ENTREVISTA A PALOMA BRAVO (La piel de Mica)

Imagen de archivo (Miguel Pereira)

Autora

Paloma Bravo es autora de La novia de papá, publicada en Plaza & Janés en 2010 y un éxito de ventas en España, Latinoamérica e Italia, que está siendo adaptada para convertirse pronto en una serie de TV, y de Tres mujeres solas, tres relatos editados en digital en RHM Flash.

Es periodista y escritora, aunque ella prefiere resumirlo de otra manera: "Mi mejor CV son mis amigos", dice su perfil de twitter. Tiene un koala, anda siempre con revolucionarios buenos y cree que la poesía, el humor y el compromiso son formas esenciales de resistencia. La piel de Mica es su segunda novela. 

Sinopsis

Esta es la historia de Micaela, veinte años de su vida, de intentar trabajar y querer en un mundo que a veces no la quiere. Sus amores, sus jefes y, sobre todo, su ex. Una vida en la que se mezcla el amor y el trabajo, y en la que a veces todo falla al mismo tiempo.

Redactar el currículum cuando acabas de ser despedida, no tienes pareja estable y sólo hace seis días que murió tu madre exige un optimismo inalcanzable, por mucho sentido del humor que se tenga. En ello anda Micaela Salazar, Mica, 38 años, periodista, divorciada, sin hijos y... huérfana. Especializada en solucionar los problemas de los demás, e incapaz de resolver los propios,con buen criterio para elegir amigos y muy malo para los amantes, está empeñada en cambiar un mundo en el que no han dejado de mandar los de siempre.

Con ironía, ternura y un punto de desgarro, Mica hace autocrítica del pasado para evitar antiguos errores y poder estrenar algo nuevo. En primera línea de revista, su ex, sus mejores amigos, sus hermanos, sus jefes y una colección de amantes propios e hijos ajenos. Y así, palabra a palabra, va dejándose la piel y enseñando sus ilusiones, sus deseos, sus contradicciones y su única certeza: que no va a rendirse.

La piel de Mica es la incisiva, honesta, divertida, emocionante y valiente disección de una mujer. Una mujer que, como todas, ese un poco especial; que, como muchas, es inconformista; y que, como bastantes, es más frágil de lo que parece y más fuerte de lo que cree; sólo que ahora, en medio de la tormenta, no puede permitirse ni un gramo de debilidad: tiene que evitar rendirse para cambiar el mundo, para cambiar su mundo. Tiene, además, que atreverse a ser feliz.

Editorial Plaza & Janés.

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Me encuentro de nuevo en el hotel Vincci La Rábida de Sevilla para una nueva entrevista. En esta ocasión, tengo la suerte de conversar con la periodista Paloma Bravo, autora de la novela La piel de Mica y lo hacemos en una ubicación de lo más apropiada, en la biblioteca del hotel.

Marisa G.- Buenos días Paloma. Recientemente he leído tu libro y tengo que decirte que me ha gustado mucho, especialmente por el personaje de Mica, muy carismático y con muchas aristas, pero antes de entrar en materia, tengo una curiosidad tremenda y necesito preguntártelo. ¿Es verdad que tienes un koala como señala la biografía que figura en el libro?

Paloma B.- No, sólo es una forma de hablar. Hago referencia a mi hija pequeña que tenía la costumbre de agarrarse a mi pelo desde que era bebé y por eso desde pequeñita la llamo koala. Tú la llamas koala y ella responde pero sabe perfectamente que es un mote. En cierto sentido, es una forma de hacerle un homenaje.

M.G.- Ya me parecía que tendría que tener otro significado. Bueno, entonces La piel de Mica, es tu segunda novela, la primera es La novia de papá que si no estoy equivocada está siendo adaptada para el cine, el teatro y la televisión, ¿todo a la vez?

P.B.- No. Yo creo que lo primero que va a salir es el teatro, que espero estrenar a finales de año. Conseguimos el dinero y lo llevamos bastante bien. La televisión, como depende de las cadenas y tal, está siendo un proceso más largo y más complicado. Y el cine, ahí estamos, tocando madera. En teatro lo tenemos seguro y en televisión, compraron los derechos Ganga, la productora de Cuentame, pero como ha pillado la crisis y demás...

