jueves, 8 de junio de 2017

ENTREVISTA a EDITORIAL ANANTES.

Hace bastante tiempo se me ocurrió poner en marcha una serie de entrevistas relacionadas con la literatura y los libros pero que nos ofreciera otro punto de vista más allá del que nos facilitan los novelistas, poetas, cuentistas,... Inicié la serie con la entrevista que le hice a Javier López Yáñez, el que, hasta este mismo año, ha sido el director de la Feria del Libro de Sevilla. En aquella entrevista que puedes leer aquí, Javier nos contó entre otras cuestiones, cómo había sido su trayectoria profesional, nos desveló los entresijos de la organización de la feria o nos habló de la labor de los libreros. Creo que su punto de vista, especialmente porque lleva toda su vida vinculado a los libros, resultó de sumo interés y nos ayudó a comprender qué se cuece entre bambalinas. 

Pues bien, en una segunda entrega hoy vengo a contaros cómo es el trabajo dentro de una editorial, qué criterios se siguen para elegir un manuscrito o qué pasos hay que dar hasta que el libro en cuestión llega a nuestras manos. Y lo hago gracias a la colaboración de Ruth, Ismael y Manuel, el equipo que forma Editorial Anantes, una pequeña empresa sevillana que apuesta por una literatura de calidad y por el fomento de la cultura. No solo se dedican a editar narrativa, relatos o poesía, también han apostado por los libros de texto y por las actividades culturales que tanta vida dan a una ciudad.

Si quieres saber más sobre esta editorial, cómo es su trabajo y cómo se edita un libro, no os perdáis esta entrevista. Esto es lo que ellos nos cuentan.

Marisa G.- Ruth, Ismael y Manuel, contadme un poco quiénes sois y cómo llegáis al mundo cultural o/y editorial.

Ruth: Yo soy farmacéutica y tengo experiencia en radiofarmacia desde hace catorce años. Sorprende, pero cuando me propusieron participar en un proyecto empresarial y cultural, creí que había llegado el momento de completar mi tiempo. De eso hace ya más de seis años.

Ismael: Soy profesor de filosofía, mis inquietudes culturales y mis curiosidades empresariales me llevaron a proponerle a mis dos socios esta idea. La idea inicial, como suele ser habitual, se parece poco a lo que al final está ocurriendo, pero al fin y al cabo, la aventura está ahí: una empresa cultural.

Manuel: Yo soy filólogo y desde siempre supe que quería dedicarme a algo relacionado con el libro. He trabajado para varios sellos editoriales como editor, corrector o traductor, así que formar parte de Anantes y poder tomar parte en todo el proceso de edición de cada libro es cumplir un sueño.
Marisa G.- Por lo que he podido ver la Gestoría cultural como tal nace 2011 y la editorial posteriormente. ¿Por qué establecer esa separación? A día de hoy, ¿ambas parcelas siguen existiendo de manera diferenciada?

En 2011, cuando Ruth y yo acordamos crear una sociedad, el objetivo era diverso: formación, edición, organización de eventos, diseño… La plataforma cultural que se monta es una revista cultural y educativa gratuita pensada para los centros educativos, Revista IES, con una periodicidad cuatrimestral y pensada como lugar de publicación del profesorado. De ella llegamos a sacar seis números en papel y dos más solo en digital, finalmente el proyecto no era viable económicamente y lo abandonamos. Todavía conservamos el sueño del magazine cultural, algún día volveremos a la carga.
Todavía conservamos la web www.revistaies.net .

Pero somos editorial porque, cuando comenzamos con la revista, nos encontramos con Manuel Pichardo, amigo desde que éramos pequeños y con experiencia en edición, maquetación y corrección de textos. Él fue quién nos propuso editar poesía. Y a partir de ahí ocurrió lo que ha ocurrido, casi 50 títulos editados en Anantes y un sello de autoedición, Ad Libitum.

Y seguimos siendo Gestoría, organizamos vinos filosóficos, actos culturales, diseñamos imágenes corporativas y ahora estamos iniciando un proyecto conjunto con Esinon para formación online.
 
Marisa G.- Como Gestoría cultural, ¿qué proyectos habéis llevado a cabo o cuáles vais a emprender?

Queremos seguir creciendo como editorial. Estamos diversificando nuestras líneas, acabamos de sacar dos títulos en novela junto con tres más de divulgación en una serie que hemos querido llamar Adalid. Algo así como nuestro estandarte y la apuesta más arriesgada.

Además está la revista cultural, es posible que un nuevo proyecto sustituya a Revista IES.

Junto a Esinón estamos empezando a trabajar juntos para ofrecer formación online. Paralelamente queremos ampliar la oferta de formación y talleres culturales en colaboración con otras entidades. 
Marisa G.- ¿Cuáles son los inconvenientes que encontráis como editorial pequeña?

