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lunes, 1 de octubre de 2018

TRAS LA MÁSCARA de Louisa May Alcott

Resultado de imagen de tras la máscara louisa


Editorial: D'Época. 
Colección: Delicatessen. 
Fecha publicación: mayo, 2018. 
Precio: 18,90 € 
Género: Narrativa. 
Nº Páginas: 184 
Encuadernación: Tapa dura e ilustrado. 
ISBN: 978-84-946875-5-6 





Autora

Louisa May Alcott (1832 -1888). Reconocida escritora norteamericana mundialmente célebre por su novela "Mujercitas" (1868). Comprometida con el movimiento abolicionista y los derechos de la mujer, escribió bajo el seudónimo de A. M. Barnard una colección de novelas en las que se tratan temas tabúes para la época como la sexualidad o el adulterio.

Sinopsis

Inglaterra, 1866. La joven y recatada Jean Muir llega a la aristocrática mansión de los Coventry para trabajar como institutriz. Gracias a su astucia y sus múltiples habilidades, tras solo una jornada de trabajo consigue ganarse el afecto de la señora Coventry, su hija Bella, el hijo menor, Edward, y sir John, el anciano y acaudalado tío. No ocurre lo mismo con Gerald, el hermano mayor, y Lucia, su prima, quienes desconfían de la institutriz y comienzan a espiar sus pasos. Pero Jean es una superviviente; su objetivo es asegurarse un esposo con riqueza y posición, y no dudará en utilizar todas las armas femeninas a su alcance como máscaras tras la que ocultarse para alcanzar sus objetivos.

Esta intrigante historia con tintes melodramáticos, joya olvidada de Louisa May Alcott, subvierte el retrato de las heroínas pasivas y nos regala a una antiheroína: una mujer fuerte, inteligente y no siempre buena, en guerra contra un mundo donde el hombre ostenta todo el poder. A través de Jean Muir, personaje principal de Tras la máscara (1866), Alcott rompe con el ideal de mujer imperante en su época y desafía las posiciones decimonónicas sobre el modo en que las mujeres eran percibidas y tratadas, realizando una aguda crítica a la sociedad que le tocó vivir.

Al igual que su heroína, Alcott también hubo de esconderse tras la máscara de un seudónimo masculino para hacer oír su voz. Voz que, en la novela, por momentos adquiere tintes hilarantemente maliciosos.

[Información tomada directamente del ejemplar]


Antes de ahondar en mis impresiones sobre esta novela, quisiera citar tres cuestiones importantes. En primer lugar que Tras la máscara me llegó de manos de las chicas de Las inquilinas de Netherfield, un blog que debéis visitar si aún no lo conocéis. Allí encuentras novelas estupendas y mejores reseñas. Gracias chicas. 

En segundo lugar, que no cabe duda de la extraordinaria labor que realizan en la editorial D'Epoca y no solamente por la edición de sus libros, llenos de detalles minuciosos y de una calidad suprema, sino también por poner al alcance de nuestras manos obras que hasta la fecha habían pasado un tanto desapercibidas, al menos para mí.

Y en tercer lugar, habría que hablar de Louisa May Alcott, la autora norteamericana mundialmente conocida por su obra más insigne, Mujercitas. Sin embargo, gracias a las propuestas de ciertas editoriales, estamos descubriendo que la autora norteamericana se adentró en otro tipo de novelas como esta que os traigo hoy. En lo que a mí respecta, la imagen que tenía de Alcott se ha expandido al leer Un susurro en la oscuridad y Tras la máscara. Lejos queda ya la imagen que tenía de la autora estrechamente vinculada a las vidas de Meg, Jo, Beth y Amy. Me gustaría seguir indagando más en su obra pues creo que es una autora injustamente encasillada por muchos de nosotros. Pero asomémonos ahora Tras la máscara.

