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miércoles, 1 de febrero de 2023

VIAJE AL PARAÍSO (COMEDIA - 2022)

Año: 2022

Nacionalidad: EE.UU.

Director: Ol Parker

Reparto: George Clooney, Julia Roberts, Kaitlyn Dever, Billie Lourd, Lucas Bravo, Senayt Mebrahtu, Talha Şentürk, Maxime Bouttier, Leo Castro, Murran Kain,

Género: Comedia. Romance.

Sinopsis: Una pareja divorciada se une y viaja a Bali para intentar evitar que su hija, perdidamente enamorada, cometa el mismo error que creen que cometieron ellos 25 años atrás.

[Fuente: Filmaffinity]


De trama simple y previsible. Así es como defino Viaje al paraíso, película cuyo único atractivo es el tándem protagonista, formado por George Clooney y Julia Roberts. Bueno, y las localizaciones en la que se rodó la película, que muestra unos paisajes alucinantes. Más allá de esto, lo que nos muestra esta película está más visto que el TBO. Os cuento un poco.

David (George Clooney) y Georgia (Julia Roberts) es una pareja divorciada. Son padres de una joven, Lily (Kaitlyn Dever), que acaba de graduarse en Derecho. Antes de emprender su vida laboral en un bufete de abogados de Chicago, Lily y su mejor amiga Wren deciden pegarse un viajecito y pasar sus vacaciones en Bali. Al llegar encuentran un mundo maravilloso, de playas infinitas, de arena blanca y aguas turquesas. Y también se toparán allí con Gede (Billie Lourd), un joven nativo, agricultor de algas, que entabla amistad con Lily inmediatamente. 

Antes de la llegada de la joven a Bali, conoceremos a los padres de esta. David Cotton es un arquitecto, mientras que su exmujer es marchante de arte. Se conocieron en la universidad y se casaron muy jóvenes. Por amor, ella renunció a un trabajo importante. Pero la rutina destrozó el matrimonio y acabaron hartos el uno del otro. Se llevan como el perro y el gato. No se pueden ni ver. Sin embargo, en algún momento tienen que coincidir como, por ejemplo, en la graduación de su hija, circunstancia en la que ambos compiten por demostrar quién ama más y está más orgulloso de la joven. Todo esto sin dejar de discutir por cualquier cosa. Tras la graduación de la hija, continuarán con sus vidas hasta que ambos reciben un mail. Lily ha decidido casarse con Gede y quedarse a vivir en Bali. La boda se celebrará en pocos días así que, tanto David como Georgia deciden unir fuerzas para sabotear la boda. Viajarán hasta Bali para convencer a su hija del error que está a punto de cometer, el mismo error que David y Georgia cometieron, y traerla de vuelta a Estados Unidos. Ese es el plan inicial, sin embargo, nada sale como se espera y todo se irá desarrollando hacia un final feliz que se ve a leguas, desde el minuto uno.

¿Qué me ha gustado de la película?

Principalmente, los paisajes. Poco sorprende un guion tan trillado como el que nos ofrece esta comedia romántica. Las escenas de exteriores que se ruedan en Bali son espectaculares. Puestas de sol, amaneceres, playas increíbles. La película parece funcionar como reclamo turístico aunque sí debe ser verdad lo que Gede explica a David, que allí la vida transcurre a otro ritmo y el tiempo se disfruta más. «Los niños juegan al fútbol antes de ir al colegio», le dice Gede a David.

Al tratarse de una comedia romántica, habrá amor y también humor. Algunas escenas, como la del beer-pong, en la que veremos a David y Georgia muy desatados, sacan alguna sonrisa. Los diálogos están llenos de sarcasmo e ironía. Hay una lucha de sexos protagonizada por David y Georgia. Es divertido ver cómo se tiran los trastos a la cabeza. Por otra parte, Georgia tiene un novio francés, muy guapo y joven. Paul (Lucas Bravo), que por cierto es el chef de Emily en París, aparece de repente en Bali y protagonizará algunas escenas simpáticas. Pero, en general, la película es simpaticona que no simpática (nótese el matiz).

