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lunes, 18 de noviembre de 2019

DESPUÉS DE MUCHOS INVIERNOS de Marian Izaguirre

Resultado de imagen de después de muchos inviernos

Editorial: Lumen.
Fecha publicación: octubre, 2019.
Precio: 18,90 €
Género: Narrativa.
Nº Páginas: 272 
Encuadernación: Tapa blanda con solapas.
ISBN: 9788426406453
[Disponible en eBook;
puedes empezar a leer aquí]



Autora



Marian Izaguirre nació en Bilbao y en la actualidad reside entre Madrid y Barcelona. En 1991 vio la luz su primera novela, La vida elíptica, con la que obtuvo el Premio Sésamo. Desde entonces ha publicado Para toda la vida (1991), El ópalo y la serpiente (1996), que le valió el Premio de Andalucía de Novela, La Bolivia (2003, Premio Salvador García Aguilar) y La parte de los ángeles (2011), merecedora del LVII Premio Ateneo-Ciudad de Valladolid.


También es autora de la colección relatos cortos La reina de Chipre (2015, Premio Caja España). En 2013 Lumen publicó su novela La vida cuando era nuestra, traducida a diez lenguas y que tuvo una espléndida acogida por parte del público y la crítica, tras la cual siguieron Los pasos que nos separan (Lumen, 2015), la edición revisada de El león dormido (Lumen, 2015, que había obtenido en 2005 el IX Premio de Novela Ciudad de Salamanca), y Cuando aparecen los hombres (Lumen, 2017). Después de muchos inviernos es su última novela.


Sinopsis

A mediados de los años sesenta un extraño asesinato sacude Madrid: una mujer aparece muerta en un lujoso domicilio del barrio de Salamanca. Los orígenes del crimen se remontan a un encuentro anterior: en 1959, en una playa cercana a Bilbao, la joven Henar Aranguren, que viste de Balenciaga y prepara su puesta de largo, se enamora perdidamente de Martín, hijo único de una familia de clase obrera que todas las tardes se acerca al muelle a pescar. Arrastrados por un amor imposible al que no son capaces de renunciar, Henar y Martín huyen a Madrid para cumplir juntos sus sueños: él, ser un escritor de éxito, y ella, convertirse en la modista más importante de una nueva época. Pero la pobreza, la ambición y el duro juicio de una sociedad conservadora empezarán a abrir grietas insalvables en la pareja. 

Tres décadas de la historia de España y un permanente suspense recorren esta novela, que también explora las corrientes subterráneas del amor, el arte de la costura en el vestuario de cine y la emancipación femenina. 

[Información tomada directamente del ejemplar]

Así empieza Después de muchos inviernos:

[Lectura de las páginas 9 y 10;
música: 'Ceremonial Prelude' de Sir Cubworth - Biblioteca Audio Youtube]

Marian Izaguirre tiene la virtud de construir historias envolventes, novelas por las que transitan personajes humanos, llenos de dudas, con debilidades e incertidumbres. Me gustan las atmósferas de esta escritora bilbaína, que a veces nos transportan a épocas pasadas, donde la vida tenía otro color y se vivía de otro modo. Después de muchos inviernos, su última novela, relata la vida de Henar y Martín. Ella, una joven bilbaína de buena familia y menor de edad. Él es un joven de clase mucho más humilde, que aún no ha definido su camino. Un día, los dos jóvenes se cruzan y él queda prendado de ella, porque el amor no entiende de clases sociales. A ella, el joven Martín le resulta atractivo, despliega ante él un juego de seducción, sabe que puede llevárselo a su terreno, y advierto que ella se plantea la conquista del joven como un atrevimiento o un reto. Con algunas referencias a esos primeros encuentros, la historia arranca verdaderamente en 1959, cuando los dos jóvenes, sabedores de que su relación no va a ser aprobada por las familias, deciden huir a Madrid y comenzar allí una nueva vida juntos. Se instalarán en una corrala, donde la joven Henar hará las veces de ama de casa, mientras que Martín acude al Café Gijón para relacionarse con los escritores, pues él sueña con convertirse en un novelista de éxito. Pero todo se complica cuando la policía localiza a la parejaA partir de aquí, la vida de ambos será dirigida por la familia de Henar y entrará en juego un familiar de la joven, la tía Cecilia, una actriz de teatro de reconocido prestigio. Lo que ocurra a partir de ese punto, lo dejo en el aire para que lo descubráis vosotros mismos.