M.G.- En esta segunda novela, la protagonista, Mica, se desnuda en sentido figurado y no tan figurado, quedándo totalmente expuesta. He leído que, en cuestión de piel, tú también te has dejado la tuya al escribir este libro, ¿cómo ha sido ese proceso de escritura? ¿Qué te ha supuesto escribir esta novela?

P.B.- Es una novela escrita desde el dolor. Está escrita en carne viva ante lo que está pasando, la crisis, la dureza que está viviendo muchísima gente y en ese sentido, es una novela, como te digo, escrita muy en carne viva pero también tiene mucho amor y mucho humor, ironía, ternura para compensar ese dolor con el que sobrevivimos.

M.G.-  Cuando leemos esta novela, da la sensación de que Mica coge su vida, le da la vuelta y vuelca todo lo que hay en ella sobre una mesa y luego toma todos esos elementos y los coloca en forma de CV. Mica hace repaso de su vida, ¿crees que es necesario que todos hagamos repaso de nuestras vidas en algún momento?

P.B.- Yo prefiero hacer repaso casi constantemente y no tener que llegar al punto al que llega Mica, después de haberse quedado sin trabajo, quedarse huérfana y haberlo perdido todo. Creo que hay que hacerlo poco a poco, más que nada para no repetir errores, para poder seguir haciendo cosas distintas y equivocarse pero en errores nuevos y que no sean los mismos de siempre.

M.G.- Hablemos más concretamente del personaje. Mica es una chica de 38 años, divorciada, acaba de perder su trabajo y su madre ha fallecido seis días atrás. Mica es vegetariana, insomne, taquicárdica de pequeña, franca y muy, muy sincera. ¿Qué opinión te merece este personaje que has creado?

P.B.- Creo que Mica debería haber aprovechado más las ocasiones que ha tenido para ser feliz. Debería haber hecho ese balance quizás un poco antes pero también la entiendo porque es una tía tremendamente exigente consigo misma, lo que se exige a sí misma no se lo exige a los demás,  y de alguna manera, para mí eso la salva. La capacidad que tiene de querer a otros y de intentar ser cada vez mejor. 

M.G.- Bajo mi punto de vista, Mica tiene un puntito egoísta y algo de amargura. Yo creo que ella no es feliz aunque se resiste a la idea. ¿Mica es una chica dura o sólo es una pose?

P.B.- Creo que Mica se pone una coraza para que no le hagan daño. Ella va de dura, va de macarra, pero lo que hace es ponerse una coraza. No creo que sea un personaje triste pero sí pienso que cuando eliges una pose se te queda pegada y luego es difícil quitársela. 

M.G.- La muerte de su padre, cuando ella tiene 14 años, creo que la marcó mucho, ¿no? ¿Crees que su vida hubiera sido distinta si su padre no hubiera fallecido siendo ella tan joven?

P.B.- Sí, creo que si eso no hubiera sucedido se hubiera permitido ser muchísimo más frívola, alegre y más ligera. Ella de alguna manera, y lo dice, tiene ese agujero dentro y a veces tiene la sensación de que disfrutar es como  fallar a la memoria de su padre, hasta que muere su madre y se da cuenta de que lo que tiene que hacer por la gente a la que quiere es vivir, ser feliz y tirar hacia adelante.

M.G.- Mica es una mujer muy joven que a sus 38 años ya tiene una larga trayectoria profesional, con muchísimo éxito, y además cuenta con el amor de un hombre muy guapo y millonario. ¿No crees que es un personaje que se aleja un poco de la realidad en la que vivimos? 

P.B.- Yo creo que no. La realidad está muy presente en la novela, lo que ocurre es lo que te decía antes, que ella no se permite aprovechar las oportunidades que tiene cerca, quizás porque conoce tanto su lado oscuro que cree que no las merece. Lo importante de su ex no es tanto que sea millonario, sino que la quiere de verdad, y eso sí que es una oportunidad que no aprovecha. En el trabajo, ya no sé si tiene tanto éxito.

