el de San José, me has comentado que lo has visitado pero te lo habrás tenido que aprender de memoria. Hasta nos facilitas un pequeño mapa de su distribución en la novela. 

C.P.- Bueno, he de decir que el mapa está alterado porque claro, si estoy dando tanta información sobre cómo sacar un cadáver del cementerio, pensé que sería mejor alterar un poco la planta del mismo, para despistar. A ver si a alguien se le va a ocurrir robar un cadáver y me van a culpar a mí.

M.G.- (Risas) ¡Imagínate!

C.P.- No, no, claro... Tenía que cambiar algo. Ese cementerio también tiene unas obras maravillosas, con mucha historia detrás, incluso tiene un trozo de un palacio musulmán en el centro, el Patio de los Alixares. Tiene tantísimo monumento que es un sitio que siempre me ha gustado visitar. 


M.G.- Y Clara, en la novela anterior Ada viaja mucho por España pero en esta nueva entrega no se mueve de Granada. Leyendo la novela, he notado que tú tienes un gran amor por Granada. Se nota mucho en las descripciones. 

C.P.- Pues me alegra que me lo digas porque es lo que llevo intentando desde la primera novela de Ada. Yo no me he sentido cómoda de verdad describiendo la ciudad hasta que no he tenido las palabras adecuadas para hacerlo y eso ha sido ahora. Para mí escribir de Granada y sobre Granada en esta novela ha sido una de las partes más especiales hasta el punto que la ciudad era un personaje más.

M.G.- Bueno, y hablemos ahora de Ada. Ella es un personaje peculiar, con sus muchos vaivenes y en esta novela la he notado un pelín más descentrada porque tiene mucho lío en el terreno personal, unos problemas que, hasta prácticamente la mitad de la novela, eclipsan todo lo que es la investigación del caso.

C.P.- Si te fijas en la primera mitad de la novela, que se titula Silencio, hay silencios de corchea y desaparece la música de su vida. Ada está pasando en esos capítulos por una depresión. Necesito centrarme mucho en el tema personal de Ada, en la enfermedad de su amiga Cristina o en la relación que ella tiene con su padre, para justificar que Ada esté pasando por una depresión y además para hacer que todo eso afecte a su trabajo. Lo que yo defiendo es que los personajes, si queremos que se parezcan a la vida real, se tienen que sentir afectados por sus problemas. Y sí, para darle el punto de crecimiento que quería darle en esta novela, he necesitado romperla del todo para volverla a reconstruir, algo que ocurre cuando aparece la canción Sunrise de Norah Jones. Es entonces cuando ella descubre que puede darle un giro a su vida, rehacer la forma en la que ella maneja el pasado.


M.G.- Es verdad que hay mucha más carga dramática en esta novela. Tocas temas complicados y duros.

C.P.- Da la casualidad que esos temas me han tocado muy de cerca en estos últimos tiempos. La historia estaba planteada así desde que se me perdió el muerto (risas), pero quizá si hubiera escrito la novela un año antes, lo mismo no hubiera tratado el tema del cáncer como lo he tratado o no habría hablado del tema del maltrato tal y como lo he hecho. Es que ha coincidido durante una serie de meses, esos temas han estado muy presentes en mi vida y para mí se han convertido en una parte muy sensible de la novela y no he podido evitar contarlo de esa forma. Creo que me ha venido muy bien hacerlo así para Ada porque necesitaba un revulsivo para el personaje y mis vivencias me han ayudado a que Ada pegue el cambio de verdad.

lunes, 25 de abril de 2016

EL VIEJO Y EL MAR de Ernest Hemingway.

 

Editorial: Debolsillo.
Fecha publicación: 2003.
Nº Páginas: 160
Precio: 5,95 €
Género: Novela.
Edición: Tapa blanda.
ISBN: 9788497594585


Autor

Ernest Hemingway, nacido en 1899 en Oak Park, Illinois forma parte ya de la mitología de este siglo, no solo gracias a su obra literaria sino también a la leyenda que se formó en torno a su azarosa vida y a su trágica muerte. Hombre aventurero y amante del riesgo, a los diecinueve años se enroló en la Primera Guerra Mundial como miembro de la Cruz Roja. Participó en la guerra civil española y otros conflictos bélicos en calidad de corresponsal. Estas experiencias, así como sus viajes por África, se reflejan en varias de sus obras. En la década de los años veinte se instaló en París, donde conoció los ambientes literarios de la vanguardia. Más tarde vivió también en lugares retirados de Cuba o Estados Unidos, donde pudo no solo escribir sino también dedicarse a una de sus grandes aficiones, un tema recurrente en su producción literaria: la pesca. En 1954 obtuvo el Premio Nobel. Siete años más tarde, sumido en una profunda depresión, se quitó la vida. Entre sus novelas destacan Adiós a las armas, Por quién doblan las campanas o Fiesta. A raíz de un encargo de la revista Life escribió El viejo y el mar, por la que recibió el Premio Pulitzer en 1953.

