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jueves, 11 de abril de 2019

MANUEL MORENO REINA: 'Como lector, valoro que la trama enganche y eso es lo que he pretendido'

¿Qué sería de nosotros sin el humor? ¿Si no fuéramos capaces de ver aquello que más nos importa con un sesgo divertido y cómico? Para mí, el humor es fundamental. Valoro muchísimo a las personas por su sentido del humor, por su ingenio, por su picaresca -en el buen sentido, claro- y por sus ganas de reírse de todo, hasta de sí mismos. Pero ojo, siempre con muchísimo respeto porque una cosa no está reñida con la otra. Por eso me gusta leer libros como el que os traigo hoy, novelas que son capaces de acercarse a los más significativo de mi ciudad, la Semana Santa, a un mundo que es complejo, que guarda una íntima relación con la tradición, que está lleno de fe y devoción, con sus propias normas y su propia idiosincrasia. Hoy hablamos con Manuel Moreno Reina que acaba de publicar Operación Torrija: El robo de las siete coronas, una novela cofrade-policíaca, que tiene mucho que ver con nuestra Semana Mayor, cuya trama desarrolla el robo a siete hermandades de la ciudad, con mucho respecto pero también con mucho humor, porque a esta ciudad y a su gente, otra cosa no sé, pero humor no le falta.

Marisa G.- Manuel, lo primero que te tengo que preguntar es lo que se pregunta en estos casos, ¿por qué este libro?

Manuel M.- Soy un enamorado de la Semana Santa desde pequeño, gracias a que me lo inculcaron mis padres. Tenía claro que, como también me gustaba escribir, si daba el paso de escribir un libro tendría que estar relacionado con la Semana Santa. Incluso desde la editorial, me dijeron que era bueno iniciarse en un entorno muy local para conocer cómo se mueve este mundo. Así que el trasfondo lo tenía claro pero no el grueso de la historia. Eso llegó en verano, cuando tengo más tiempo libre y leo más. Se me ocurrió la historia y empecé a escribirlo en otoño, con una idea bastante cerrada. El libro lo compuse de atrás hacia delante porque tenía muy claro cuál debía ser el final. Pensé en algo que fuera llamativo desde el principio, como el robo de la corona de la Macarena, pero desde un punto de vista muy humorístico, aunque también con muchísimo respecto.

M.G.- Entonces, ¿esta es tu primera incursión en literatura? ¿No eres de esos autores que llevan escribiendo toda su vida y tienen buena parte de su producción en un cajón?

M.M.- No, no. Este es mi primer libro. No tengo escrito absolutamente nada. Como mucho tengo ideas esquematizadas. Es lo primero que hice antes de escribir la primera palabra de este libro, tener un esquema muy general de lo que quería contar. No sabía si el libro iba a tener siete capítulos o doce. Al final se compone de diez, cada uno de una extensión muy distinta. Los siete primeros sí son más parejos pero los tres últimos, donde se desengrana todo el misterio, son totalmente diferentes. Una vez que tenía el esquema hecho de lo que quería contar en cada capítulo y lo que quería sacar a debate, porque esa es otra de las bazas con las que cuenta la novela, que saca muchos temas a debate, entonces fue cuando empecé a escribir. Dicen que este sistema de escritura es de arquitecto y debe ser así porque soy arquitecto técnico. Así que, con el esquema hecho,  poco a poco fui añadiendo ideas nuevas que no tenía contempladas, y deseché otras que tenía previstas. 

M.G.- ¿Y tú cómo definirías la novela? Porque aquí hay humor, hay una investigación policial y está la idiosincrasia de Sevilla.

M.M.- Siempre digo que es una novela cofrade, policíaca y de humor. Esto no quiere decir que, al que no le guste la Semana Santa, no pueda disfrutarla. Habrá lectores que ni sepan ni les interese la Semana Santa pero se lo puedan pasar bien leyéndola porque también cuenta con una investigación policial. Además no está dirigida únicamente al' público sevillano sino a todo aquel extramuros que le guste una novela de aventuras, de misterio y con multitud de situaciones que hacen que la historia dé giros de 180º constantemente. Esto es algo que tenía muy presente, que las tramas se fueran encadenando antes de que se cerrasen para que el lector siempre se sintiera atrapado y siempre tuviera ganas de pasar la página. Como lector valoro que la trama enganche y eso es lo que he pretendido.

M.G.- Es verdad que es muy localista porque la historia transcurre en Sevilla. También hay alguna pincelada de Cádiz. Pero tú me ha dicho que han solicitado el libro a la editorial desde Ciudad Real. 

