Mostrando entradas con la etiqueta relato. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta relato. Mostrar todas las entradas

lunes, 29 de junio de 2020

CAFÉ DE ARTISTAS de Camilo José Cela

Editorial: Alianza
Colección: Alianza Cien
Fecha publicación: 1994
Precio: --
Nº Páginas: 61
Encuadernación: Tapa blanda
ISBN: 9788420646213
Autor

Camilo José Cela (Iria Flavia, La Coruña, 1916)  es uno de los principales renovadores de la prosa española en el presente siglo. En su extensa obra narrativa, iniciada en 1942 con La familia de Pascual Duarte, late una visión desgarrada de España que nace de la misma vena a la que pertenecen desde La Celestina a Goya, Valle-Inclán o Gutiérrez Solana. Camilo José Cela obtuvo el Premio Nobel de Literatura en 1981.

Sinopsis

Café de artistas, relato en que resuena de forma inconfundible la atmósfera magistralmente retratada en La colmena, fue publicado por primera vez en 1953.  


[Información tomada directamente del ejemplar]


Vuelvo a tomar uno de esos pequeños libritos que pueblan mis estanterías, uno de esos títulos que en su día publicó la editorial Alianza, bajo el sello Alianza Cien. No es el primero que leo y reseño. Ya pasó por aquí, y en este formato, Los muertos de James Joyce, El Balneario de Carmen Martín Gaite y La dama de Urtubi de Pio Baroja. Y si no conoces este sello, te cuento un poco el porqué de estas publicaciones tan curiosas.

En 1993, la editorial Alianza sacó a mercado una colección de pequeñas joyas bajo el nombre de Alianza Cien, haciendo referencia a la editorial y al precio de cada ejemplar, cien pesetas. Según un artículo de El País, la idea era «recuperar autores y títulos que la superproducción editorial y la recesión económica están marginando injustamente. La programación abarca cuatro áreas -literatura española, literatura latinoamericana, literatura universal y clásicos y otros temas de carácter práctico-, la tirada inicial de cada título es de 250.000 ejemplares». Pues bien, de todos esos ejemplares que vieron la luz, andan rondando unos cuantos títulos por casa, y algunos de ellos están sin leer a día de hoy. Poco a poco, voy saldando deudas y hoy le toca a Camilo José Cela.

Café de artistas es un relato corto en el que el autor gallego narra la historia de un joven de provincias que llega a Madrid para labrarse un futuro. En un café, donde se reúnen escritores, comediantes y pintores, conocerá a Rosaura, con la que entabla amistad y terminan enamorándose. Pero la joven pareja entra en conflicto con la aparición de Renata, la prima de Rosaura. Solo con la intermediación de Mamed, un escritor, los jóvenes hacen las paces. Pero a Mamed no le espera una final muy agradable.

Ahondar en Café de artistas conlleva el riesgo de contar demasiado, ya que el relato tan solo ocupa unas sesenta páginas en un formato que ni siquiera alcanza el tamaño de una mano y, encima, tiene bastante diálogo. Siendo así, os podéis imaginar que la lectura de esta pequeña obra me ha durado un suspiro.

Sí os diré que me costó un poco entrar la historia. En cambio me ha gustado mucho el retrato del ser humano, la ingenuidad del joven de provincias que llega al café y ve a unas señoras muy distintas a las que él había conocido hasta entonces. Por otra parte, Cela hace una labor encomiable a la hora de retratar la época y especialmente los ambientes en los cafés. Siempre he sentido fascinación por estos establecimientos tan importantes en ciertas décadas, tanto en ciudades como en pueblos, donde los intelectuales se congregaban para debatir sobre las cuestiones más importantes del momento. Para ello, hay pasajes con bastante descripción y se intuye en ciertas líneas esa forma de ser de Cela, crítico y tajante, y un sentido del humor un tanto peculiar. Ya sabéis cómo era el señor Cela.

