
Año: 2014.
Nacionalidad: EE.UU.
Director: Robert Stromberg.
Reparto: Angelina Jolie, Elle Fanning, Juno Temple, Sharlto Copley, Kenneth Cranham, Lesley Manville, Imelda Staunton, Sam Riley, Ella Purnell, Brenton Thwaites, Christian Wolf-La'Moy.
Género: Fantástico. Aventuras.
Sinopsis: Es la historia jamás contada de Maléfica, la villana más querida de Disney, la mala de "Sleeping Beauty" (La Bella durmiente), el clásico de 1959. La película relata los acontecimientos que endurecieron su corazón y la llevaron a lanzar una maldición sobre la pequeña Aurora.
El miércoles pasado hablábamos de los cuentos infantiles versionados por Disney, concretamente de La Bella durmiente, cuentos que proceden de la tradición oral, bastante más crueles de lo que luego Disney nos mostró en la gran pantalla con sus adaptaciones edulcoradas. Redactar aquella entrada fue muy interesante por todo lo que pude averiguar, una multitud de detalles que desconocía y que me sorprendieron, como también creo que os sorprendió a algunos de vosotros. Lo bueno es que también hubo quien aportó con sus comentarios información más sorprendente aún. Podéis leer esa entrada aquí.
Aclarado todo aquello, hoy recalamos en la nueva versión que Disney ha hecho sobre el cuento de La Bella durmiente, una adaptación original y curiosa que recomiendo visionar y que comienza advirtiendo al espectador que nos van a contar una historia ya sabida para comprobar hasta que punto la conocemos. De entrada ya nos avisan que lo que vamos a ver será distinto a lo que conocíamos.
Maléfica no comienza con el nacimiento de la hija del rey sino mucho antes. En este sentido, se trata de una precuela del cuento que todos conocemos, más enfocado en el personaje de ese hada malvada que hechizó a la joven princesa con un destino horrible que en la propia princesa en sí. A Maléfica la conoceremos siendo una adolescente risueña y alegre que vive feliz en el reino de las ciénagas, un reino lleno de criaturas fantásticas y extraordinarias que no necesitaba ni rey ni reina, colindante al reino de los humanos gobernado por un rey engreído y codicioso. La rivalidad entre los dos reinos era manifiesta.
Ni los habitantes de las ciénagas se atrevían a pisar el reino de los humanos ni los humanos el de las ciénagas hasta que un día, un joven campesino de nombre Stephan se adentra en el mundo fantástico de las hadas para robar preciosas gemas. Lamentablemente los vigilantes lo pillarán y será Maléfica quien interceda por él. Algo surge entre los dos jóvenes. Maléfica queda prendada del joven Stephan quien le promete regresar a visitarla. Los lazos se unen y de la amistad surge el amor. Pero Stephan guarda dentro de su interior un sueño, llegar a ser alguien, dejar atrás una vida llena de miseria y ocupar un puesto en el castillo del rey. La ambición y la codicia van separando a los jóvenes y las consecuencias desastrosas no se hacen esperar. Una traición, un corazón roto, una guerra, una venganza. La transformación de Maléfica, herida y resentida, es impresionante.
Justo aquí, pasados veintiséis minutos de metraje, empieza realmente la historia que conocemos. El nacimiento de la joven Aurora, la celebración de su bautizo, la asistencia de todos los habitantes del reino a la fiesta, incluidas las tres hadas, y por supuesto la aparición por sorpresa de Maléfica. Pero esta nueva versión no seguirá la misma trayectoria que Disney nos presentó en su película de animación de 1959. Son significativos los cambios que se introducen. En esta ocasión, algo que no ocurría en la versión animada, asistiremos al crecimiento de Aurora en el bosque cuidada por las tres hadas. Durante buena parte de la película, con una duración de noventa y siete minutos, veremos cómo la joven princesa pasa los días rodeada de naturaleza y totalmente ajena a su origen y destino. Y brutal también será el cambio que permite que Aurora y Maléfica establezcan una amistad peculiar.
