lunes, 19 de febrero de 2018

MIEDO de Stefan Zweig

Editorial:  Acantilado.
Colección: Cuadernos del Acantilado, 85.
 Fecha publicación: enero, 2018.
 Precio: 12,00 €
 Género: Narrativa.
 Nº Páginas: 144
 Encuadernación: Tapa blanda con solapa.
 ISBN: 978-84-16748-96-9
 [Puedes empezar a leer aquí]

Autor

Stefan Zweig (Viena, 1881-Petrópolis, Brasil, 1942) fue un escritor enormemente popular, tanto en su faceta de ensayista y biógrafo como en la d novelista. Su capacidad narrativa, la pericia y la delicadeza en la descripción de los sentimientos y la elegancia de su estilo lo convierten en un narrador fascinante, capaz de seducirnos desde las primeras líneas. En Acantilado se ha publicado la mayor parte de su obra narrativa y ensayística.

Sinopsis

Irene Wagner lleva una vida acomodada y sin preocupaciones junto a su marido y sus dos hijos. Sin embargo, tras ocho años de matrimonio, los bailes, el teatro, la ópera y otras actividades sociales se le antojan predecibles y anodinas. Así, más por fantasía novelesca que por auténtico deseo, inicia una relación con un joven pianista. Pero pronto una mujer la descubre cuando sale del apartamento de su amante e Irene se ve obligada a ceder a un terrible chantaje. El terror de ser descubierta por su marido y de perder todo lo que posee y, ahora descubre, que tanto necesita y ama, la sumirá en una tormentosa pesadilla. Escrita en 1913 y publicada por primera vez casi una década más tarde, Miedo es una de las nouvelles más sobrecogedoras de Stefan Zweig, con un final tan sorprendente para la protagonista como para el lector.

[Información tomada directamente del ejemplar]

 
Así empieza Miedo: 




Poco a poco va cayendo la producción de Stefan Zweig aunque aún me queda un largo recorrido. Quizá sea uno de los pocos autores con el que mantengo una relación de fidelidad más firme, respaldada por el placer que me ha provocado leer otras obras suyas como Carta de una desconocida, Mendel el de los libros, Veinticuatro horas en la vida de una mujer o El amor de Erika Ewald, todas ellas ya reseñadas en el blog. Y paseando por la librería me topé con Miedo, recientemente publicada por Acantilado. Su sinopsis deja nítido como el agua que el autor austriaco vuelve a explorar el universo femenino en esta nouvelle y, conociendo cómo se adentra en los sentimientos humanos, supuse que estaba ante una historia que me haría disfrutar. Así ha sido. 

Apenas nada más hay que añadir al resumen de la trama que nos ofrece la editorial. Efectivamente Miedo narra la historia de un adulterio y sus consecuencias, una burda excusa para retratar la naturaleza humana y el corazón de una mujer, pero de una mujer de todos los tiempos porque, aunque Irene Wagner es una dama de principios del siglo XX, lo cierto es que su forma de sentir en las circunstancias que le toca vivir, es atemporal y universal. A Irene Wagner no la mueve un deseo irrefrenable o una pasión desbordada sino más bien el hastío, el aburrimiento y el deseo de vivir una aventura aunque ello conlleve un riesgo importante. Quizá dejarse tentar por lo prohibido la saque del estado de letargo en el que se sumió hace ocho años, cuando se casó con Fritz, un importante abogado junto al que no le ha faltado nunca nada ni tampoco se ha tenido que preocupar de cuestiones de ningún tipo. Pero, ¿qué pasa cuando estamos a punto de perderlo todo, todo lo que antes no valorábamos y que ahora nos parece un tesoro? Irene sufre una transformación espectacular. Es el gusano de seda que se convierte en mariposa. Recorrerá un camino tortuoso, sufrirá pavorosamente, vivirá sumida en una constante tensión e incluso recurrirá a soluciones terribles. Todo por librarse de la opresión que siente, por escapar de la trampa en la que ella sola se ha metido.