Estructurada en diez capítulos numerados más uno añadido al que titula Final, y con una prosa que roza el verso, acercarse a esta pequeña joya resulta indispensable. El relato lo podéis encontrar formando parte de alguna antología. Ahora bien, si queréis "leerlo" de una forma mucho más amena, os recomiendo escuchar la adaptación que hicieron en Ficción Sonora de RTVE. Me parece absolutamente fabulosa y resulta curioso lo mucho que cambia la percepción que tenemos de la historia, escuchando esta adaptación, después de haber leído el relato.






Dicho lo cual. No te la pierdas.





[Fuente: Imagen de la cubierta ]

Puedes adquirirlo aquí:





lunes, 8 de junio de 2020

WAKEFIELD de Nathaniel Hawthorne

Editorial: Nórdica Libros
Fecha publicación: --
Precio: 15,00 € 
Género: Narrativa breve
Edición billingüe e ilustrada
Nº Páginas:  80
Encuadernación: Rústica
ISBN: 9788492683413
[Disponible en eBook;
puedes empezar a leer aquí]

Autor

Nathaniel Hawthorne (Salem, 1804 - Plymouth, 1864). Novelista estadounidense. Nacido en el seno de una familia de vieja estirpe puritana, tanto su vida como su obra se vieron marcadas por la tradición calvinista. Su temprana vocación literaria lo obligó a afrontar numerosos problemas económicos, ya que sus obras no le daban lo suficiente para vivir. Hawthorne es conocido sobre todo por sus relatos breves —que él llamó «cuentos»—, muchas veces de contenido siniestro, al gusto de la época, y por sus cuatro novelas largas. La casa de los siete tejados (1851), La novela de Blithedale (1852) y El fauno de mármol (1860).

Sinopsis

«Recuerdo haber leído en algún viejo periódico o en alguna revista antigua una crónica que, relatada como si fuera real, contaba la historia de un hombre, de nombre Wakefield, que decidió marcharse a vivir lejos de su mujer una temporada larga…»

Así comienza este relato, que Borges señaló como el más grande y perfecto artilugio narrativo de la historia, antecesor directo de los relatos de Melville y Franz Kafka. Wakefield es un hombre sosegado, vanidoso, egoísta, propenso a crear misterios pueriles. Un día dice a su mujer que va a emprender un viaje de negocios y que regresará en dos días…

Ana Juan, Premio Nacional de Ilustración 2010, ha realizado un impresionante
trabajo gráfico que hace aún más atractivo este relato de culto.

[Información tomada directamente del ejemplar]


Fue hace unas semanas, en El pájaro verde, donde supe de la existencia de Wakefield, un cuento de Nathaniel Hawthorne. La reseña de Lorena despertó mi interés sobre este relato corto del escritor norteamericano, un texto breve con apenas personajes, en el que se recoge una historia tan curiosa como intrigante. Lorena nos ofrecía además un link, en el que acceder a la lectura pero, carambolas de la vida, Wakefield vino en mi busca.  

Hace unos días, cuando el paso de una fase a otra nos permitió reunirnos con amigos, me encontré con este cuento en casa de un gran lector. (¿Vosotros también sois tan indiscretos que, al entrar en casa ajena, os ponéis a cotillear entre los libros de los demás?). Allí, en una estantería me esperaba Wakefield, en una edición preciosa, publicada por Nórdica Libros, ilustrada y bilingüe. La cogí para echarle un ojo, y mientras los demás comentaban los entresijos del confinamiento y las perversidades del coronavirus, me leí el cuento en un suspiro.





El texto se inicia con una pequeña introducción en la que el autor rememora una noticia leída tiempo atrás.  El suceso recogía la historia de Wakefield, un hombre casado que, un buen día, escudándose en un viaje de negocio, sale de su casa y no regresa en veinte años. Lo tenía todo planeado con premeditación y alevosía. Lo más curioso no es que el buen señor abandone el domicilio conyugal por diferencias con su esposa o por el hartazgo que suponen muchos años de matrimonio, sino que ejecuta su plan como un experimento. Para ello, se había alquilado una habitación en una calle adyacente a su domicilio, y se dedicada a vigilar a su esposa, con objeto de comprobar qué consecuencias había producido su desaparición. Y veinte años después, sin motivo aparente, y cuando ya lo daban por muerto, el buen hombre regresó a casa y la vida volvió a la normalidad en aquel hogar.