M.M.- Sí, sí,... Es que habrá gente que se interese por el contenido cofrade de la novela y otros lectores se interesarán por la trama policial. Por cierto, que me gustaría aclarar que los hechos que se narran en la novela no transcurren durante la Semana Santa sino que todo sucede durante la Semana de Pasión, por eso no es una novela propiamente de Semana Santa. Cualquier persona la puede entender y la puede disfrutar.

M.G.- La puede leer alguien a quien no le guste la Semana Santa pero, para escribirla, tú tienes que tener un dominio de lo que aquí se vive, de la jerga cofrade, de los entresijos de nuestra 'fiesta'.

M.M.- Totalmente. Me he criado aquí y la he vivido desde siempre, así que conozco perfectamente cómo se respira, el respeto que hay que tenerle. Aunque he introducido el humor he procurado no traspasar la línea del respeto pero también pienso que el humor siempre hace falta porque, es algo que suma a la vida, máxime cuando tenemos tantísimos problemas siempre. 

En el caso de la novela, creo que al final hay más humor del que pensaba inicialmente pero es que aquí somos muy dados al humor. En España, y especialmente en el sur, nos gusta mucho reírnos y en la novela sale de forma natural. No han sido cosas forzadas, es un humor blanco y transparente que tampoco afecta ni salpica de forma grosera a nadie y por supuesto, mucho menos a las hermandades.

M.G.- Para los que nos gusta la Semana Santa, esta novela la vamos a disfrutar muchísimo. Además me ha descubierto cosas que desconocía. Por ejemplo, no sabía que el pregonero visitara la Hermandad de las Aguas antes del pregón.

M.M.- He tenido que hacer una mínima labor de investigación, aunque esto que comentas sí lo sabía. Pero, por ejemplo, se aportan muchas fechas que he tenido que buscar, he tenido que consultar los derechos que tiene la policía cuando no está de servicio, también se habla de la Expo'92 Todo esto lo he aprovechado, a su vez, para hacer una crítica social.

M.G.- Entonces, sí has tenido que documentarte para algunas cuestiones. 

M.M.- Sí, con algunas cosas sí, aunque hoy en día, Internet te lo pone muy fácil. De todos modos, hay que tener en cuenta que no todo lo que hay en la red es verdad. Hay que contrastar la información. 

M.G.- Los dos protagonistas son Pepe Lotudo y Lola Mento, ya con el nombre de los personajes uno se puede hacer una idea del tipo de novela ante la que estamos. Pero para perfilar estos personajes, ¿cómo los construyes?

M.M.- Bueno, en principio te diré que la novela empieza sin que aparezcan los verdaderos protagonistas. Hay un primer capítulo que sirve de introducción. Los dos inspectores empiezan a aparecer en el segundo capítulo. Tenía claro que quería que fuera hombre y mujer por aquello de reivindicar la posición que tiene la mujer hoy en día dentro de la policía. Están perfilados de tal modo que uno entra al trapo del otro. Él es mucho más coloquial y suelta por la boca lo que se le ocurre pero es buen profesional y sabe hacer muy bien su trabajo. Sin embargo, le gusta poner a su compañera Lola en situaciones divertidas. 

M.G.- Sin duda, Pepe es el guasón de la pareja. Dispara un chiste tras otro. ¿De dónde sacas tú, como autor, este arsenal humorístico?

M.M.- De lo que se escucha. Básicamente es el propio personaje el que se va soltando a medida que la trama avanza. Él es muy humorístico y cualquier asunto lo lleva a la comedia. La novela saca a debate muchos temas de la Semana Santa y Pepe, casi sin pensar lo que dice, habla de todo y opina, pero también propone. Creo que es importante que se ofrezcan alternativas a los diferentes asuntos que se plantean. No basta con hacer una crítica y punto. Si criticamos la seguridad de la Carrera oficial, hay que hacer propuestas para solucionarlo y ahí entra Pepe. 

M.G.- Hay algunos personajes secundarios que son fabulosos, como un taxista que asoma por ahí y que no tiene desperdicio. ¿Estos personajes estaban ya configurados en tu mente o surgen a medida que vas escribiendo?

M.M.- Surgen a medida que la historia se va forjando. En el caso del taxista, tenía al pregonero en el primer capítulo que se tiene que desplazar al Teatro de la Maestranza. ¿Cómo lo hace? Pues en un taxi. Esto lo aprovecho para reivindicar el problema de las VTC que hay actualmente y meto a un personaje muy secundario pero que da juego a la trama. Será epicentro de una confusión muy divertida a raíz de los nombres de un par de hermandades.