Añado que alguna risa sí despiertan las tomas falsas que vemos en los créditos finales. Hay un comentario de Clooney sobre otro actor conocidísimo que te arranca la sonrisa. 

¿Qué no me ha gustado?

La película tiene una trama demasiado simplona, evidente y previsible. Están muy vistas las historias de matrimonios rotos que, por diversas circunstancias del destino, tienen que mantener el tipo y llevarse lo mejor posible. En Viaje al paraíso, transitas por la película con la sensación de haberla visto ya antes. Y no solo una vez, sino muuuuuuchas veces. Aun así, se ve con agrado, pero si te la saltas no te perderás gran cosa. Conozco a gente que se ha quedado dormida mientras la veía.

Personajes e interpretaciones

Cuatro son los personajes principales: David, George, Lily y Gede. Funcionan como apoyo Wren, la amiga de la joven, los padres de Gede y el novio francés de Georgia.

Los padres de Lily son dos personas maduras, cada uno con su vida hecha. Ella mantiene una relación amorosa. A él no se le ha vuelto a conocer pareja desde que se divorció. Cada uno ve lo que ocurrió entre ellos de una forma distinta, tienen un punto de vista diferente. Sin embargo, ambos viven con ciertas heridas abiertas por lo que pasó. En ocasiones, sucumben ante la nostalgia, y recuerdan aquellos años con cariño.

Por su parte, Lily es una joven con un futuro prometedor. Sus padres esperan mucho de ella. Sin embargo, el viaje a Bali cambiará su vida. No sólo porque se enamore sino porque empezará a ver las cosas desde otro ángulo. ¿Realmente merece la pena una vida llena de prisas, obligaciones y  preocupaciones? En Bali descubre que las cosas se pueden hacer de otra manera y eso la transformará por dentro.

En cuanto a Gede, no es más que un hombre sencillo con una vida sencilla. Desde pequeño ha aprendido a necesitar poco para sobrevivir. Le basta el mar, las algas y su bañador. Gede es el que realmente entiende lo que es vivir en equilibrio y armonía. Solo basta con tratar a la naturaleza como tú quieres que la naturaleza te trate a ti.

Con respecto a las interpretaciones, Clooney y Roberts brillan por encima de los demás. Está claro que si esta película hubiera estado interpretada por dos actores menos conocidos, con menos caché, y menos atractivo que esta pareja, su recaudación, así como su calificación, hubiera sido infinitamente inferior. Pero ellos dos son el gran reclamo de esta cinta amable, al margen de que también son los productores -yo me lo guiso y yo me lo como-. No se puede negar las evidencias y estas señalan a dos grandes actores, que funcionan bien juntos. Hay una química enorme entre ellos dos, y eso traspasa la pantalla. Pero dos buenos actores y dos buenas interpretaciones no siempre son suficientes para una buena película. Hace falta algo más. 


En definitiva, Viaje al paraíso es una película agradable que, tal como se ve, se olvida. Es de esas película que valdría para una tarde-noche sin otra cosa que hacer, de esos largometrajes para no pensar en nada, para pasar un par de horas entretenidas y poco más. Si es lo que buscas, esta película te puede servir. Pero si esperas algo más, no la veas, porque no es una película sobresaliente. Totalmente prescindible, aunque aparezcan Clooney y Roberts. Aun así, si decides verla, ni te acerques al tráiler porque te destroza lo mejor de la película.

La tienes de alquiler.



Tráiler: 


miércoles, 4 de julio de 2018

AGOSTO: OSAGE COUNTY (DRAMA - 2013)


Año: 2013

Nacionalidad:EE.UU.

Director: John Wells.