Esta es la base del suceso, pero como la noticia no profundizaba en las motivaciones que Wakefield tuvo para actuar así, ni se daban más explicaciones, Hawthorne propone al lector un ejercicio de reflexión, y emprender una labor conjunta de indagación y desarrollo de los hechos, a través de la imaginación, con el objeto de encontrar algún tipo de explicación al comportamiento de Wakefield y, lo que es más interesante, hallar algún tipo de moraleja que nos proporcione una valiosa enseñanza.  

Para ello, lo primordial es retratar la personalidad de Wakefield, definiéndolo como un hombre a mitad de su existencia vital, cariñoso con su esposa, a pesar de los diez años de vida conyugal, bastante anodino, poco imaginativo, es decir, el típico individuo que puede pasar totalmente desapercibido, un ser insignificante para el universo, salvo en esta ocasión para el narrador y el lector que, como el ojo que todo lo ve, observamos cada uno de sus pasos. 

«¡Pobre Wakefield! ¡Pero qué poco consciente eres de tu propia insignificancia en este inmenso mundo! Ningún ojo mortal, excepto el mío, ha estado vigilándote»

Y así lo veremos salir de su casa, sin que la esposa le pregunte por ningún detalle del viaje. Se moverá con disimulo por las calles de Londres y llegará a su casa de alquiler. Y a partir de ahí, dejo que seáis vosotros los que descubráis qué se trae entre manos Wakefield. ¿Qué se propone? ¿Qué consecuencias tiene su desaparición? ¿Qué conclusiones saca de su experiencia?

Hawthorne compone un singular relato a partir de una noticia que lee en una revista o en un periódico, una historia brevísima y sencilla pero que, encierra mucho más de lo que aparenta. Wakefield es uno de esos cuentos que ofrecen tantas interpretaciones como lectores se adentren en la historia. Quizá, la única pega que le encuentro son pequeños detalles que no se tienen en cuenta en el relato, pero que forman parte de mi insidiosa mente lectora. Porque, digo una cosa, ¿cómo es posible que un hombre esté recluido durante veinte años, viviendo a dos pasos de su casa, y sin que nadie lo sepa? ¿De qué vive? Pero quiero entender que, para lo que Hawthorne se propone mostrar, son nimiedades que no hay que tener en cuenta. Eso sí, el desenlace, que deja una puerta abierta para que el lector siga reflexionando, me ha parecido algo precipitado.

Intuyo que, con este relato, Nathaniel Hawthorne pretende reflexionar sobre la relevancia del ser humano, lo vital o no que es su existencia, la huella que dejan nuestro paso por la vida, o cuánto tiempo tardan en olvidarnos. Ahí es nada. Muchas veces es mejor no preguntarse tales cuestiones. 

En este cuento, el papel del narrador es bastante dinámico. No será un simple espectador de la travesura de Wakefield, sino que se permite la licencia de darle consejos desde su posición privilegiada, tratándolo con condescendencia, en algún momento dado. Estas intervenciones del narrador me han resultado divertidas y no exentas de razón, pues el propio Hawthorne, en la recreación de los hechos, juzga la actitud y el comportamiento del protagonista.

En cuanto al estilo, anoté en mi libreta:  "¡Madre mía, qué forma de narrar!". Y es que, con la literatura, me pasa igual que con el cine, que suelo decir que ya no se hacen películas como las de antes. Nathaniel Hawthorne demuestra en este texto una elegancia sin igual, con una prosa exquisita y brillante, que transforma una historia simple en un relato colosal. 

