jueves, 29 de junio de 2017

ENTREVISTA a MIGUEL BRIEVA (La gran aventura humana).

Autor

Miguel Brieva (Sevilla, 1974) es un ser bípedo y en ocasiones racional que, además de ingerir alimentos y aspirar oxigeno con relativa frecuencia, colabora en varias publicaciones y es miembro del grupo musical Las Buenas Noches. Por lo demás, es autor de los libros Bienvenido al mundo (2007), Dinero (2008), El otro mundo (2009), Al final (2010), Memorias de la tierra (2012), Obras incompletas de Marcz Doplacié (2012) y Lo que me está pasando (2016). Actualmente trabaja en un nuevo álbum que lleva por título La gran aventura humana.

Sinopsis

Dicen que somos ocho mil millones de humanos, la mitad de los que nos han precedido desde que habitamos este planeta. Este dato coincide en el tiempo con sucesos de lo más inquietantes: cambio climático, gran extinción de especies, crisis energética, colapso financiero, apoteosis consumista, debacle de la creatividad, exaltación del individualismo, deterioro genético generalizado e inercia maquinal de las instituciones.

De nuestra reacción a esta «tormenta perfecta» dependerá que exista un siglo XXI en el que merezca la pena vivir y, aún más importante, tras el que podamos sobrevivir como especie. Este libro, cruce de la mayor imprudencia teórica imaginable y del delirio visionario más temerario, quiere dar cuenta de por qué hacemos todo lo que hacemos. ¿De dónde viene esta lógica funesta de la que somos cautivos? ¿Y adónde podríamos llegar si fuéramos capaces de modificarla?



[Biografía y sinopsis tomadas directamente de la web de la editorial]

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Entre las distintas publicaciones que podemos encontrar sobre la mesa de novedades de una librería se pueden hallar libros tan curiosos como el que os traigo hoy. A simple vista se pude pensar que se trata de una novela gráfica, tan en auge últimamente, pero La gran aventura humana. Presente, pasado y futuro de mono desnudo de Miguel Brieva va mucho más allá.
Con este ilustrador sevillano tuve la ocasión de sentarme hace unas semanas para hablar de este libro. Me pareció interesante la propuesta que nos trae, algo tan novedoso para mí que es la primera vez que me enfrento a un libro de este tipo. Pero también me pareció muy llamativo su opinión sobre algunas cuestiones que se plantearon a lo largo de nuestra charla y que os invito a que leáis. Jamás me restrinjo a mi propia opinión sin antes cotejar otros puntos de vista. Por eso, siempre agradezco encuentros de este tipo que abren mi abanico de percepciones. Creo que es una actitud inteligente que hasta la fecha me ha dado buenos resultados. Esto es lo que Miguel Brieva nos contó.

Marisa G.- Miguel, cuando recibí tu libro me quedé alucinada por todo lo que tú nos cuentas en él. Pero primero vamos a hablar de ti. Serás muchas cosas más, pero se te define como  ilustrador gráfico, ecologista y músico. ¿Qué eres más, qué eres menos, en qué orden colocamos todo esto?

Miguel B.- Yo soy dibujante. Si hay que ponerse una etiqueta, en mi caso diría que soy eso, dibujante.

M.G.- Por encima de todo lo demás.

M.B.- Bueno es de lo que me gano la vida. Lo de músico es harina de otro costal.

M.G.- Bueno, yo he estado investigando sobre tu grupo que se llama Las buenas noches. He visto algunos videoclips y me han gustado mucho porque, además de la guitarra e instrumentos más conocidos, empleáis otros menos habituales.



M.B.- Sí, usamos instrumentos folclóricos de distintos países porque somos muy aficionados a la música de raíces, así que utilizamos la tímbrica de todos esos países para hacer aquello que nos gusta.

M.G.- Pues te repito que a mí me ha gustado pero vamos a centrarnos en el libro. La gran aventura humana. Pasado, presente y futuro del mono desnudo. A priori parece un cómic pero hay personas que lo catalogan de enciclopedia, de ensayo,... Tú que eres el autor, ¿cómo defines este libro?

M.B.- Bueno aunque suene un poco pedantuno se podría decir que este libro es un ensayo gráfico por su contenido. Tiene mucha ilustración y mucho texto y por eso no se puede decir que sea propiamente un cómic o un relato. Es un libro que va tratando muchos temas de un modo un tanto disperso y combinando muchos géneros, tanto en la parte gráfica como en la literaria. Puedes encontrar aforismos, poemas, reflexiones, algún que otro relato. Y luego, en la parte gráfica, muchas ilustraciones, mucho humor gráfico,... Un poco todos los registros que yo uso.

M.G.- ¿Pero este libro sigue la línea de tus anteriores publicaciones?

