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miércoles, 10 de noviembre de 2021

NADIE CONOCE A NADIE (THRILLER - 1999)

Año: 1999

Nacionalidad: España.

Director: Mateo Gil

Reparto: Eduardo Noriega, Jordi Mollà, Natalia Verbeke, Paz Vega, Críspulo Cabezas, Manuel Morón, Pedro Álvarez-Ossorio, Mauro Rivera, Jesús Olmedo, Joserra Cadiñanos, José Manuel Seda, Richard Henderson, José Cantero, Lucio Romero

Sinopsis: Simón, un joven aspirante a escritor, se gana la vida diseñando crucigramas para un periódico sevillano, mientras que Sapo, su compañero de piso, sobrevive como profesor particular de inglés. Un día Simón recibe en el contestador un amenazador mensaje que lo conmina a incluir la palabra "adversario" en su próximo crucigrama, el del Domingo de Ramos. Todo parece una broma de pésimo gusto, pero Simón cede ante la amenaza sin saber muy bien por qué. El resultado es una serie de atentados en vísperas de la última Semana Santa del milenio. Aterrado por las consecuencias de su decisión, decide investigar los hechos con la ayuda de María, una compañera del periódico a la que le han asignado el caso. Poco a poco, descubrirá horrorizado cómo una serie de circunstancias casuales lo van inculpando.

[Fuente: Filmaffinity]


El otro día publicaba la entrevista con Juan Bonilla (puedes leerla aquí), a raíz de que la editorial Seix Barral editara y pusiera a la venta la última novela del autor jerezano, Nadie contra nadie, título muy similar a aquel otro del libro que publicó en 1996, Nadie conoce a nadie. Cuenta Bonilla en esa entrevista que:


«Esta novela (Nadie contra nadie) es un experimento que me propuse para jugar y divertirme. Cuando escribí Nadie conoce a nadie en 1996 tenía 28 años. Con aquella novela cometí una serie de errores narrativos que ahora no me convencen. Me pregunté qué pasaría si volvía a escribir la misma historia pero desde el que soy ahora. Así que, en 2016, como no estaba ocupado con otras cosas, y conociendo la historia, los personajes y la trama, escribí la novela desde la primera a la última página, dejándome llevar únicamente por los pequeños matices que yo recordaba de la versión original. [...] Podríamos decir que, en términos cinematográficos, esta novela es un remake y, por tanto, como suele ocurrir, el resultado es totalmente distinto».


Pues de aquella novela, Nadie conoce a nadie, publicada en 1996, el director Mateo Gil hizo una adaptación cinematográfica que se estrenó en el año 1999. Bajo título homónimo, la película narra una serie de crímenes y sucesos dramáticos que tienen lugar durante la Semana Santa sevillana del año 2000. Os cuento un poco.

Simón Cárdenas (Eduardo Noriega) es un joven madrileño que recala en Sevilla por motivos de trabajo. Es un periodista menor, que se encarga de confeccionar los crucigramas que La Gaceta de Sevilla publica cada día. Sin embargo, su verdadero sueño es escribir una novela, actividad que compagina con la elaboración de los crucigramas sin que consiga hilvanar una narración decente que termine en las librerías del país. Como compañero de piso tiene a Sapo (Jordi Mollá), otro joven de su edad, también foráneo, estrafalario y crítico con la ciudad que lo ha acogido, y que se gana la vida dando clases particulares de inglés. 

La acción arranca en los días previos a la Semana Santa del año 2000. Simón recibe una llamada de teléfono, que queda registrada en el contestador. Una voz robótica le insta a confeccionar un crucigrama concreto. Las instrucciones consisten en publicar un crucigrama el Domingo de Ramos, cuya solución a la definición de la cuadrícula H6 sea la palabra Adversario. Con el aviso de que no puede ponerse en contacto con la policía, la voz anónima le advierte que, en caso de no seguir las instrucciones, tanto su familia como su compañero de piso estarán en peligroSimón queda aturdido. Sin saber qué hacer le comenta la situación a Sapo y este le resta importancia. Probablemente sea tan solo una broma de mal gusto. Sin embargo, las muertes y los crímenes comienzan a sucederse a lo largo de la semana grande de la ciudad. ¿Quién está detrás de estos hechos luctuosos? ¿Qué pretende? ¿Está en riesgo la Semana Santa de Sevilla?