M.G.-  No lo vamos a desvelar. Y efectivamente, como has dicho antes, sí hay mucha crítica social: al sistema, a la conducta inapropiada de los nazarenos, a la cantidad de nazarenos que forman los cortejos, a los tiempos de paso, a la gestión del Consejo,... ¿Se nos está yendo de las manos la Semana Santa?

M.M.- Siempre digo que nos se va de las manos las cosas que se gestionan, lo que pasa es que hay una falta de gestión bastante importante o que la gestión no llega a tiempo. Cuando nos plantamos en Cuaresma es cuando se empieza a analizar ciertos conflictos. El año pasado se celebró un Martes Santo a la inversa y funcionó perfectamente pero Sevilla parece que es la única ciudad en la que cuando algo funciona bien se deja de hacer. Este año se sabía que no se iba a repetir lo que el año pasado funcionó y se probó una alternativa que supuestamente también va a garantizar la seguridad, cuando resulta que las hermandades están todas en contra pero claro, todo se hace tan tarde que no hay tiempo para proponer y estudiar otro planteamiento, así que se deja para el año que viene, y así se van posponiendo muchos temas que no terminan de solucionarse. ¿Se nos va de las manos? Si se gestiona a tiempo y se cuenta con todos los participantes -Ayuntamiento, Cecop, Consejo, hermandades,...-, no se nos va de las manos. Por otra parte, si yo soy abonado de las sillas, ¿está en peligro mi seguridad? ¿Tengo que tener voz para decir si hay que hacer algún tipo de reajuste? Creo que son cosas que se deberían plantear todas las instituciones.

M.G.- Pero de todas las cuestiones que están encima de la mesa, ¿cuál crees tú que es el más sangrante?

M.M.- Para mí la seguridad de las personas. Es algo que tengo claro desde hace mucho tiempo. La seguridad no solo a nivel de Carrera oficial sino también a nivel de la calle, del centro. Tenemos un casco histórico pequeño, donde convergen muchísima gente, muchísimos cortejos, muchísimos niños que, si van en los cortejos, probablemente no estén ni con sus padres y encima llevan la cara tapada. Hay que tener mucho cuidado porque hay cosas que están coordinadas pero otras no tanto y ya sabemos lo que, por desgracia, ha ocurrido otros años. 

M.G.- La crítica no solamente recae sobre la Semana Santa sino sobre el urbanismo de la ciudad. Tú, que eres arquitecto técnico, ¿estamos remodelando Sevilla de manera correcta?

M.M.- Creo que todas las generaciones tienen derecho a dejar su huella. No soy de los que piensa que no podemos pasar de la catedral porque tiene cinco siglos de historia. Nuestra generación también tiene que aportar algo. Si alguien me pregunta si se debería haber construido las Setas, le diré que si pero ¿tienen que estar en el centro histórico? Eso es otro tema a debate. Con respecto a la Torre Cajasol pasa igualmente lo mismo. Si la torre la pagan solo los clientes de Caixa, pues muy bien, pero si al final a la Caixa hay que restacarla, entonces la cuestión cambia porque se estaría usando dinero público.

M.G.- El libro cuenta con ilustraciones pequeñas. ¿Quién las ha hecho?

M.M.- Son mías.

M.G.- ¿Con qué objeto se incorporan estas ilustraciones?

M.M.- Quería introducir aportaciones más visuales entre tanta maraña de texto y que contribuyeran a generar más humor.

M.G.- No quiero desvelar nada del final pero vamos a encontrar todo un estudio sociológico de una profundidad tremenda. No sé si todas las reflexiones son de tu cuño.

M.M.- Sí. Toda esa parte es el fundamento de la trama. Si se producen siete robos de siete coronas, todo tiene que cuadrar y tiene que estar justificado. Por eso, al final, hay un epílogo, muy extenso, en el que cada cabo está atado.  En esta última parte, caso a caso, día a día, se explica cómo se produjeron los robos, quiénes lo perpetraron , por qué y en qué condiciones. 

M.G.- Manuel, inevitablemente te tengo que preguntar por Julio Muñoz Gijón o rancio sevillano. ¿Has leído sus libros?