Después de muchos inviernos es una historia de amor y desamor. Creo que esos son los dos pilares fundamentales de la novela, cómo una historia llena de pasión y deseo se van tornando en una relación vacía y hueca. Pero, siempre que el amor entra en juego, se pueden producir otra serie de situaciones y emociones. Puede haber infidelidades y traiciones, venganzas y rencores, odios y aversiones. Todo ello compone un cóctel muy atractivo para el lector que también tendrá la oportunidad de asomarse a un retrato social sobre el que se dan leves pinceladas. En definitiva, Después de muchos inviernos es una novela con mucha vida.  

Aunque os acabo de relatar parte del argumento en sentido lineal, lo cierto es que esta novela se caracteriza por los numerosísimos saltos en el tiempo. De hecho, la historia arranca con un asesinato que tendrá lugar bien avanzada la trama. En ese capítulo introductorio que, sin duda, abre el apetito del lector, no sabremos quién es la víctima, ni quién el asesino. Simplemente se dará algún detalle que, más adelante, nos puede ayudar a atar cabos. Aprovecho para decir que no estamos ante una novela negra, aunque se haya cometido un crimen. En Después de muchos inviernos no hay investigación policial al uso sino que, estamos ante una novela de personajes que, como digo, se adelanta y retrocede sin seguir un patrón definido, y será el propio lector el que tenga que recomponer un puzle que Izaguirre nos entrega totalmente desordenado.  Eso sí, en una historia como esta, el lector tiene que tener un poco de paciencia porque, es posible que nos vayan surgiendo múltiples dudas que necesitan su tiempo para ser respondidas. Y así llegaremos a un final en el que Izaguirre nos plantea un juego porque, de ese asesinato que se nos presenta inicialmente, habrá varias versiones y solo una será la verdadera. ¿Cuál de ellas? El lector tendrá a su alcance todas las claves para resolver el enigma. Debo confesar que a mí me costó un poco poner las pistas en orden, para conocer la identidad del asesino pero bueno, esto es algo que atañe más a mi capacidad deductiva que a la exposición de los hechos.

Otro de los puntos más brillantes de la novela es el baile de narrador. Prácticamente toda la novela está narrada en primera persona, ya sea en la voz de Henar o en la de Martín. Alternativamente, cada uno de ellos nos irá contando la historia de la pareja, de tal manera que el lector tendrá la oportunidad de aproximarse a la versión de cada uno de los protagonistas. Esto es lo que precisamente pretende Izaguirre, contar la misma historia pero desde dos perspectivas distintas. Y aunque hay hechos que se describen desde dos ángulos, nunca tendremos la sensación de estar leyendo lo mismo dos veces pues, cada uno de ellos, aporta matices que transforman la historia. Es decir, Henar y Martín nos van a contar su verdad, y será el lector el que, tras ir recogiendo los pequeños fragmentos desgranados a lo largo de toda la narración, tendrá que determinar quién de los dos dice la verdad, y quién es el asesino de ese crimen que vemos al principio de la novela. En cualquier caso, también nos vamos a ir encontrando con un narrador en tercera persona que, como nos explicó Izaguirre en la entrevista que le hicimos (puedes leerla aquí), no es más que la voz del recuerdo de los protagonistas. 

En cuanto a los personajes, tanto Martín como Henar están muy bien perfilados. No solamente quedarán definidos por sus hechos y argumentaciones sino también quedarán retratados psicológicamente a través del resto de personajes. Pero el concepto que tienen unos de otros irá variando con el paso del tiempo, de igual forma que cambiará la relación amorosa entre ambos. Si inicialmente Martín opina que Henar es una joven natural, espontánea, franca, atrevida y nada remilgada, a pesar de que procede de una familia de altos vuelos, más tarde la retratará como una mujer interesada, manipuladora y que solo se preocupa por sí misma. Y es que las personas evolucionan y, sin embargo, a mí Henar me ha parecido una joven que construye su futuro con sus propias manos, que no quiere renunciar a la oportunidad que le presenta la vida, aunque tenga que pagar un alto precio. Creo que Henar es el personaje más potente de la novela, el que representa el tipo de persona forjada a sí misma que, en el caso de una mujer de aquellos tiempos, tiene aún más valor. Con este personaje, me ha ocurrido  lo contrario que le ocurre a Martín. Al principio, me parecía una joven caprichosa, pero creo que la vida la hace madurar rápidamente y la convierte en una mujer reflexiva y sumida siempre en sus pensamientos. 