Bueno pues estos son los mimbres de esta película. El punto de partida siempre me pareció original. Alguien quiere boicotear la Semana Santa de Sevilla, y para ello pone en marcha una maquinaria de destrucción y muerte. El objetivo del criminal serán las hermandades, los curas, la Iglesia en general como institución y siempre con el público como víctima colateral. Simón se verá envuelto en una trama negra y tendrá que averiguar quién es el causante de todos estos sucesos. Con ayuda de María (Natalia Verbeke), compañera del periódico, buscarán las claves que los lleve a desvelar el misterio. Simón terminará descubriendo que no se puede fiar de nadie, y de ahí el título de la cinta, Nadie conoce a nadie. En esa desconfianza generalizada, varios elementos sospechosos, una secta, un manuscrito que describe una situación de maltrato, un parricidio, una clave numérica, una signatura y un antiguo grabado.

¿Qué me ha gustado de esta película?

De entrada, las imágenes aéreas que se ofrecen de la ciudad. El espectador vuela sobre las calles y los monumentos más significativos de Sevilla, de día y de noche. Y si recorrer esta capital a pie supone un paseo delicioso, al verla desde el aire cobra aún más belleza. 

Por otra parte, para un espectador sevillano resulta doblemente interesante ver rincones, calles, monumentos y lugares que conoce bien. Resulta inevitable fijarse en el entorno que rodea a los personajes.

Pero, más allá del escenario, lo que me ha gustado de este largometraje es la originalidad del inicio que plantea, como ya he comentado. Atacar una fiesta tan significativa con la Semana Santa no me parece moco de pavo. 

¿Qué es lo que no me ha gustado de esta película?

Hay que ser flexibles, sí. Sabemos que, tanto en cine como en literatura es habitual el uso de licencias, ya sean temporales, geográficas, históricas,... A eso estamos acostumbrados y, tanto lectores como espectadores, hacemos la vista gorda. En esta película, el espectador sevillano tiene que ser flexible, pero hasta cierto punto.

Se supone que Simón y Cárdenas viven de alquiler y tienen una economía precaria. Al menos, eso es lo que parece. No obstante viven en un edificio en todo el centro de la ciudad, a un palmo del Ayuntamiento y a escasos metros de la catedral y la Giralda. No pasa nada, lo pasamos igualmente por alto.

No obstante, resulta que toda la trama transcurre durante la Semana Santa. Precisamente, Simón y Sapo viven en la Plaza de San Francisco, epicentro de la carrera oficial, es decir, lugar por donde pasan todas y cada una de las hermandades, espacio en el que se colocan sillas de alquiler, y palcos para autoridades. En definitiva, un punto de la ciudad que se convierte en un  tapón de gente, que se mueven de aquí para allá durante esa semana. Entiendo que no van a montar toda una parafernalia logística de tal envergadura para rodar un par de secuencias pero es que, en un día normal, esa calle Granada a la que Simón se asoma de vez en cuando desde su casa, no luce la soledad que vemos en la película ni a las cuatro de la madrugada. Esa calle es un hervidero de personas en un día normal, y a cualquier hora, y resulta paradójico ver a Simón contemplando una calle casi desierta, y digo casi porque la única persona que ocupa la vía es Ariadna. Pero bueno, no seamos tan exquisitos.

Ahora bien, lo que sí me parece totalmente irrisorio son las escenas que muestran el paso de alguna cofradía. Os garantizo que aquí, y eso lo sabréis bien los que vivís aquí o los que habéis visitado la ciudad entre el Domingo de Ramos y el Sábado Santo, el que se coloca cerca de un cortejo procesional queda encajonado por el resto de público. Para empezar, llegar a la primera fila una vez que la cofradía está pasando es misión imposible, pero Simón se mueve de aquí para allá sin problemas porque, aunque hay gente viendo las procesiones, son cuatro gatos. De hecho, hay una escena rodada en la Plaza del Salvador desde donde sale una de las cofradías más esperadas del Domingo de Ramos. Esa plaza, mucho antes de la hora de salida de la procesión, se llena de gente hasta tal punto que no cabe ni un alfiler -al menos, antes de la pandemia-, pero Simón accede a la plaza sin problema. Es más, se coloca justo delante de la puerta de la iglesia con total tranquilidad. Por eso digo que, a ojos de los sevillanos, esta película hay que ser muy benévolo. 