Reparto: Meryl Streep, Julia Roberts, Ewan McGregor, Chris Cooper, Abigail Bresln, Benedict Cumberbath, Juliette Lewis, Margo Martindale, Dermot Mulroney, Sam Shepard, Misty Upham, Julianne Nicholson.

Género: Drama.

Sinopsis: Los Weston viven en una gran mansión en las afueras de Pawhuska, en Oklahoma. La desaparación del padre en extrañas circunstancias hace que la familia se reúna y que todas sus miserias salgan a la luz. Adaptación al cine de la obra de teatro homónima ganadora de un Tony, que a su vez adapta una novela ganadora del Premio Pulitzer en 2008.


[Fuente: Filmaffinity]



Ayer escuché la siguiente reflexión: 'Cuando envejecemos y entramos en la espiral de la senilidad, dejamos de lado las convenciones sociales, la moral y lo políticamente correcto. Es entonces cuando nos desnudamos, cuando sacamos de nuestro interior lo que verdaderamente somos, lo bueno y lo malo y cuando se trata de lo malo, hay hijos que se asustan'. La persona que me lo dijo me hablaba de una experiencia personal, de una etapa dura de su vida en la que había tenido que lidiar (y creo que es un término bastante correcto para lo que me contó) con su padre y con su madre, cuando ambos se hicieron muy mayores y empezaron a sufrir lagunas mentales que fueron haciéndose cada vez más grandes. '¿Cómo es posible que mi padre se comportara así? ¿Quién era ese hombre que había sido extremadamente generoso con sus hijos toda la vida y ahora los acusaba de estar gastando su dinero?', me siguió contando. 

Llevo mucho tiempo pensando en las relaciones entre padres e hijos, en ese momento en el que los papeles se invierten y de persona cuidada pasas a ser persona cuidadora. La vida es cíclica y llega un momento en el que te toca ejercer de padre y madre de tus propios padres. Es ley de vida. Uno desearía que el traspaso de poderes fuera sencillo, que cuando tus padres no pudieran valerse por sí mismos, asumieran tal circunstancia y se dejaran llevar pero no siempre es así. Entiendo que no debe ser fácil envejecer, ver cómo tus capacidades se van limitando cada vez más y de ser una persona autosuficiente pasar a ser una persona dependiente. Piensa por un momento en las actividades más básicas de tu vida, piensa en vestirte tú solo, en peinarte, en ducharte, en caminar..., y ahora cierra los ojos e imagínate que no puedes hacer nada de eso por ti mismo y que para todo, hasta para lo más pequeñito, necesitas ayuda. No, no debe ser fácil y sentirse incapaz debe producir mucha frustración pero eso solo acarrea más problemas. Claro, decirlo ahora, desde la perspectiva de mis cuarenta y ocho años es muy fácil. Ya hablaremos si el destino me concede una vida larga. 

Pero a la dificultad de asumir que uno se hace viejo y que ya no puede hacer lo que antes hacía, hay que unirle el carácter y la personalidad de cada uno. No es lo mismo que tu padre o tu madre se entristezca porque ya no puede vestirse solo o tiene olvidos demasiado frecuentes e importantes, que un padre o una madre que entra en cólera, que se niega a reconocer sus incapacidades, que cuestiona todas tus decisiones y rechaza constantemente tu ayuda. Ante eso, el papel de los hijos es tremendamente complicado. Y así, pensando en todo esto, busqué en Internet alguna película que tuviera algo que ver con el tema, con esas relaciones tóxicas entre padres e hijos, y me encontré con Agosto, una cinta que había llegado a casa como una recomendación pero cuyo visionado fui aparcando hasta anoche. 

