viernes, 30 de noviembre de 2018

VAHO de María Iglesias e Irene Mala

Resultado de imagen de vaho de María iglesias
Editorial: Mackein y Parker
Colección: Clemátide.
Fecha publicación:  octubre, 2018.
Precio: 14,50 €
Género: Infantil.

Nº Páginas:  44
Encuadernación: Tapa dura.
ISBN: 978-84-948261-7-7
[Disponible en eBook; 
puedes empezar a leer aquí]

Autoras


María Iglesias (Sevilla, 1976) es periodista y escritora. Autora de la novela Lazos de humo, escribe en eldiario.es y Público.es, ha sido enviada especial de la SER en Lesbos (2018), y coescrito el guion del documental Contramarea. XXV Premio de la Comunicación de la Asociación de la Prensa de Sevilla (2016), empezó en la agencia EFE y el Diario de Sevilla. De 2004 a 2008 trabajó en Nuevos cómicos y Noche sin tregua de Paramount. Luego, hasta 2012, fue redactora y presentadora de reportajes de El público lee, programa de literatura de Canal Sur 2 TV. En 2013 se incorporó a eldiario.es y desde 2015 colabora con el canal de TV franco-alemán ARTE. Es DEA en Literatura y Comunicación (2006) y cuenta con su web: www.periodista-freelance.com


Irene Mala (Sevilla, 1978). Licenciada en Bellas Artes por la Universidad de Sevilla, es autora de numerosos libros infantiles, siendo los más recientes Una de zombis (Thule, 2018), Los siete chivitos y el lobo (Algaida, 2016), La chistera del Dr. Petrov (Thule, 2015) y Diario de un despecho. Tragicomedia del olvido (Thule, 2015). Asimismo, es autora del cartel y la viñeta de la campaña 5 Millones de pasos, de la asociación Andalucía Acoge (2017), de ilustraciones para la publicación El Asombrario (2017) y del cartel de la Feria del Libro de Sevilla 2018. Ha participado en numerosas exposiciones individuales y colectivas a nivel nacional e internacional. www.irenemala.com


Sinopsis

Ada se hace mayor y papá y mamá ya la dejan ducharse sola, aunque no le hace gracia. Sin esperarlo, descubrirá en el baño un superpoder fantástico que se activa gracias al vaho.

[Información tomada directamente de la web de la editorial]



Cuando yo era pequeña, el día de Reyes tenía una magia especial que hoy ha perdido algo de brillo. Recuerdo que, desde muy temprano, los niños de cada casa tomábamos las calles para enseñar a nuestros amigos lo que sus Majestades nos habían traído. Ellas, con sus carritos y sus muñecos. Ellos, con sus balones y camiones. El mundo era así de estereotipado y vivíamos encorsetados y clasificados. Sinceramente, tampoco es que nos ocurriera nada malo pero por suerte hemos avanzado y este sería un tema del que podríamos hablar largo y tendido. Será en otra ocasión. La cuestión era que las calles y las plazas de los barrios se llenaban de bullicio y movimiento desde primeras horas y los padres se unían a aquella fiesta. Hoy las cosas son bien distintas. Es muy raro que ese día especial te encuentres con algún niño jugando en la calle. Y si el día está nublado y hace frío, ni te cuento. Y es que las costumbres y los usos, unido a otras cuestiones de índole social, han cambiado los hábitos de los más pequeños. En lo que se refiere al entretenimiento, hoy existe mucha tecnología al alcance de los hijos, que no digo que esté mal, porque esa realidad virtual también activará una parte importante del cerebro, pero creo que se han quedado muy atrás otro tipo de juegos, más manuales, más creativos, más de interacción con otro ser humano. ¿Dónde quedan los juegos en la calle? Y lo que es más importante, ¿dónde quedan los libros? En nuestros tiempos, ver a un niño leer es un mirlo blanco. Muchas veces lo he comentado con lectores y autores y encuentro opiniones para todos los gustos. Algunos opinan que los niños leen y otros que las estadísticas cuentan otra historia. Lo cierto es que yo no hago más que mirar a mi alrededor y solo veo niños absortos contemplando una pantalla.  Niños y padres, todo hay que decirlo. Y de verdad, me da mucha pena. No será porque no existen libros infantiles, no será porque no existen editoriales que apuestan fuerte por esos pequeños lectores que serán la promesa del futuro. No sé. Creo que estamos haciendo algo mal, por eso me parece fantástico que se publiquen libros como el que os traigo hoy.

En Vaho vamos a conocer a Ada, una niña a la que no le gustan las obligaciones ni que le impongan lo que debe hacer. ¡Y es que nunca la dejan jugar! Es comprensible. Su madre insiste en llevarla al colegio, en llevarla a hacer la compra, ¡incluso que se bañe todos los días! ¡Y encima, sola! Una auténtica lata. Sin embargo, y a pesar de sus reticencias, descubrirá que el cuarto de baño esconde un mundo lleno de fantasía donde Ada puede dejar volar su imaginación. Allí, y a través el vapor de agua, la pequeña viajará a otros lugares y las gotas de agua al caer le contarán emocionantes historias. Sus ensoñaciones serán a veces interrumpidas por la voz de su madre, una mujer que vive en ese mundo de adultos tan estresante, con tantas preocupaciones y agobios, algo que termina por saturar a la pequeña. Por suerte, la madre termina por entender las necesidades de su hija y llegan a un acuerdo. 