M.M.- Me leí los dos primeros. Es un periodista y humorista que contribuye con todo lo que hace. Como me dicen en mi editorial, todos los libros suman. No se puede decir que este es otro libro de humor, localista y que qué pesadez. Todo aporta algo y fomenta la lectura. Lo mismo un lector de rancio llega a mi libro o viceversa. Lo importante es poner al alcance libros que animen a leer, que la gente abra un libro, aprenda y se divierta. Eso es estupendo.

M.G.- Bueno y dejando el libro a un lado, ¿qué te ha parecido el pregón de Charo Padilla?

M.M.- Muy biográfico y muy cercano. Todo el mundo dice que es de los pregones que se entienden.

M.G.- Totalmente de acuerdo.

M.M.- Sí, ha sido casi una reportera en el escenario del Maestranza. No sé si miraría de reojo al Hermano Mayor de la Macarena por si le robaban la corona a la virgen (risas) pero bien. Creo que ha sido un pregón que ha contribuido y ha permitido a la gente identificarse con lo que es la Semana Santa para muchos. Lo que más me gustó fue que dijo que se mete en la vida de los demás sin pedir permiso, y es verdad. Yo soy un poco 'jartible' y cuando termino de ver todas las cofradías del día, me voy a casa y a lo mejor son las dos o las tres de la madrugada, me pongo la radio y está ella, retransmitiendo alguna entrada. 

M.G.- Hablando de pregones y haciendo colación a algo que se recoge en el libro y que también menciona Antonio Cattoni, prologuista del libro, ¿es verdad que existen los negros de pregón?

M.M.- Es algo que no se dice pero que se rumorea. Sobre todo pasa cuando son partes en verso. Se dice que, para esos fragmentos, algunos pregoneros  han necesitado la colaboración de otras personas.

M.G.- No lo había pensado nunca. Bueno, Manuel, lo dejamos aquí. Muchas gracias por este rato que has compartido conmigo. Te deseo mucha suerte con el libro y feliz Semana Santa.

M.M.- Gracias. Igualmente.

Estamos a escasos dos días para que comience la Semana Santa, para que salga la Hermandad de la Paz en su barrio del Porvenir, para que por la rampa del Salvador, desciendan cientos de niños vestidos con sus túnicas blancas acompañando a Jesús en su entrada a Jerusalem. ¿Estarán a salvo todas las coronas de las vírgenes? Date una vuelta por este libro y pasa un buen rato con su lectura. 

El libro lo podéis conseguir en los puntos de venta habituales al igual que en Amazon.es y en Libros.cc. También podéis contactar con el autor en redes sociales (@donnatorrija) para solicitar un ejemplar dedicado.







Ficha novela

Editorial: Samarcanda.
Encuadernación: Tapa blanda con solapas.
Nº Páginas: 264
Publicación: Enero, 2019
Precio: 15,00€
ISBN: 9788417672195
Ficha completa aquí.




lunes, 18 de diciembre de 2017

LAS VOCES DEL MAR Y OTROS CUENTOS de Andrés González-Barba.


Editorial: Samarcanda.
Fecha publicación: diciembre, 2017.
Precio: 14,00
Género: Cuentos.

Nª Páginas:134
Encuadernación: Cartoné.
ISBN: 9788417103330
Autor

Andrés González-Barba (Sevilla, 1974) es un periodista y escritor que debutó en el mundo literario con su novela Los diarios de Regent Street (2010), un homenaje a Sherlock Holmes y a su creador, Sir Arthur Conan Doyle. Posteriormente ha publicado El último tren de la estación del norte (2015), obra a medio camino entre la novela negra y el relato de terror, y El enigma Murillo (2017), una novela gótica ambientada en la Sevilla invadida por las tropas napoleónicas. También es autor de El sueño de Titania (2014), novela juvenil dedicada a su hija Sofía, y del libro de relatos La noche de Lear y otros cuentos navideños (2016). Ha sido, asimismo, finalista del I Concurso Internacional de Relatos Cortos Ciudad de Sevilla por su cuento Las voces del mar

Sinopsis

A través de las doce historias que integran este libro, el lector se adentrará en un universo donde lo cotidiano se somete a un principio de incertidumbre capaz de generar variados estados emocionales. Las voces del mar y otros cuentos muestra el lado más vulnerable de unos personajes que no pueden escapar de la adversidad, aunque traten de rebelarse contra lo establecido. En estos relatos se indaga especialmente sobre la condición humana, desde el amor contemplado en sus más diversas manifestaciones hasta la violencia como signo inequívoco de identidad de los tiempos actuales. A través de estas breves narraciones se puede experimentar el vacío que produce la soledad, el vértigo que se siente hacia lo eterno o el sentimiento de desasosiego de aquél que se ve marcado para siempre por su propio destino.