De entre los personajes predomina por encima de todos la figura de Irene Wagner, una mujer de buena posición a la que parece que su vida, contemplativa y llena de actos sociales, le resulta vacía. Sin darse cuenta se ve envuelta en una relación adúltera que, a la larga, le provoca más angustia que placer. Resulta muy fácil entender a Irene porque, más allá de sus propias circunstancias, todos hemos mentido alguna vez y hemos temido que nos pillen en un renuncio. La mentira provoca un estado de alteración increíblemente potente, es como esa soga que nos va apretando el cuello más y más hasta llegar a asfixiarnos. Irene no sabe cómo salir del atolladero en el que se ha metido y se va enredando en sus propios engaños. Y Zweig la coloca en la picota, ante los ojos del lector quienes, junto a ella viviremos su angustia en primera persona. Apabullante la manera en la que el texto nos atrapa y nos oprime.

Con el pobre Fritz, el cornudo, el marido engañado, el hombre que ha procurado el bienestar de su familia y así se lo pagan, ocurrirá algo muy curioso. Por un lado es normal que nos alienemos con él, al fin y al cabo, es la víctima de esta historia pero ¿nos cae simpático? Inicialmente Zweig nos ofrece una imagen del marido algo distante. Da la sensación de ser el típico cabeza de familia que simplemente se limita a traer el sustento a casa y sus muestras de cariño, tanto para su mujer como para sus hijos, son nulas. Parece que, llegado un punto, comienza a sospechar de su esposa y ¿qué vemos entonces? Pues a un esposo desconfiado que, haciendo uso de sus habilidades para interrogar e indagar, lanza señuelos para atrapar a la pérfida esposa. Es un personaje muy interesante, con muchos dobleces y matices, pero os dejo que lo descubráis porque guarda más de una sorpresa.

Y por último, la chantajista, mujer grosera, déspota y deslenguada. Sin necesidad de una descripción física resulta inevitable imaginarla como un monstruo. Su actitud refleja la posición de poder que ocupa frente a la adúltera. La tiene a su merced y para Irene es el mismo demonio, justo castigo a su perversidad. 

Mientras leía esta novela con algo más de cien páginas, apunté en mi bloc la siguiente frase:  'Otro que es capaz de expresar de manera espectacular los arrebatos del alma'.  Y es que la semana pasada también leí una nouvelle cuyo autor mostraba con una precisión milimétrica los desordenes internos del ser humano en situaciones complejas, me refiero a 'El Dr. Jekyll y Mr. Hyde' de Robert L Stevenson. Semejante capacidad de análisis siempre me ha impresionado. Comprender las emociones que invaden a una persona que tenemos enfrente es fácil. Generalmente basta con mirarle a la cara, fijarnos en el temblor de sus manos o en el balbuceo de su habla pero no debe serlo tanto reflejar el azoramiento por escrito y transmitirlo de tal modo que el lector pueda sentirlo en sus carnes. Zweig, sin duda, lo consigue.

Hay reflexiones y pasajes maravillosos en esta novela con las que el autor nos hace sentir como si fuéramos los protagonistas, ese momento mágico en el que dos miradas se encuentran por primera vez, o la inquietud que nos produce la incertidumbre que nos arranca de nuestra rutina, o la presión que la protagonista sufre y padece ante la mirada inquisitorial de su marido, ante sus palabras de doble sentido, ante la presencia de una sombra que parece perseguirla por las calles. La atmósfera angustiosa es una niebla espesa que engulle todo lo que cubre y así será el aire que respire Irene en la supuesta seguridad de su hogar.

Con un final inesperado y muy reconfortante, la acción de Miedo transcurre en el plazo de unos días, sin ningún apunte geográfico. Cuenta esta nouvelle con una prosa cercana, sin muchas alharacas, pero muy satisfactoria en la que, a veces, se cuela alguna metáfora sencilla pero hermosa.



