lunes, 31 de octubre de 2016

PERDIENDO PIE de M.M. Vallés.

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Editorial: Triskel Ediciones.
Fecha publicación:  2016
Precio: 14,00 €
Género: Narrativa.
Nª Páginas: 204
Edición: Tapa blanda con solapas.
ISBN: 978-84-94534-15-7
[Disponible en eBook]



Autora

María del Monte Vallés nació en Sevilla. Aunque su formación profesional la ha dirigido por otros caminos: la construcción y el urbanismo, sus grandes pasiones son la literatura y los viajes que siempre la han acompañado como refugio y fuente de vida, de tal forma que ese bagaje ha desembocado en la creación literaria. Ha escrito relatos, libros de viajes y varias novelas, de las que Perdiendo pie es la primera en ser publicada.

Sinopsis

Cuando Santiago, miembro de la policía científica, llega a la calle del Pez para fotografiar una escena sin aparente particularidad, sucede algo de lo más extraño: de algún modo que no puede explicar, queda prendado de los ojos color de mar de la chica que yace muerta en mitad del diminuto salón. A partir de ese momento, el policía querrá saber más acerca de aquella vida ya apagada, buscándola a ella y buscándose a sí mismo entre las palabras de las últimas personas que la vieron con vida. 

Perdiendo pie es la primera novela de M.M. Vallés. A través de una prosa cuidada y un hábil uso del tiempo narrativo, caminamos en la investigación de un caso aparentemente fácil de dilucidar, que sólo preocupa a una persona obsesionada, para desembocar de manera irremediable en la propia psicología, los demonios internos y vicios de un protagonista que, no en vano, nos cuenta esta historia en primera persona por un motivo que, los lectores, iremos descubriendo junto al avance de la trama. 

[Biografía y sinopsis tomadas directamente del ejemplar]

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La semana pasada os hablaba de María del Monte Vallés, una autora sevillana que recientemente ha publicado Perdiendo pie de ediciones Triskel. En aquella conversación hablamos de sus inicios literarios, de su intención de publicar, de sus proyectos futuros y por supuesto de esta novela, que supone su primera publicación. Puedes leer la entrevista aquí.

Perdiendo pie parece a priori una novela policiaca. Es verdad que su argumento cuenta con una investigación policial y una muerte, producida en circunstancias no demasiado claras. No obstante, catalogarla como tal sería un atrevimiento por mi parte.  De hecho, y en palabras de Vallés, la autora no concibió esta historia bajo este prisma pero será cada lector el que le ponga la etiqueta que estime oportuno. En lo que a mí respecta, ya digo que no me lo parece. No he sentido que estuviera leyendo novela negra aunque también es cierto que es un género en el que se innova cada vez más y se aleja progresivamente del patrón. Pero os cuento un poco el argumento tal y como yo lo veo.

El hallazgo del cadáver de Esther Revuelta en su domicilio conduce a Santiago Carvajal, fotógrafo de la policía científica, a la calle del Pez donde residía la joven. Se tomarán las pruebas pertinentes, se establecerán las hipótesis oportunas y, al final, se determinará que el fallecimiento de Esther se debe a un accidente doméstico. Pero, ¿todas las piezas encajan? Santiago no lo tiene muy claro e iniciará una investigación de carácter no oficial. Sus pesquisas nos permitirán ir conociendo con más profundidad a la joven: su infancia, la relación que mantenía con su hermana Eva o con sus padres, su trabajo, sus relaciones amorosas,... Una vida en la que el sufrimiento era el sol de cada día ya fuera por el desapego de sus padres, por su fracaso laboral frente al éxito de su hermana o por los problemas económicos a los que tenía que hacer frente. La cuestión es que la investigación irá avanzando poco a poco pero, bajo mi punto de vista, objetivo no es llegar al esclarecimiento de los hechos, averiguar cómo murió Esther, si fue un accidente o un asesinado y en tal caso quién la mató. En Perdiendo pie tiene más importancia el perfil psicológico de los personajes, sus vivencias o los recovecos de sus almas, adentrarnos en su corazón y en su mente, sentir  cómo aman, sufren o lloran, lo que nos permite tocar su lado más íntimo y personal, más humano y por tanto, más cercano. Por tanto, considero que se trata de una novela cargada de reflexión y muy introspectiva.
 
Perdiendo pie es una crónica narrada con posterioridad a los hechos acaecidos. Tiene el argumento un toque de suspense pues parece que el autor y protagonista de esta crónica redacta sus memorias en un lugar misterioso del que apenas se aportan muchos datos. La falta de claridad en este punto favorece mucho el interés del lector o por lo menos, así ha sido en mi caso, pues sentía mucha curiosidad por saber dónde estaba el protagonista y por qué se encontraba en el lugar que me imaginaba.

El personaje principal de esta historia será Santiago, un hombre errabundo de cincuenta años que ha perdido el sentido de la orientación emocional. De carácter sentimental, diría que de lágrima fácil, se siente deprimido, «solo, viejo y vacío». No pasa por una situación personal fácil pues su mujer lo ha abandonado y no hace más que dar tumbos. Resentido  y frustrado, sucumbirá a los efluvios del alcohol e irá de mal en peor, desobedeciendo a sus superiores, metiendo la pata y comportándose de un modo que denota agresividad e ira. ¿Por qué inicia una investigación cuando el caso ha sido cerrado? ¿Qué es lo que pretende? Eso lo iremos descubriendo con la lectura pero en el camino nos llevaremos más de una sorpresa con un final inesperado que permita encajar todas las piezas. 