[Biografía y sinopsis tomadas directamente de la web de la editorial]

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Andrés González-Barba es periodista de Abc y escritor. Publicó su primera novela, Los diarios de Regent Street, en 2010 y desde entonces no ha parado. Su nombre resuena en mi mente hace tiempo, cuando un amigo común, al que ambos apreciamos mucho, me habló de su labor literaria tras la publicación de El sueño de Titania en 2014. Me fio mucho del criterio de ese amigo pues sabe distinguir lo brillante de lo mediocre, y no solo a nivel literario sino también a nivel humano. Por eso, desde entonces he seguido la pista a Andrés y hasta la fecha he podido disfrutar de varias de sus publicaciones, La noche de Lear y otros cuentos navideños y El enigma Murillo, ambas obras reseñadas en este blog.

La sorpresa fue mayúscula cuando en octubre pasado me anunció que andaba inmerso en otro proyecto, otro volumen de cuentos con el que estaba muy ilusionado y más sorprendente fue aún cuando me comentó que deseaba que lo acompañara en la presentación de esta obra, junto a Fernando Ángel Lumbreras, autor de Percibo Azul. 

Pues bien la presentación tuvo lugar el pasado 5 de diciembre en la Casa de la Ciencia donde, con los nervios a flor de piel pero comprometidos y muy dispuestos, nos personamos Fernando y yo para acompañar a Andrés. Allí se congregaron amigos, familiares y lectores entre los que también figuraban autores y compañeros de letras de nuestra tierra como Francisco Gallardo (La última noche,2012) que anuncia novela en breve, Manuel Machuca (Tres mil viajes al sur, 2016) y Salvador Navarro (El nombre que ya no soy, 2017). 

En primer lugar tomó la palabra Fernando Lumbreras para hacer un resumen de la trayectoria literaria de Andrés, así como para hacernos partícipe de sus impresiones y de las emociones que la lectura de Las voces del mar y otros cuentos le había causado. Tuvo unas palabras muy afectivas para con el autor, ensalzando su capacidad literaria en esta obra e involucró a los participantes en un juego de evocaciones, para finalizar su intervención animando a los asistentes a leer estos cuentos.

Por mi parte, comenté que si su anterior volumen de cuentos estaban dedicados expresamente a la época navideña, en esta ocasión, Andrés retoma el género con  historias más atemporales que no tienen ninguna vinculación directa con la época del año en la que estamos. Las voces del mar y otros cuentos se componen de doce cuentos en total, de diversa índole y de los que me gustaría destacar algunos.

En primer lugar encontramos Las voces del mar, cuento que da título al volumen, muy evocador y cargado de significado, como se entenderá una vez que lo hayamos leído. Para que os hagáis una idea de su sinopsis, os diré que René es el propietario de una tienda de muñecas en una ciudad costera, una tienda a la que acude un matrimonio con una niña de pocos años, una pequeña muñequita tan hermosa como las que el propio René vende en su tienda. La pequeña queda prendada de la muñeca preferida del comerciante, a la que él mismo puso el nombre de Beatriz, y tras la adquisición el matrimonio sigue su camino feliz y ajenos a lo que va a ocurrir en breve, algo que nos impactará mucho. 

Si el título me ha resultado evocador no lo son menos sus propios personajes pues, el padre y la madre de la pequeña, cobijados bajo un paisaje inspirador, aprovechan los momentos de felicidad en familia para rememorar episodios del pasado. Muy brevemente nos adentraremos en los recovecos de sus mentes para conocer parte de su pasado y entender así qué tipo de personas son.

Pero una de las peculiaridades que tiene este relato es que, cuando comienzas a leerlo, o al menos a mí me ha pasado así, en ningún momento te parece que la historia sea contemporánea, salvo  por pequeños detalles y objetos que te van dando pistas y, por supuesto, por los acontecimientos finales de los que prefiero no desvelar nada y que terminarán por situar la historia de manera exacta, hasta tal punto que podemos determinar en qué año, mes, día e incluso hora se producen los hechos narrados. Pero como digo, este cuento, en sus inicios, respira de la atmósfera de antiguos relatos y eso me trasladó al siglo XIX. Me imaginé a un matrimonio ataviado a la usanza decimonónica, probablemente porque en este cuento se advierte que el autor ha bebido de novelistas de ese siglo, como él mismo ha reconocido en más de una ocasión, refiriéndose a Guy de Maupassant como principal referente para la construcción de los cuentos de este libro

Destaco también en este cuento la aparición de unos fragmentos en cursiva que se van intercalando con el texto principal. Al principio no conseguí entender muy bien qué papel jugaban esos párrafos que parecían advertirnos de que algo iba a ocurrir pero una segunda lectura me hizo entender que constituían como esa especie de choros tan propio del teatro griego. Al mismo tiempo que una voz en tercera persona nos van relatando los hechos principales, nos llegan ecos que acotan la escena y comentan lo que está sucediendo.

