martes, 31 de diciembre de 2013

FELIZ AÑO 2014.

Querid@s compañer@s de lecturas, 

Se aproxima el final de este año 2013 y en pocas horas daremos la bienvenida al año 2014. Quisiera desearos para este nuevo año SALUD, AMOR, TRABAJO, FELICIDAD, PAZ,... Me doy cuenta de que siempre caemos en los mismos tópicos pero si lo pienso fríamente, hoy en día es lo que más falta nos hace. 

De TRABAJO andamos escasos y por ende también nos escasea la FELICIDAD, la PAZ,... y las preocupaciones no favorecen nuestra SALUD. El AMOR es lo único que no se compra con dinero (bueno, habrá quién discrepe) pero en los momentos difíciles también puede tambalearse o sino, que se lo digan a aquel que dijo: «Cuando la ruina entra por la puerta, el amor sale por la ventana».

Bueno, como veo que mi felicitación está quedando espantosa, reitero mis mejores deseos para todos vosotr@s y añado que SE CUMPLAN TODOS VUESTROS SUEÑOS MÁS BONITOS y que NUESTROS DÍAS SE LLENEN DE HERMOSAS LECTURAS.

¡¡FELIZ AÑO 2014!!



RESUMEN ANUAL DE LECTURAS Y PELÍCULAS (2013)



Hoy, último día del año, os traigo mi resumen anual de lecturas y películas. No suelo hacer esto, ni siquiera de manera mensual, porque nunca he sentido curiosidad por saber si leía mucho o poco. Sin embargo, es cierto que desde que abrí el blog mi ritmo lector se ha incrementado bastante y hace unos días sentí curiosidad por saber hacia donde me había llevado esta afición.

Así me quedé tras comprobar la cantidad. 


Ni yo misma daba crédito. Ver el listado con 115 títulos me ha envalentonado para apuntarme a algunos retos que si se cumplen o no es algo que se verá y que dista mucho de ser una de mis preocupaciones. 


Hay libros de todos los géneros, longitud, gustos, épocas,... Aún me quedan algunos por reseñar, los últimos que he leído y otros tanto que leí durante el verano y que, debido a las vacaciones, se quedaron pendientes.

Me ha parecido adecuado señalar con un asterisco aquellas lecturas y pelis que más me han gustado de este año. 

En fin, este es mi resumen. Quizás me anime a hacerlo de manera mensual a primeros de año. Os dejo con el listado de libros primero y de pelis después, que no son todas las que he visto, evidentemente, sino solo las que he reseñado. 



 

Enero

Relatos de ida y vuelta de Juan José Millás.
Nubosidad variable de Carmen Martín Gaite.
Boy de Ronald Dahl.
La llave del destino de Glenn Cooper.
El báculo de Santiago de Tracy Saunders.
El caer de la breva de Antonio Mingote.
Flores entre escombros de Mª del Carmen Aranda.
El café del búho de Ana Mª García Estrada.

Febrero

El primer caso de Montalbano de Andrea Camilleri.
Las cosas del campo de José Antonio Muñoz Rojas. (*)
La luz que oculta la niebla de José Guadalajara. 
Ellas también viven de Mª del Pilar Muñoz Álamo.
Un pequeño paso para el hombre de David Vicente Valentín.
Una llamada en mitad de la noche de Víctor García Barquero.
La prisión de los espejos de Rafael Martín Masot.

Marzo

No confíes en nadie de J.S. Watson.
Gentes del club de Fernando García Pañeda.
Juegos de la edad tardía de Luis Landero.
La pasión llena de gracia de Antonio Garmendia.
Madrid, 1605 de Eloy M. Cebrián y Francisco Mendoza. (*)
Nunca volveremos a ser las mismas de Brenda H. Lewis.
Reunión de amigas de Luis del Val.
La sonrisa de las mujeres de Nicolas Barreau.

Abril

Lo inevitable del amor de Nuria Roca y Juan del Val.
Amor se escribe sin hache de Enrique Jardiel Poncela.
La vida imaginaria de Mara Torres.
Te dejo es jódete al revés de Señorita Puri.
Detrás de un espejismo de Nerea Nieto.
No le hables mal de mí al niño de Julia Villares Anlló.
Frases célebres de niños de Pablo Motos.
Generación EGB de Javi Nieves.
Pasos en la oscuridad de VV.AA.
El principito de Antonie de Saint-Exupéry.