Agosto trata sobre una familia, los Weston. Bervely (Sam Shepard) y Violet (Meryl Streep) Weston viven en una granja, ubicada en las llanuras de Oklahoma. Él es un hombre hecho a sí mismo, con una infancia llena de carencias pero que supo labrarse un futuro y convertirse en un poeta publicado, cuyo único refugio son sus libros y el alcohol que consume con demasiada frecuencia. Ella está enferma, es una mujer de difícil trato, cuya enfermedad cree que le otorga la licencia de poder atiborrarse de pastillas perdiendo los papeles cada día, aunque esto era algo que ya hacía antes de que le detectaran el cáncer de boca que padece (no deja de ser paradójico). Cuando Beverly cree que la situación se está complicando cada vez más, contrata a Johnna, una Cheyenne que se encargará de mantener la casa en orden y preparar la comida, una decisión que Violet no aprueba.

Y un día, de buenas a primeras, Beverly desaparece. Primero pensarán que es una escapada ocasional, como ya ha hecho otras veces, una manera de despejarse por un tiempo de la atmósfera opresiva que se respira en la granja, pero en realidad aparece muerto a los pocos días. ¿Accidente o suicidio? La muerte de Beverly congrega a toda la familia en la propiedad. Acudirán las hijas, Barbara, Ivy y Karen, así como Mattie Fade, hermana de Violet, y todas ellas con sus respectivas parejas e hijos. Los días que pasan juntos tras el funeral serán asfixiantes y se convertirán en una sucesión de situaciones desagradables, escenas llenas de gritos y peleas, un rosario de reproches que se lanzan unos a otros y algún que otra secreto que sale a la luz. Y en este caos de emociones y sentimientos negativos en el que se torna la granja, Agosto quiere analizar con profundidad las relaciones de las madres con sus hijos, especialmente de las madres con sus hijas, así que el foco de atención se pone sobre Violet, Barbara, Ivy y Karen, y más colateralmente sobre Mattie Fade y su hijo Charles.

Violet y Mattie Fade proceden de la misma rama. Ambas son mujeres de fuerte carácter, muy temperamentales aunque Violet se lleva la palma. Es una mujer sarcástica, que hace daño de manera gratuita, de perenne discurso irónico, hiriente, soberbia y desagradable. Se escuda en su enfermedad para comportarse como un monstruo pero en realidad, es su verdadera personalidad. Nunca tiene una palabra agradable para nadie, crea situaciones incómodas para los demás, insulta y grita, llama inútiles a sus hijas, nada de lo que ellas hacen o dicen le parece bien, cree tener siempre la razón, poseer la verdad absoluta y se comporta de manera histriónica. Violet se siente por encima de todos. La infancia que tuvo, su matrimonio en el que apenas tenían dinero, los sacrificios que hicieron para poder criar a sus tres hijas, para que ellas tuvieran una vida mejor y ahora la enfermedad que padece cree convertirla en alguien superior. Son madres sufridoras, que se recrean en su desdicha y que piensan que sus hijos lo tienen todo fácil pero, ¿qué hijo no sufre con una madre así?

Por eso la película no solo ahonda en la relaciones materno-filiales sino también en el tipo de persona adulta en el que se ha convertido Barbara, Ivy y Karen. La primera está en plena separación e intentando criar a su hija Jean sin cometer los mismos errores que su madre cometió con ella. Por su parte, Ivy se ha sentido sola toda la vida. Ella es la que se ha hecho cargo de sus padres, de cuidarlos y vigilarlos, la que ha renunciado a sueños, la que nunca ha tenido pareja hasta ahora, momento en el que decide plantarse y pasarle su testigo a otro. Mientras que la alocada Karen voló a un lugar mucho más agradable, lejos de la granja en la que se crió, buscando cubrir las carencias afectivas que siente porque, seguramente su madre nunca le ha dicho que la quiere. Son hijas que no pueden contarle a su madre los errores que cometieron, las cosas que se le han torcido en la vida porque ella, la que las parió, utilizará esa información en contra de Barbara, de Ivy y de Karen, en un constante machaqueo, como armas arrojadizas para hacer más daño. Hijas que se sienten intimidadas por su madre, a la que intentan acercarse y ayudar, sin éxito.