Pero lo que menos me ha gustado es el desenlace. Con todos mis respetos, el guion sufre de una ida de olla, total. Me parece muy esperpéntico cómo se desarrolla el final de la película. No se trata de ese elemento religioso y cofrade, especialmente sensible, que puede verse salpicado sino de la imposibilidad material de que los hechos se produzcan del modo que cuenta la película y de lo grotesco de esas escenas finales. Por eso creo que Nadie conoce a nadie empieza bien, partiendo de un punto interesante pero, a medida que vamos avanzando en la historia, el guion comienza a adentrarse en tierras pantanosas hasta ese desenlace que me ha parecido un total despropósito. Es lo que más recordaba de la película. Me dejó tan atónita la primera vez que la vi, que no he podido quitarme esa imagen de la cabeza. 

¿Para cofrades sensibles?

Pues me parece que no. Estoy convencida que hubo gente que se molestó por algunas imágenes. A mí particularmente me han sorprendido algunas secuencias, en las que figuran imágenes reales de nuestra Semana Santa, y otras escenas de índole criminal, en la que se imita la disposición de algunas figuras procesionales. Impactan pero tampoco es para rasgarse las vestiduras. No es más que ficción, una película, y como tal hay que tomársela. Además, la mayoría de las referencias están camufladas. Se habla de la Iglesia de la Salvación, en vez de la Iglesia del Salvador. Y como eso, todo.

Curiosidades

Cuentan que la película inspiró los hechos reales ocurridos en la Madrugá del año 2000. Mucho os estoy hablando últimamente de aquellos sucesos, a raíz de lecturas tales como Soleá, dame la mano de Alberto Álvarez Campos, y la misma Nadie contra nadie de Juan Bonilla. Y sois muchos los que me decís que no recordáis o no sabéis que ocurrió aquel año. Os lo resumo brevemente en la Nota aclaratoria.  

¿Y estamos ante una adaptación fiel al libro? Pues no lo sé porque el libro no lo he leído. Sin embargo, el propio Juan Bonilla me contó en la entrevista lo siguiente:


«El largometraje no tiene mucho que ver con lo que se contaba en la novela original».


Seguramente, el libro esté mucho mejor. 

Personajes e interpretaciones

Me he llevado una sorpresa porque no recordaba ni a Paz Vega ni a Natalia Verbeke. La primera hace un papel menor, pero Natalia sí tiene un rol principal en la trama y, sin embargo, se me había desdibujado por completo. Paz Vega da vida a Ariadna, una joven camarera que mantiene una relación sentimental con Simón. El perfil del personaje encaja con el de una joven sevillana a la que intuimos creyente, pues lleva una cruz colgando de su cuello. Por ende, tiene su punto cofrade y se muestra como devota de su hermandad, cuya salida procesional no se pierde ni un solo año. Su relación con Simón no es todo lo que ella esperaba. 

Paz Vega está muy joven, igual que los demás. Hasta ese momento había hecho televisión y algún papel pequeño en alguna película. En Nadie conoce a nadie se la ve inexperta, inmadura, ingenua, y su interpretación es poco lucida. Aunque no es una actriz que me entusiasme, hoy día sí se le nota la evolución y las tablas. 

En cuanto a Natalia Verbeke, será la encargada de interpretar a María, la compañera de Simón. Al principio la periodista se mostrará un tanto incrédula con todo lo que el joven le cuenta pero, poco a poco, y movida por la atracción que siente por Simón, se adentrará más en esa trama de suspense y misterio. La interpretación de Verbeke tampoco es que sea digna de mención. Ni siquiera en los momentos más comprometidos. 

Pero los dos grandes protagonistas de esta historia serán Simón y Sapo. El crucigramista es un joven frustrado. Está lejos de su ciudad, tiene un trabajo mediocre que únicamente le sirve para subsistir, pero que ni le apasiona ni le motiva. A eso se une que no consigue escribir ni una sola línea decente de esa novela que tiene en mente. Y cuando más agobiado está, recibe esa llamada que lo pone en una situación delicada. Simón se siente culpable, culpable de todos los hechos que están ocurriendo en la ciudad, culpable de las muertes, del horror, del pánico que sienten los ciudadanos, y eso lo convierte en un joven nervioso y algo violento. 