En cuanto a Martín, vamos a encontrar un joven con sueños de convertirse en un escritor famoso. En buena parte del texto, he sentido a Martín desubicado, como perdido. Cierto es que inicia su relación con Henar, cogiendo las riendas de la vida de ambos pero, al no salirse con la suya, se tendrá que plegar a unas circunstancias impuestas. Ni siquiera cuando su vida gira en otra dirección, lo he visto satisfecho. Si en algún momento, he sentido compasión por él, la mayor parte del tiempo he pensado que se comportaba como víctima, cuando resulta que tiene mucho que callar. 

Otros personajes recorrerán la escena. De los secundarios me decanto por Cecilia, una mujer que a mí me ha fascinado por su elegancia y su glamur. Stefano es un napolitano con muchos recovecos. Es curioso porque tiene poca presencia en la historia y, sin embargo, cada vez que aparece es perturbador y tendrá mucho que aportar a la trama. Y luego está Luca, que me ha parecido un personaje transparente y luminoso.

Después de muchos inviernos también nos permite descubrir el fascinante mundo del vestuario de cine. Izaguirre hace una incursión en el mundo de la costura absolutamente maravillosa. Un ligero recorrido por las técnicas de confección, las telas, las composturas, o la llegada del pret-a-porter con diseñadores como Armani. Se hace un repaso al vestuario de las grandes producciones de Hollywood, con importantes referencias a modistas, que crearon las creaciones más hermosas de películas y obras de teatro muy conocidas. Todo ese mundillo me ha fascinado y me ha llevado a buscar más información, y averiguar algo más sobre las grandes modistas, como Theorada Van Runkle. Y hablando de cine, no sé si a vosotros, los que ya habéis leído esta novela, os pasado o no. A mí hay secuencias que me han parecido escritas para el cine. La disposición de los elementos, la sutileza con la que se describe la ubicación de los personajes, la presencia de objetos decorativos sobre los que, por un momento, se centra la atención del lector, todo ello me ha transportado a un guion cinematográfico y le concede a la historia un halo muy visual. 

Por otra parte, y dado que Martín quiere convertirse en escritor, también hay diversas referencias al mundo editorial, lo que otorga al texto un toque metaliterario. Resulta muy interesante todo lo relativo a la censura en literatura española, lo poco valorada que estaba la escritura femenina y el ostracismo al que estaba condenado determinados géneros. Así que la novela, 

Por último, hago una breve referencia a los diversos escenarios por los que veremos a los personajes. La novela retrata treinta años en la vida de Martín y Henar, una horquilla muy amplia por la que los personajes se mueven de un punto geográfico a otro, especialmente Henar. Bilbao, Madrid, Buenos Aires, Finlandia y Creta. Creo que estos dos últimos son los que más presencia tienen en la novela, especialmente Creta, donde Henar terminará refugiándose. No se puede elegir un verbo mejor para definir la estancia de Henar en la isla griega, en donde recalará tras vivir ciertos acontecimientos. 

Con una prosa cercana y cálida, y un ritmo de lectura ágil y amenoDespués de muchos inviernos es una novela para deleitarse. He disfrutado mucho con esta lectura, así que, desde aquí no puedo más que recomendarla.






 

[Fuente: Imagen de la cubierta tomada de la web de la editorial]

Puedes adquirirlo aquí:


jueves, 7 de noviembre de 2019

MARIAN IZAGUIRRE: 'Quería contar una historia que mostrara dos versiones distintas de unos mismos hechos y que ambas parecieran verdad'

Me consta que las novelas de Marian Izaguirre gustan mucho. Me consta también que los lectores celebran la publicación de cada una de sus historias con gran alegría. Y es que la autora bilbaína maneja los interiores personales con gran habilidad, construyendo relatos en los que, las emociones y los sentimientos son un pilar fundamental en el sustento de sus narraciones.