Y junto a todas estas mujeres, Charles, el hijo de Mattie Fade, al que ella trata como un inútil, un manazas y un tonto. Una influencia negativa, que sufrida día tras día, semana tras semana y año tras año, ha ido minando su autoestima, hoyando su dignidad hasta el punto de creerse su propia inutilidad, de no permitirse un despiste y de torturarse por sus errores. Así se siente Charles.

Y es que las madres de esta película juegan con los sentimientos de sus hijos, ejercen el poder que la naturaleza les ha otorgado para machacar a sus vástagos sin que se les pueda parar los pies, primero porque la fuerza arrolladora que emerge de su interior es demasiado titánica (o tiránica) como para hacerle frente y segundo porque los hijos tienen dilemas morales que les impide poner pie en pared. Son fruto de un círculo vicioso cuyo trazo se repite a lo largo de varias generaciones. Madres crueles y retorcidas que a su vez tuvieron madres crueles y retorcidas hasta el día en que unas hijas, de una generación más actual, con una forma de pensar y de encarar la vida distinta, cansadas de ver la nube negra en la que su madre siempre anda envuelta, deciden luchar contra los lazos de sangre y apartarse de aquello que han visto desde pequeñas. Las decisiones son difíciles pero hay que tomarlas. Por eso cuando Violet dice 'Nadie es más fuerte que yo' a Barbara no le queda otra más que reaccionar como lo hace. Y es cuando entendemos que Violet, y también Mattie Fade, a la que han puesto en su sitio minutos antes, no son más que unos seres desdichados, ni tan fuertes, ni tan valientes, ni tan autosuficientes como pensaban pero quizá, solo quizá, ya sea demasiado tarde.

Ser padres es difícil, no cabe duda, pero ser hijo no es un vergel. Creo haberme referido alguna vez a unas palabras que me dijo la escritora Laura Ferrero, cuando una psicóloga le comentó que unos padres tienen la obligación de querer a su hijo pues tomaron la decisión de tenerlo. Sin embargo, no existe obligación al revés. Y es que tiene razón, por duro que parezca. Lo único que ocurre es que un individuo normal, un hijo con una educación, con un sentido de la moral, suele tener grandes conflictos internos y muchos quebraderos de cabeza a la hora de enfrentarse a una madre como la Violet de esta película. Es ir contra natura no querer a unos padres pero también lo es burlarse de ellos, humillarlos y atormentarlos. 

Pero volviendo a la película, Meryl Streep en el papel de Violet está majestuosa. Su interpretación es sublime. Hay muchos que opinan que está sobre actuada pero en mi opinión clava al personaje, a ese tipo de persona, sea madre o no, que se sienten el centro del mundo, que menosprecian a los demás y los ningunea. Sus gestos, sus miradas, sus palabras, sus reacciones, sus gritos,... llenan la pantalla y eclipsan a los demás personajes, interpretados por un elenco muy conocido como Julia Roberts, Ewan McGregor, Chris Cooper o Sam Shepard. Ella es el huracán de una película que asfixia por la complejidad de las relaciones, que encuentra en los ataques a su familia la fuerza necesaria para seguir viviendo, un largometraje cuyo entorno fatiga. La aridez de las llanuras, la casa absolutamente desordenada, el calor insoportable en su interior, la oscuridad en la que viven los personajes,... todo eso crea una sensación desagradable que incomoda y aturde. Y aunque es algo larga, no quieres que la película acabe porque estás a la espera de que a Violet le canten las cuarenta, que es lo que se merece, a pesar de ser una mujer enferma.

Por mencionar otro papel, Julia Roberts también está muy bien en la piel de Barbara. En sus ojos se percibe el temor de convertirse en su madre, de haber echado a perder su matrimonio, de haber tirado por tierra su vida y estar a punto de perder a Jean. Y es que los hijos de las Violet del mundo viven con ese temor y escudriñan sus reacciones buscando reflejos de sus madres, huyen despavoridas de unos patrones y se horrorizan si atisban en su carácter algún rasgo materno.