Mayo

La metamorfosis de Franz Kafka.
Suite 235 de Norah Bennett.
Plata quemada de Ricardo Piglia.
La felicidad es un té contigo de Mamen Sánchez.
Helen no puede dormir de Marian Keyes.
Una lectora nada común de Alan Bennett. (*)
Carta de una desconocida de Stefan Zweig. (*)
Hot sur de Laura Restrepo.
La última noche de Víctor Ros de Jerónimo Tristante.

Junio

Otra vuelta de tuerca de Henry James. (Pendiente reseña)
La flaqueza del bolchevique de Lorenzo Silva.
Al acecho de Noemí Sabugal. (*)
La piel de Mica de Paloma Bravo.
El hereje de Miguel Delibes.
Las poseídas de Bettina González. (Pendiente reseña)
El ruletista de Mircea Cârtârescu.
Mendel el de los libros de Stefan Zweig. (*)

Julio

La bibliotecaria de Auschwitz de Antonio G. Iturbe (*)
La emperatriz de jade de Gregorio León. (*)
Cómo no ser una drama mamá de Amaya Ascunce. (Pendiente reseña)
Melodía en la Toscana de Belinda Alexandra.
Embarazadas alteradas de Bea Cabezas. (Pendiente reseña)
Tengo tu número de Sophie Kinsella.
El verano de los juguetes muertos de Tony Hill. (Pendiente reseña) (*)

Agosto

La sombra de las horas de Luis Miguel Morales Peinado.
En algún lugar (Pendiente reseña)
El club del té de Vanessa Greene.
Música de cámara de Rosa Regás. (Pendiente reseña) (*)
Los años de espera de Fumiko Enchi. (*)
Sostiene Pereira de Antonio Tabucchi. (*)
Ashford Park de Lauren Willig.
Mañana lo dejo de Gilles Legardinier.
La solterona de Edith Wharton.
Los relatos del ingeniero andante de José Docavo.

Septiembre

Prohibido excavar en este pueblo de Óscar Fábrega.
Escrito en tu nombre de Amelia Noguera. (Pendiente reseña)
La señorita Dashwood de Elizabeth Taylor. (Pendiente reseña)
Por si se va la luz de Lara Moreno.
La librería de Penelope Fitzgerald.
La vida cuando era nuestra de Marian Izaguirre.
Dispara, yo ya estoy muerto de Julia Navarro. 

Octubre

El bolígrafo de gel verde de Eloy Moreno.
Fotografiar la lluvia de Lluvia Beltrán.
Terapia de riesgo de Amàlia Lafuente.
Carmilla de Joseph Sheridan Le Fanu.
El juego de los niños de Juan José Plans.
El príncipe de los piratas de Edmundo Díaz Conde.
Carnacki, el caza fantasmas de W. Hope Hodgson.
El evangelio del mal de Patrick Graham.
La cuestión Dante de Lorenzo Luengo.

Noviembre

¡Abajo el colegio! de Geoffrey Willans y Ronald Searle.
Estigmas de Colin Falconer.
Mariana, los hilos de la libertad de José Calvo Poyato. (*)
En los zapatos de Valeria de Elísabet Benavent.
El baile de Irène Némirovsky. (*)
La escondida de Marta M. del Fresno.
El club del cupcake de Clara P. Villalón.
Estoy mucho mejor de David Foenkinos.
Al-Mu’tamid de Sevilla. Un rey de leyenda de José Pedro Gil Román. (*)
Crisis de ansiedad de Juanjo Sáez.
Memento Mori de César Pérez Gellida. (*)

Diciembre

Dies Irae de César Pérez Gellida. 
El amante de Marguerite Duras.
Virginia Wolf de Michéle Gazier y Bernard Ciccolini.
Penas y personas. 2810 días en las prisiones españolas de Mercedes Gallizo. 
Yo fui a EGB de Javier Ikaz y Jorge Díaz.
Ajedrez para un detective novato de Juan Soto Ivars.
Falsos dioses de Peter Joseph. (*)
La casa y el cerebro Edward Bulwer-Lytton.


Enero

Brave (*)

Febrero



Marzo

Abril
Mayo


Junio


Julio

Agosto

Septiembre
Octubre


Noviembre


Diciembre

Mildred Pierce (*)
Hijo de Caín
La Senda
Diana


En breve vuelvo para felicitaros el Año Nuevo.

Gracias a tod@s

lunes, 30 de diciembre de 2013

DIES IRAE de César Pérez Gellida.