Maléfica, la malvada hada del bosque, la que desea el mal a la pequeña Aurora, no será tan perversa como nos la dibujaba Disney en 1959. En aquella versión, ella era mala por naturaleza. En esta, Maléfica tiene motivos más que justificados y sufrirá, se arrepentirá y llorará y llegaremos así a un final diferente, original, novedoso para una película en el que se invierten los papeles y que llega a su clímax con un batalla cara a cara que aunque no se desarrolla con la lógica propicia tampoco decepciona.
[Información facilitada por Filmaffinity]
El miércoles pasado hablábamos de los cuentos infantiles versionados por Disney, concretamente de La Bella durmiente, cuentos que proceden de la tradición oral, bastante más crueles de lo que luego Disney nos mostró en la gran pantalla con sus adaptaciones edulcoradas. Redactar aquella entrada fue muy interesante por todo lo que pude averiguar, una multitud de detalles que desconocía y que me sorprendieron, como también creo que os sorprendió a algunos de vosotros. Lo bueno es que también hubo quien aportó con sus comentarios información más sorprendente aún. Podéis leer esa entrada aquí.
Aclarado todo aquello, hoy recalamos en la nueva versión que Disney ha hecho sobre el cuento de La Bella durmiente, una adaptación original y curiosa que recomiendo visionar y que comienza advirtiendo al espectador que nos van a contar una historia ya sabida para comprobar hasta que punto la conocemos. De entrada ya nos avisan que lo que vamos a ver será distinto a lo que conocíamos.

Ni los habitantes de las ciénagas se atrevían a pisar el reino de los humanos ni los humanos el de las ciénagas hasta que un día, un joven campesino de nombre Stephan se adentra en el mundo fantástico de las hadas para robar preciosas gemas. Lamentablemente los vigilantes lo pillarán y será Maléfica quien interceda por él. Algo surge entre los dos jóvenes. Maléfica queda prendada del joven Stephan quien le promete regresar a visitarla. Los lazos se unen y de la amistad surge el amor. Pero Stephan guarda dentro de su interior un sueño, llegar a ser alguien, dejar atrás una vida llena de miseria y ocupar un puesto en el castillo del rey. La ambición y la codicia van separando a los jóvenes y las consecuencias desastrosas no se hacen esperar. Una traición, un corazón roto, una guerra, una venganza. La transformación de Maléfica, herida y resentida, es impresionante.
Justo aquí, pasados veintiséis minutos de metraje, empieza realmente la historia que conocemos. El nacimiento de la joven Aurora, la celebración de su bautizo, la asistencia de todos los habitantes del reino a la fiesta, incluidas las tres hadas, y por supuesto la aparición por sorpresa de Maléfica. Pero esta nueva versión no seguirá la misma trayectoria que Disney nos presentó en su película de animación de 1959. Son significativos los cambios que se introducen. En esta ocasión, algo que no ocurría en la versión animada, asistiremos al crecimiento de Aurora en el bosque cuidada por las tres hadas. Durante buena parte de la película, con una duración de noventa y siete minutos, veremos cómo la joven princesa pasa los días rodeada de naturaleza y totalmente ajena a su origen y destino. Y brutal también será el cambio que permite que Aurora y Maléfica establezcan una amistad peculiar.
Maléfica, la malvada hada del bosque, la que desea el mal a la pequeña Aurora, no será tan perversa como nos la dibujaba Disney en 1959. En aquella versión, ella era mala por naturaleza. En esta, Maléfica tiene motivos más que justificados y sufrirá, se arrepentirá y llorará y llegaremos así a un final diferente, original, novedoso para una película en el que se invierten los papeles y que llega a su clímax con un batalla cara a cara que aunque no se desarrolla con la lógica propicia tampoco decepciona.