M.G.- Bueno, ella va saltando de empresa en empresa y hoy en día es bastante complicado estar en una empresa como para ir saltando de una a otra.

P.B.- Ya pero la novela se desarrolla a lo largo de 20 años y es un proceso más dilatado en el tiempo.

M.G.- Mica, o Micaela Salazar, es un nombre que viene de tu familia.

P.B.- Sí, es el nombre de la bisabuela de mi madre. Es algo que me gusta hacer. En la anterior novela, la protagonista se apellidaba igual que mi abuela. Yo quería muchísimo a mi abuela y me gustó usar sus apellidos en esa novela.

M.G.- ¿Hay algo de Mica en Paloma o viceversa?

P.B.- Yo creo que hay dos o tres cosas que son muy básicas y que sí creo que son las mismas: los amigos, la banda sonora y el carácter algo peleón. Mi madre también es muy parecida a la madre de Mica, sólo que mi madre vive, gracias a Dios.

M.G.- Y hablando de los amigos, observo que Mica se vuelca mucho en sus amigos y busca constantemente el apoyo de sus hermanos y amigos más cercanos. De estos últimos ella dice que Manu es su sentido común, Diego su cerebro y Ana su alma. ¿Qué lugar le deja a su ex Miguel? Porque al fin y al cabo, Miguel está siempre a su lado en los momentos más complicados.

P.B.- Miguel es una especie de casa, es como su colchón. Sabe que siempre está ahí y de hecho eso también le permite equivocarse más porque sabe que siempre puede volver a él.

M.G.- En cuanto a amistades, me sorprende mucho que  Mica apenas tiene amistades femeninas, tan sólo Ana, que aparece casi a la mitad de la novela. Da la impresión que se lleva mejor con los hombres que con las mujeres.

P.B.- En cierto sentido, eso se explica porque Mica ha crecido entre hombres y también porque la novela está dedicada a mis dos mejores amigos. Quería explicar algo que me han preguntado muchas veces, si es posible la amistad entre un hombre y una mujer y no es que crea que sea posible, es que yo la tengo. A las mujeres nos cuesta más, nos exigimos también más y la amistad entre un hombre y una mujer es distinta pero también muy sana.

M.G.- Mira, en mi caso, yo también creo mucho más en la amistad entre un hombre y una mujer. Al menos, mis mejores amigos casi siempre han sido hombres.

P.B.- Sí, yo he tenido alguna mala experiencia hace siglos, cuando era muy pequeña, con mujeres que te exigen una amistad casi simbiótica. Te exigen que las llames todos los días, que les cuentes todo lo que has hecho y aquello me produjo mucha claustrofobia cuando era adolescente y me aparté. Siempre he tenido amigas y tengo grandísimas amigas pero con estos dos chicos a los que está dedicada la novela es una amistad tan sana, tan pura que quería contarlo así.

M.G.- Y ahora que hablas de esos dos amigos, Manolo y Domingo, me gustaría preguntarte si los personajes que salen en la novela (Manu, Diego,... ) son un reflejo de esas amistades masculinas tuyas.

P.B.- Manu sí, Manu es muy, muy parecido a Manolo, pero Diego y Domingo son distintos. A Manu es que le hacía ilusión pero a Domingo no, entonces...

M.G.-  En cuanto a los temas que tocas en esta novela, haces referencia al acoso sexual, a la integración y al avance de la mujer en el mundo laboral,... ¿Tú crees que las mujeres hemos avanzado tanto en el contexto laboral como parece o simplemente se trata de un lavado de cara?

P.B.- Creo que la teoría es impecable. Mis dos abuelas trabajaban, mi madre ha trabajado siempre y yo he crecido en el mismo colegio y educándome de la misma manera que mis hermanos y nunca pensé que iba a tener problemas en mi trabajo por ser mujer pero los hay. Tú estás trabajando y cuando es un tío, es un trabajador y cuando es una mujer, lo es para lo bueno y para lo malo, si es mona porque es mona, si no es mona porque no lo es,... y luego, si acaso, valoramos su trabajo, pero lo primero de todo es que eres mujer y te tratan así con el «Hola, guapa, ¿cómo estás?»  o con el acoso en los casos extremos en los que se da. 