M.B.- Bueno con el primero que hice con Reservoir Books sí. Aquel se llamaba Bienvenido al mundo y también era una especie de enciclopedia ficticia. Lo que pasa es que aquella era más generalista y ordenada alfabéticamente como si fuera una especie de diccionario loco, quizá un poquito más juguetón, y este es un libro más centrado en tratar de entender al ser humano y también más maduro, en el sentido de que la situación es distinta porque han pasado diez años desde aquel libro.

M.G.- ¿Cuál es la intención que se esconde detrás de este libro?

M.B.- He pretendido responder a mis necesidades personales, tratar de entender las cosas y explicar el mundo o mi mundo. El libro responde casi a esa sensación de auto-ayuda o de conocimiento que en el fondo es lo que hay detrás de casi todo mi trabajo y en este caso, pues también alberga  la esperanza de aportar alguna respuesta o tal vez de postular las preguntas adecuadas.

M.G.- Miguel, entiendo que este libro es el resultado de un trabajo de años.

M.B.- Sí y entre medias he hecho otros libros. Ha sido un trabajo de fondo. He ido escribiendo o acumulando imágenes desde los últimos diez años o así. Y cuando he recopilado material suficiente me planteé hacer el libro.

M.G.- Pues en el momento en que lo abro, la primera sensación que tuve es que me recordaba a aquellos cómics antiguos y después he leído en alguna entrevista que se dice que el libro refleja el estilo de las primeras publicaciones de los años 50 o 60. Y a mí realmente también me lo parece.

M.B.- Bueno, hay una parte de ello sí, retazos, pero sobre todo hay mucho de lo primero con lo que empecé, de una revista que yo auto-editaba y se llamaba Dinero que claramente evocaban aquellas revistas norteamericanas de los años 50 o 60. En aquella revista usaba mucho aquella iconografía. A día de hoy creo que me han influido mucho los ilustradores antiguos porque me gusta mucho bucear en todas las épocas y no precisamente en lo más reciente pero bueno, hay un poco de todo. Creo que este libro es más variado.

M.G.- ¿Y tú aconsejarías a los lectores leerlo de alguna manera en concreto? No sé si habría que seguir una ruta precisa.

M.B.- Creo que como una enciclopedia pues se trata de un libro de consulta. Nadie se pone a leer en su sano juicio un diccionario o una enciclopedia desde principio a fin. Yo les aconsejaría que se dejaran llevar por su curiosidad.

M.G.- Y no hay necesidad de empezar por el principio, ni nada, ¿no?

M.B.- Si se empieza por el principio quizá tenga una linealidad que no está mal pero también se puede leer como uno quiera. O también puede haber varios niveles de lectura. Por ejemplo, en la primera te puedes fijar más en la parte gráfica, las viñetas, que son materiales más ligeros y luego, si eso te provoca suficiente interés, pues te paras a leer lo que acompaña. Hay gente que le va a dar más relevancia a los gestos y otra gente que se la va a dar a las imágenes.

M.G.- En las primeras páginas nos encontramos con una ilustración de nuestra ciudad, de Sevilla, muy curiosa porque hay muchos edificios que todos reconocemos pero luego hay otros elementos que son totalmente anómalos y extraños. ¿Por qué esta ilustración de tu ciudad?



M.B.- En este libro recopilo mucho material de trabajos anteriores  y esta  ilustración en concreto fue el cartel del encuentro de cómic e ilustración de Sevilla, un festival de cómic que se hace aquí todos los años. El cartel se encarga cada año a un dibujante y ese año me tocó a mí. Con esta ilustración traté de representar básicamente lo que para mí es Sevilla en una sola imagen.

M.G.- ¿Pero no es una ilustración un poco crítica con la ciudad?

M.B.- Bueno eso ya es el lector quien tiene que decirlo. Creo que tiene un poco de todo. Por un lado, tiene mucha admiración porque a mí me encanta Sevilla pero también efectivamente Sevilla tiene lo suyo. Si consiguiéramos destilar solo las cosas positivas y dejáramos a un lado lo negativo, conseguiríamos rozar el paraíso.

M.G.- Miguel, en este libro abordas muchos temas vinculados con la actualidad. Hay cuestiones de ámbitos internacional y otras de ámbito más local. Y hablando de Sevilla, donde somos muy provincianos y esto es innegable, hay una ilustración que hace referencia a una festividad religiosa, el Corpus Christi, de la que tú haces una visión muy peculiar.

M.B.- En el fondo es un chiste porque hago uso de un juego de palabras, aunque también hay una denuncia del exceso de energía vital que dedica esta ciudad, y sobre todo la intolerancia que hay detrás de ese furor hacia la Semana Santa. Como digo antes, si fuéramos capaces de mantener lo bello de esta tradición sin caer en el fanatismo, en el extremismo,... o sin que eso sirva para discriminar otro tipo de manifestaciones que a lo mejor son igualmente interesantes, creo que nos enriqueceríamos todos muchos.