Autor

César Pérez Gellida nació en Valladolid en 1974. Es licenciado en Geografía e Historia por la Universidad de Valladolid y máster en Dirección Comercial y Marketing por la Cámara de Comercio de Valladolid. Ha desarrollado su carrera profesional en distintos puestos de dirección comercial, marketing y comunicación en empresas vinculadas con el mundo de las telecomunicaciones y la industria audiovisual, hasta que en 2011 decidió trasladarse con su familia a Madrid para dedicarse en exclusiva a su carrera de escritor. 

César Pérez Gellida irrumpió con fuerza en el mundo editorial con Memento mori, que cosechó grandes éxitos tanto de ventas como de crítica y obtuvo el premio Racimo de literatura 2012. Constituía la primera parte de la trilogía Versos, canciones y trocitos de carne, que ahora tiene su continuidad con Dies irae y que se cerrará con Consummatum est.   

Sinopsis

La acción de este thriller implacable arranca en la peculiar ciudad italiana de Trieste, frontera entre dos mundos. Augusto Ledesma elige el que fuera hogar de James Joyce como primer escenario para continuar su siniestra obra, que alimenta del aliento de sus víctimas y de la humillación de sus perseguidores. Hasta allí se trasladará el inspector Ramiro Sancho en su frenética y obsesiva persecución de un asesino en serie que parece haber acentuado su voracidad. Entretanto, al otro lado de la frontera, el psicólogo criminalista y exagente del KGB Armando Lopategui, "Carapocha", recorrerá las calles de Belgrado junto a su hija y ahora discípula con el propósito de zanjar cuentas con un pasado despiadado del que no logra despojarse. En otra vuelta de tuerca, a través de fugaces viajes en el tiempo,descubriremos cómo se fraguó la relación entre Pílades y Orestes y asistiremos a su sorprendente desenlace.

Tras el rotundo éxito de Memeto mori, primera parte de la trilogía Versos, canciones y trocitos de carne, César Pérez Gellida nos conduce de nuevo por los complejos laberintos que conforman la mente criminal desde los ojos de sus protagonistas, ya sean víctimas, asesinos en serie, genocidas o quienes les persiguen. El inesperado desarrollo de los acontecimientos obligará al lector a pasar páginas en una ineludible búsqueda de respuestas.

Haciendo gala de un particular estilo cinematográfico aclamado por la crítica literaria, el autor nos envuelve en una trama adictiva, tejida a partir de un argumento sólido y pespunteado de poemas y canciones que componen una singular banda sonora del crimen.



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Segunda entrega de la trilogía Versos, canciones y trocitos de carne escrita por César Pérez Gellida, precedida por la novela Memento mori, cuya reseña puedes leer aquí

En la entrega anterior dejamos a Ramiro Sancho expectante por el devenir de los hechos, mientras que Carapocha y su hija Erika trataban de capturar a Augusto Ledesma. La cosa termina sin que el lector tenga muy claro qué es lo que ha ocurrido pero es evidente que si la historia continúa, los personajes también han de tener segunda parte.

El inicio de Dies irae se remonta al año 1995 en pleno conflicto de los Balcanes, un amplio salto en el tiempo para enclavar al lector en la República Srpska y asistir al diálogo entre dos personajes reales y de carácter histórico, Thomas Karremans, Teniente coronel de la UNPROFOR en 1995 y Ratko Mladic, Jefe del Estado Mayor del ejército de la República en Srpska. En nota al pie, César nos informa de que dicha conversación está traducida literalmente de una compilación a partir de varios fragmentos de la misma grabados en vídeo a los que él ha tenido acceso.


Thomas Karremans y Ratko Mladic.
Tomada de Imágenes Google
El por qué Dies irae comienza en un punto de la historia con mayúsculas como este, mientras que Memento mori se circunscribe únicamente a la ciudad de Valladolid, es una de las claves de la novela y como es propio en el autor, no quedará sin respuesta.   

Dies irae está llena de flashbacks que nos transportan a diversos punto del globo terráqueo. Desde la primera línea se observa una visible diferencia con la novela predecesora, pues esta segunda entrega se ramifica en varias líneas temporales y argumentales.

Año 1995. Balcanes. Se hace un retrato del conflicto que asoló la zona durante aquel periodo y en el que tanto Armenado Lopategui, alias Carapocha, como su mujer Erika desempeñan un papel que será transcendental para el desarrollo de una de las líneas argumentales. 

Año 1999. Nueva York. Carapocha conoce a Orestes, un individuo con problemas y demasiado empachado de sí mismo que no quiere ser como los demás. Necesita ser recordado, lograr algo excepcional aunque el camino para conseguirlo no sea el más acertado. Lo que importa es el fin. 