M.G.- Sin embargo, los empresarios siguen alegando que eso ha cambiado, que la mujer recibe el mismo trato que los hombres.

P.B.- Pero la realidad es bien distinta. No sólo cobramos menos, sino que además lo hacen en el día a día, que miran lo que llevas puesto, que si vas sin pintar, o...  Se escuchan comentarios al entrar en una reunión que jamás le harían a un tío. Si al trabajo vas a trabajar yo quiero que me miren por mis resultados y no por si voy en vaqueros o si voy en minifalda. Nada más. 

M.G.- Paloma, tú eres periodista, conoces muy bien este mundo. Te confieso que en su día quise estudiar periodismo y luego cambié de carrera, pero leyendo el libro se muestra una imagen de este sector que es muy duro. ¿Es tan tremendo como aparece en el libro?

P.B.- He utilizado las empresas periodísticas en el libro como metáfora de cualquier empresa, pero a mí siempre me gusta distinguir entre los medios de comunicación y los periodistas. Creo que ser periodista es una profesión que se ejerce de forma individual mejor o peor y los medios de comunicación son empresas con sus vicios y sus virtudes, si es que las tienen, que están metidas en su guerra de supervivencia. Lo que sí creo es que el periodismo es una profesión que hemos idealizado muchísimo. Cuando yo decidí ser periodista pretendía cambiar el mundo. Tenía la sensación de que si tú denunciabas una injusticia en un medio de comunicación, eso se arreglaba y ahora vemos muchos titulares de gente corrupta que nunca van a la cárcel, de robos,... y no se arregla nada. Luego creo que hay otro fenómeno que afecta al periodismo cuando se le llamaba el cuarto poder. Por entonces se hicieron muy soberbios, pensaban que su voz estaba más autorizada que la de ningún otro. Por ejemplo, una cosa que me da mucha rabia en estos tiempos de crisis es que cuando se quedan periodistas en paro parece más grave que cuando le ocurre a un obrero de la construcción pero en ambos casos estamos ante una persona, una familia y una vida que de repente se derrumba. No es más grave despedir a un periodista que a un obrero de la construcción. Creo que ahí tenemos que relajarnos todos y hacer las cuentas correctas. He estado en muchas redacciones con gente que no ha salido nunca a la calle, que llevan 30 años trabajando en el mismo medio y que cree que puede contar la realidad y no es así. Para contar la realidad tienes que salir fuera y hacer preguntas, buscar respuestas, darte contra muros y luego ir y contar la realidad pero no puedes hacerlo sin salir.

M.G.- La crisis ha afectado a todos los sectores pero si no me equivoco en el periodismo está siendo especialmente crudo.

P.B.- Sí, sí... No recuerdo exactamente la cifra pero creo que en el último año se han destruido 8.000 puestos de trabajo y además son puestos que no se van a volver a cubrir. Una persona que ha hecho periodismo puede hacer otras muchas cosas, relaciones públicas, comunicación, mil cosas,... pero esa reconversión primera no es fácil y además los medios de comunicación vivían de una publicidad que seguramente no va a volver. Estamos ante una crisis de modelo de negocio. La situación para los periodistas es dificilísima pero, al mismo tiempo, un periodista tiene ahora más herramientas que nunca, no desde el punto de vista económico sino desde su corazón, para poder hacer su trabajo, abrirse un blog e informar y contar, lo que pasa es que tiene que poder vivir de eso y eso es lo que nos queda por resolver. Para mí, el futuro del periodismo está en los buenos periodistas.

M.G.- El sexo juega un papel fundamental en la vida de Mica y a lo largo de la novela nos va contando sus relaciones. Leyendo opiniones de otras personas que han leído el libro, encuentro que hay personas que creen que este libro trata simplemente de las relaciones sexuales de su protagonista. ¿Qué piensas de esta opinión? 

P.B.- El libro tiene escenas de sexo porque el libro está lleno de vida y el sexo forma parte de la vida, pero para nada es sólo eso. 