Como digo, la edición de Nórdica está ilustrada por Ana Juan. Sin duda, estos dibujos en tonos grises recrean perfectamente la atmósfera de Londres, en unos días lluviosos en los que Wakefield llegará a conclusiones dolorosas. Por otra parte, el hecho de que sea una edición bilingüe confiere al libro un valor extra.

En definitiva, Wakefield, -me intriga el nombre del personaje pero no he sabido averiguar por qué se llama así-, es un relato breve, que leerás en una hora escasa y, que cuenta una historia singular, con reflexiones sobre la vanidad y el paso del hombre por el mundo.

Por cierto, hay una película titulada Sr. Wakefield, basada en este relato, y una versión de la historia escrita por el norteamericano E.L. Doctorow.



[Fuente: Imagen de la cubierta tomada de la web de la editorial]

Puedes adquirirlo aquí:




viernes, 26 de enero de 2018

EL TIGRE de Joël Dicker

Editorial: Alfaguara.
Fecha publicación: noviembre, 2017.
Precio: 14,90 €
Género: Relato ilustrado.
Nº Páginas: 64
Encuadernación: Tapa blanda con sobrecubierta.
ISBN:
9788420431741
[Disponible en eBook;
puedes empezar a leer aquí]


Autor

Joël Dicker nació en Suiza en 1985. Se dio a conocer como escritor a los diecinueve años con su relato El Tigre. Su primera novela, Los últimos días de nuestros padres (Alfaguara, 2014), obtuvo el Premio de los Escritores Ginebrinos. La verdad sobre el caso Harry Quebert (Alfaguara, 2013) fue galardonada con el Premio Goncourt des Lycéens, el Gran Premio de Novela de la Academia Francesa, el Premio Lire a la mejor novela en lengua francesa y, en España, fue elegida Mejor Libro del Año según los lectores de El País y mereció el Premio Qué Leer al mejor libro traducido y el Premio San Clemente. Traducida con gran éxito a treinta y ocho idiomas, se ha convertido en un fenómeno literario global y está siendo adaptada como serie de televisión por Jean-Jacques Annaud. El Libro de los Baltimore (Alfaguara, 2016) es su última novela.

Sinopsis

1903. En la lejana Siberia una aldea ha sido masacrada por un tigre de tamaño descomunal y el Zar ha ofrecido una recompensa para quien acabe con la fiera. Joven e inexperto, Iván Levovitch acepta un desafío que se revela aterrador, pues no se sabe quién es el cazador y quién la víctima.

Este es el primer gran relato de Joël Dicker, con el que se presentó a los diecinueve años a un concurso literario: una historia en la que ya abordaba sus temas preferidos, y tan inusualmente poderosa para un autor de su edad que el jurado la tomó por un plagio y decidió no premiarla. "Y si usted es realmente el autor -le consoló la presidenta del jurado-, le garantizo que antes de los treinta recibirá un galardón importante". A los veintisiete, Dicker obtuvo el Gran Premio de la Academia Francesa y el Goncourt des Lycéens con La verdad sobre el caso Harry Quebert, que lo convirtió en un fenómeno literario con cerca de seis millones de lectores.

[Información tomada directamente del ejemplar]
 

Reconozco que nunca he leído a Joël Dicker y, como con otros muchos autores, es más por falta de tiempo que no de ganas. Por casa pululan sus dos novelas más conocidas, La verdad sobre el caso Harry Quebert y El Libro de los Baltimore, pero entre una cosa y otra, se van quedando atrás a pesar de las muy buenas opiniones que he leído sobre ambas. Por eso, cuando vi que se publicaba un relato suyo, el primero que escribió cuando tenía 19 años, me lancé a por él. Se unían varias circunstancias que lo hacían apetecible: que fue lo primero que el autor escribió y con el que se dió a conocer por un lado, y por otro, la brevedad de la obra. Y aquí vengo a hablaros de El Tigre, una preciosa edición ilustrada con la que Alfaguara quiere mostrar los inicios del autor suizo. 