Agosto está basado en una obra de teatro, llevada a escena incluso en España con la maravillosa Amparo Baró en el papel de Violet y Carmen Machi como Barbara (puedes ver un vídeo aquí), pero a su vez es una adaptación del libro de Tracy Letts. Es una película que incomoda porque te entran ganas de coger a Violet, darle de chocazos contra la pared y gritarle al oído pero quién te crees que eres. ¿Acaso ser madre te da derecho a pisotear a tu marido o a tus hijos? En fin, es una película dura que te hace reflexionar.

A mí solo me queda lanzar algunas preguntas. ¿Qué tipo de relación mantienes o mantenías con tu madre? ¿Qué tipo de madre eres? ¿Cómo es la relación con tus hijos? Sentíos libres de contestar vuestra experiencia o la de alguien que conozcáis si os apetece. Y por si a alguien le interesa, aquí os dejo un artículo muy interesante sobre las madres tóxicas. 






Tráiler:





miércoles, 23 de mayo de 2018

WONDER (DRAMA - 2017)

Año: 2017

Nacionalidad: EE.UU.

Director: Stephen Chbosky.

Reparto: Jacob Tremblay, Julia Roberts, Owen Wilson, Izabela Vidovic, Noah Jupe, Mandy Patinkin, Danielle Rose Russell, Millie Davies, Elle McKinnon, Bryce Gheisar, Daveed Diggs, Ty Consiglio, Kyle Harrison Breitkopf, Sonia Braga.

Género: Drama.

Sinopsis: Un niño de 10 años nacido con una deformidad facial que le ha obligado a ser operado 27 veces de cirugía, se esfuerza en encajar en su nuevo colegio.

[Fuente: Filmaffinity]


El mundo está lleno de personas diferentes, ya sea por sus rasgos físicos, por su etnia, por cuestiones psicológicas, emocionales, religiosas,... pero dentro de este mundo multipersonal, hay un cúmulo de seres que más que diferentes, son excepcionales o extraordinarios, como refleja el título de la película de la que quiero hablaros hoy.

Wonder es la adaptación cinematográfica de la novela juvenil norteamericana Wonder, de la autora R.J.Palacios, una obra publicada por Nube de Tinta bajo el título La lección de August. Desconozco en qué términos se desarrolla la trama de la novela pero el argumento de la película es bastante sencillo y común pero no por ello está exento de belleza o carece de un mensaje social, ético y moral que debería forma parte del conjunto de valores que todos debemos interiorizar. Os cuento.

Auggie es un niño de 10 años que nació con una deformidad facial a consecuencia de un fallo genético. Hasta el momento ha vivido prácticamente recluido en su casa, ajeno al mundo exterior que siempre lo ha mirado como un monstruo. Al no poder asistir a la escuela, su madre se ha encargado de su educación pero ella considera que ha llegado la hora de enfrentarse al mundo y acudir a un colegio con otros niños de su edad, donde pueda relacionarse y tener una vida normal. Auggie tiene miedo porque sabe lo que le espera. Todos sabemos lo que le espera, nada más que miradas de reojo, mofas, burlas, incomprensión, intolerancia, desprecio, aislamiento,... En definitiva el temido acoso escolar que siempre ha existido solo que ahora, por suerte, se le da más visibilidad, más importancia y por tanto se lucha contra él.  ¿Será siempre así? ¿Será Auggie el sparring de sus compañeros de clase? Bueno, siéntate una tarde a ver la película y descúbrelo.