Trece capítulos de corta extensión componen esta obra que figura escrita en tercera persona. En ella predomina la narrativa frente al diálogo y sin embargo, su lectura surca las páginas a buena velocidad, hostigados por saber qué futuro le espera a Irene Wagner cuando ya no pueda atender el chantaje. ¿Qué le deparará a esta mujer? ¿Lo perderá todo? ¿Será objeto de un tremendo escándalo? Bueno, leedla y disfrutad, no solo de los hechos sino de unos personajes que prácticamente se materializan y se escapan de la tinta y el papel. 

Zweig sigue maravillándome. No hay emoción ni sentimiento que se escape de su perspicaz mirada, ni deseo ni anhelo que se resista a su pluma. Para él el ser humano era de cristal y a través de su piel era capaz de vislumbrar los más oscuros rincones del alma humana. 

Miedo, o Angst en su versión original, ha sido adaptada numerosas veces. Buscando información al respecto me topo con una película del cineasta Gonzalo Suárez que en 2007 rodó un largometraje inspirado en este texto. Se trata de Oviedo Express, una cinta protagonizada por Carmelo Gómez, Maribel Verdú, Aitana Sánchez-Gijón y Nawja Nimri. Recuerdo haber visto aquella película en su día y bajo mi punto de vista la inspiración es prácticamente imperceptible, al menos, lo que yo recuerdo. No obstante, como me ha picado la curiosidad, volveré a verla de nuevo.

Sé que muchos sois devotos de los libros de Zweig. Miedo es de reciente publicación en castellano, por lo menos a través de Acantilado, y desde ya os animo a leerla. No os va a defraudar.









[Fuente: Imagen de la cubierta tomada de la web de la editorial]

Puedes adquirirlo aquí:


21 comentarios:

  1. Me encanta la narrativa de Zweig. Ya leí tres de sus novelas, y esta que reeñas me la llevo apuntadita. Tu reseña invita a leerla. Zweig retrata magníficamente el alma humana. Besos.

    ResponderEliminar
  2. Yo leí Mendel el de los libros y me encantó.

    ResponderEliminar
  3. Pues te lo compro,querida. Has hecho que me apetezca muchísimo y aunque me imagino que emocionalmente me implicaré mucho, seguro que merece la pena. Besazo

    ResponderEliminar
  4. Pues no conocía este libro. Apuntadísimo que me lo llevo, que este autor me encanta. Como bien dices, un autor que es capaz de reflejar de forma increíble el alma de sus personajes.
    Besotes!!!

    ResponderEliminar
  5. A ver si me hago con ella. Adoro a Zweig, todavía no he leído nada suyo que no me haya gustado. Es que me parece algo imposible.

    ¡Besote!

    ResponderEliminar
  6. Yo por fin me estrené con el autor el año pasado aunque no lo reseñé. Pienso igual que tú, puede llegar a convertirse en un autor al que ser fiel pero poco a poco.

    ResponderEliminar
  7. Todavía no me he estrenado con el autor. Hoy es la segunda reseña que leo de él, eso debe ser una señal para que lo lea.
    Besos

    ResponderEliminar
  8. Me encanta el autor y este no lo he leído. Apuntado queda.
    Un beso ;)

    ResponderEliminar
  9. Me dejas con ganas de leerlo. No lo conocía.

    ResponderEliminar
  10. Ostras... este título lo desconocía Marisa...
    He leído Novela de ajedrez, Mendel el de los libros y Carta de una desconocida... en general me gusta como escribe este autor y como es capaz de decir tanto en novelas tan cortas (aunque sé que también tiene de más largas)

    Me gusta lo que cuentas... y ese final... me pregunta cuál será ese final!!! Me la apunto, sin dudar!!

    ResponderEliminar
  11. Tengo muchas ganas de hacerme con él, me encanta el autor.