Por su parte, Sapo es una vida la vida. Caracterizado por el sonido gutural que emite a modo de tic -de ahí su apodo-, es un joven al que parece que todo le trae al pairo. Se centra en sus clases particulares de inglés, a través de las cuales conoce a chicas que le sirven para sus escarceos sexuales. No le pide más a la vida. Va a su bola, aunque sí se considera un buen amigo de Simón, al que trata de ayudar en esta situación con sus consejos.

Eduardo Noriega y Jordi Mollá se encargarán de interpretar a estos personajes. Jamás me ha gustado Mollá. Nunca he podido conectar con él. Siempre me ha parecido un actor gélido y además, en esta película me da hasta repelús con ese color de pelo, entre rubio y pelirrojo, con el que lo han caracterizado. 

En cuanto a Noriega, no diría que su actuación es estelar. Es verdad que, en algún momento breve, nos convence de la situación angustiosa por la que pasa pero, la película no brilla por unas interpretaciones inolvidables.

Banda sonora y efectos especiales

También ha sido una sorpresa recordar que la banda sonora corre a cargo de Alejandro Amenábar. Empieza potente y resulta llamativa. 

Nadie conoce a nadie estuvo nominada como Mejores Efectos Especiales en los Goya de aquel año, y es que, a mi particular, hay una secuencia que recrea una explosión (imposible de que fuera real) que está muy bien conseguida.


En definitiva, Nadie conoce a nadie, como experimento cinematográfico se deja ver. Para los espectadores de otras latitudes no tendrán importancia ciertos detalles pero para los sevillanos es un poco complicado digerir ciertas cuestiones. En realidad, la película funciona bien como thriller pero el último trecho, dirección al desenlace, desmerece mucho el resto. Me da rabia porque, ya digo que parte de un punto bastante original. 

Y ahora sí, la nota aclaratoria. Como os dije antes, últimamente os estoy hablando mucho de aquellos sucesos ocurridos en Semana Santa del año 2000, con motivo de la lectura de diversas novelas que hacen referencia a aquellos hechos -Soleá, dame la mano y Nadie contra nadie-. Algunos me estáis diciendo que no recordáis lo que sucedió. Os cuento por encima. Aquella madrugada, mientras procesionaban las seis hermandades que hacen estación de penitencia en Sevilla -El Silencio, La Macarena, La Esperanza de Triana, El Calvario y Los Gitanos-, se produjeron gravísimos y simultáneos altercados en diferentes puntos de la ciudad. De repente, se empezaron a escuchar ruidos, voces, gritos y la gente que veía las procesiones entraron en pánico colectivo y comenzaron a correr, derribando a su paso todo tipo de objetos y personas que encontraban a su paso. Incluso los mismos nazarenos, aturdidos por el tumulto que ocasionaba un ruido ensordecedor abandonaros su sito en el cortejo y trataron de refugiarse donde pudieron. Nadie sabe qué ocurrió exactamente. Al menos, la ciudadanía no lo sabe. Se barajaron varias teorías: un escape de gas, un toro que se había escapado de la Maestranza, un hombre con un cuchillo y unos niñatos de familia bien, que quisieron divertirse un rato. Lo cierto es que hubo gente que tuvo que ser atendida por los servicios sanitarios, por ataques de ansiedad, contusiones, golpes, heridas,... Y aquello marcó un antes y un después en la Madrugá sevillana. 

Si quieres saber un poco más sobre aquellos sucesos puedes leer aquí. Si buscas en YouTube también puedes ver algunos vídeos de las retransmisiones de aquel año, en la que se ven a los nazarenos correr y abandonar cirios e insignias, dejando a los pasos solos en mitad de la calle. 

 


Tráiler:                                                                 Puedes adquirirla aquí:

  





miércoles, 13 de septiembre de 2017

TERESA, EL CUERPO DE CRISTO (DRAMA - 2007).


Año: 2007

Nacionalidad: Española.

Director: Ray Loriga.

Reparto: Paz Vega, Leonor Watling, Geraldine Chaplin, José Luis Gómez, Eusebio Poncela, Álvaro de Luna, Paula Errando, Ángel de Andrés, Amparo Valle, Andrés Gertrudix, Javier Mejía, Francesc Garrido, Manuel Morón, Azucena de la Fuente, Gregorio A. Sebastián, Carolina Bona.