M.G.- De todos modos hay que tener sentido del humor para leer este libro porque haces bastante uso de la ironía y el sarcasmo.

M.B.- Hay que tener sentido del humor para disfrutar de la vida y para pensar y si no lo tienes pues es una pena. Es como pasar por la vida sin amar, algo muy triste. 

M.G.- El libro se estructura en tres partes -pasado, presente y futuro- y como digo, abordas muchos temas. ¿Cuáles destacarías?

M.B.- Creo que todos ellos son primordiales. En la primera parte he intentado centrarme en los temas fundacionales del ser humano como la empatía, la religión, el amor, el dinero,... Elementos que vienen muy de atrás. En cuanto al presente muestro los hitos definitorios de cómo se mueve la sociedad actual, de lo que nos mueve. Finalmente, sobre el futuro, he tratado de abrir líneas sugerentes de por donde deberíamos discurrir,  en opinión de los científicos, ecologistas,... de la gente más razonable, para poder alcanzar un cierto equilibrio y una posibilidad de futuro para la especie. No obstante, en la primera entrada que figura en el bloque del futuro hablo del colapso, del resultado objetivo de la inercia que llevamos en el tiempo presente.

De todos modos yo destacaría una idea primordial que creo que se hace patente a lo largo de todo el libro y es la defensa de la capacidad de nuestra creatividad y nuestra imaginación por encima de la tecnología, que parece ser uno de los tótems inamovibles y un poco dictatoriales de nuestra época.

M.G.- Pues mira ahora que mencionas la tecnología, ¿es verdad Miguel que no tienes móvil?

M.B.- Sí.

M.G.- Curioso. 

M.B.- Nunca lo he tenido y nunca me interesó.

M.G.- Bueno es una opción tan respetable como otra cualquiera. Bajo mi punto de vista el móvil es un instrumento útil pero es verdad que estamos demasiado enganchados.

M.B.- Adictos. Nosotros, en Ecologistas en acción acabamos de sacar un libro de auto-ayuda para superar las adicciones a las nuevas tecnologías. Estamos demasiado pendientes de un cacharrito las 24 horas del día. El móvil es una adicción en toda regla. De hecho el Proyecto Hombre ya lo está incluyendo como uno de los grandes peligros que nos acechan.

M.G.- Bueno, volviendo al libro. En las viñetas hay mucho simbolismo. Hay que fijarse en los detalles.

M.B.- Es lo bueno que tiene el dibujo, que te permite varios niveles de comprensión o contenido. Hay un nivel principal que lo compone el texto y la imagen en general pero luego, efectivamente, hay detalles. Es lo mismo que hacía Ibáñez con Mortadelo y Filemón, que añade muchos elementos. Yo intento usar esos mismos recursos pero con otros fines. 

M.G.- Miguel este libro no se puede disfrutar en versión digital, ¿verdad?

M.B.- Yo es que no creo que los libros existan en versión digital.

M.G.- En mi caso, con los libros digitales no me encuentro cómoda.

M.B.- Siempre lo he tenido claro. He vivido un ciclo en el que conocía a editores muy preocupados con el libro digital, que no sabían cómo se iban a adaptar. Pero yo siempre he pensado que el libro digital no va a ningún sitio. A día de hoy es algo que se ve. El libro digital que funciona, el Kindle me refiero, se emplea para leer best-sellers. Hay estadísticas que lo demuestran. Es decir que para leer lo que es literatura y mucho menos los cómics, el digital no funciona.

M.G.- Hombre, yo anti-ebook no soy pero sí que es verdad que necesito tocar, sentir y hasta oler el libro físico.

M.B.- Y el hecho de tenerlos pero no con afán acumulativo sino porque representan vivencias que  has tenido y si los tienes en tu biblioteca es como tener a mano esa materialidad. En los libros puedes subrayar o incluso relees alguno y te encuentras arena de la playa,... Los libros tienen una vida que no tiene lo digital, por muchas ventajas que tenga. No deja de ser algo frío e inmaterial.

M.G.- Antes has comentado que en la última parte del libro hablas del futuro y sobre lo que supuestamente deberíamos hacer para que tengamos un porvenir. Bajo tu punto de vista, ¿qué futuro nos espera?