    Besotes

    ResponderEliminar
  12. Empiezo por el final. Me has matado con lo de la peli porque me pareció infumable y me han entrado los mil males, menos mal que aclaras que no tiene nada que ver casi.
    Pasado el susto. Pues decir que Zweigg es de esos que voy poco a poco porque no quiero que se acaben, me pasa como con Némirovsky. Habrá que dejarse emocionar de nuevo con este Miedo.
    No me importa decir otra vez que me encanta que nos leas.
    Besos

    ResponderEliminar
  13. De Zweig he leído tres títulos, Carta de una desconocida, Veinticuatro horas en la vida de una mujer y Una novela de ajedrez, las tres me gustaron mucho, y sin embargo no me he adentrado más en su prosa, igual es hora de volver a hacerlo, y este que nos traes hoy es una buena opción

    ResponderEliminar
  14. Solo he leído dos "Acantilados" y casualmente, ambos de Zweig, y este, por supuesto, me lo super anoto.
    besitos.

    ResponderEliminar
  15. Con este autor tengo una deuda pendiente y tú me despiertas más ganas si cabe. Quiero hacerme con el recopilatorio de sus obras.
    Besos

    ResponderEliminar
  16. Pues sin duda creo que me gustaría, además el formato de novela corta es el que más apetecible se me antoja. El autor es uno de mis grandes pendientes, de estrenarme con alguna de sus obras me gustaría empezar por Mendel el de los libros, del que todos hablan genial.

    Un beso ;)

    ResponderEliminar
  17. Me encanta este autor, el que nos traes queda pendiente
    Besos

    ResponderEliminar
  18. Me apasiona Zweig y estoy segura de que, en cuanto tenga ocasión, no me perderé tampoco esta novela suya.
    Saludos.

    ResponderEliminar
  19. Francisco, yo creo que Zweig era muy observador y estudiaba mucho las reacciones humanas, de ahí que sepa retratar tan bien las emociones.

    Leira, Mendel es una maravilla como muchas otras que tiene.

    Yolanda, no implicarse con Zweig es tarea imposible. Espero que lo disfrutes.

    Margari, te va a encantar. No lo dejes pasar.

    Inquilinas, pienso como vosotras. Es difícil que algo de Zweig no llegue muy adentro.

    Fesaro, yo ya me convertí en seguidora.

    Aylavella, las casualidades no existen, así que ¡ánimo! Zweig te está llamando jejeje

    Inés, ¡toda la razón!

    Natàlia, este es tan bueno como otros tantos que tiene.

    Albanta, pues dale una oportunidad. Además siendo tan cortito...

    Ana B., este es que es de reciente publicación. Al menos por Acantilado. Espero que lo disfrutes.

    Shorby, este autor cautiva a todos.

    Norah, lo de Oviedo Express no tiene por donde cogerlo la verdad. Ya se me había olvidado lo que comenté en este reseña. Me entran ganas de ver la peli solo por comprobar dónde están las similitudes. En cuanto a leeros, con esta voz y este acento jejeje... debes ser la única a la que le gusta pero a mí también me gusta hacerlo.

    Carmina, pues este libro es cortito así que es una oportunidad estupenda para volver a Zweig.

    Esther, Acantilado dio el "pelotazo" con estas publicaciones.

    Mª Ángeles, con todo lo que tú lees, tienes que hacerle hueco.

    Ray, Mendel es para enamorarse. Cualquiera es bueno para estrenarse con Zweig.

    Carla, anótalo bien anotado.

    Inmaculada pues no lo dejes pasar.

    Besos a todos y muchas gracias por vuestros comentarios.

    ResponderEliminar
  20. Dices: "...final inesperado y muy reconfortante". Para mí ni fue inesperado y, por supuesto, tampoco reconfortante. Ese final me dejó espantada. Por más cornudo que sea el marido, ella no merecía un comportamiento como ese, nadie lo merece. A mí me pareció prueba de maltrato emocional y me da igual la fecha en la que fue escrito, es maltrato ahora y hace más de un siglo, cuando fue escrito. Aparte de una reacción desproporcionada. Pero las mujeres, adúlteras o padecedoras del adulterio por parte de sus maridos, siempre terminamos escaldadas de alguna manera.
    Horrible final para mi gusto.
    Un saludo.

    ResponderEliminar