En cuanto al argumento, creo que la sinopsis que ofrece la editorial es tan explícita que no se debe desvelar mucho más. A grandes rasgos os diré que Jean Muir es una mujer que llega a la casa de los Coventry en calidad de institutriz. Su misión será educar e impartir clase a la jovencita Bella pero la presencia de Muir alterará la vida de la familia. Muchos caerán bajo el embrujo de una mujer que se conduce con actitud sibilina, sabiendo qué teclas debe tocar en todo momento y de qué manera comportarse con cada uno de los miembros. No obstante, algunos otros pensarán que esa pose de bondad, entrega y servilismo debe encerrar algo e intentarán descubrirla. Aún así, la institutriz sabrá cómo vencer los obstáculos y conseguir su objetivo, que no es otro que entrar por la puerta grande en la aristocracia y dejar atrás una vida demasiado humilde, pobre y triste.

El personaje alrededor del cual orbita toda la trama será la propia Jean Muir, una joven muy inteligente y maquiavélica, capaz de dirigir la vida de los Coventry a su antojo y que la autora describe de forma primorosa.



Desde las primeras páginas sabremos qué tipo de persona es pues, si bien se muestra ante la familia Coventry como una muchacha de diecinueve años, abnegada, responsable, servicial, aduladora y complaciente, lo cierto es que ni tiene esa edad ni es lo que parece. Inmediatamente, y a pesar de su actitud y su posición social, hará sentir incómodo a diversos miembros de la familia, a aquellos que no se pliegan a sus encantos desde el primer momento y será ella misma la que vaya destapando su verdadero rostro poco a poco a través de un monólogo interior que se irá colando ocasionalmente entre la narración, desvelando su verdadera naturaleza. En este sentido quisiera apuntar que he echado en falta algo más del pensamiento de la institutriz. La autora nos permite conocer desde los inicios que la joven no es trigo limpio a través de frases como '¡No fracasaré de nuevo si cuento con el poder del ingenio y la voluntad de una mujer!' pero luego será el  narrador en tercera persona el que se encargue de hacernos partícipes de toda la historia. 

El resto de personajes funcionan como satélites alrededor de la institutriz aunque algunos tendrán más protagonismos que otros y serán determinantes en el desarrollo de la trama. Será el caso de Edward, el hijo más joven de los Coventry, que caerá inmediatamente rendido a los pies de la muchacha. No ocurrirá igual con Gerald, el heredero del linaje, una buena pieza para los propósitos de Muir, pero el hijo mayor no parece empatizar con la joven a la que trata con ironía y sarcasmo hasta que esta saca todas sus armas de mujer y el joven tiene que abandonar su orgullo. Y por último, Sir John Coventry, el tío de los jóvenes, acaudalado, con título nobiliario y dispuesto a dejarse seducir por las mieles de la desvalida y desprotegida joven.

La novela está escrita en tercera persona, a través de un narrador omnisciente que hará las delicias del lector. Dice la sinopsis que es una voz hilarantemente maliciosa y no le falta razón. En algún momento, esa voz sacará su lado más mordaz y emitirá juicios de valor punzantes y llenos de quina. Es muy fácil imaginarse a Louisa May Alcott detrás de ese narrador, sentada en su escritorio, disfrutando mucho a la hora de componer las escenas y desgranando todo los entresijos de la historia con una sonrisa divertida en los labios. El lector intuye que la autora se lo pasó muy bien escribiendo esta novela. 

Estructuralmente, la novela se compone de nueve capítulos titulados. Abriendo el ejemplar encontramos una introducción muy esclarecedora e interesante que nos hablará de los orígenes familiares de la autora y cómo fue su educación dentro del seno familiar. Su padre puso especial hincapié en que sus hijas tuvieran contacto con intelectuales y escritores lo que probablemente favoreció que la autora tuviera en su edad adulta algunas ideas muy propias y concretas sobre ciertos temas que quedaban en la órbita del hombre.

Nos explicará también la introducción qué fue lo que impulsó a la autora a escribir, cómo lo hizo en sus inicios y cuáles eran los temas que ella solía abordar en sus novelas. Toda esta información sirve de lecho para adentrarnos en una lectura que la editorial califica de 'domestic noir' victoriano.

Cerrará el volumen un posfacio con información igualmente interesante.