Las voces del mar es un cuento que os va a sobrecoger. Quizá esa sea la emoción más directa que sentiremos, una historia que nos dejará pensando en lo débiles que somos, en la precariedad de la vida, en cómo todo puede cambiar de un instante a otro, en tan solo cuestión de segundos. Algo de lo que no siempre somos conscientes y que quedará patente en este relato.

Paso a hablaros ahora de El accidente. Estamos ante una historia sencilla pero curiosa que pone en evidencia la importancia del azar y del destino. Como su propio título indica el cuento narra un accidente de circulación en la que uno de los protagonistas queda malherido en una carretera comarcal por la que no transitan muchos vehículos. Temiendo quedar allí sin posibilidad de rescate, el protagonista intenta pedir auxilio a través de su teléfono móvil pero este ha quedado totalmente destrozado tras el impacto. Con el miedo en el cuerpo, al final surgirá una segunda persona, ese salvador en el que el accidentado pone todas sus esperanzas pero que con el que el destino le tiene guardada una sorpresa.

Si hay algo que me gusta de El accidente es que su sencillez es suficiente para aglutinar un buen cúmulo de reflexiones, y que dejan de manifiesto lo insignificantes que somos y no solo eso sino que, la vida, astuta, inteligente y paciente, nos devuelve todo el daño gratuito que hicimos en el pasado, pues cualquier paso que demos conlleva unas consecuencias y no importa el tiempo que haya transcurrido, todo en esta vida se paga. 

Pero si  hay un cuento que me gustó por encima de todos ese fue Aeternum. No puedo más que ensalzar este relato que me ha parecido de una original brutal pues su autor «adopta» a un personaje conocidísimo por todos, un personaje más bien secundario de una historia universal, que Andrés rescata para darle protagonismo y contarnos a su modo cuál podría ser el futuro que le esperaba. Es uno de esos cuentos en los que se manifiesta de manera más sobresaliente ese juego de las adivinanzas al que los autores a veces nos someten, pues desde principio a fin no dejaremos de preguntarnos quién es ese personaje que se define a sí mismo como un ser inmortal, que vagabundea por el mundo y por los tiempos, lamentándose de su destino.  Aeternum me encantó.

Los cuentos que Andrés González-Barba nos regala en este volumen tienen en común la magia que destilan, esa magia de los cuentos de antaño en los que todo podía ocurrir, como si los lectores fuéramos esa Alicia que cruza el espejo y se encuentra con un mundo fantástico, pero también la magia que se produce bajo unas circunstancias concretas, o aquella otra que surge cuando un personaje es capaz de penetrar en el alma de otro y averiguar qué es lo que piensa hacer con tan solo mirarlo a los ojos, o la magia transformada en bondad y amor de un matrimonio que se compadece de otro. Sin duda son cuentos llenos de ternura y emociones palpitantes que nos conmoverán. 

Porque, a través de diversos temas como el terrorismo islámico, el aborto, unas supuestas infidelidades, las crisis matrimoniales o las dificultades económicas, Andrés González-Barba explora el alma humana y escarba en las relaciones personales, ya sean entre dos desconocidos, dos compañeros de trabajo, un hijo y su madre o un marido y su mujer. Son cuentos que ponen de manifiesto las barbaridades que somos capaces de cometer, la absurdez de proyectar una imagen que no concuerda realmente con lo que somos, las decisiones que tomamos a lo largo de nuestra vida pensando que son las correctas, la lucha por evitar dañar a las personas que queremos o bien lo que hacemos con tal de recuperar el amor que se ha ido diluyendo con el tiempo... Un sinfín de situaciones dispares pero muy cotidianas que, de un modo u otro, nos alcanza de lleno y con el único propósito de transmitirnos un mensaje, ya sea hacernos entender lo que realmente importa en la vida, el valor de las pequeñas cosas,... De estos textos siempre se puede sacar una moraleja, una lección, porque son, a pesar de su sencillez, sumamente instructivos. 

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