Cuando aparecen los hombres (2017) fue una novela que me gustó mucho, así que no he dudado ni un ápice en leer Después de muchos inviernos, una novela construida a dos voces, que narrará la vida de sus protagonistas, Henar y Martín, treinta años contados sin un orden lineal, sino dando saltos en el tiempo, sin patrón definido. Durante esos años, los personajes se moverán por diversos escenarios y ocurrirán muchísimos sucesos, incluido un asesinato, pero ¡ojo! no estamos ante una novela negra, sino ante una historia que profundiza en el ser humano, como Marian nos tiene acostumbrados. 

Hace unos días, la autora visitó Sevilla y pudimos conversar con ella sobre su último trabajo.  

Marisa G.- Marian, para saciar mi curiosidad, ¿cómo surge la idea de escribir la historia de esta pareja que pasa por tantas vicisitudes?

Marian I.- Parte de la propia estructura de la novela. Quería contar una historia que mostrara dos versiones distintas de unos mismos hechos, y que ambas parecieran verdad. Que el lector tuviera dudas y no supiera a quién creer. 

M.G.- Es decir, indagar en ese dicho que viene a decir que, no hay una única verdad sino que cada uno tiene la suya propia.

M.I.- Exacto.

M.G.- En 'Después de muchos inviernos', hay escenas muy visuales, pasajes muy concretos que parecen descritos como si fueran secuencias de películas. ¿Hay una intencionalidad o es algo que ya forma parte de tu estilo?

M.I.- No, yo ya escribo así. Hoy todos somos hijos de la narrativa audiovisual. En cualquier caso, yo disfruto escribiendo de este modo y creo que el lector, también. 

M.G.- Sin duda, nos activas la imaginación.

M.I.- Para eso los detalles son muy importantes, se encargan de construir una puesta en escena. Las palabras son muy fundamentales, pero si además sugieren imágenes, el resultado es mucho más potente.

M.G.- La novela narra treinta años contados por dos protagonistas, Martín y Henar. El de clase de baja y ella viste vestido de Balenciaga, cuando se pone de largo. Esas dos visiones nos van a permitir también asomarnos a un retrato social. Hay mucho contraste.

M.I.- Hay retrato social porque hay hitos reconocibles, como la aprobación del divorcio o la etapa hippie. Con dos pinceladas te haces una idea del momento. Iremos viendo la evolución de la sociedad española a través de la evolución de los propios personajes. Cómo Henar, que de ser una niña que solo pensaba en los vestidos o los zapatos a juego, pasa a ser alguien que se pone el mundo por montera, que trabaja en Hollywood, que tiene que hacer frente a situaciones muy machistas.

M.G.- ¿Pero Henar es una adelantada a su tiempo?

M.I.- Sí, y además siempre fue una persona que se salió con la suya. Desde el principio apuntaba maneras. Era una niña más libre que sus amigas. Su libertad venía de serie.

M.G.- ¿Tú dirías que, entre Martín y Henar, hay un equilibrio o sobresale un personaje más que el otro en la historia?

M.I.- Esto era algo que me preocupaba mucho. Yo empecé contando la historia por voz de Martín y llegó un momento en que, me empecé a preocupar porque, ¿cómo hacía para contar lo mismo sin repetirme, y a través de la voz de Henar? Tenía que hacerlo de tal forma que sonara diferente, que el lector sintiera que le estaban contando otra cosa. Al final, fue saliendo y creo que ambas voces están equilibradas.

M.G.- Creo que lo haces muy bien. Aunque narran los mismos hechos, cada uno aporta detalles distintos, que enriquecen la historia, de tal manera que el propio lector tiene información suficiente como para sacar sus propias conclusiones.

M.I.- Eso he intentado. Es la misma historia pero desde dos puntos de vista distintos, y por lo tanto hay datos que uno ha escatimado y el otro los pone sobre la mesa. Hay datos que uno ha contado de una manera y el otro los cuenta de otra. Tanto yo, como autora, y vosotros, como lectores, vamos dando bandazos de un lado a otro, intentando averiguar quién de los dos tiene más razón o saber cuál de las dos versiones es la más verdadera.

M.G.- Entre los personajes está Cecilia, una tía de Henar y actriz famosa. Conociendo al personaje, me preguntaba si en algún momento te has inspirado en alguien para construirlo.

M.I.- No, es un prototipo, pero cuando pensaba en ella físicamente veía a Ava Gadner todo el tiempo. Bella y voluptuosa

M.G.- Y Stefano es un personaje que queda más en segundo plano pero que resulta muy inquietante para el lector.