En el verano de 1903, un insólito hecho se produce en la pequeña aldea de Tibié, una localidad de la estepa rusa. Dos monjes que estaban de paso descubren que el pequeño pueblo ha sido masacrado. Los cadáveres de sus habitantes se amontonan por las calles y muestran evidentes signos de haber sido mutilados y desfigurados. Lo mismo ocurre con los animales, caballos u ovejas parecen haber sido degollados. No queda un alma viva en toda la localidad. Incluso las casas han sido derruidas. La escena que se muestra ante los ojos de los monjes les provocará pavor, sus cuerpos temblarán de miedo pues desconocen qué ha podido ocurrir. Y cuando sus conciencias los empuja a prestar auxilio, serán asaltados por un enorme tigre que al final decide perdonarles la vida. Rápidamente los monjes dan la voz de alarma. La noticia cruza el país de una punta a otra. Todo el mundo tiene miedo pues creen que en cualquier momento recibirán la visita del tigre y acabarán de igual modo que los habitantes de Tibié.



Para acabar con semejante animal, sobre el que ya corre todo tipo de leyendas y supone un auténtico peligro, el Zar dicta un decreto real. Se organiza una batida y se pone precio a la cabeza del tigre bajo una suculenta recompensa. Hay que evitar que la histeria colectiva se desate, que se produzca un éxodo de las poblaciones rurales pues muchos aldeanos están abandonando sus hogares ante el temor que los invade. Siberia se hunde y hay que atajar el problema. Así que, se congregan numerosos cazadores en busca de fortuna y, entre ellos, el joven e inexperto Iván Levovitch de 20 años de edad. El joven va por libre. No quiere compartir la recompensa con nadie, así que emprende camino en solitario intentando seguir la pista al tigre. Lo que le ocurrirá de aquí en adelante lo dejo en el aire. Mejor que lo descubráis vosotros mismos con la lectura.

El Tigre viene catalogado como un thriller pero yo no me atrevería a decir tanto. Para mí es una historia sencilla pero inquietante que se lee de una sentada pues apenas cuenta con unas setenta páginas, un relato al que le encuentro dos puntos fuertes. Por un lado, la ambientación. A mí me ha sorprendido la manera en la que el autor recrea la atmósfera rusa, lo inhóspito de los enclaves, el frío siberiano y lo desapacible del lugar. A medida que lo iba leyendo, me iba adentrando más en la historia y en mi cabeza se instauró una idea extraña, que la autoría de este relato bien podría pasar por alguno de los grandes nombres de la literatura rusa. Imaginé que Dicker estría influenciado por Tolstói, Dostoyevski, Chéjov,... y no me equivoqué a juzgar por la información que se puede leer en Internet sobre el autor. Por eso, no me extraña que, cuando presentó este cuento al premio literario mencionado en la sinopsis, lo rechazaran por sospecha de plagio. 

Por otro lado, me gusta la confrontación que se establece entre el joven Levovitch y el tigre. Dicker nos muestra una lucha de titanes, dos fuerzas poderosas que se enfrentan. El joven, impetuoso, lleno de vida y vigor, con el hervor sanguíneo propio de su edad, pretende hacerse con el botín pero para ello tendrá que superar una dura prueba, hacer frente a la fiereza del tigre, a sus dimensiones, a su voracidad. Levovitch prefiere correr el riesgo en solitario antes que unirse a otros cazadores y formar frente común, es un joven ambicioso y su codicia le pasará factura. En cierto sentido, el tigre representa las consecuencias de la avaricia del joven. El enfretamiento se produce inevitablemente y solo puede haber un ganador. O no.




El relato, que no se estructura en capítulos aunque sí en secciones, viene ilustrado de la mano de David de las Heras. Son dibujos vistosos, algunos en tonos pastel, que representan algunos de los hechos narrados. Las ilustraciones siempre aportan un plus a los relatos, los hacen más llamativos. 