Sinopsis

Con un lenguaje de gran fuerza y sencillez, El viejo y el mar narra la historia de un viejo pescador cubano a quien la suerte parece haber abandonado, y del desafío mayor al que se enfrenta: la batalla despiadada y sin tregua con un pez gigantesco en las aguas del golfo. Escrito en 1952, por encargo de la revista Life, este relato lo confirmó como uno de los escritores más significativos del siglo XX, obteniendo el premio Pulitzer en 1953 y allanando su carrera hacia el Nobel de Literatura que recibió en 1954.

[Biografía y sinopsis tomadas directamente del ejemplar]



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No me llevo bien con los hombres que pescan. La culpa la tuvo Herman Melville y mi profesor de Literatura Norteamericana al que se le ocurrió mandarnos leer Moby Dick en inglés, durante mis años universitarios. Conviví más de un mes con el capitán Ahab, rodeada de ballenas y al final acabamos mal. No me extraña. Por aquel entonces su obsesión por capturar a la ballena blanca me parecía un sinsentido. Mi escasa madurez lectora me impedía entender que, tras aquella obcecación se escondía algo más. Aun sabiendo que aquella lectura fue demasiado superficial, no he vuelto a releer Moby Dick, ni siquiera me lo he planteado. Probablemente ahora podría entender mucho mejor aquella novela pero -seguro que esto lo he dicho ya- aquel capítulo titulado Cetology, en el que se describían página, tras página y tras página, todos y cada uno de los tipos de ballenas que pueblan los mares de este planeta me dejó marcada para siempre. Tuve que inyectarme el diccionario inglés-inglés en vena y todavía no he encontrado un antídoto.

Recientemente he vuelto a vérmelas con otro hombre de pesca. En el club de lectura nos encargaron leer para este mes El viejo y el mar de Ernest Hemingway. Jamás había leído nada del autor. Por casa anda Fiesta, en inglés también, pero no me he arrimado a él tampoco. El viejo y el mar me pareció una propuesta interesante. No parecía un libro de excesiva pendiente y  su edición, letra agradecida y un número de páginas aceptable -esto puede sonar pero es más importante de lo que parece- me animaban a entablar amistad con el viejo pescador que el autor norteamericano pretendía presentarme.

El viejo y el mar cuenta la historia de Santiago, un anciano «flaco y desgarbado, con arrugas profundas en la parte posterior del cuello» que sale a pescar en solitario. Anteriormente lo hacía con el joven Manolín pero dado que el viejo lleva ochenta y cuatro días sin capturar nada, los padres del muchacho han querido que cambie de patrón. La decisión paterna no parece agradar al chico, quien siente un profundo afecto por el anciano y, aunque no le queda más remedio que obedecer, no dejará de estar pendiente de Santiago, a quien considera su verdadero maestro, el que le ha enseñado a pescar.



Así pues, solo pero con resolución, Santiago saldrá a en su barca una vez más a probar suerte. Presiente que su racha va a cambiar, que esta vez cobrará una buena pieza y por eso decide alejarse algo más de la costa, adentrarse en su barcaza mar adentro, tanto que dejará de apreciar el resplandor de las luces de su isla en el cielo. El tiempo pasará pero no perderá la paciencia. Estudia el cielo, la dirección del viento, el estado de la mar y llegará el momento en el que el sedal se tensa, signo inequívoco de pieza capturada. Comenzará así una lucha que durará varios días y en la que el anciano tendrá que exprimir las pocas fuerzas que le quedan a su menguado cuerpo.