Decía antes que la editorial D'Época hace una labor extraordinaria y este ejemplar es buena prueba de ello. Con una cubierta muy atractiva, el interior está lleno de detalles como dibujos en las gualdas, filigranas que acompañan el título y la introducción, además de una fotografía de la autora, un punto de lectura y unas ilustraciones a modo de grabados que embellecen el texto. Todo ello supone un plus para el lector que se adentra en una historia envuelta en un aura de misterio, intentando averiguar cuáles son las verdaderas intenciones de la señorita Muir, qué se propone o cómo piensa hacerlo. Y así llegamos a un desenlace satisfactorio aunque demasiado liviano para mi gusto. Dado la perversidad de la institutriz yo me hubiera decantado por un final mucho más agresivo.

En resumen, Tras la máscara es una novela que te hará cambiar la idea preconcebida que tenías de Louisa May Alcott. La autora construye una historia de engaños, falsedades e hipocresías muy bien urdida, con una ambientación estupenda y con un personaje principal, Jean Muir, que se aleja de todos los estereotipos de la época. Así pues, he disfrutado de esta lectura de principio a fin, como se suele decir, esperando el momento de arrebatarle la máscara a esta protagonista de tan oscuras intenciones.







 

[Fuente: Imagen de la cubierta tomada de la web de la editorial]

Puedes adquirirlo aquí:

lunes, 22 de febrero de 2016

UN SUSURRO EN LA OSCURIDAD de Louisa May Alcott.


Editorial: Hermida Editores.
Fecha publicación: febrero, 2016.
Nº Páginas: 84
Precio: 13,90 €
Género: Novela.
Edición: Tapa blanda con solapas.
ISBN: 9788494454936
[Puedes leer las primeras páginas aquí]

Autora

Louisa May Alcott (Germantown, Pensilvania 1832 - Boston, 1888) era hija del reformista y pedagogo Amos Bronson Alcott, de quien recibió una esmerada educación. Su infancia y adolescencia transcurrió en los círculos trascendentalistas de Boston y de Concord (Massachusetts), siendo alumna de Emerson y de Thoreau, cuyas enseñanzas humanistas ejercieron un gran influencia en su pensamiento y en su obra literaria. Tras el fracaso de su padre en la fundación de una comunidad utópica en Harvard, Louisa se vio obligada a impartir clases y trabajar de costurera y asistenta.

Su primera novela, Estado de ánimo (Moods), apareció en 1864. En 1965 viajó a Europa. Dos años después dirigió la revista para niños Merry's Museum.

En 1868 publica su gran éxito Mujercitas, lo que le permitió saldar sus deudas y devolver la tranquilidad económica a la familia. Posteriormente publicó dos novelas que pueden considerarse secuelas de Mujercitas: Hombrecitos (1871), donde recreó el ambiente de la escuela innovadora creada por su padre, y Los muchachos de Jo (1886).

En 1877 publicó bajo pseudónimo la novela gótica Un moderno Mefistófeles, la historia de un poeta que firma un pacto fáustico. Además escribió con el pseudónimo de A.M. Barnard cuentos y novelas apasionadas, en una línea muy distinta de Mujercitas, como A Long Fatal Love Chase y Pauline's Passion and Punishment. También publicó historias morales para niños.

Murió en Boston, donde pasó los últimos años de su vida escribiendo. Su obra literaria abarca más de trescientos títulos.

Sinopsis

La publicación de Un susurro en la oscuridad, novela inédita en castellano de la autora de Mujercitas, Louisa May Alcott, descubrirá al lector español una nueva faceta suya. Enmarcada en el corpus de los thrillers góticos, sus motivos principales se inscriben en la vertiente más popular del género: la salvación personal a través del esfuerzo, la vida modesta y las dificultades en las relaciones amorosas.

En medio de una realidad desconcertante, producto de una relación amorosa con intereses enfrentados en la que intervienen varias personas, la protagonista se encuentra encerrada en una habitación bajo el control médico y mental de un doctor. Una sensación  de terror continua acompaña desde el comienzo de la trama al lector, y hace que pase las páginas frenéticamente en busca del incierto desenlace.

En Un susurro en la oscuridad Louisa May Alcott introdujo temas que resultaron especialmente novedosos en la literatura de su época, tales como el consumo de drogas, la locura y el control mental, y que, sin embargo, se alejan bastante de los habituales en su obra y también de su conocido estilo, normalmente luminoso y puro.