Año 2000. Berlín. Carapocha y Orestes siguen en contacto. 

Año 2011. San Petesburgo. Carapocha y Erika se toman la justicia por su mano contra el matrimonio Nikolay Kolyvanov y Anastasia Kuremaa, una pareja aparentemente civilizada pero como las apariencias suelen engañar, resultan ser unos asesinos en serie de origen canadiense que violaron y asesinaron a varias adolescentes para «compensar» la frustración que siente Nikolay al entender que su mujer no había llegado virgen al matrimonio.

Mismo Año. Belgrado. Padre e hija intentarán averiguar qué le ocurrió a Erika Eisenberg, esposa de Carapocha y madre de Erika, durante el conflicto de la antigua Yugoslavia. Erika Eisenberg, asesinada por Ratko Mladic al descubrir que era una espía a las órdenes de la inteligencia rusa. 

Mismo Año. Trieste. Augusto Ledesma sigue vivo y coleando. Su mente no descansa y el primer contacto que tenemos con él es el momento en el que se cuela en la mansión de Danilo Gaspari, un empresario esloveno relacionado con el tráfico de armas. Obviamente no será el único asesinato que cometa.

Todos estos tiempos y hechos se articulan a modo de tela de araña. ¿Cuáles son las incógnitas a despejar? Por un lado, Sancho tiene que enfrentarse de nuevo a Augusto. Tras ser informado por Carapocha de la actual ubicación de su antagonista, viajará a Trieste y colaborará con la inspectora jefe Gracia Calo, encargada de los casos de asesinatos que comienzan a producirse en la ciudad. 

Por su parte, Carapocha y Erika tienen una doble misión. Hacer justicia en favor de Erika Eisenberg y posteriormente dar caza a Augusto o al menos, ayudar al inspector Sancho.


De nuevo encontramos personajes bien construidos. En Memento mori conocimos prácticamente a todos los que cargan la parte más pesada del argumento pero surgen otros que aportan su grano de arena. 

El inspector Ramiro Sancho aparece de nuevo avanzada en parte la trama. Sigue atado al caso de Augusto Ledesma, intuyendo que la cosa no había acabado con la muerte del asesino y luchando porque las investigaciones no se cierren. En su interior se clava la espina de no haber visto con sus propios ojos a Augusto sin vida. 

Augusto Ledesma reside ahora en Trieste donde volverá a las andadas. Su personalidad sigue siendo tan perversa como en Memento mori y en esta segunda parte seguimos profundizando en su psique. Augusto teme a la oscuridad, algo que le viene de los maltratos que sufría durante la infancia, a su mente asoman las dudas por su forma de proceder, no es tan infalible como en su época de Valladolid, comete más errores y además parece ser más vulnerable, estar menos seguro de sí mismo. Incluso se podría decir que la luz de la compasión brilla durante un nanosegundo en su interior.

Pero si hay dos personajes que adquieren un mayor protagonismo y presencia en Dies irae esos son Carapocha y su hija Erika. Hasta ahora no sabíamos mucho sobre sus vidas porque en Memento mori pasaron a demasiada velocidad y ahora, tras la lectura de Dies irae, entendemos que el psicólogo criminalista había adoptado una pose en sus primeras apariciones. Es ahora cuando llegamos a conocerlo bien. El autor nos conduce hacia el momento en el que él y Augusto Ledesma se conocen, nos desvela el por qué de su escasa relación con su hija Erika, y nos descubre la herida sin cicatrizar que anida en su interior. 

Erika no es una persona fácil de llevar. Sufre un trastorno bipolar que la tiene ligada a medicamentos a los que ella se resiste. No llega a entender muy bien a su padre pero decide seguirlo.  

En Memento mori había que alabar la ardua tarea de documentación que se escondía tras la novela. Ese dominio del funcionamiento de la mente humana, de la forma de actuar de los asesinos en serie, de las investigaciones policiales,... queda eclipsado por el que el autor nos ofrece ahora. En Dies irae, César nos acerca a la guerra de los Balcanes donde, como suele ocurrir en todos los conflictos bélicos, la religión supone un importante puntal, por no decir el principal. 

Visitaremos Belgrado, una ciudad que se nos abre ante los ojos por medio de sus calles, sus costumbres y sus platos típicos. Y de igual modo, pasearemos por Trieste, ciudad en la que César se  hace un guiño así mismo, posicionándose como un turista más junto a su mujer Olga. Me pareció un detalle muy simpático. 


Vista de Belgrado