Wonder quiere explorar el interior de los marginados, de aquellos a los que condenamos al ostracismo por no ser como nosotros, por no ser 'normales', lo que me lleva a plantear la pregunta, ¿qué es ser normal? ¿Ser normal es ser caucásico? ¿Alto? ¿Delgado? ¿Católico? El concepto 'normal' está sobreestimado. Todos pensamos de nosotros mismos que somos normales lo que nos impide ver que hay una variedad de personas que no se parecen en nada a nosotros y pueden llegar a ser entes mucho mejores, maravillosos, brillantes y extraordinarios. Solo dependerá de cómo miremos porque, como dirá el profesor Traseronian en la cinta, 'Auggie no puede cambiar su aspecto pero nosotros sí podemos cambiar cómo lo vemos'. Tan sencillo como eso.

El argumento vendrá narrado por diferentes voces. En primer lugar será el propio Auggie en el que se presente. 'Sé que no soy un niño normal', nos dirá en los primeros minutos de metraje y posteriormente nos hablará de las veintisiete operaciones a la que ha sido sometido para poder seguir viviendo. El resultado sigue siendo una cara deforme que asusta a todo aquel que lo ve. Las partes en las que él nos va contando su vida me parece de una ternura tremenda pero claro, la deformidad de Auggie afecta también a otros miembros de su familia que sufre y padece lo que la sociedad hace al pequeño. Así, su hermana Via también nos contará en primera persona cómo es vivir con un hermano así. 'Auggie es el sol. Todo gira a su alrededor'. Via se siente eclipsada y sufre otra clase de marginación, la que procede de sus propios padres. Nate e Isabel saben que ella es autosuficiente y se puede valer por sí misma aunque no se den cuenta que la joven también necesita algún tipo de atención. En cualquier caso, la situación la ha hecho madurar rápido para entender que sus quejas quedan en un segundo plano. 
 
Pero habrá una tercera voz, la de Miranda, la amiga de Via. Quizá sea la que menos aporte pero su personaje pretende hacernos ver que en la vida de todo el mundo hay sombras por mucho que uno pueda brillar por fuera.
 
Dirigida por Stephen Chbosky, que ya nos habló del tema de la marginación tanto en su novela Las ventajas de ser un marginado como en la adaptación que hizo al cine, Wonder cuenta con un reparto en el que lucen dos nombres sobresalientes. Por un lado Julia Roberts en el papel de Isabel y Owen Wilson ejerciendo de Nate, padre del niño. Ambas interpretaciones son muy correctas pero son meros complementos o reclamos pues sus papeles no son excesivamente extenso, a lo que hay que añadir que la película pasa un poco de soslayo sobre sus emociones, centrándose en los personajes más jóvenes de la película.
 
El que sí está fantástico es Jacob Tremblay haciendo de Auggie. Perfectamente caracterizado, tanto que, sin conocer al actor, he tenido que buscar alguna fotografía suya con tal de descubrir si su deformidad era real.  Al mismo tiempo he aprovechado para indagar un poco en su carrera cinematográfica para descubrir que participó en otra película, de factura irlandesa, con una sinopsis inquietante, La habitación (2015). Ya tengo tarea.

Wonder me ha parecido tierna y conmovedora, muy idónea para una tarde en familia, para verla con los más pequeños a los que va dirigido el mensaje más importante del largometraje. A pesar de ser un drama no recurre a la sensiblería ni pretende arrancar las lágrimas al espectador a toda costa. Las partes más tristes quedan compensadas con algún toque de humor. Obviamente, tratándose de una película que muestra la crueldad contra un niño, tienes que ser de piedra si no te toca la fibra sensible, incluso se te pueden aguar un poco los ojos cuando llegues al final y descubras que aún hay esperanza, que los peculiares pueden llegar a ser aceptados si los miramos con los ojos del corazón.
 
No me queda más que decir que he disfrutado viendo esta película. Me parece que fomenta unos valores muy importantes, como la lucha, la superación, el valor de la amistad y, por supuesto, el rechazo a los acosadores que tienen que pagar por su maldad. Así que, si no la has visto, te la recomiendo. Muy bonita.  
 
'Se amable porque todo el mundo libra una dura batalla'.





Tráiler:




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