Desde las primeras líneas comencé a preguntarme qué quería Hemingway contarme con esta historia. No podía ser que simplemente me estuviera narrando la historia de un viejo pescador cubano que consigue al fin atrapar un pez espada de tamaño considerable. No podía ser. Tenía que haber algo más y ahí es donde el lector tiene que poner a trabajar su sesera y extraer el verdadero significado de esta novela. Cada uno podrá interpretar la historia de un modo diferente. En mi caso, creo que Hemingway toca temas tales como la paciencia, la fe, la perseverancia, la soledad, la lucha contra los elementos, la superación de las adversidades o la amistad. El autor norteamericano utiliza la historia de Santiago para hacerme entender que el ser humano no debe jamás tirar la toalla, que todo esfuerzo tendrá su recompensa al final aunque no se haya alcanzado por completo el objetivo propuesto porque Santiago llegará a puerto tras haberse pasado varios días en alta mar, habiendo pasado apuros, sin apenas agua ni alimentos más los que le proporcione el propio mar, y lo hará prácticamente con las manos vacías y heridas, cansado, exhausto y agotado pero sano y salvo. El pueblo, el que se reía de él al principio de la novela, terminará por admirarlo pues ha logrado lo que otros muchos no han conseguido.

En la actitud de viejo Santiago hay todo un decálogo de lo que deber ser el comportamiento del hombre en la vida. Él será ejemplo para la gente de su isla pero también para el lector que ve, con angustia, como el anciano se aleja de la costa en una barca demasiado frágil para la inmensidad del mar. No hay temor, solo resolución.

jueves, 12 de noviembre de 2015

ENTREVISTA a MERCEDES GUERRERO (Las sombras de la memoria).


Autora

Mercedes Guerrero nació en Aguilar de la Frontera, Córdoba, en 1963. Diplomada como técnica de empresas y actividades turísticas, habla varios idiomas y durante dieciséis años ha dirigido distintas empresas relacionadas con el sector turístico. Hasta la fecha ha publicado cuatro novelas: El Árbol de la Diana, La última carta, La mujer que llegó del mar y Las sombras de la memoria.


Sinopsis

Desde Córdoba, repleta de encanto y magia,
hasta el París de la Resistencia. Un secreto 
familiar silenciado durante décadas.

 Tras la muerte de su tía Lina, Maribel Ordoñez se siente más perdida que nunca. Hacía tiempo que esta joven cordobesa se sentía sola, desde que falleció su padre, a quien estaba muy unida. Al menos ha heredado la casa familiar, un lugar que la reconforta y donde habitan dulces recuerdos que la abrazan. Sus paredes parecen haber sido testigos de un centenar de vidas... Casas como estas suelen ocultar secretos del pasado.

Curioseando en su nuevo hogar, Marible encuentra unos cuadros que pintó su abuelo, Tomás Ordoñez, cuando vivía en París en los años cuarenta, así como obras de grandes artistas de la talla de Matisse o Picasso, que jamás hubiera imaginado que eran originales. Maribel acaba de abrir la caja de Pandora y los acontecimientos se precipitan. Cuando el experto al que acude es asesinado, ella se convierte en la principal sospechosa. Con la policía pisándole los talones, deberá descubrir la verdad acerca de las obras antes de que sea demasiado tarde.

«El estilo de Mercedes Guerrero me
ha encantado por muchas cosas,
pero sobre todo porque sabe
enganchar al lector».

Pasajes románticos


[Biografía y sinopsis tomadas directamente del ejemplar]


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El pasado jueves pasó por Sevilla Mercedes Guerrero para promocionar su nueva novela Las sombras de la memoria. Guerrero es una autora en la que ya me había fijado con anterioridad, gracias a su anterior novela, La mujer que llegó del mar, cuya sinopsis me pareció tan interesante. 

Aunque todavía no he podido leer ninguna de sus novelas, me apetecía mucho charlar con esta cordobesa que ha optado en esta ocasión por construir una trama desarrollada en su preciosa Córdoba, todo un homenaje a la ciudad de la Mezquita. Esto es lo que nos contó.



Marisa G.- Mercedes Las sombras de la memoria es tu cuarta novela. Tal y como está el mercado y teniendo en cuenta la gran competencia que existe, debes de sentirse muy afortunada por poder seguir publicando, ¿verdad?

Mercedes G.- Pues sí. El gran golpe de suerte fue que me publicaran el primero. Pero quiero aclararte que las restantes novelas me las publicaron porque a la editorial les gustaba. Si había algo con lo que no estuvieran de acuerdo me lo decían y tenía que cambiarlo. Así que, con cada novela, te lo tienes que ganar, a no ser que seas un autor muy consagrado. La editorial es un negocio y como tal, publican aquello que piensan que puede funcionar. 