Género: Drama.

Sinopsis: Siglo XVI. Teresa de Cepeda y Ahumada, hija de un hidalgo de Ávila, se resiste a aceptar su papel de mujer en un mundo de hombres: no quiere limitarse a ser esposa y madre. Siente que tiene que haber algo más elevado. Quiere escribir, quiere leer, quiere aprender. En busca de ese "algo" que le falta, ingresa en un convento de clausura. Su decepción no puede ser mayor: tras las paredes del claustro reina el materialismo y la misma frivolidad de los que ella viene huyendo. Así, decide iniciar una cruzada de oración y sacrificio para reformar las reglas de la convivencia monástica.

[Información facilitada por Filmaffinity]


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Desde el momento en el que supe que tras el guion y la dirección de esta película se encontraba Ray Loriga, mi interés por visionar este largometraje aumentó considerablemente. Me resultaba curioso que un autor como Ray Loriga hubiera puesto los ojos en la santa y se hubiera propuesta embarcarse en la aventura de contar una parcela de su vida. Me apetecía comprobar cómo enfocaba la historia, qué momentos de su vida elegía narrar y qué tratamiento daba a la historia de una mujer cuyo eco retumbará para siempre. 

Teresa, El cuerpo de cristo es una película que ya cuenta con una década a su espalda. Rodada en la ciudad abulense, narra la vida de Santa Teresa de Jesús desde el momento en el que siente la necesidad de entregarse a Dios como esposa hasta el momento de fundar el primer convento a las afueras de las murallas de Ávila. 

Resultado de imagen de teresa el cuerpo de cristoTras la introducción de una voz en off perteneciente al maestro Gaspar Daza (Eusebio Poncela), que nos narra a grandes rasgos la situación religiosa de España, con el Santo Oficio llenando las mazmorras de herejes, brujas y endemoniadas y organizando grandes actos de fe, la institución que conforma la Iglesia no vive sus mejores momentos. En estas circunstancias la joven Teresa de Ahumada, hija de un hidalgo de Ávila, se entrega a los placeres de la juventud y su honra queda mancillada, actos que se engrandecen con el correr de los bulos y rumores por la ciudad. En su interior ya bulle la necesidad de encontrar a Dios, se siente llamada por el Altísimo y cree que el mejor modo de no manchar la honra familiar y conseguir su propósito es entrar en un convento.

Cargada con una pila de libros y portando ostentosos vestidos, cruzará las puertas del convento de la Encarnación para emprender su propia cruzada. Pero la vida en el convento no es lo que esperaba. Con un fervor exacerbado que raya en la obsesión, Teresa comprueba cómo la vida dentro de los muros del convento siguen habiendo privilegios, clases y privilegios, algo a lo que ella muestra su rechazo. Tras el periodo de novicia pasará a desposarse con Dios, y será entonces cuando comience a tener visiones, ataques, convulsiones. Su excesiva fe, que muchos tachan de soberbia le acarreará numerosos problemas, pero ella no cejará en su empeño. En su deseo de encontrar a Dios en su interior, se infringirá castigos y se mortificará hasta el punto de la extenuación. Familiares y amigos temerán por su vida y porque su comportamiento, que ya transciende más allá de las paredes del convento, consiga despertar el interés del Santo Oficio que sigue a la caza de iluminados y alumbrados. Pero Teresa nada teme y, apoyada por unos y repudiada por otros,  luchará hasta establecer el primero de los doce conventos que fundará por toda España. 

Quien conozca aunque sea a grandes pinceladas la vida de Santa Teresa encontrará en esta película detalles históricos que le sonarán pero también hay episodios que para mí eran totalmente desconocidos y que no estoy segura de que estén al alcance del público en general. No quiero desvelar nada de los momentos de su vida que más significativos me han parecido pero hay acontecimientos que me han sorprendido mucho, como por ejemplo, descubrir que sus orígenes se apartaban mucho de la religión católica.

La película que dirige Loriga no solo recrea la vida de la santa,  también aprovecha el escritor y director para hacernos llegar pasajes de los libros que ella escribió, recitados por su propia voz en off y que me han parecido sumamente bellos. 