[Biografía y sinopsis tomadas directamente del ejemplar]


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«Su obra literaria abarca más de trescientos títulos». Esta es la última línea de la biografía de Louisa May Alcott que Hermida editores nos ofrece en la solapa de la novela de la que quiero hablaros hoy. La referida frase me deja atónita pues no tenía ni idea de que la autora de Mujercitas hubiera sido tan prolija en su carrera literaria, y es que nos quedamos con demasiada frecuencia en los umbrales. Es algo que nunca me ha gustado, ceñirme tanto a lo conocido, de ahí que cuando recibí un correo de la editorial, comentándome la inminente publicación de Un susurro en la oscuridad, una novela inédita en castellano, pensé que era una buena oportunidad para cruzar al otro lado de Mujercitas.

Sinceramente me ha sorprendido muchísimo esta lectura. Nunca me hubiera imagino que Louisa May Alcott pudiera escribir una historia como esta que navega entre un ambiente bucólico inicial para transformarse posteriormente en un thriller gótico, cargado de misterio y suspense, con un secreto por desvelar. Y resulta que no es la única novela de la autora con estos mimbres.

Un susurro en la oscuridad narra la terrible experiencia que vivirá la adolescente Sybil, tras ser apartada del amparo de madame Bernard, quien la ha cuidado desde que tenía seis años de edad, tras quedarse huérfana siendo muy pequeña. Será reclamada por su tío con el objeto de llevar a cabo los términos de un acuerdo del que hipotéticamente la joven no sabe nada. Regresará entonces a las tierras que le pertenecen por nacimiento y conocerá a su primo Guy. El transcurrir de los días desencadenará una serie de acontecimientos que se irán tornando cada vez más oscuros, más peligrosos.

Si te contara el argumento en detalle comprobarías que no hay nada nuevo bajo el sol porque realmente la trama se vislumbra, se vuelve previsible pero eso será lo de menos porque tras los acontecimientos primarios hay un transfondo que sustenta la verdadera historia, aquella que pone en evidencia la ambición, la desesperación por enmendar errores y salvar nuestro pellejo e incluso lo peligroso que puede resultar iniciar un juego del que no sabremos sus consecuencias. Por otro lado, la libertad es un concepto en el que se hace especial hincapié en la novela.

Pero Un susurro en la oscuridad pasa por otros temas, quizá no tratados con gran profundidad. Algunos hechos nos harán pensar en narcóticos, en técnicas para controlar la mente o la manipulación del individuo hasta hacerle perder la razón. Son cuestiones que me han resultado muy llamativas pues en ningún momento se me ha pasado por la mente que la autora pudiera abarcar tales asuntos en sus obras.

Lo mismo me ha ocurrido con los personajes. Una recuerda a aquellas cuatro hermanas bondadosas, compresivas y afables, una madre piadosa y sacrificada por el bien familiar, un padre que lucha por sus ideales y a una tía cascarrabias que provocaba más risa que pavor. No obstante, en Un susurro en la oscuridad, los personajes tienen otro perfil. Sybil es una joven rebelde y resuelta, acostumbrada a manejar los hilos con sutileza y amabilidad para salirse con la suya. Lamentablemente su astucia le jugará una mala pasada y desembocará en una experiencia terrible que hará peligrar su vida. 

En cuanto al tío, el lector irá descubriendo, a través de los ojos de la protagonista, que su fachada afable y sus palabras amables esconden algo incierto y extraño. Sybil intuye que su tío no es tan encantador y cortés como cabía esperar aunque en un principio lo achaca a suposiciones suyas. No obstante, los gestos hablarán por sí solos. El tío orquesta un plan de cuya resolución dependerá su bienestar pero las cosas se tuercen sobremanera y todo se precipatahacia un deselance trágico. 

Y por último estará su primo Guy. La relación entre padre e hijo parece fría y distante. En un principio podemos imaginar que todo se debe a diferencias generacionales pero la cosa va más allá. Guy no deja de ser un muchacho con buena voluntad, enredado en una estrategia por la supuesta obediencia que le debe a su progenitor, lo que le provoca sentimientos encontrados.

Pero habrá unos cuantos personajes más, entre los que destacan un doctor y una enfermera que acrecientan ese lado gótico que tiene la historia, y una desconocida que pone el toque de suspense y misterio. 

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