M.G.- No sólo el sexo ocupa un papel importante, sino que también encuentro numerosas referencia a grupos musicales de un estilo muy concreto como la Polla Record, Kortatu, Siniestro Total, Eskorbuto, The Clash,... ¿Esta es la música que le gusta a Paloma Bravo?

P.B.-  Extremoduro y a Iggy Pop todavía los escucho, pero la Polla Records y a Eskorbuto los escuchaba de adolescente pero ya no. 

M.G.- El libro está lleno de reflexiones que me han gustado mucho. Especialmente, me gusta muchísimo ese acercamiento de Mica hacia su madre cuando está a punto de fallecer, también me gusta su opinión sobre todas esas personas que viven pendientes del whatsapp pero de todas ellas me quedo con las que hace sobre la maternidad y suelta perlas tan hermosas como:

- A partir de los 30 o eres un recipiente vacío o un bombo potencial.

- "Ser" madre como si antes no fueras nada o "tener" hijos como si las personas se poseyeran.

- Se "es" madre porque la mujer pare pero luego se verá si se es madre o no.

P.B.- Mira yo tengo una niña de 5 años a la que adoro y además no la puedo querer más porque además soy yo la que se ocupa sola de ella, pero luego intentan vendernos esa sensación en la que al ser madre tienes una especie de redención tremenda, hay una luz y te conviertes en un ser sacrificado y lo que más te gusta en el mundo es estar con tus hijos,... Pues no, hay más. Yo sigo siendo la misma persona, me encanta dejarla con una canguro y salir con mis amigos si sé que está bien cuidada. Me encanta irme de viaje. Por ejemplo, yo he dormido está noche aquí (Sevilla) y ella ha dormido con mi madre, hoy va a dormir con una canguro y no le va a pasar absolutamente nada. Si está cuidada y está bien no hay problemas. Yo soy muchas más cosas, y mientras más sea, más le daré a ella. Es más, sería la misma persona sin ella, me gustarían las mismas cosas.

M.G.- Sí pero como te venden todo esto que tú comentas. Es que llegas a una edad y si no eres madre llegan a mirarte como un bicho raro y te hacen preguntas y se quedan muy sorprendidos cuando les dices que no quieres tener hijos.

P.B.- Pero es que no entendemos que tiene que ser una elección libre. Mira he visto como mujeres famosas han salido del hospital, llorando, diciendo que ser madre es lo mejor que les ha pasado pero cuando yo salí del hospital lo que sentía era dolor, una inseguridad tremenda y no sabía qué hacer con aquel bebé. Luego, por supuesto, crías a tu hijo pero a mí no me ha cambiado la vida. Es verdad que tengo menos tiempo, tengo más obligaciones económicas,... y yo quiero muchísimo a mi hija pero no soy otra persona distinta. Por ser madre no me interesa menos leer, no me interesa menos la política, no... 

M.G.- Estoy de acuerdo contigo. Y ya casi para terminar Paloma, la última palabra del libro es «Continuará...» ¿Estás anunciando una segunda parte? 

P.B.- Es la primera vez que me lo preguntan y llevo un mes hablando del libro. La verdad es que lo puse por hacer un guiño. Como hay una frase al final que dice «Y ahora que ya lo he contado todo puedo empezar a contar la verdad», en realidad me refería a que continuaría la vida. No he pensado más allá. Cuando publicas un libro, por un lado se convierte en un libro de los lectores y por otro lado, yo creo que necesitas ver si el personaje vuelve a ti o no vuelve. Yo no sé si Mica va a volver. Yo estoy ahora en otras cosas y no sé si volverá, pero lo que me parecía importante es que continuaría la vida. Creo que los finales son buenos principios, por eso mis finales son siempre abiertos.

M.G.- Con ese final abierto cada lector se imagina  cómo se desarrollará la vida de Mica porque sabemos que ella acaba viviendo en la casa de su ex Miguel pero ¿qué pasará después? ¿Cuál sería tu final abierto?

P.B.- Yo creo que tienen que verse y ver si se gustan. Es un final abierto en todos los sentidos. Creo que, de alguna manera, Mica se ha perdonado al final del libro y ha decidido dejar de sufrir e igual, a partir de ahí, puede estar con Miguel pero lo que debe ser realmente es un nuevo principio.