M.G.- Que no por el hecho de haber publicado una primera vez ya se abren las puertas para las siguientes, ¿no?

M. Guerrero.- No, no... Me he tenido que ganar cada una de las novelas y me las sigo ganando todavía.

M.G.- Bueno y encima creo que tú te dedicas en exclusiva a la literatura. Si no me equivoco dejaste tu trabajo en 2007. A mí me sorprenden mucho los que tomáis una decisión así tan arriesgada.


M. Guerrero.- Fue una apuesta muy arriesgada sí porque, aunque en aquella fecha estaba ya escribiendo, no tenía perspectiva ni seguridad de publicar. No obstante, era lo que me apetecía  hacer. En mi trabajo llevaba bastantes años, me sentía algo quemada y necesitaba cambiar de aires. Cuando empecé a escribir, me gustó tanto, me metí tanto en la escritura que me planteé cambiar de profesión, independientemente de que me publicaran o no, de que vendiera o no. Por supuesto me ayudaron en casa. Hasta ahora creo que es la decisión más importante que he tomado y a día de hoy no me arrepiento.

M.G.- ¿El Árbol de la Diana fue tu primer acercamiento a la literatura o hubo unos intentos previos que se quedaron en el cajón?

M. Guerrero.- No. De hecho, el primero que escribí no fue El Árbol de la Diana sino La última carta, aunque se publicó en segundo lugar. Este lo empecé a escribir y lo dejé medio terminado. Luego me puse con El Árbol de la Diana y fue el primero que se publicó.

M.G.- Y en tu caso concreto, ¿la última novela es siempre la mejor o por el contrario estás satisfecha con tus libros pero sientes predilección por alguna obra previa?

M. Guerrero.- Cuando escribes la primera novela sientes que es la primera que has creado y que es la mejor del mundo. Estás muy ilusionada pero luego, cuando sigues escribiendo, cada novela que escribes piensas que es mejor que la anterior. En mi caso, con cuatro novelas publicadas y otras dos en camino, ya tengo cierta ecuanimidad para distinguir unas de otras. A mí La mujer que llegó del mar me ha dado muchas alegrías y estoy muy contenta con ella. Ahora se va a publicar en una promoción del diario Clarín en Argentina. 

M.G.- Las sombras de la memoria es un thriller en el que hay un asesinato pero también hay mucho de secretos familiares. Cuéntanos un poco de qué va la novela.

M. Guerrero.- La historia trata sobre Maribel Ordoñez, una mujer que hereda una casa antigua en el casco histórico de Córdoba. La tía, antes de morir, le desvela que su abuelo había sido un importante pintor de Francia, que se había codeado con muchísimos artistas extranjeros durante el periodo de entreguerras. En la casa había muchos cuadros del abuelo colgando de las paredes pero, al realizar unas reformas, saca de un zulo secreto del sótano otros tantos cuadros firmados por Mattise, Picasso, Van Gogh... Claro, la primera reacción de la protagonista es pensar que el abuelo hacía imitaciones. Y para averiguar la procedencia de esas pinturas contacta con un amigo, un anticuario de origen sefardí, al que le enseña dos cuadros de Matisse y le pregunta si son buenas imitaciones. El anticuario duda mucho y no sabe qué responder. Esto hace sospechar a Maribel y a partir de este momento se destapa la caja de Pandora. Hay un asesinato, un robo y una investigación policial que señala a la protagonista como principal sospechosa.

Es una historia escrita en primera persona y Maribel intenta ir averiguando paso a paso las diferentes etapas de la vida de su abuelo y de ahí el título de Las sombras de la memoria porque ella pensaba que su abuelo era de una forma y ahora resulta que era de otra bien distinta.

M.G.- Entiendo que en el argumento el arte juega un papel fundamental. No sé si profundizas mucho sobre la pintura como para haber tenido que documentarte.

M. Guerrero.- Sí, sí.. Hay mucha referencia histórica y toda ella está documentada. Aunque la historia solo transcurre en Córdoba y en la actualidad, la protagonista y por supuesto el lector, a través de otros personajes, van a aprender mucho sobre temas como el los museos de París donde se guardaron las obras expoliadas durante la época nazi o cómo llegaban esos cuadros a España,... 

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