En cuanto a la prosa del autor, no sabría decir si ha variado mucho desde este primer escrito a sus actuales novelas. Como no las he leído no puedo opinar. En cualquier caso, me ha parecido que Dicker muestra en este relato un estilo maduro, impropio de un joven de su edad y esta circunstancia nos vuelve a llevar al mismo punto anterior, la sospecha de que el escritor hubiera copiado el texto de otro escritor de más edad y más solvencia. 

Bueno, en este punto solo cabe recomendaros su lectura. Como digo, El Tigre es un relato que recuerda muchísimo a los grandes escritores rusos por su calidad literaria, la prosa cuidada y madura, la ambientación, el desarrollo de la trama y la descripción de sus personajes. Así que, siendo tan breve, no te la debes perder.



 





[Fuente: Imagen de la cubierta tomada de la web de la editorial]



Puedes adquirirlo aquí:

viernes, 1 de diciembre de 2017

LA NAVIDAD PARA UN NIÑO EN GALES de Dylan Thomas.

Resultado de imagen de la navidad para un niño galés de Dylan Thomas

Editorial: Nordica Libros.
Fecha publicación: octubre, 2012.
Precio: 15,00 €
Género: Relato.
Nª Páginas: 80

 Encuadernación: Rústica.
ISBN: 978-84-92683-30-7

 [Puedes empezar a leer aquí]

Autores

Dylan Thomas (Swansea, Gales, 1914 - Nueva York, 1953). Poeta gales en lengua inglesa. Durante un tiempo trabajó como periodista para el South Wales Evening Post y durante la Segunda Guerra Mundial, como guionista para la BBC. Escribió también guiones radiofónicos y cinematográficos. Se dio a conocer como poeta en Dieciocho poermas (1934). Defendió sus concepciones estética en Retrato del artista cachorro. Murió en Nueva York el 9 de noviembre de 1953; sus últimas palabras fueron: «He bebido 18 vasos de whisky, creo que es todo un récord».

Pep Montserrat. Nació a finales de 1966 en Roda de Ter (Barcelona), heredando de su abuelo paterno el placer de leer y el de dibujar. Empezó a trabajar profesionalmente como ilustrador en 1988 y desde entonces ha publicado alrededor de medio centenar de libros. Su trabajo ha sido reconocido con importantes premios: Premio del Ministerior de Cultura a las mejores ilustraciones, el Premi Catalonia, el Premi de la Generalitat, la inclusión en la lista de Honor del IBBY y el Certificate of Merit de la Society of Illustrators of New York. Por este libro obtuvo en 2008 el Premi Junceda de l'Associació d'll-Ilustradors de Catalunya.

Sinopsis

La Navidad para un niño en Gales es uno de los mejores relatos de Dylan Thomas y nos hará revivir nuestros recuerdos de la infancia. Dylan Thomas es algo más que un poeta: es toda una leyenda. Este relato nos lleva a un pueblo de la costa de Gales, lleno de gatos, carteros y niños ansiosos por jugar con la nieve, que cayó «durante seis días con sus noches cuando yo tenía doce años, o durante doce noches y doce días cuando tenía seis», según nos cuenta el autor al principio del libro.

Las excelentes ilustraciones de Pep Montserrat recibieron el Premio Junceda 2008. Además, presentamos el libro en edición bilingüe, de manera que es una ocasión única para acercarse a este clásico para todas las edades disfrutando también del texto original en inglés.


[Biografía y sinopsis tomadas directamente de la web de la editorial]


************************************

Ahora que se acercan las Navidades rebulle en mi interior el deseo de acercarme a esas obras vinculadas con esa época del año, una época de la que atesoro en mi recuerdo tres o cuatro momentos muy concretos en los que me sentí inmensamente feliz. Con frecuencia viene a mi memoria, una tarde de mi adolescencia, un sábado frío e invernal en el que quedé con mis amigos para dar una vuelta por el centro y ver la decoración navideña de la ciudad. Recuerdo que bajé del autobús, saludé a mis amigos y miré al cielo. El colorido de luces y guirnaldas me alegraron el alma. Recuerdo otra tarde en casa de mis padres, riendo y charlando de banalidades con mis hermanos alrededor de una mesa y al amparo del calor del brasero, mientras en la tele emitían Drácula de Bram Stoker. Recuerdo las primeras Navidades de cada uno de mis sobrinos, la ilusión con la que las vivíamos, siempre pendientes de sus gracietas y sus reacciones, poniendo panderetas a su alcance con las que ellos llenaban mi casa de feliz alboroto. Todo aquello quedó atrás, y aunque siempre vivirá dentro de mí, no puedo evitar que la nostalgia me muerda. 