M.I.- Es inquietante, sí. Es un napolitano rico, acostumbrado a juegos sucios y tiene su papel en la novela, pero claro no vamos a contar nada para no destriparla. Es una novela en la que la sombra de la duda flota sobre ellos. 

M.G.- Por otra parte, me parece muy brillante el baile de narradores. Es un recurso que ayuda a introducir al lector en la novela.

M.I.- Si, cualquier tema estructural en una novela, si está bien manejado, aporta riqueza, implicación. El cambio de narrador y los saltos temporales son mucho más enriquecedores que la narración lineal, que a mí me parece más tediosa y previsible. Suele ocurrir que, en ese tipo de narración, llega un momento en el que sabes lo que va a pasar. Sin embargo, en esta novela se juega todo el tiempo a la sospecha y nunca terminas de estar seguro del todo. 

M.G.- Pero, al margen de las voces de Henar y Martín, he advertido que se cuela un tercer narrador omnisciente. O a mí me lo parece.

M.I.- Lo que se cuela son recuerdos del pasado en el que hay voces en tercera persona, pero en el fondo son interpretaciones de la propia voz de Henar. Si recuerdas algo con mucho interés, lo recuerdas como algo muy tuyo. Sin embargo, si recuerdas algo de lo que te quieres distanciar, lo ves como si tú fueras observada por ti misma. Ese tipo de voz la suelo usar con mucha frecuencia. Es algo que choca a los lectores y a mis editores también les chocaba al principio. Ya se han acostumbrado.

M.G.- Aunque se comete un crimen, porque la novela parte de una escena en la que se ha cometido un asesinato, no es una novela negra, sino una novela de personajes. Indagas en las diferentes facetas del ser humano. Hablas del amor, del odio, de la venganza,... y de cómo reaccionamos

M.I.- Y de la sospecha, de la culpa, de un montón de cosas que forman parte de lo más luminoso y lo más sombrío del ser humano.

M.G.- En lo sombrío está lo más interesante, o lo más novelesco.

M.I.- Es lo más oculto y lo que menos enseñamos. Es la parte que da credibilidad a un personaje, cuando muestras su interior que es poco atractivo. Mientras escribía la historia, le comenté a una buena amiga, que sabe mucho del mundo literario, que mis personajes estaban dejando de gustarme porque se estaban envileciendo mucho. Ella me respondió que el proceso de envilecimiento es algo muy literario, que debía dejar que se envilecieran lo que quisieran. Pero yo, inicialmente, tuve mucha resistencia a que se volvieran mezquinos y ruines. 

M.G.- Bueno es una parte del ser humano. Y otra cuestión que me ha gustado mucho, los guiños a la literatura, a la censura literaria de la época, ese homenaje a las autoras femeninas, al mundo editorial. Todo ese mundillo que tú conoces bien.

M.I.- Sí, aunque está situado en una época en la que yo todavía no escribía. Era un mundo en el que, un editor podía permitirse el lujo de dejar de lado la literatura sudamericana o la literatura escrita por mujeres, porque decía que esa literatura no vendía y era de segunda clase. He querido mostrar esa forma de pensar de entonces. 

M.G.- ¿Y qué me dices del mundo de la costura? Has manejado un montón de información, técnicas, términos,... Has tenido que estudiar.

M.I.- Mucho porque yo no tenía ninguna formación en ese sentido, pero me lo he pasado muy bien. Brindar algún tipo de homenaje al vestuario del cine me parecía maravilloso. Disfruto muchísimo con las películas, y especialmente con las de época. Cuando una película de época está bien ambientada, el vestuario es fundamental. 

M.G.- ¿Pero cómo ha sido meterse en ese mundo? 

M.I.- He buscado mucha información y luego, muchas hemos tenido madres que cosían. Hay palabras que forman parte de nuestros recuerdos. Mi madre sigue diciendo: "Esto lo cortamos al bies". Hay palabras que las he escuchado toda la vida. 

M.G.- Y en cuanto al cine, haces muchas referencias a las modistas que vistieron a las actrices de grandes producciones de Hollywood. Esa búsqueda también ha tenido que ser interesante.