Respecto a las interpretaciones, es justo decir que me han gustado bastante. Con lo poco partidaria que soy del trabajo de Paz Vega, algo que confieso que tiene más que ver con su faceta personal que con su faceta profesional (prejuicios que a veces me asoman), he de reconocer que ha sabido encarnar muy bien a la santa. Con la mirada llena de fervor, los movimientos delicados, la voz impregnada de un profundo misticismo, la actriz ha conseguido que me acerque a la figura de Santa Teresa y, sin juzgarla, pueda entender sus motivaciones. No ha sido una interpretación muy alabada por espectadores pero mentiría si dijera que su papel no me ha parecido creíble. 


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En cuanto al resto del reparto, sinceramente creo que todos hacen un gran papel. Cuenta esta película con importantes nombres entre los que destaco a Eusebio Poncela o Manuel Morón. Geraldine Chaplin da vida a la priora del convento y aunque es una actriz que siempre me gusta, creo que no ha sido un acierto contar con ella por su profundo acento galo. 

Por otro lado considero que el trabajo de Ray Loriga como director es estupendo. Llegaría a decir que incluso me gustan las imágenes de los créditos iniciales donde el director juega con la metáfora de unas palomas volando alrededor de Teresa y que cada cual puede interpretar como quiera pero que, sin duda, hacen referencia a lo que todos imaginamos. De todos modos, de la dirección de la película, lo que más me ha gustado es el ambiente de recogimiento que se siente a lo largo de todo el metraje, un ambiente que viene intensificado por los continuos contrastes de luces y sombras que me han resultado muy logrados.

Teresa, El cuerpo de Cristo es una película que cuenta con un montón de opiniones negativas. La tachan de aburrida, sosa, soporífera, prepotente, pero para gustos los colores. A mí sinceramente me ha gustado. En ningún momento se me ha hecho lenta, ni me ha parecido que el director pretenda ensalzar a la enésima potencia a una mujer por la que siente admiración, obviando episodios de su vida más peliagudos. Ray Loriga se centra en los inicios de esta mujer como religiosa y querer abarcar más sí que hubiera sido peligroso. 

Así que, en definitiva, creo que es una propuesta bastante digna, un acercamiento honesto a la vida de la santa, con un buen reparto, una ambientación magnífica y una banda sonora que es una delicia para los oídos. Así que, si quieres conocer algo más de Santa Teresa de Jesús, te recomiendo ver esta película. Y si lo quieres conocer todo, lee los libros que escribió. 





Trailer:






[Imágenes e ilustraciones tomadas de Google]

miércoles, 24 de diciembre de 2014

GRACE DE MONACO (DRAMA - 2014)


Año: 2014

Nacionalidad: Francesa.

Director: Olivier Dahan.

Reparto: Nicole Kidman, Tim Roth, Milo Ventimiglia, Derek Jacobi, Parker Posey, Paz Vega, Frank Langella, Geraldine Somerville, Robert Lindsay, Roger Ashton-Griffiths, Flora Nicholson, Jeanne Balibar.

Género: Drama. Biografía.

Sinopsis: A los 33 años, Grace Kelly, una gran estrella de Hollywood, renunció a su carrera como actriz para casarse en 1956 con el príncipe Rainiero III y convertirse en Su Alteza Serenísima la Princesa Gracia de Mónaco. La historia se ambienta en plena crisis política y económica entre Francia y Mónaco en la que la actriz americana estuvo involucrada.



[Información facilitada por Filmaffinity]



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[​IMG]Grace Patricia Kelly era una jovencita de Filadelfia que soñaba con convertirse en actriz. Nacida en el seno de una familia muy humilde, sus padres no vieron con buenos ojos el sueño de su hija pero ella no cejó en su empero y se trasladó a Nueva York donde estudiaría arte dramático. 

Empezó desde cero. Al principio con papeles breves y muy secundarios pero su belleza no pasaba desapercibida y poco a poco fue haciéndose hueco en la industria del cine compartiendo la pantalla con actores de la talla de Clark Gable y Ava Gadner con quien coincidió en la película Mogambo. Actriz predilecta de Alfred Hitchcock, años después recibiría su único Oscar. 

Admirada y aplaudida, la carrera cinematográfica de Kelly se frenó en seco cuando conoció en Cannes al príncipe Rainiero de Mónaco, mientras se rodaba la película Atrapa a un ladrón junto a Cary Grant. En 1956, el típico sueño de princesas se convertía en realidad. La actriz, la joven de Filadelfia había conquistado el corazón del príncipe y unía su vida a la de él bajo la atenta mirada del mundo.