M.B.- El que nosotros queramos porque está en nuestra mano. Hay un futuro que está un poco ya trazado, es un destino que ya tenemos delante y sabemos cuál es, por más que los medios de comunicación quieran mirar para otro lado, pero que no deja de ser un inminente colapso de lo que ahora entendemos por mundo global, cultura occidental o civilización industrial. Todo esto no tiene ningún futuro. Lo que podemos hacer es anticiparnos al derrumbe que nos puede caer en las narices y aprovechar esta acumulación de crisis en la que chapoteamos en el presente para hacer un acto de voluntad que nos posibilite cambiar las cosas o por lo menos intentarlo. No sé hasta qué punto esto es posible porque nos enfrentamos a un escenario complicado. Eso sí, como no vamos a enderezar esto es mirando para otro lado.  Eso es lo que intento explicar con este libro.

Hay gente que me dice que el libro es muy pesimista, pero es que estamos en una situación crítica. Lo raro es que la gente no lo entienda así, eso es lo verdaderamente inquietante.

M.G.- ¿Y la omnipresente crisis la has abordado también?

M.B.- Es que la crisis actual no me ha parecido nunca relevante. El capitalismo se caracteriza históricamente por crisis cíclicas. Ha habido cuatro o cinco crisis a escala mundial desde principios del siglo XX y esta digamos que es la madre del cordero. Cada una de ellas implica tirar la pelota de un sistema que es inoperante, tóxico y nefasto. Cada vez los recursos financieros, económicos, energéticos son más reducidos y por tanto tirar la pelota hacia adelante es cada vez más difícil. También es más difícil de vender la película a la población, aunque la población poco a poco va asumiendo que este es el destino, como una especie de actitud derrotista de la vida, algo de lo que hablo mucho en el bloque sobre el presente en el libro.

M.G.- ¿Qué lugar ocupa este tipo de libros, los cómics, la ilustración,... en el mercado literario? ¿Está reconocido?

M.B.- Ahora mismo está más reconocido que tiempo atrás. En España existía el TBO, las Ediciones B, Mortadelo y Filemón, Zipi Zape,... todo para niños, una industria un poco tétrica pero muy boyante. Pero en los 70 o sobre todo en los 80 se produjo una edad de oro a nivel creativo porque surgieron muchas revistas que encontrabas en los kioscos como Tótem, Cairo, Víbora,... Todas estas se vendían mucho y generaban una cultura alternativa. Eso colapsó en los 90 cuando empezaron a aparecer todos los canales de televisión, los videojuegos, los ordenadores... El cómic no podía competir con otras formas de entretenimiento mucho más eficaces. Sin embargo, a principios de este siglo, se ha producido una especie de repunte con esta especie de rehabilitación del cómic bajo la forma de novela gráfica y, a día de hoy, hasta las editoriales literarias están interesadas en el pastel de lo gráfico. Ahora no hay editorial de las grandes que no tenga su sello o sus varios sellos de cómic, de  humor gráfico. 

M.G.- Con lo cual los ilustradores tenéis un futuro mucho más esperanzador.

M.B.- Sí, aunque tampoco es que los ilustradores vivamos de los libros. Es una manera de recopilar  nuestro material y de generar historias pero hoy por hoy no se alcanza el nivel de poder vivir de ello como había en los 80, con las revistas. Imagínate lo que era la publicación de varias revistas mensuales. Había dinero para los dibujantes, para que hicieran varias páginas al mes. Eso ya no existe. Queda solo El Jueves, que ni siquiera es propiamente un cómic. Es una sátira.

M.G.- Miguel no te quiero robar más tiempo. Tu libro me parece muy original, francamente. Soy muy partidaria de leer novela gráfica aunque lo tuyo es un tanto diferente.

M.B.- Tiene mucho de todo. Yo escribo y por lo tanto también hay bastante texto con lo que puedes leer unos cuantos, si te cansas lo dejas, lo vuelves a coger más adelante,... 

M.G.- Lo haré así, tal y como me dices. Espero que funcione muy bien. Te agradezco muchísimo este rato Miguel.

M.B.- Gracias a ti.

Sinceramente, La gran aventura humana es un libro que hay que hojear aunque sea simplemente por curiosidad porque es diferente a lo que habitualmente se publica y eso siempre se agradece. Por mi parte, lo he ido leyendo a ratos, como me aconsejó su autor, y como me parece curioso y creo que puede resultar interesante, mañana mismo os contaré algo más de este ensayo gráfico y os mostraré muchas fotos para que veáis su interior. 

  

[Algunas imágenes e ilustraciones tomadas de Google]

4 comentarios:

  1. ¡¡Hola!!
    me apunto el libro para cuando tenga un ratito.
    La entrevista estuvo genial, me gusta que le encante la música xde
    Besazos!

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  2. Pues no es un género que suela leer, pero esta buena entrevista ha picado mi curiosidad.
    Besotes!!

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  3. Pues no es un libro que llame mi atención pero gracias por la entrevista.

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