El gran reto es conseguir hacer visible el fruto de tanto trabajo. Cuando no tienes el respaldo de un gran grupo editorial en muchas ocasiones resulta complicado que instituciones, medios de comunicación e incluso libreros apuesten por lo que les ofreces, a menudo sin detenerse a valorar su calidad. 
Marisa G.- ¿Existe algún tipo de ayuda o subvención desde la administración central o autonómica para empresas que potencien la cultura?

Antes de la crisis había más ayudas. El Ministerio tiene algunas para el fomento de la lectura o de innovación tecnológica, pero nosotros no hemos recibido ninguna hasta el momento.
Marisa G.- En alguna ocasión os he escuchado comentar que la Feria del Libro de Sevilla no os ha dado muchas oportunidades. ¿Sigue siendo así? Y en tal caso, ¿cómo se podría solucionar esto?

Nuestro desencanto con la Feria se renueva año tras año. Mejor no comentar nada. 
Marisa G.- Centrándonos en la editorial, ¿cuáles son los criterios que seguís a la hora de aceptar un manuscrito para su publicación?

En nuestro caso, la calidad de un manuscrito está por encima de todo, sin dejar de tener en cuenta los criterios comerciales, lógicamente. Siempre pedimos a los autores que nos envíen los manuscritos completos. Los extractos o sinopsis pueden dar una pista, pero no permiten una valoración rigurosa. 
Marisa G.- ¿Y os llegan muchos originales?

Cada semana recibimos varios. Estamos desbordados.  
Marisa G.- Y una vez que apostáis por un manuscrito, ¿qué proceso sigue?

Una vez aceptado, comenzamos a trabajar con el autor. Si creemos que hay algún detalle que puede ayudar a mejorar la obra, lo comentamos con él y si le parece una sugerencia acertada le damos forma. Una vez que tenemos el texto definitivo, comenzamos la corrección y maqueta. Revisamos las galeradas todas las veces que sean necesarias hasta que todos quedemos satisfechos.

En paralelo, vamos diseñando la portada de forma consensuada con el autor. A veces el diseño es nuestro, otras contactamos con artistas para que nos cedan sus obras. Trabajamos mucho en las portadas. Una cubierta cuidada no solo resulta atractiva, sino que además transmite confianza sobre el trabajo que el lector puede encontrar en el interior.

Sabemos que hay formas más rápidas de editar, pero para nosotros es importante que el autor forme parte de la edición de su libro, aporte sus ideas y valore nuestras sugerencias para, entre todos, conseguir publicar el mejor libro posible. 
Marisa G.- ¿De qué se encarga cada uno de vosotros? ¿Tenéis las tareas definidas? 
  A mi izquierda, Ruth Llopis y Manuel Pichardo.
A mi derecha, Ismael Rojas.

Manuel: Tenemos las tareas muy definidas, aunque al final los tres tratamos de echar una mano en todas las parcelas. Yo me encargo principalmente de los aspectos más literarios: valoración de originales, corrección, maqueta, redacción de contraportadas... Es ir de la mano con el autor desde que envía su manuscrito hasta que sale de imprenta en forma de libro.

Ismael: Me ocupo un poco de todo. Me encargo del diseño corporativo y de los materiales que vamos produciendo. Diseño de las portadas, soy también el encargado de las webs. Después de terminar un libro suelo ser la persona que se relaciona más con los autores para preparar los eventos y la promoción. También dirijo los vinos filosóficos y casi siempre me toca hablar en público. Pero al final en casi todo estamos los tres de alguna manera.

Ruth: Yo soy la persona que lleva la administración, números, facturas y contratos. Pero también me encargo de la logística y las relaciones con las imprentas. Aunque al final todos trabajamos un poco en todo, me ocupo de las relaciones con las Ferias del Libro y las Instituciones donde presentamos para intentar que todo salga lo mejor posible.
Marisa G.- No solamente editáis literatura, -narrativa, poesía,... - también tenéis una línea de libros de texto. Fue algo que me sorprendió mucho.

Estamos abiertos a todos los ámbitos que puedan ser interesantes. Tenemos la ventaja de que, al tener un catálogo en plena creación, podemos abrir todas las líneas imaginables. En libros de texto hemos publicado tres ediciones de Historia de España, adaptadas a los distintos cambios en la Ley de Educación y uno de Historia del Arte. De momento están implantados en varios institutos de Sevilla y provincia. 
Marisa G.- ¿Y qué es más rentable?

Apostar por un buen libro siempre es rentable, pero en el plano económico, la novela generalmente es lo que más triunfa. Los libros de divulgación siempre inciden en algún tema de interés para algún colectivo y en ese sentido
Dame la Mano. Ayudando a los niños con cáncer y a sus familias, de la doctora Ana María Álvarez Silván, o Preventorio de Guadarrama y Las desterradas hijas de Eva ambas de Consuelo García del Cid Guerra ponen sobre la mesa temas de actualidad que interesan muchísimo y nos están ayudando a crecer como editorial. La poesía tiene un público muy fiel y todos los años publicamos varios poemarios de mucho nivel. El patito feo suele ser el libro de relatos, un género que han cultivado los más grandes, que nos encanta, pero que por desgracia no goza del favor del público actualmente. En cualquier caso, cuando apostamos por un libro estamos convencidos de su rentabilidad, económica o de otro aspecto.
Marisa G.- Creo que no hace mucho habéis empezado a editar también en digital. ¿Qué futuro le veis al papel?