A Esther nunca la conoceremos de manera directa salvo a través de la memoria de Santiago que la recuerda en sus hábitos del día a día. La mayor parte de la información sobre la joven nos llegará a través de los testigos, de amigos y familiares encargados de desvelarnos el tipo de vida que llevaba. De una belleza casi marmórea, con una melena negra y una mirada profunda, la joven captará la atención de Santiago incluso en el peor momento de su existencia, cuando la vida se le ha escapado y solo es un cuerpo sin alma.  

Entre ambos personajes advierto una conexión intensa. La vida de ambos se derrumbará y parecen abocados a un final siniestro. Creo que por eso, Santiago se sentirá tan identificado con la vida de la joven, dos almas solitarias, desaliñadas, desangeladas, abocadas al fracaso y al abandono, por eso iniciará una investigación, por la necesidad de hacer algo con su vida, aferrarse a algo que lo mantenga erguido dentro del barco de su vida que navega entre aguas turbulentas. 

Y habrá otros personajes, como Fausto Amor, un sesentón que aparece en la vida de Esther con muy buenas intenciones o Roberto Baños, el casero de Esther, que en un  momento nos da un discurso sobre las consecuencias de la crisis o los padres de la joven que me ha producido un rechazo absoluto al verlos como dos autómatas egoístas.

Para ser una primera publicación, tengo que reconocer que  la autora cuenta con un estilo muy puro, desmadejado en una narración elegante y delicada. Por otra parte, considero que el perfil de los personajes, concretamente el de Santiago, encaja milimétricamente con su vida. Es muy fácil imaginárselo e incluso transitar por unas calles que me son conocidas. Habría que señalar también la ambientación bastante conseguida en los momentos en los que se requiere una nebulosa densa y pegajosa que materialice la soledad de los personajes.

Y decía antes lo de las calles porque, para los que vivimos en Sevilla resulta muy fácil identificar la ciudad aunque esta no tiene ningún protagonismo. Los hechos bien podrían suceder en cualquier otra ciudad, no obstante, conocemos que se trata de Sevilla por la descripción de nuestro característico clima, con los cambios bruscos de temperatura, la humedad que proporciona el río o bien los lugares por los que se mueven los personajes. 

Perdiendo pie me ha parecido original en su planteamiento. El hecho de plantarnos un cadáver delante de nuestras narices y, sin embargo, desviarnos de una investigación que, todo hay que decirlo, se desarrolla con bastante lentitud, me ha aportado una lectura distinta, apartándome de lo preconcebido.  Además, creo que, incluso desde su título, hay un matiz de ambigüedad que entenderéis  si leéis la novela. Solo os diré que perder pie  no solo significa trastabillar sino que también podría referirse a esa desorientación que sufre el personaje principal. 

En definitiva, ha sido una lectura agradable, con un argumento que va más allá de lo que a simple vista podemos apreciar y que, por su corta extensión - unas doscientas páginas - no te llevará más de un par de tardes.


Booktrailer:

 
Agradezco a la editorial el envío del ejemplar.     




[Algunas imágenes e ilustraciones tomadas de Google]


Retos:

- 100 libros



Puedes adquirirlo aquí:

10 comentarios:

  1. Yo sí la consideraría novela negra aunque con algo más, en realidad, como una novela de personajes que se ven envueltos en una trama negra. Creo que por eso le daré una oportunidad, soy muy fan de los personajes bien construidos.
    Besos

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  2. La verdad es que tiene buena pinta, pero estoy demasiado cargada por el momento y tengo que cortar por algún sitio...que me lío y me agobio.
    Besos

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  3. Pues no tiene mala pinta la verdad. Podría darle una oportunidad si se cruzara en mi camino, pero sin prisas.
    Besos.

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  4. No me atrae tanto como para animarme con ella
    Besos

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  5. Me gustan las novelas policíacas y de misterio y de asesinatos y esas cosas, pero me gusta que vayan rápidas, que no me den un respiro. Ya tengo suficientes respiros y lecturas lentas en otros libros. Supongo que eso es lo que busco cuando me lanzo a la chick lit y a los thrillers.

    Besotes

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  6. No pinta mal pero con tanto pendiente... Creo que lo dejo pasar
    Besos

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  7. Pues tiene algo que me llama mucho, a pesar de lo que comentas que la investigación queda muy en segundo plano. Un libro de personajes a priori siempre tiene buena pinta. Lo apunto. ¡Besote!

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  8. Estoy de acuerdo con la presentación que haces de la novela, señalando todas las capas que, como muñecas rusas, van desvelándose en su lectura. A mi me parece que además subyace en Perdiendo Pie una relación dramática con el destino, con el dolor, la soledad y frustración a que se ven abocados el o los protagonistas. Un destino, cuya redención parece ser que está en decirlo, en escribirlo, en verbalizar cómo hemos llegado hasta aquí. O sea, la literatura única salida. Y me ha gustado mucho el estilo, la fluidez y la soltura con que se pasea por las situaciones más densas.

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  9. Es un libro muy bien conseguido. Tiene ramalazos de novela negra, pero lo más interesante es el desarrollo del personaje principal, que te deja siempre con ganas de saber más sobre él y su vida...
    Os aconsejo, es un buen libro😉

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