Grace de Mónaco no es un biopic de la princesa de Mónaco. Este largometraje refleja parte de su vida, un momento crucial para el Principado de Mónaco a nivel político en el que la princesa tuvo un papel crucial.

La película se inicia con unas declaraciones de Grace Kelly - La idea de mi vida como un cuento de hadas es en sí misma un cuento de hadas -,  que dan paso a la última escena del rodaje de su última película, Alta sociedad, en 1956. De ahí se producirá un salto a finales de 1961. Por entonces, ya era madre de Carolina y Alberto. Grace vive en un palacio, rodeada de sirvientes y ayudantes que intentan hacerle la vida más fácil pero ella no es más que una joven americana de familia humilde y todas las normas protocolarias le quedan un poco grande, sin mencionar su forma de pensar, muy distinta de la europea y especialmente de aquella que debe tener la princesa del principado más antiguo de Europa.

Atrás quedaron los guiones, los directores, sus compañeros de reparto, las luces, los platós, las cámaras y la ¡acción!. Aunque se siente feliz con su nueva vida, no puede evitar echar de menos todo aquel mundo en el que la realidad se vuelve ficción o la ficción realidad. Cuando Alfred Hitchcock decide visitarla con el guion de Marnie en la mano, Grace se siente terriblemente tentada. ¿Qué pensaría el pueblo de Mónaco si la princesa abandonara durante el verano su castillo de cristal para regresar a su faceta de actriz de Hollywood? ¿Sería algo tan grave? 


Por otra parte, Mónaco no pasa por su mejor momento. Sin erario público, Francia, inmersa en la guerra contra Argel, reclama la ayuda de lo que ellos consideran un protectorado francés. Charles de Gaulle exigirá a Rainiero de Mónaco el pago de devengos que ayude a Francia a sufragar los gastos de la guerra pero Mónaco no está dispuesta a someterse a tal sumisión porque además no hay fondos con los que pagar. ¿Hipotecar las propiedades del Principado? Están más que hipotecadas. ¿Debería entonces Grace Kelly aceptar el papel que le ofrece Hitchcock en su película Marnie para aliviar ligeramente la situación económica por la que pasa el Principado?

Esta es la situación de la que parte este largometraje. La diatriba en la que se encuentra Grace Kelly, si aceptar o no el papel, lo problemas con su marido en relación a esta decisión, y la tensión que vive Mónaco con respecto a las presiones que recibe por parte de Francia, una potencia que amenaza con emprender un bloqueo económico si no se atienden sus peticiones, algo que ahogaría por completo a los monegascos. Con la tensión de momento que amenaza el futuro de sus hijos y su propio matrimonio, la princesa de Mónaco llevará a cabo un plan con final feliz.

Desconozco por completo si la situación de la que parte este filme se desarrolló tal y como cuenta. No he leído nada al respecto pero, después de ver la película, el espectador puede llegar a pensar que si no hubiera sido por su mujer, Rainiero hubiera llevado Mónaco al colapso. Uno tiene la impresión que el príncipe dio dos pasos atrás y dejó hacer a su mujer para ganarse, por un lado, al pueblo de Mónaco, que según muestra la película, no veía a la princesa con buenos ojos, y luego al mismísimo Charles de Gaulle con un discurso conmovedor y rebosante de ternura que ella pronunció ante los cientos de invitados al Baile Anual de la Cruz Roja en octubre de 1962. Y así llegaremos a un final demasiado pomposo en el que la princesa se perfila más como un ángel, un espíritu celestial que como una mujer de carne y hueso, imagen que viene reforzada por un coro de voces que parecen emanar del mismo cielo. Y no, no veremos el accidente de la princesa aunque sí se dejará vislumbrar en una escena su conducción temeraria con motivo de un enfrentamiento con las damas de la alta sociedad de Mónaco.

Grace de Mónaco es una película en la que se relata una parte de la historia del Principado sin saber si se ajusta a la realidad o la historia ha sido ficcionada. Estamos ante un largometraje en el que encontraremos espías, traiciones, dudas, recelos e incertidumbre, con unos personajes que intentan sacar lo mejor de sí mismo, y otros que tienen un doble fondo. 

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