Algo así es lo que vamos a encontrar en este pequeño librito, mi primera aproximación a Dylan Thomas del que solo conocía su faceta como poeta. La Navidad para un niño en Gales nos trae recuerdos de otros tiempos, las emociones y las sensaciones que la época navideña despertaba en un narrador en primera persona con el que compartiremos su recuerdo. Acudirán a su memoria los juegos infantiles, las persecuciones a los gatos del barrio, los vecinos y algún episodio que, por su naturaleza, bien podría catalogarse como dramático pero que el paso del tiempo se ha encargado de suavizar, otorgando casi un toque humorístico, y que el narrador y sus amigos vivieron como una auténtica aventura.

La vida entonces era distinta, al menos así la recuerda el narrador. Sonaban campanas en su interior, los carteros caminaban por la nieve felices, y se recibían visitas familiares, alegres y festivas. Eran Navidades de «jerez y nueces y botellas de cerveza y galletas crujientes», o de «pavo y pudín flambeado». Y luego estaban los regalos, los útiles y los inútiles. Curiosa clasificación la que hace el autor. 

Belleza, ternura y especialmente sencillez serían las características de este relato, a lo largo del cual se respira una felicidad impregnada de nieve. El color blanco lo domina todo y genera una sensación mullida. 

«Nuestra nieve no solo caía a cubos del cielo, sino que cubría el suelo como con un chal y flotaba, y se acumulaba en los brazos, las manos y el cuerpo de los árboles; la nieve crecía de la noche a la mañana sobre los tejados de las casas como un musgo puro y viejo; cubría minuciosamente los muros como hace la hiedra, y se depositaba como una muda y entumecida tormenta de blancos pedazos de postales navideñas sobre el cartero que abría la verja». [pág. 22]

No hay referencias temporales y solo sabremos que la trama se sitúa en un pueblo pesquero de Gales donde el cielo y el mar se funden.

La Navidad para un niño en Gales es pura evocación. Linda la prosa con la poesía más exquisita para adentrarse casi en un mundo mágico, onírico, en el que sueño y recuerdo parecen entremezclarse. Se percibe el amor insuflado al texto, el cariño que los recuerdos descritos generan en ese narrador, capaz de transmitirnos con nitidez sus propias emociones. Sonreiremos al ver a esos carteros con la nariz colorada haciendo eses por la nieve.

Destacar esta edición en concreto. Ya sabemos lo mucho que la editorial Nórdica cuida sus publicaciones y en este caso nos ofrece una edición bilingüe con unas ilustraciones salpicadas en tonos oscuros. No aportan mucho colorido pero tienen un cierto aire añejo muy apropiado con la historia Por otra parte, he visto en algún rincón que este librito está dirigido al público infantil y juvenil. Bueno, yo tengo mis dudas, especialmente si nos referimos a niños pequeños. A veces se puede intuir en el texto un halo de cuento infantil pero no creo que el autor lo escribiera pensando en un lector infante. No obstante, los jóvenes y no digamos los adultos lo van a disfrutar mucho más. 

Sin duda, La Navidad para un niño en Gales es una pequeña joya que nos acerca al autor galés. Es una historia breve, con bonitas ilustraciones y una historia sencilla de la que estoy segura vas a disfrutar. Anímate.
 


[Algunas imágenes e ilustraciones tomadas de Google]


Retos:

- Autores de la A a la Z
- 100 libros




Puedes adquirirlo aquí:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...