Al papel le queda una vida muy larga aún. A pesar de los inconvenientes que presenta en cuanto a impresión, distribución y almacenamiento con respecto al digital, tiene de su parte la ventaja insuperable de la belleza. El libro digital se impondrá tarde o temprano, eso es indudable, pero nunca podrá reemplazar el tacto o el olor del papel. 

Marisa G.-  ¿Y cómo veis el panorama literario? ¿Se escriben obras de calidad o bien se tiende a ofrecer a los lectores meras obras de entretenimiento?

Hay escritores de mucho nivel que el gran público desconoce porque no son rentables para los grandes sellos editoriales. Las grandes empresas necesitan resultados inmediatos y de gran impacto, y eso suele estar reñido con obras que impliquen una cierta dificultad. También pasa en otros sectores, como la televisión o el cine. 
Marisa G.- ¿Cuántos volúmenes lleváis lanzados?

Con los de esta primavera ya superamos los cincuenta. Aún no son muchos, pero empezamos a conformar un catálogo.  
Marisa G.- De todos vuestros autores, ¿os atreveríais a decirme cuál de ellos os ha dado más alegrías?

Uf, es una pregunta muy difícil, sobre todo porque muchos de ellos se acaban convirtiendo en amigos y terminamos compartiendo muchos buenos momentos que trascienden lo literario. Si hubiera que mencionar a alguno, Manuel Machuca nos hizo cambiar nuestro rumbo como editorial. Comenzamos publicando poesía, pero cuando vimos el éxito rotundo de
Aquel viernes de julio no tuvimos más remedio que abrirnos a otros géneros.
Marisa G.- Por último, contadme algo de los futuros lanzamientos y proyectos.

Para esta primavera tenemos grandes escritores y grandes obras. Javier Valenzuela y Rafael García Maldonado, con
Limones negros y Por un perro sin tumba, han escrito dos novelas negras muy impactantes y críticas con distintos aspectos de nuestra sociedad. Limones negros habla mucho de corrupción urbanística y financiera. En Por un perro sin tumba, el maltrato animal y el enfrentamiento entre defensores de los animales y los de ciertas tradiciones está muy presente.
 

Ignacio Arrabal es de esos escritores que consiguen unir una prosa brillante con un argumento atractivo.
Hasta que sea verano es una novela que hará disfrutar a los amantes de la buena literatura.

En poesía tenemos
Razón de las islas, de Pedro S. Sanz y Juegos de misantropía, de Juan José Vélez Otero, dos de los mejores poetas andaluces de la actualidad.

Por último, hemos conseguido los derechos de
Las desterradas hijas de Eva, el libro de investigación de Consuelo García del Cid Guerra acerca de lo que sucedía en determinados centros adscritos al Patronato de la Mujer y que funcionaron en España desde el franquismo hasta los primeros años de la democracia. Casos como los robos de bebés que se denuncian en este libro siguen saliendo a la luz pública periódicamente. De Consuelo García del Cid Guerra también hemos publicado esta primavera El desmadre de los servicios sociales, una nueva obra de denuncia en la que quedan en evidencia muchas carencias de los servicios sociales actuales en materia de custodia de menores.

Ya estamos trabajando en los títulos que tenemos cerrados para el otoño 
Marisa G.- Pues os agradezco que nos hayáis contado cómo funciona vuestra editorial y espero que tengáis mucho éxito. Con todo el esfuerzo y dedicación que le ponéis a vuestro trabajo, seguro que el futuro será fructífero.
Gracias.

Cuando un lector tiene un libro en sus manos, lo primero que piensa y mira es el nombre del autor. Sin embargo, ¿qué sería de la Literatura sin la labor de los editores? Probablemente todo sería distinto. Detrás de un libro, no solo figura el autor, también hay grupo numeroso de personas que hacen posible la magia de la Literatura y entre ellos están los editores. En más de una ocasión he oído hablar a los escritores de la encomiable labor que hace este sector del libro. Por algo será.

 

[Algunas imágenes e ilustraciones tomadas de Google]

6 comentarios:

  1. Muchas gracias por la entrevista. Ya pongo cara a las personas que hay detrás de esos libros. Un beso.

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  2. Anda que curiosa la entrevista. No me había planteado muchas cosas que comentan.

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  3. Muy interesante, un trío de valientes, desde luego.

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  4. Muy interesante. Desde luego esta gente, que trabaja además sin ningún apoyo oficial, se nota que cree y disfruta con lo que hacen. Echaré un vistazo a su catálogo.
    Saludos.

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