M.G.- He visto que tienes un blog en el que vuelcas tus pensamientos. Sabes que hay muchos blogs literarios que se dedican a reseñar las novelas y a hablar de los autores. ¿Qué opinión tienes de los blogs literarios? ¿Crees que prestan un buen servicio al fomento de la literatura?

P.B.- No tengo ni idea. El año pasado me tocó participar en un encuentro sobre blogs literarios. Yo he tenido dos blogs y lo que notaba es que cuando hablaba de un libro y explicaba por qué me había gustado, sí que tenía muchos comentarios de gente que compraba ese libro. Me parecía interesante esta forma de hacer promoción de la cultura que es lo que intento hacer en el blog, en la vida o en twitter, por ejemplo. En aquel encuentro de blogs literarios, descubrí que había como una especie de etiqueta. Parece que las editoriales los consideran útiles pero al mismo tiempo los desprecian un poquito,... En fin, yo no tengo una opinión general. Yo conozco algunos y creo que los que se hacen con honestidad, con pasión por la lectura y por compartir, me parece estupendo. No te tienes que quedar en la etiqueta y pensar que qué morro porque piden libros gratis.

En mi blog, cuando hablo de libros, sólo lo hago de los que me han gustado porque como no me considero crítica pues me parece que no me toca a mí decirle a un autor lo que tienen que mejorar. Sin embargo, cuando un libro sí me emociona me apetece que más gente lo conozca.

M.G.- En cualquier caso, hay que tener en cuenta que cuando alguien da una opinión de un libro es algo muy personal. Yo puedo comentarte que leí el libro tal y no me gustó pero a ti te puede encantar, entonces es siempre recomendable dejar una puerta abierta y siempre emitiendo un juicio respetuoso.

P.B.- Claro, además siempre habrá gente que coincida con tu criterio y gente que no. Por ejemplo, en Londres hay un tío al que no conozco de nada pero me dice por twitter que cada libro que le recomiendo es como si lo conociera porque los compra siempre y le gustan todos. Eso no es que mi criterio sea mejor es que él comparte mi criterio, que es distinto. Mi criterio no está por encima del de los demás, es el mío y a quien le guste, bien. Ahora que la cultura lo está pasando tan mal, creo que hay que hablar de lo positivo, porque haces muchísimo daño. Es como en el cine. He trabajado muchísimo para el cine y si dices que la película es una mierda, la hundes en el primer fin de semana del estreno. Obviamente no hay que engañar y si no te ha gustado La piel de Mica pues no la recomiendes pero hay que intentar decir siempre lo positivo de las cosas que te gustan.

M.G.- Y hablando de recomendaciones, ¿qué libro nos recomendarías?

Estoy leyendo ahora a un americano que escribe poquísimo pero que es una maravilla. Se llama James Salter. Sus libros son un poco anacrónicos porque escribe sobre los años 50, sobre familias y parejas muy adineradas. Por otro lado, hay dos libros que están muy bien para entender lo que estamos pasando. Uno se llama De vidas ajenas de Emmanuel Carrère que está en Anagrama y es un libro  que empieza en el tsunami de Tailandia porque él estaba allí con su novia y acaba ante un juez antidesahucios. Está escrita hace aproximadamente tres años y es un libro tan super realista que te pone la piel de gallina. Y luego me gusta mucho El hombre que amaba los perros de Leonardo Padura.

M.G.- Pues no conozco ninguno de los dos pero tomo nota. Paloma, muchas gracias por compartir este tiempo con nosotros y espero que tengas mucho éxito con tu novela.

P.B.- Gracias a vosotros.


Hasta aquí la entrevista concedida por Paloma Bravo. Me ha parecido muy interesante algunas de sus opiniones. He observado que cuando hablas con un autor después de leer su libro, la visión que tienes de la novela adquiere más matices y con esta nueva perspectiva, la semana próxima os hablaré sobre La piel de Mica.

Saludos, 

[Como siempre, gracias a María de Edere Comunicación]