M.I.- Mucho. He buscado lo que había hecho Edith Head o Van Runkle. Como soy tan aficionada al cine, buscar y tirar del hilo, leer entrevistas y declaraciones, ha sido muy divertido. Me he encontrado con muchas anécdotas. Por ejemplo, cuando estaban preparando la película 'Bonnie and Clyde', Van Runkle se encontró con Edith en una tienda y le contó que la película iba de gánster de los años 30. Edith le respondió que hiciera todo el vestuario en gasa. Por supuesto, Runkle no le hizo caso y vistió a Bonnie con sueters, que era una cosa muy poco glamurosa, con faldas lápiz y boinas. Un estilismo que al final se convirtió en moda. 

M.G.- Antes has mencionado la escritura lineal. Hay una frase de la novela que me ha gustado mucho: 'En nuestra memoria, los acontecimientos se mezclan y se confunden'. ¿Es por eso que el hilo discursivo de la novela está un tanto desorganizado? ¿Que somos los lectores los que tenemos que recomponer el puzle?

M.I.- Sí, pero el lector no tiene dificultad en saber qué pasó en cada momento y se sitúa rápidamente. Pero esta novela sí exige una actitud de implicación por parte del lector. Efectivamente, él tiene que recomponer el puzle.

M.G.- Me gustan los escenarios porque son muy dispares. Te llevas a los personajes a Finlandia, a Los Ángeles, a Creta. ¿Cómo se manejan estos lugares tan separados unos de otros?

M.I.- Son sitios a los que ellos podían haber ido por sus características. Y como trampa te diré que son sitios a los que me apetecía ir. Así que, voy con la excusa de documentarme. 

M.G.- ¿Y también has estado en Matala Beach? Aquello era como una comuna hippie.

M.I.- Sí, es como la Ibiza de Creta. Hay una canción de Joni Mitchell que compuso sobre Matala, y se menciona en la novela. Allí está el Café Sirena donde se encuentran los viajeros que vienen de todas partes, aquellos que, desde Europa, quieren llegar a Nepal o la India. Es un punto de encuentro, donde conoces gente como tú, donde puede encontrar un medio de transporte a compartir,... Es un sitio curioso. 

M.G.- Y Creta te da la oportunidad de relacionar los personajes con la mitología.

M.I.- Me gusta el mundo griego y me gusta el peso simbólico que puede tener toda la mitología en las relaciones personales, y en la forma de entender el mundo. Henar cambia como lo hizo Zeus, al transformarse en cisne, en toro,... Si los dioses pueden mutar, ¿por qué ella no? Pero la mitología funciona muy bien con el tema de las Moiras, con esa idea de que alguien puede cortar el hilo de la vida de otra persona. 

M.G.- Al hilo de lo que hablábamos antes, que el lector tiene que poner de su parte, en el desenlace también tenemos que hacer nuestro propio ejercicio de interpretación.

M.I.- Sí, sí,... A ver es un final falsamente abierto porque creo que dejo bastante claro qué pasó realmente,  pero también vas dando bandazos. El lecto se va a encontrar con tres versiones, pero una de ellas es la verdadera, y creo que queda suficientemente esclarecido.

M.G.- De acuerdo, Marian. Pues solo me queda agradecerte este rato de conversación y decirte que he disfrutado mucho de 'Después de muchos inviernos'.

M.I.- Me alegro mucho y gracias a ti. 




Sinopsis: Un misterioso asesinato sacude Madrid a mediados de los años sesenta: una mujer aparece muerta en un lujoso domicilio del barrio de Salamanca. Los orígenes del crimen se remontan a un encuentro anterior, cuando en 1959, en una playa cercana a Bilbao, la joven Henar Aranguren, que viste de Balenciaga y prepara su puesta de largo, se enamora perdidamente de Martín, hijo único de una familia de clase obrera y aspirante a escritor, que todas las tardes se acerca al muelle para pescar.

Arrastrados por un amor imposible al que no son capaces de renunciar, Henar y Martín huyen a Madrid para juntos cumplir sus sueños: él, ser un escritor de éxito, y ella, convertirse en la modista más importante de una nueva época. Pero la pobreza, la ambición y el duro juicio de una sociedad conservadora empezarán a abrir grietas insalvables en la pareja.

Tres décadas de la historia de España y un permanente suspense recorren esta novela que también explora las corrientes subterráneas del amor, el arte de la costura en el vestuario de cine y la emancipación femenina.

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