Vaho | María Iglesias e Irene Mala | Maclein y Parker | Editorial de libros independiente | Venta de libros online
[Imagen tomada de la web de la editorial]

Vaho es un libro que quiere potenciar la importancia de la imaginación en los más pequeños. ¿Quién no se ha imaginado alguna vez siendo niño que viajaba a la Luna? ¿O navegaba en un barco pirata? Yo solía jugar a indios y vaqueros con mi hermana pequeña, simplemente enganchando una sábana al somier de muelles de la cama superior de una litera. Así conseguía hacerme una tienda de campaña. Otras veces, mi hermana y yo nos mudábamos a la cama de mis padres y usábamos la larga almohada como canoa. Nos montábamos en ella a horcajadas y simulábamos que descendíamos por un río turbulento, volcando y cayendo al agua-colchón. ¿Qué sería de nosotros sin la imaginación? Incluso de mayores no dejamos de soñar con toda clase de sortilegios.

Pero Vaho no solamente pretende hacer un alegato en favor de la imaginación, la fantasía y los sueños. Este volumen infantil quiere llegar más lejos haciendo hincapié en la necesidad de unir lazos entre padres e hijos. Los adultos viven en un mundo de locos, donde todo son prisas y aceleración. Nunca tenemos tiempo para nada, ni siquiera para nuestros hijos, quienes se ven relegados a hacer sus deberes en solitario, a jugar sin compañía, a refugiarse en el mundo de las 'maquinitas'. Vaho quiere transmitir un mensaje a los padres. Debemos llegar a un acuerdo con los hijos, por el bien de ellos, de su educación y desarrollo, pero también por nuestro propio bien. Necesitan parte de nuestro tiempo y los padres los necesitan a ellos. Y es que esto lo habré escuchado mil veces: 'Mis hijos se están criando solos'. ¿No tenéis esa sensación? Conciliar la vida laboral y familiar es muy complicado hoy en día pero algo habrá que hacer, aunque sea apartar el cansancio diario al llegar a casa y sentarnos con nuestros hijos, jugar con ellos, leerles un cuento,... En definitiva, convivir. Claro que todo esto lo dice alguien que no tiene hijos pero me pongo en vuestro pellejo.

Con poco texto, lo que más llama la atención en Vaho son las ilustraciones de Irene Mala. Sus dibujos nos muestran personajes algo desproporcionados, de cabeza grande y pies pequeños. Me gusta fijarme en los detalles más mínimos, y encuentro que son ilustraciones muy cuidadas donde vamos a ver a la madre de Ada, una mujer trabajadora y con conciencia social, portando una bolsa reutilizable para la compra. Hay que educar desde pequeñitos. Por otra parte, y en cuanto a la paleta cromática, los dibujos generalmente muestras tonos pastel que en ocasiones se vuelven más oscuros, cuando Ada comienza a soñar y se mete en mundos llenos de magia.

Ha sido divertido conocer a Ada. También ha sido muy instructivo conocer a sus padres y verlos compaginar el trabajo y la familia. Estamos ante un cuestión de largo desarrollo pero en unas pocas páginas, Iglesias y Mala, lanzan un par de mensajes de interés: imaginación y conciliación.

Ahora toca ponerlo en práctica. Comencemos regalando libros a los hijos y pasando tiempo con ellos, mientras los leemos juntos. 

Cierro esta reseña con el anuncio de la presentación de este libro. Será mañana en Botica de Lectores, Sevilla. 









 

[Fuente: Imagen de la cubierta tomada de la web de la editorial]
Puedes adquirirlo aquí:

7 comentarios:

  1. Es monísimo ☺️, me lo llevo ya.

    Besitos cielo 💋💋💋

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  2. Me encantan estos libros para los peques, que entretienen y educan al mismo tiempo. Tomo buena nota.
    Besotes!!!

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  3. EStoy totalmente de acuerdo contigo; el tema tablet/móvil es alarmante, y muy poca gente lee, y de pequeñitos, cada vez menos. Qué lástima....
    Empatizo con Ada, las obligaciones son un rollo pero.... hay que buscar siempre el lado positivo; para ella, pasarlo pipa en el baño; para mí, el placer de terminar las obligaciones y dedicarme a leer.
    Besos.

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  4. El libro ya es precioso de por si. Pero es que encima haces una gran reflexión sobre que los niños es cierto que vemos a pocos con un libro en la mano.
    Yo este año quería regalar libros a mis sobrinas que son todas pequeñas y nada, que no me dejan, que dicen que hacen bulto y no lo van a leer, me entra una mala leche cuando ya oigo eso de sus padres.
    En fin...
    B7s

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  5. Vaya bonita propuesta y buen regalo para las fechas que se acercan.
    Creo que libros como este que presentas son ideales para leer con los niños y pasar un buen rato juntos.
    Besos

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